Capítulo 13.- Nuevo trabajo, menos tiempo
Quedó todo planeado, y solo seis meses después Wonsik y Taekwoon se mudaban a una pequeña casa a las afueras de la ciudad. En ella Wonsik pudo poner su estudio y siguió trabajando en su propia música, aceptando sobre todo algunas solicitudes de comerciales o canciones solitarias que bien podía hacer desde casa.
Por el contrario Taekwoon tuvo que salir a buscar trabajo, pero él era listo y sabía qué clase de respuestas los entrevistados buscaban, por lo que no tardó demasiado en encontrar un trabajo en una gran empresa del centro de la ciudad. Aquel trabajo le permitía solventar todos los gastos de la casa, por lo cual insistía en que Wonsik no se preocupara, sino que simplemente se dedicara a disfrutar de su creatividad sin tener que venderse demasiado.
—Pero hay un problema, el horario se cruza con el horario de la terapia —comentó Taekwoon aquella tarde, mientras revisaba junto a Wonsik la propuesta de trabajo.
Wonsik hizo un sonido mientras lo pensaba.
—Quizá, podrías hablar con tu doctor, para que te cambie el horario para el domingo, o quizá para el sábado por la tarde.
Taekwoon lo pensó algunos momentos, sí era una opción el cambiar el horario, aunque no estaba muy seguro de que su doctor pudiera hacer ese cambio, y tampoco quería hacer que él perdiera su día de descanso por su culpa, como fuera tendría que buscar una manera de poder continuar.
Sin embargo poco importaba, estaba viviendo su sueño, vivía con Wonsik todo el tiempo, y no importaba lo difícil o atosigante que fuera su día, siempre podía contar con que al volver lo esperaría su amado peliblanco para apapacharlo como lo necesitara.
Pero era complicado, su nuevo trabajo era bastante atosigante, el tener que atender a tanta gente terminaba por agotar la poca capacidad que tenía para querer convivir con otras personas.
Así que, llegando el final de su labor el día sábado, lo único que quería era volver al lado de su Wonsik para poder recargar sus baterías.
—Hey, ¿No tenías cita esta tarde con el doctor? —preguntó Wonsik en esa tarde de sábado, al ver llegar a Taekwoon temprano por la tarde
—Em, no, me ha cancelado la consulta porque tenía algo que hacer, —comentó Taekwoon de manera escueta.
—Bueno, me alegra que estés aquí, ¿quieres algo en específico de comer, ya que has llegado?
Dado que era quien más tiempo pasaba en casa, Wonsik solía dedicarse más a la casa como a limpiar o a hacer de comer entre sus labores musicales.
Aquella fue una buena tarde, ambos comieron juntos en la cama como habían hecho tiempo atrás y se pasaron el día jugueteando entre ellos, el domingo pasó igual.
A la semana siguiente el tema fue completamente diferente, Taekwoon acudió a su sesión habitual del día sábado por la tarde, luego de una larga semana. Sin embargo al llegar a casa, contrario a un Wonsik esperando con él, se encontró con los dos amigos y el primo de su amigo bebiendo y celebrando juntos.
—Taek, que bueno que llegas, ¿quieres venir a tomar un poco con nosotros? —preguntó Wonsik medio tomado.
—No, lo siento. Estoy cansado, diviértanse —alegó antes de ocultarse en su cuarto.
—Pff, ¡Que pesado! —se quejó Hyuk, quien gracias al alcohol se volvía aún menos cohibido.
—Hey SangHyuk, no seas grosero. Él solo está cansado luego del trabajo, —le regañó Wonsik.
—Eso no es pretexto, Hongbin también ha pasado toda la semana trabajando y no por eso llega refunfuñando.
—Ellos son diferentes, además Taek... —guardó silencio, no queriendo revelar algo tan personal de su pareja.
—Además, ¿qué? Siempre estás defendiéndolo y cambias a tus amigos por él, ¿qué tiene que sea tan importante?
—No los he cambiado, pero él necesita mi ayuda. Lo amo, así que paso tiempo con él, ¿no es nada del otro mundo?
—Lo es cuando tu "novio" no te deja ver a tus amigos.
—Ya te dije que no es que él no me lo permita. ¡Eres tú el que lo está atacando para que ya no lo vea!
—Yo no estoy atacando a nadie, solo te estoy diciendo la verdad que tus ojos estúpidos no quieren ver.
Los primos se habían puesto de pie mientras levantaban la voz, de inmediato Hongbin y Jaehwan intentaron contenerlos.
—Tranquilos chicos, esto se está saliendo de control —pidió Hongbin, intentando sujetar a Hyuk por los hombros para que no se lanzara contra el anfitrión como parecía querer hacer.
—Quizá, lo mejor será que de momento nos vayamos —tanteó Jaehwan, quien odiaba las peleas en general.
Hongbin asintió hacia él y comenzó a empujar al menor hacia afuera, Jaehwan se quedó algunos minutos más para tranquilizar también a su amigo.
—Lo siento, no sabía que Hyuk era un bebedor agresivo, pero tú lo conoces mejor que nosotros, saber que solo era el alcohol hablando por él.
Wonsik solo bufó en respuesta, mientras el enojo se iba diluyendo de sus venas, al menos hasta que su amigo volvió a hablar.
—Porque él no te lastima, ni nada por el estilo, ¿verdad? —preguntó de manera escueta, aunque al ver la furia que volvía a llamear en los ojos de Wonsik hizo un aspaviento, negando con las manos—. No, no, olvídalo, mi pregunta ha sido tonta, olvídala. Nos veremos luego.
Y se apresuró a salir también de la casa. Wonsik respiró profundo un par de veces, terminando de aclararse antes de ir a buscar a Taekwoon al cuarto. Lo último que esperaba era que nada más entrar una almohada chocara contra su rostro.
—¿Qué haces aquí? Vete con tus amigos, que tanto quieres —le gritó Taekwoon.
—Ey, tranquilo Taek, está bien.
—¡No, no está bien! ¡Me la paso trabajando mientras tú te diviertes con otras personas!
Aun mientras gritaba, le arrojaba pequeños objetos de tocador, y aunque la mayoría no lograban dar en el blanco algunos sí que golpearon a Wonsik.
Por algunos momentos intentó acercarse, pero no podía dar un paso sin que más objetos cayeran sobre él.
—¿Cómo puedes traer a otros a nuestra casa? Esto es solo nuestro, ¿por qué traes a alguien más? ¿No quieres que yo esté aquí?
—¡Takewoon, basta! ¡Me lastimas! —se quejó Wonsik luego de que un tarro de crema golpeara directo en su frente.
Al fin Taek se detuvo, sólo al ver el hilillo de sangre que caía por el rostro de su amado. Anonadado, Taekwoon se sentó en la orilla de la cama, mirando sus manos sin poder creer que ellas habían hecho daño a quien más amaba.
Wonsik se había mantenido inmóvil en la entrada aún luego de que la lluvia de cosas se detuviera, inseguro de qué más hacer luego de aquello. No fue hasta que notó que Taekwoon lloraba que se apresuró a su lado.
—Ey, ey, tranquilo, ya pasó, ya pasó.
Le dijo para tranquilizarlo y consolarlo.
—Wonsik, mi amor, lo siento, lo siento, no quería lastimarte.
—Lo sé, tranquilo, no te preocupes. Sé que este no eres tú, lo entiendo.
Taekwoon se aferró con fuerza a él y lloró como en otras de sus crisis, pero había una gran diferencia pues, por primera vez, estos ataques dirigieron su agresividad contra Wonsik.
Y ni siquiera pudo hablarlo con su médico, pues a la semana siguiente Taekwoon no quiso arriesgarse, aunque Wonsik le aseguró que no volvería a traer a sus amigos a su casa, él se apresuró para volver.
En efecto esa tarde fue igual de buena que la primera, por lo que Taekwoon se decidió a ya no acudir a sus sesiones sabatinas para poder continuar con ese buen ambiente familiar.
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