Capítulo 10.- Fiesta
No es que aquel lugar fuera el antro más elegante o alocado de la ciudad, pues al estar cerca de la universidad era un lugar más bien para que los estudiantes fueran a relajarse y pasar el rato.
Las luces permitían una buena vista y la música no era tan estridente, alguien de mayor edad podría indicar que se trataba más bien de una cantina o un bar que de un antro en sí.
Aquel día, Wonsik, Jaehwan y Hongbin eligieron justamente ese lugar para poder celebrar que las clases presenciales se habían terminado por fin, ahora solo restaban algunos exámenes o proyectos finales pero, en esencia, la escuela había acabado.
Luego de hablarlo con sus amigos, Wonsik se había decantado por invitar a Taekwoon y en un inicio los dos castaños no tuvieron el menor problema en hacerlo, sin embargo para aquellas alturas se arrepentían un poco.
El humor parco del mayor no cuadraba en nada al ambiente festivo que intentaban poner los otros tres, solo contestaba con monosilábicos a las preguntas directas, y cuando Jaehwan estaba preparando los primeros somaek el pelinegro lo rechazó de inmediato, sin probar ni una gota.
—Mejor para mí, —Jaehwan había intentado sonar divertido, a pesar del rechazo—, así tengo que pagar menos.
—¿Quién te manda saltarte un año, "hyung"? —le molestó Hongbin.
—Ahora que lo pienso, ¿qué edad tienes Taekwoon? —volvió a hacer el intento por meterlo a la conversación.
—24 —contestó escueto.
—¡Genial! Entonces eres más grande que yo, así que te toca pag... —guardó silencio, cohibido ante la mirada ceñuda que le dedicó el pelinegro.
—Bueno Ken, tampoco podemos hacerlo pagar por algo que no consumió —intervino Hongbin al notar la tensión que se había creado.
Jaehwan asintió y terminó de preparar solo tres bebidas, por su parte Wonsik había ido a la barra y volvió con una jarra de agua mineral para Taekwoon.
—Así al menos podrás brindar con nosotros, —dijo, a lo que el pelinegro solo se encogió de hombros.
Sin embargo Taekwoon mantuvo la misma actitud taciturna aún mientras los otros tres se volvían más ruidosos y alebrestados conforme las horas y las botellas de licor pasaban. Los tres amigos, por el contrario, platicaban entre ellos los de la carrera y lo que planeaba hacer una vez que terminaran todos los trámites y obtuvieran su titulación.
Jaehwan era naturalmente juguetón y solía acercarse bastante a sus amigos para abrazarlos y tocarlos, pero la mirada ceñuda de Taekwoon le impidió hacerlo mucho aquella noche con Wonsik, sentía que le pelinegro terminaría por golpearlo si tocaba demasiado a su amigo.
Así que en lugar de eso centró sus atenciones en Hongbin, y en cuanto sonó una canción que ambos conocían lo arrastró a la pequeña pista de baile improvisada, lejos de los otros dos.
—No me gusta, me pone nervioso —confesó Jaehwan en susurros, a pesar de que ya estaban bastante lejos.
—Lo sé, tampoco me da mucha confianza, pero ya viste lo feliz que está Wonsik revoloteando a su alrededor y si decimos algo es probable que solo logremos que se enoje con nosotros.
—Pero, ¿y si lastima a Wonsik? No quiero que lo haga sentir mal, además... —se quedó pensando, lo cuál intrigó más a Hongbin aunque suponía a qué se refería.
—¿Además?
—¿No has notado que está muy distraído en clases, incluso se ha saltado varias o de plano ha faltado todo el día? Y eso que estamos con todos los temas finales de la carrera, si no fuera por todo el trabajo que ha hecho antes y lo inspirado que está con sus composiciones, yo creo que ya hubiera reprobado algunas materias.
—Sí, yo también me he dado cuenta, pero como dije no hay mucho que podamos hacer. Sólo espero que sea una afición pasajera, como lo fue con aquel otro chico de Conta, ¿cómo se llamaba?
—¡JongIn! —exclamó Ken, divertido al recordar cómo su amigo se había enamorado del chico más rudo de la escuela, y aunque habían hablado pronto llegaron a la conclusión de que no podían estar juntos, ambos eran demasiado "activos" como para eso.
Hongbin también rio, Wonsik les había contado cómo terminó enrollándose con JongIn, jugueteando hasta que se acercaron al encuentro final... el cual no terminó en nada, pues ninguno de los dos estaba dispuesto a ser el pasivo. El bochorno con el que se los contó fue bastante divertido, y tanto Wonsik como JongIn terminaron por ser buenos amigos, aunque al ser de carreras tan distintas no se veían con regularidad.
—Ahora que lo recuerdo, la pareja que nos presentó JongIn era un poco parecido a Taekwoon, al inicio también tenía esa mirada seria y malvada... y resultó que sólo era porque necesitaba lentes —Jaehwan seguía riendo
—Pues esperemos que sea lo mismo con él, no quiero que le vaya mal a nuestro amigo por su culpa —la risa de Hongbin había desaparecido.
—Tranquilo, si quiere propasarse o hacerle algo malo le daré una lección, —Jaehwan levantó un puño, presumiendo de sus músculos... que realmente no eran muchos, lo que hizo reír de nuevo a su amigo.
Pasaron varias horas así, Wonsik incluso se unió a ellos un par de veces para bailar, pero siempre volvía la lado del taciturno pelinegro. Más aún luego de que un par de chicas se acercaran para bailar con ellos, lo cual intensificó el mal humor de Taekwoon.
Al final, cuando Hongbin y Jaehwan se plantearon seguir la fiesta en algún otro lugar, acompañados por las nuevas chicas, Wonsik declinó la oferta y, por el contrario, se ofreció a llevar a Taekwoon a casa.
A eso siguió una caminata de 20 minutos en un silencio bastante tenso por parte de ambos. No fue hasta que estuvieron solo en el departamento de Taekwoon que por fin Wonsik comenzó a hablar, el alcohol que había bebido no solo había sonrojado su piel sino que le hizo alzar un poco la voz.
—¿Se puede saber qué pasa contigo? —se quejó.
—No sé de qué hablas.
—¿Por qué te comportaste así con mis amigos? Ni siquiera aceptaste beber con nosotros.
—Wonsik, no puedo mezclar alcohol con las pastillas que estoy tomando.
Por algunos momentos aquella respuesta descolocó al otro.
—¿Por qué no dijiste eso allí? En lugar de eso, parecía que era solo porque no querías beber con nosotros.
—¿Cómo lo iba a explicar sin decir todo lo demás? No me gusta hablar de mi enfermedad con desconocidos.
—Pero ellos no son desconocidos, son mis amigos, estoy seguro que lo habrían entendido.
—Son tus amigos, no los míos.
Con un suspiro desesperado Wonsik se dio media vuelta en dirección a la puerta, dando un par de pasos para alejarse de él.
—¿Vas a dejarme? —escuchó de pronto.
Al voltear a ver a Taekwoon pudo notar que la mirada fría había desaparecido de su rostro, en su lugar estaban los ojos dulces y algo suplicantes que había llegado a conocer bien.
—¿Qué? —preguntó algo sorprendido, tanto por el cambio como por su pregunta.
—¿Vas a alejarte de mí por lo que ha pasado?
—¿Qué? No, claro que no.
Ante la desesperanza que podía escuchar en la voz de Taekwoon, Wonsik se apresuró a su lado para abrazarlo, aunque antes de llegar el pelinegro ya había colocado las manos en sus mejillas, guiando su movimiento hasta que sus labios se encontraron.
Wonsik tardó solo un par de segundos en reaccionar, ¡Taekwoon lo estaba besando!, y se sentía bastante bien, era un beso tranquilo, solo el movimiento de los labios suaves contra los suyos, tan apacible como Taek mismo.
—Lo siento, —susurró Taekwoon cuando se separaron, luego de varios minutos así.
—No te disculpes, por favor, me ha encantado —dijo, sin soltar su abrazo de él así que seguían juntos.
Aquel contacto le dio pie a Wonsik, junto al alcohol consumido, para poner en palabras la idea que había estado rondando en su cabeza desde hacía algunos días,
—Entonces, ¿quieres ser mi novio?
Los ojos de Taekwoon brillaron, tan cerca como estaban Wonsik pudo sentir cómo su corazón se agitaba y el rubor cubría sus mejillas.
—Pe, pero, ¿en verdad quieres tener un novio como yo?
—¡Claro! Si no, no te lo estaría preguntando.
—¡Sí! Sí quiero, —contestó por fin Taekwoon para luego volver a besarlo.
Pasaron un buen rato besándose con suavidad, pero de un momento a otro Wonsik se mareó y tuvieron que parar y sentarse so riesgo de que el menor terminara devolviendo todo lo que había comido y bebido aquella noche.
—Entonces, ¿de verdad te cayeron tan mal Hongbin y Jaehwan? —logró preguntar Wonsik una vez que se sintió mejor.
—No, ellos me cayeron muy bien, es solo que, no soy muy bueno con las personas que apenas conozco, me es muy difícil hablar con ellos.
>Ya me han dicho que parezco enojado pero, es solo que, no sé qué hacer o cómo portarme cuando estoy con alguien nuevo.
Wonsik lo pensó un poco, recordaba la manera en que Taekwoon se había comportado cuando comenzó a abordarlo.
—Lo siento, —dijo de pronto Taekwoon, sacándolo de sus recuerdos—. Sé que ellos son importantes para ti, así que intentaré llevarme mejor con ellos ¿sí?
Wonsik asintió emocionado, si podía tener a sus mejores amigos y a su novio juntos, sería el más feliz del mundo.
*******
De nuevo un capítulo que se alargó, no tenía planeada la plática de Ken y Hongbin, ni la mención al KaiSoo, pero salió y pues lo dejé jajaja.
Por cierto, ¿ustedes perdonarían así de fácil a Leo? ¿Pueden entender su comportamiento? Más importante aún, ¿creen que de verdad sea solo su timidez o estaba celoso?
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