EPÍLOGO
AÑOS DESPUES
—¡Aeri, el mini humano volvió a cagarse! —lleno de disgusto, TaeHyung cargaba entre ambas manos a la pequeñita que la mujer le encargó cuidar, la mantenía alejada de su cuerpo para evitar ensuciarse— ¡Ahg, joder! ¡¿Qué le das de comer, hierbas tóxicas?!
Desde que su querida Aeri decidió casarse, y luego, tener un bebé para comenzar a agrandar la familia, el pobre de TaeHyung ya no aguantaba vivir ahí en el completo caos, sus fosas nasales presentan aturdimiento cada vez que la criatura de tamaño diminuto se presenta con sus 'accidentes' cada, al menos, unas dos horas. Se prometió a sí mismo jamás limpiarle el pañal, nunca tocaría algo tan asqueroso, pero no tuvo más remedio que hacerlo uno de esos tantos días donde hizo de niñera. En momentos así es donde envidia a su maknae, el afortunado que se fue.
JungKook decidió irse con su novia y abandonarlo, ¡Era un mocoso desagradecido! O no del todo, porque en realidad, aunque tiene su humilde apartamiento a unas calles de distancia junto a Jiho, pasa la mayor parte del tiempo allí queriendo jugar.
Desde que consiguió trabajo como creador de contenido en Internet, y descubir que de haciendo nada, hacía mucho, vio la posibilidad de triunfar y ganar abundante dinero haciendolo. Aún no consigue tanto efectivo o cheques en su cuenta bancaria –manejada por su dueña–, pero junto a la herencia de su madre podía vivir cómodamente, claro, con la constante firma anual de Aeri ante la ley que aseguraba seguir cuidándolo.
De todas formas, TaeHyung no puede creer lo rápido que pasaba el tiempo. Parecía que sólo ayer conoció a Aeri, ¡Ya eran casi siete años!
—Es papilla. —la escuchó decir cuando se asomó al pasillo, tomó al bebé entre sus brazos y caminó a la habitación, donde estaba el cambiador y los productos para limpiarle el pañal— No te quedes viendo, pasame las cosas.
—Eres tan molesta. —gruñó, agarrando cada producto y llevándolo a la cama, donde posiciono a EunBi. TaeHyung se pregunta si esa niña es niño, él quiere creer que es niño, se le hace más fácil de peinarla con su cabello corto, y jugando a las luchas con su delicada fuerza, no quería herirla después de todo— Oye, ¿Crees que EunBi quiera ir a dar un paseo al parque?
—Sí la llevas sería mejor, me surgió un asunto en el trabajo y debo irme. Hoseok puede pasar a buscarte luego, prepareré el bolso con su merienda y te daré dinero para que le compres unos globos, asegúrate de que no coma del arenero como la última vez...
Con una voz acelerada y unas manos mucho más rápidas, la mayor preparaba a su hija para dejarla lista a su disposición. Al terminar de vestirla con un atuendo realmente adecuado para el calor que hay afuera, se le vuelve a entregar en sus manos mientras va en busca del bolso donde guarda cada cosa ante una situación de emergencia: Pañales, ropa extra, dinero, juguetes, biberones, papilla, números de emergencia, juguetes interactivos y benditas por si se ve lastimada.
No tarda mucho antes de estar afuera en la calle con su carriola elegante y sus lentes de sol igual de increíbles, TaeHyung tenía una ley propia que le obligaba a siempre salir bien vestido, y junto a EunBi creía verse aún más encantador. Las chicas simplemente se volvían locas al verlo, se acercaban para ver a la bebé de un año y le pedian fotos, era un híbrido que volvía locas a todas, sin importar qué sean humanas u otra cosa.
Una vez ubicados sobre una manta en el parque, la coloca frente a él y sonríe.
—Gracias a mi pequeña EunBi el tío tata puede conseguir citas. —besa sus mejillas regordetas, cree poder morir de ternura cuando comienza a balbucear tratando de decir algo entre risas, no tener dientes le hace mucha gracia al leopardo, incluso cuando ella jala de sus orejas peludas— Seremos un gran equipo tú y yo.
Y está seguro de eso.
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