O33
Vaga la mirada sobre lo escrito, eran unas cuantas hojas, al menos veinte. En el borde de las mismas estaba escrito el nombre de a quién pertenecían dichos informes, eran anuales, y parecían llevar el registro sobre sus vidas dentro de esos lugares clandestinos que su Tía se encargaba en cerrar. Con una respiración profunda se sentó en el sofá, comenzaba a leer bajo la atenta mirada de ellos, su pecho se sentía pesado, era un tipo de dolor nuevo. «El híbrido de Conejo se muestra más grande que sus compañeros, con un crecimiento abismal, se estima que la forma en que mantenga el apareamiento también se vea afectada, causando más...» Se asquea, no quiere seguir leyendo.
Pero debe, ellos le dieron la confianza para hacerlo. Le otorgaron algo valioso, la verdad sobre su pasado, se abrieron a ella. TaeHyung no dice nada, y no tarda mucho para que un adormilado JungKook de su presencia, tenía unas grandes bolsas negras bajo sus ojos, producto del mal sueño. Sus ojos de bambi se agradan al ver al humano frente a frente, da un paso atrás, él se oculta detrás de la espalda de su Hyung, como si no midiera lo mismo, y como si no tuviera un cuerpo corpulento. Hoseok emitió una pequeña risilla negando.
-No estoy enojado, chicos. -les dice- Es más, yo quería disculparme por lo último que les dije aquella vez en el auto, no fue muy maduro de mi parte caer en ese juego de celos. Ya somos adultos después de todo.
-Aeri noona... huele a tí en estos momentos. -señaló con una debil voz rasposa por el alcohol que seco su garganta- Demasiado...
-Oh -rascó su nuca, indeciso de la reacción que debería tener-. Hum, ella me cuidó anoche porque bebí mucho, veo que ustedes también, ¿Les duele algo? Podría verificar si el consumo de pastillas es apto para híbridos.
JungKook no entiende porqué ese humano se preocupa por ellos, no son amigos, no son cercanos, no son nada más que una especie de rivales que tratan de quedarse en la vida de Aeri. Gruñe, desviando la vista, no quiere ser malo, odiaría pensar en que por culpa de sus celos termine perdiendo a la muchacha. Pero, se le hace imposible no retener sus impulsos, si él no puede, no quiere imaginar como está TaeHyung, sus instintos territoriales de macho deben querer estrangular al Jung.
Hoseok ve a Aeri, rogando con sus ojos una ayuda.
-Chicos, mientras yo leo esto, ¿Qué les parece preparar el almuerzo?
-¡Claro! -dijo el mayor- Estoy seguro que amarán mis recetas heredadas por mi querida abuelita Hao. -tarareando avanza a la cocina, un lugar que pocas veces han tocado, siempre piden comida hecha, Aeri sólo les prepara sus vitaminas allí, con un almuerzo o cena con los conservantes aptos para ellos. Tenían dietas estrictas.
-Sigan a Hoseok. -les pide- Yo leeré esto, se los prometo.
TaeHyung no habla, actúa.
Y JungKook, antes de seguirlo, da unos pasos a su noona. Aeri se sorprende cuando los labios del menor son presionados contra su mejilla, prosiguiendo de un: 'Te quiero.'
Fue más de lo que su corazón podría resistir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro