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𝐔𝐍𝐔𝐒

Caput Unum.
Initium Omnia.

SUS OJOS MOSTRABAN UN GRAN TEMOR al mirar al mayor que se encontraba delante suya, si quería aprender y tener una fuerza mayor o igual a la de su familia debía mantenerse en pie y firme ante aquel entrenamiento.

Levantó su puño y la llevó, con todas sus fuerzas, a la palma del mayor con la intención de golpearlo y hacerle un poco de daño, aunque sea un mínimo de daño pero quien recibió ese daño fue ella. Ahora la mano del mayor se había convertido en piedra. Solo la zona de la mano estaba de un color grisáceo y él con una sonrisa por lo que hizo.

━━¡Sifu! ──exclamó la joven con cierto enfado── ¡Se supone que el entrenamiento era sin magia! ¿Entiende eso? ¡Uso nulo de magia! ──le reclamó, intentando no señalar al mayor para no cometer una falta de respeto. Para mantener su mano ocupada, empezó a sobar la mano afectada.

El mayor se rió soltando un «jo, jo» notable y lo que hizo que la joven se irritara ━━Si te quieres hacer fuerte debes aprender a enfrentarte a cualquier obstáculo que entre a tu camino. ──La menor asintió ante el comentario. Se puso nuevamente en posición de ataque, volviendo a repetir su acción y recibiendo nuevamente el mismo resultado.

Bufó al ver la sonrisa burlesca de su abuelo, encima le hacía señas para que lo vuelva a repetir. Y cómo ella tenía bastante orgullo lo volvió a intentar, una y otra vez. No supo cuantas veces lo repitió pero había sido bastante tiempo.

Notó como varias personas pasaron por aquel templo. Era normal ver a personas pasar pues tenía varias funciones aquel templo, estaban las visitas en general y para los seres con magia, hechiceros y brujas, era usado para entrenamientos gracias a las zonas que habían específicamente para ellos.

Aquella zona era frecuentada por esos seres, o raza, y con algunos humanos que los aceptaban sin ningún problema. Aún así, la mayoría le lanzaban algunas miradas. Lo cual entendía que los mirasen, pues no era normal que un abuelo y un infante, de no más de siete años, que estén practicando en una de las áreas de visita en vez de su lugar correspondiente. Aunque aquel tipo de enseñanza entre familiares era habitual, seguía siendo raro el lugar elegido.

Llevó sus manos a sus rodillas apoyándose en estas y soltó un suspiro agotada. Aunque su físico no ayudaba, llevaba años entrenando para poder obtener sus poderes, sabía que no vendría de la noche a la mañana y que no sería tan fácil manejarlos. Recordó las veces en las que su abuelo no paraba de mencionarle que era normal que sus poderes tarden en manifestarse y la razón de su entrenamiento eran por dos cosas.

La primera era para ya tener fuerzas cuando se presenten y la segunda porque no siempre podría disponer de su magia, sobre todo en las épocas en donde sus poderes podían desaparecer por un periodo de tiempo.

Cuando su abuelo se lo contó no entendió nada y tardó bastante tiempo en entenderlo. Su abuela también se lo explicó, pero ocurrió lo mismo que con su abuelo, no entendía nada.

Lo que llegó a entender, era que los eclipses lunares podrían debilitarles los poderes, aunque si este suceso también coincidía con la famosa «luna azul» podrían desaparecer por un largo tiempo, el cual era indefinido. Sin dudas, lo más raro que escuchó.

Empezó una caminata dentro de aquel lugar y fijó su mirada en las paredes decoradas. Da igual a donde mirase, veía cuadros por doquier de dioses conocidos, uno de ellos era de la diosa de la guerra.

Pensó en lo bonito que sería poder conocer a uno, aunque sabía que eso no podría ser posible. Siempre había tenido una enorme curiosidad, o atracción, sobre aquellos seres tan poderosos como los describía su madre. Rara vez era la que no preguntara sobre ellos, aunque siempre era la misma respuesta: "son muy egocéntricos, mejor olvida su existencia", si recibía otra clase de respuesta sin duda no sería de parte de su familia.

Los seres mágicos, ya sean híbridos, brujas o hechiceros, decían lo mismo sin dudarlo, las deidades son egocéntricas. Esa era la palabra más correcta y acertada a la descripción que se daba hace tiempo, al contrario que la respuesta y creencias de los humanos, muchas veces al dar su respuesta sus ojos parecían tener más brillo y halagaban a las divinidades.

Soltó un suspiro y sus pequeños dedos pasaron por el cuadro de la Diosa de la Guerra, tenía un hermoso cabello corto y verdoso, su frente estaba rodeada de, posiblemente, una bandana de oro e igual sus cabellos. Sus brazos tenían unos brazaletes, tal vez era del mismo material, y la cintura era un cinturón dorado con un rayo de decoración.

Sin duda la divinidad era hermosa, su ropaje blanco, como aquel color de la nieve y aquellos accesorios bañados en oro, la pequeña capa marrón que ondeaba y colgaba en sus hombros, la espada que también tenía aquel dorado tan característico de su ropaje. Tenía también a un pequeño halcón posado en su hombro, tapando una de las hombreras de su traje.

Bajó la mirada al pequeño recuadro que había para tener algún conocimiento del nombre de aquella hermosa mujer

«Diosa de la Guerra, Norika»

━━Oh, supongo que ese halcón será su familiar... ──Soltó para sí misma, abriendo su boca sorprendida, pues nunca había visto ningún halcón, ni siquiera uno dibujado hasta ese momento. Unas manos se posaron en sus hombros y la empujó hacía atrás con demasiada fuerza, provocando que se tropezara, pero por suerte no se cayó al seguir teniendo el agarre en ella.

━━Aléjate del cuadro, sucia bruja. Tus manos llenas de impurezas sólo harán que toda pureza que tiene nuestro cuadro y querida diosa se marchite. ──Aunque el agarre que tenía en ella perdió sus fuerzas, no le impidió empujarla, esta vez sí logró que se cayera y la fémina por fin logre visualizar a la persona. Era un señor de la tercera edad, casi jorobado, aún así su mirada era de desprecio hacía ella.

Se levantó lo más rápido que pudo y se dispuso a salir casi corriendo de aquel recinto, su cuerpo temblaba un "poco", tal vez si se le miraba detenidamente pensarían que es gelatina humana.

Pensó en dónde podría estar su abuelo, sí aún se encontraba adentro buscándola o se había marchado del lugar pensando que ella ya lo estaría siguiendo, como era de costumbre.

Dirigió su mirada hacia sus manos, quería saber si sus manos se habían manchado mientras entrenaba y esa había sido la razón de que aquel señor la tratase con tanto desprecio, pues incluso ella se molestaría si alguien toca algo preciado para ella y tuviera las manos sucias. Aunque sus manos lo único que tenían a la vista eran los raspones tras la caída. Aunque no tardó en darse cuenta del porqué recibió ese trato, era una bruja y por culpa de sus marcas él se tuvo que dar cuenta.

No entendía, o mejor dicho su cabeza no quería aceptar alguna razón para que esos seres odien la brujería. Podrían explicar mil y un veces el porque eran odiadas por esa sociedad y ella no podría aceptarlo. Suspiró, pues si no hubiera olvidado ese detalle no se hubiera acercado.

Cuando sintió algo rozar su pierna, miró esta con pánico por si capaz era algo del más allá, algo exagerado pero que no quitaba la posibilidad de que ocurra. Uno nunca podría saber si hay algún youkai rondando por esas calles. Aunque al ver al familiar de su madre se calmó, pero poco le faltó para empezar a maldecir al felino por pegarle ese susto.

━━¿Kuroo? ¿Qué haces aquí? Madre seguro te estará buscando. ──Mientras aquellas palabras salían de su boca, su cuerpo se fue agachando hasta poder coger correctamente al gato y pegarlo a su pecho, acción que odiaba el híbrido.

El pequeño gato saltó rápidamente de sus brazos y en cuanto se dio cuenta ya se había convertido en su forma humana, sin miedo a que lo vean. ━━Tu madre me mandó a buscarte, a ti y al abuelo, pero ya veo que estás sola.

El de hebras azules agarró la mano de la más pequeña y empezó a dirigir su caminata, casi arrastrando a la fémina. Ignoró todas las quejas que recibía de Hayashi e incluso no le prestó atención cuando la joven empezó a quejarse sobre el trato que recibió por aquel señor. Aún así el chico estaba centrado en su objetivo de llegar a casa y eso incluía no hacer caso a su alrededor, así que ignoró todas las miradas que le echaban y todas las quejas que recibía.

ะ❪🐾˖❫-

Miró la habitación buscando alguna señal de vida aparte de la suya, al no detectar ninguna se acercó con curiosidad a la pequeña estantería de su abuela, no tenía permitido acercarse a esos libros, así que su curiosidad era más grande todavía, acercó su mano a un libro y aunque al principio dudó, lo agarró. Acto seguido se sentó, le echó una ojeada a la portada, la cual era negra con algunos detalles rojos. Buscó algún título, aunque no encontraba nada.

━━¿Dónde está el título? ¿Hice algo para que no se muestre? ──Empezó a sacudir el libro, pensando que si hacía eso, el título se mostraría, aunque por obvias razones no resultó. Se sentía como si volviera a estar en el entrenamiento de ese día e intentaba no salir lastimada tras golpear a Sifu, ambas misiones nulas y difíciles de completar.

━━No puedes ver el título porque tu abuela tiene un conjuro sobre los libros para que no puedas leer nada de eso. ──Aquella voz sonó detrás de ella, aunque se había asustado al escucharla tan de repente, soltó el libro sin dudarlo.

━━Puedo decirte que el culpable de todo esto es Kuroo, él me dijo que lo haga.

La híbrida soltó una pequeña risa al escuchar a la joven. ━━Oh, pequeña no puedes engañarme, sé todo y siento todo lo que pueda suceder en esta habitación. ──Lo soltó con cierta burla, su cola rubia se enrolló en su pierna y sus pequeñas orejas se movían.

━━¿Puedes hacer eso con la abuela Liang? Wow.

Se escucharon más risas en la habitación y el libro que estaba en el suelo ahora estaba levitando hasta colocarse en su sitio. Se giró para ver a los correspondientes de aquellas risas y vio a dos híbridos, uno de gato y el otro de perro.

━━¡Tadashi! ¡Tsukki! ──Exclamó emocionada por volverlos a ver, fue con rapidez a saltar a los brazos del híbrido de perro, un chico de cabellos rubios y pomposa cola.

Tadashi sonrió con cierta ternura y la cargó sin dudarlo. Apenas el híbrido llevaba siendo familiar de Liang un año, pero ya se había ganado el cariño de la menor, incluso parecía que los lazos con ella eran más fuertes que con Liang, quien era la ama del joven. Todo ese tiempo que ha estado con la bruja se pudo dar cuenta de varias cosas. Una que era la que más le repitieron sus abuelos fue el tema de poderes, tenían la esperanzas de que esta pudiera manifestarlos antes de los siete años, aunque en su noveno cumpleaños ya habían perdido toda esperanza de que los tenga.

Nunca le dijeron nada a la menor, querían que ella siguiera teniendo aquella ilusión de ser la bruja que tanto quería, si los humanos la podían ver aún como una, ¿por qué ella no podría también? Sus marcas en las mejillas, brazos y piernas decían que si era una bruja, por ende no comprendía porque seguía sin tenerlos.

━━Pero que tenemos por aquí, otra marca ──el híbrido de gato empezó a picar aquella zona del hombro, cada vez presionando con más fuerza para molestarla. Aquella marca era una clara referencia a un atrapasueños, el cual era representado por la forma de un árbol, referencia a su nombre.

Ambos híbridos se dieron cuenta de cómo aquellas marcas cada vez tenían más intensidad, aquel color negro estaba más presente que las anteriores veces. El felino dejó de molestarla y miró al contrario, que la bajó de sus brazos para así buscar al familiar de la hija de su dueña. él era el más correcto para hablarle sobre la situación.

ะ❪💘˖❫-

━━Creo que Hayashi sigue teniendo posibilidades de obtener sus poderes. ──Comentó el chico, intentando buscar una posición cómoda para sentarse ante aquella mujer.

━━Creo que te equivocas, Kuroo. Es imposible que con trece años pueda obtenerlos, de por sí es muy raro que no los haya conseguido heredar. Tampoco hemos querido decir nada porque no deseamos que nuestra pequeña sea convertida en una youkai, híbrida o humana, aparte de que no podría ni recordarnos. ──Le respondió la mujer mientras seguía escribiendo unos pergaminos.

━━¿Entonces cómo es posible que le sigan apareciendo más marcas y cada vez sean más intensas? Usted nos comentó que habían algunas brujas que al no tener descendencia podían heredar a otros, capaz por eso las marcas son más marcadas.

━━Por favor Kuroo deja de decir eso, nadie de esta familia sabe del problema que estamos teniendo y no queremos que salga de esta casa. ──Levantó su mirada para ver como el de cabellos oscuros mostraba una expresión de enojo y arrugaba su propio ropaje, aún así volvió con su tarea del pergamino── Si esto continúa no dudaré en darte un castigo.

━━¡Ya han pasado seis años y las sigo teniendo! Debe de haber alguien que sepa sobre esto. ──Mientras más hablaba, más bajo era su tono de voz. Había cometido una falta al gritarle y era algo que tenía prohibido.

━━¡Suficiente! ──dejó la pluma en la mesa de un golpe, logrando que el pergamino se arrugue── La única persona que sabría de su caso murió, el antiguo rey tampoco podría hacer nada con este problema.

Se levantó con cierto enfado y se dirigió a la puerta. ━━No estoy para aguantar discusiones con alguien tan necio, espero que nunca más me vuelvas a sacar este tema. ──Y con eso dicho, se marchó de aquella sala, dejando al híbrido con las palabras en la boca. El híbrido no tardó en convertirse en gato para salir corriendo hacia el patio, sin pensar en otra cosa de querer llegar al poblado.

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La pelinegra dejó caer su cuerpo en el suelo de aquel callejón, estaba agotada de correr tanto, ya se había recorrido casi todo el pueblo y seguía sin encontrar al híbrido. Incluso lo llamó miles de veces, aunque capaz no fueron tantas veces. No podía quitar el hecho de que se arriesgó entrando a lugares llenos de humanos y que el híbrido solía habituar con frecuencia.

Su madre se enfadaría si no llevaba al felino a casa. Pensar en alguna escena de su madre enfadada le dieron escalofríos, la última vez hizo que flote durante unas horas, no tendría quejas sino hubiera sido porque su madre la puso al revés, ese día pensó que moriría ahí mismo. Aparte de que había ocurrido algo parecido esa vez, sólo que nadie salió a buscarlo porque pensaron que era normal que a veces quiera su espacio, aunque cuando el híbrido llegó también lo unieron al castigo por casi torturar a su dueña. En todo caso, no quería que eso se repitiera así que tendría que pensar en donde se había metido aquel gato tan escurridizo.

Por un momento pensó en buscar más ayuda, volver a correr hacia el bosque y pedirle a alguna bruja que la ayudara, pero a la única bruja que conocía era a Doki y a su hija, Miwaku, y conociendo que no le caía muy bien a la bruja ni intentaría pedir la ayuda.

Se levantó del suelo y siguió buscando, las calles empezaron a oscurecerse y eso no era una buena señal. Tembló al pensar que algún cazador podría atraparla a ella como se hiciera de noche del todo. También le dio miedo que uno haya cazado a Kuroo pensando que era un híbrido peligroso, o peor todavía, que los humanos lo utilicen para esas peleas clandestinas, palideció de solo imaginarse uno de esos escenarios.

Esperaba poder encontrarlo a tiempo, estaba ante a dos problemas y su única solución era encontrar al felino sí o sí.

ะ❪💤˖❫

Bostezó, por sueño y cansancio. Sus piernas dolían por tanto correr y su garganta le quemaba un poco por los gritos que soltaba al llamar al híbrido. Ya se estaba dirigiendo hacia su casa, le daba igual si su madre le castigaba a ella, su cuerpo pedía a gritos un descanso urgente. No olvidaría ese día si llegaba a salir viva del castigo de su madre.

Las calles se iluminaron pobremente, las personas que pasaban por su lado le daban algún que otro empujón. Sabía que era por las marcas que tanto decían que tenía, aunque a ella le molestaba que le hagan esa broma pues bajo sus ojos no podía ver nada de lo que tanto nombraban. Su hombro se sintió más pesado y escuchó un ronroneo cerca de su oreja. Lo miró de reojo y vio al gato que tanto estaba buscando.

━━Tu madre se enfadará al final por tener que buscarte todo el rato, siempre estás perdida. ──Escuchó en su cabeza, el híbrido le estaba hablando mediante su poder y lo había dicho con cierta burla.

━━Yo si que me voy a enfadar. ──Murmuró haciendo un puchero, llevó su mano a la cabeza del animal y la acarició. Fue acelerando su paso mientras más cerca del bosque se encontraba.

Aunque tardó un poco en llegar, por fin había logrado estar en su casa y como era de esperarse, su madre le regañó y su abuela al ver lo sucia que estaba la mandó a bañarse. Cosa que obedeció, aunque al escuchar después los regaños de su madre a su familiar, empezó a aguantarse la risa, pues ya sabía lo que le esperaba al joven.


ะ❪💦˖❫-

Nuevamente se encontraba al frente de aquella estantería que tanta curiosidad despertaba en ella. Le pidió ayuda a su abuela, pero esta se negó diciéndole que con el pasar de los años ya podría abrirlos. Y eso la llevaba a tener el mismo libro en sus manos, con su mirada fija en este, esperanzada de que esa mirada fija lo abra. Tampoco faltó los intentos de hechizos, sólo repetía las palabras que tanto escuchaba en su día a día, aunque era más posible que haya invocado a algún tipo de demonio y ni cuenta se haya dado, o haber ocasionado algún tipo de desastre natural por intentar decir algo en un idioma totalmente desconocido para ella. Hizo de todo para poder abrir el libro. Lo hizo por las buenas y llegó hasta hacerlo por las malas, que según su lógica era golpearlo varias veces contra el suelo.

Se tiró al suelo al sentirse derrotada y cerró sus ojos, después de todo había sido un largo día de varias emociones. Esperó a quedarse dormida ahí, ya después la verían y seguramente se la llevarían a su futón, así que no le preocupó eso. No pasaron más de cinco minutos para ya estar cómodamente en los brazos de Morfeo.

☁️ . . . ⇢ ˗ˏˋ [ flashforwards. ] ࿐ྂ

Habían pasado ya dos años, aunque en realidad habían sido más años para ella, para su cuerpo habían sido solo dos años, así que poco había cambiado. En esos años siguió entrenando, cada vez con una mayor intensidad, pero el resultado había sido el de siempre, absolutamente ni una pizca de magia. No era que esperaba otro resultado que no fuera negativo, ya se había dado cuenta que dentro de ella no había ni una pizca de magia.

Con un notable enfado, se fue para coger lo necesario y así irse con Sifu a visitar a su amigo, no tenía ningún tipo de interés en ver amigos lejanos de la familia, pero la obligaron a ir, así que no tuvo más remedio que hacer lo que le pedía su abuelo. No le interesaba saber quién era aquel amigo tan misterioso, menos verlo, pero había que seguir las órdenes de un viejo cascarrabias si no quería algún castigo como los de su madre.

━━¡Oh, Sifu! Cuénteme algo de su misterioso amigo. ──Soltó buscando la manera de no aburrirse, aunque el tema sacado no era para nada de su interés.

━━Tu abuela Liang te sabría contar más sobre esta familia, sólo fui su segunda opción. ──Empezó a reírse levemente, recordando aquellos momentos── Cuando yo era joven todo esto no estaba tan.

La joven rápidamente lo interrumpió sabiendo lo que vendría a continuación tras esa palabras ━━Sifu, ¿usted es consciente de que ya lleva bastantes años de vida? Los humanos han ido evolucionando las cosas con el pasar de los tiempos, es obvio que todo esto cambia. ──Hizo ademanes con su mano para quitarle importancia a esos asuntos── Si no me va a contar nada de su amigo, mejor digame cosas de la abuela.

━━Tu abuela Liang fue una mujer que cerró muchas bocas en esos tiempos, nadie se hubiera imaginado que esa mujer tendría tanto carácter. Que linda era...

━━Por favor, no hables como si la abuela estuviera muerta, ella sigue en la casa.

━━Niña, no me interrumpas. ──Tras esas palabras le dio una fuerte palmada en su nuca y aumentó su ritmo. Moviéndose por esas calles poco habituadas y si había personas, en su mayoría eran híbridos y algún que otro híbrido mal camuflado.

━━Para estar viejo vaya que se mantiene bien. ──Murmuró la fémina al intentar alcanzarlo, mirando curiosa todas esas calles, aunque quienes más se llevaban esas miradas eran los híbridos. Habían algunos que se ocultaban bastante bien, con las vestimentas correctas y logrando ocultar los rasgos de animales, aunque habían otros que eran demasiados obvios.

Su abuelo seguía hablando, contando alguna historia de sus maravillosos tiempos de juventud. Estaba de más decir que no iba a prestar atención a lo que sea que vaya a decir, su concentración estaba en las calles y en pensar a dónde se dirigían. Su confusión y curiosidad crecieron al reconocer las calles. Esas calles eran habitadas por la clase alta y con un gran poder, incluso se notaba al ver que estaban más cuidadas que las otras, aparte de que el palacio estaba cerca.

«El palacio.»

Se repitió esas dos palabras varias veces hasta que se alarmó, llegó al punto que incluso le rezó a todos esos dioses que ahora odiaba. Bueno, ahora los adoraba con tal de que hagan caso a sus simples plegarias de que no sea lo que ella se había imaginado. En ese tiempo, su abuela la estaba amenazando casi todos los días y esa amenazaba trataba de llevarla con el rey para que este se encargue de buscar a las brujas más poderosas y con eso habían dos cosas que no le gustaba nada, la primera era ser convertida humana y la segunda era en ser un híbrido. No quería ser ninguna de las dos. Así que suplicaba por un poco de clemencia y hasta juraba portarse bien hasta el día de su muerte, incluso si eso conllevaba a ser una "bruja" buena aunque ni sus poderes tuvieran.

━━¡Sifu, esto es una emboscada! No vamos a ir a ver a su amigo, es un gran mentiroso. ──Soltó con total desaprobación y le daba una mirada de súplica, como si ese fuese su último día de vida.

━━No digas tonterías y sigue caminando. Han Yue sabe lo que hace y dice, no soy un mentiroso. ──Se nombró así mismo como si fuera otra persona, empezó a balbucear y se colocó detrás de ella.

━━¡Me está echando un mal de ojo! ──Aunque lo exclamó, su tono fue de pregunta y se giraba para empezar a retroceder, acción que quería su abuelo.

━━Estos jóvenes de hoy en día no saben estar callados. ──Empezó a empujarla levemente y pronto le lanzó un hechizo── Solo hice que seas más pesada para poder llevarte sin problemas, menos mal que solo tú puedes notar ese peso.

Se sentía demasiado traicionada, más porque esa traición vino de su propia familia. Ya no tenía otra alternativa que ser arrastrada por su abuelo hasta su fin. Miró todas las calles por las que estaban pasando, habían muchos hechiceros, híbridos bien vestidos. Había una gran diferencia en el trato con aquellas clases en donde ella vivía, todo parecía armonía con las clases altas.

━━¿Son híbridos de deidades? ──Aunque lo había pensado, no se dio cuenta que en realidad la soltó a la nada, su mirada estaba posada en dos híbridos y en un chico que los acompañaba.

━━Lo son, de ahí viene que sean tan bien tratados. Algunas deidades suelen esconderse en una forma humana y suelen venir a estas partes de los pueblos.

━━¿Se arriesgan a venir a los pueblos? Aunque es verdad que si no me lo decías, no pensaría que el chico es una deidad.

━━Mamoru, la Deidad de la Protección. Suele estar acompañado de esos dos híbridos, van a donde sea que él vaya. ──Detuvo su andar y miró a su nieta con dudas── ¿Intentas distraerme?

━━No, me dio curiosidad. Aparte así también puede disimular que tengo nueve años, ¿no? ──Intentó girar su cabeza para mirar a su abuelo, pero al intentarlo sintió más peso, por poco y pensaba que su cabeza se caía de su cuerpo── Sus híbridos son de panda rojo y ardilla... El panda rojo no es de... ¿China? No, creo que era Siam. ──Su abuelo volvió a arrastrarla y ella solo entrecerraba sus ojos para recordar si los pandas rojos eran de China o Siam.

━━China, lo estudiamos hace unos días. ──Giró un poco su cabeza para ver a los híbridos── Es bastante raro que haya uno en Japón, tal vez lo rescató de algún intercambio de comercio.

━━Oh, viejo, está teniendo una desviación.

Volvió a pegar a la fémina, y esta vez la cargó como si fuera un saco de patatas con la intención de llegar más rápido a su destino.

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Posó su mano en su barbilla, miró a todas esas personas que estaban en el palacio. Todo era demasiado lujoso, hasta le daba miedo tocar algo de valor y romperlo. Seguramente la vida dentro de ese lugar tenía que ser maravillosa, mucha gente de la parte del pueblo en donde vivía decían que querían esa vida, aunque ser rey no sería tan fácil como lo pintaban. Se levantó de la silla en donde obligaron que se siente, tuvo miedo de arrastrar la silla y crear algún problema, es lo que menos quería provocar.

Durante el largo camino hacia el castillo, su abuelo le empezó a explicar la situación y se sintió aliviada al saber la razón, no era nada de lo que ella había llegado a pensar, aunque tampoco entendía la razón para llevarla.

La sala que veía era enorme, lo suficiente para poder criar a dos familias enteras, o una, dependía del tamaño de la familia. También estaba decorada con varios cuadros de dioses. Tendrían que ser bastantes creyentes para tener tanta decoración sobre ellos en casi toda esa sala y posiblemente en todo el palacio. Su mirada se detuvo en el cuadro de una mujer, aquella hermosa deidad que vio años atrás. Había quedado cautivada ante la belleza de aquella Diosa y sintió que quería volver a verla, le daba igual si era en un cuadro de nuevo, solo quería verla. Por un momento llegó a pensar que capaz le gustó esa mujer, pero lo negó varias veces porque sabía que no era lo mismo a lo que le contaba su hermana sobre los humanos enamorados, añadiendo que ella era una Deidad y su puesto como bruja le obligaba a sentir odio hacia ella.

━━Supongo que te gusta nuestra diosa Norika. No quitas tu mirada del cuadro. ──La voz era un poco grave y de reojo vio como se posó a su lado. No tuvo que girarse para saber quién era aquel chico.

Lo reconocería con tan solo escuchar su voz, lo recordaba perfectamente cuando ella y Miwaku se solían juntar. Es verdad que Shaoron se dejó de juntar con ellas por el tema de las prácticas con su bruja, ya que era un aprendiz de alguna bruja de la zona. Aún así lo había visto varias veces cuando se dirigía a casa de Doki para visitar a Miwaku.

━━Ugh, se supone que tenemos una edad cercana y sigues teniendo la voz de niño pequeño y eso que ya has desarrollado. ──Comentó con una mueca asqueada la fémina.

━━Tú sigues pareciendo la niña de tres años que conocí. ──Soltó con burla, la diferencia que tenían ambos, es que el cuerpo del mayor era de un niño de catorce años y el de ella era de una niña de nueve años.

━━Ni me lo recuerdes... Incluso ahora sigues siendo superior a mí, no he logrado sacar mis poderes. ──Su tono de voz fue bajando por lo irritada que se sintió al admitir que alguien era mejor que ella.

━━Vaya... Que lamentable, ¿esa es la razón por la que has venido?

La fémina se giró para verlo, él le sacaba más altura, su físico cambió, era obvio y estaba más moreno de lo que recordaba. ━━Estoy aquí porque tu jefe me va a ayudar. ──Bufó para mirarlo con cierta desaprobación y desprecio── ¿Usaste tus poderes en ti? Estás... Cambiado...

━━¿S-Se puede usar poderes en uno mismo? ──La cogió de los hombros y la empezó a zarandear mientras le repetía varias veces las mismas palabras "¿Por qué no me has dicho nada?". Causando que por ese movimiento tan brusco, la joven se maree.

Y el chico hubiera seguido estando así si no hubiera sido porque el rey y su acompañante llegaron al salón, los cuales al ver la situación empezaron a soltar una charla sobre la educación y el comportamiento totalmente inadecuado que estaban teniendo, de repente empezaron a mencionar sobre la edad que tenían, entre otras cosas. Llegó un punto de la charla que la chica empezó a mirar mal al chico, él también empezó a mirarla mal. Ambos se estaban echando una culpa por haber hecho que lleguen a esa situación.

━━Por eso mismo, con lo mayores que sois ambos, os debéis comportar con educación, ¿habéis entendido? ──Dijo el chino mientras miraba a los dos, la sonrisa que tenía se iba desvaneciendo tras el paso de los segundos en los que ninguno de los dos les hacía caso alguno── Dije, ¿entendieron? ──Esta vez elevó su voz, logrando que ambos jóvenes lo mirase.

Ambos musitaron un sí y agacharon sus cabezas avergonzados. Cualquiera que vea al dúo pensarían que son dos pequeños híbridos siendo regañados, pero quien viera la perspectiva detrás de ellos podían ver que gracias a que estaban casi pegados, la chica estaba pellizcando la espalda del chico sin ningún pudor. No era que ambos se llevasen mal, era una amistad algo agridulce. Ambos eran bastante orgullosos y no querían darle la razón al otro, nunca.

━━Por cierto Hayashi, ¿cómo llevas el tema de las marcas? ──Preguntó el rey hacia la más pequeña.

━━Bueno, Kuroo menciona que se han ido algunas, otras han perdido color y hay algunas que no son completas.

━━No parece ser tan grave como pensaba. ──Se giró mientras soltaba una risa y seguía su camino, uno desconocido para los presentes.

Cuando el acompañante del rey se giró para seguir al de mayor poder ambos pararon de hablar. Se habían centrado en molestarse entre ellos, y no se habían dado cuenta que aquel hombre era rodeado por un aura para nada alegre. Así que ambos rápidamente lo siguieron, saliendo de aquella sala. Los pasillos también estaban llenos de cuadros de la deidad de la guerra y el de la lealtad.

━━¿Por qué tienen tantas reliquias de estos dos Dioses? ──Le preguntó a su amigo con una pizca de curiosidad, pasando su mirada en cada cuadro que veía.

━━Bueno, hay muchas guerras, así que es una manera de ofrendar a ambos. Así demostramos nuestra vocación hacía ellos. ──Le respondió, imitando su acción de mirar los cuadros.

━━Supongo que debéis confíar mucho en ellos. No comparto el pensamiento de que de esta manera os dará lo que queréis. ¿Se suelen cumplir vuestras plegarias?

━━Tú también debes de confíar mucho en tu abuelo para estar aquí.

━━Es obvio que confío en Sifu, por él tengo los conocimientos de una variedad de cosas, aparte que nunca nos hemos separado...

El rey que podía escuchar todo lo que ambos chicos decían desde que lo alcanzaron, soltó una leve risa. Él era el más correcto para responder las preguntas de la menor, aún así no lo hizo.

ะ❪🍀˖❫-

Prestó atención a la conversación de los mayores, aunque se estaba aburriendo de lo que decían. Entre los mayores que estaban en aquella sala, se encontraba su abuelo. Había una gran cantidad de varones y mujeres, demasiados para poder contarlos con sus manos. No se equivocaba cuando dijo que podían caber hasta dos familias ahí.

Iba a moverse para así hablar con algún hechicero pequeño que se encontrara ahí, pero recordó el hechizo que el rey obligó, aunque él había aceptado sin problemas, a su abuelo que le ponga. No podía ni moverse, se estaba aburriendo demasiado. Sin duda era una buena forma de torturas a un infante aunque ella ya no lo era, pero se seguía aburriendo.

Zhao dijo que era una buena manera de entrenar su mentalidad, necesitaba bastante de ese entrenamiento.

━━¿Acaso todo lo que entrené fue en vano? ──Pensó, quiso soltar un bufido pero se aguantó para no dar una mala impresión. Poco más y ya iba a empezar a mirar a todos esos adultos con cara de pocos amigos.

Ahora si que estaba segura que no volvería a confíar en Sifu. Por supuesto que no lo volvería hacer, ya era la segunda traición en un mismo día.

Sus ojos se dirigieron a la puerta de cristal que daba a un tipo de balcón, ya estaba anocheciendo, el día no pudo haber sido más largo y lo que quedaba aún de noche. Suspiró de tan solo pensarlo.

ะ❪🎠˖❫-

El moreno se carcajeó al recordar lo que pasó━━¡No me puedo creer que te quedaste dormida! ──Soltó entre carcajadas, empezó a casi palmear el hombro de la menor y después palmear su espalda mientras se seguía riendo, casi sin poder respirar.

━━¡Deja de reírte! Me aburría y ni siquiera tú querías deshacer el hechizo. ──Quitó de un manotazo la mano de Shaoran, con un gran enojo y con su típica cara de pocos amigos.

Iba a salir de aquel salón por el enfado, pero un gran cuerpo se interpuso en su camino, lo que logró que se cayera. Tenía que tener en cuenta para la próxima que el rey podría hacer que uno se quede inmóvil con su robusto cuerpo.

━━Bien, tu familia aceptó que te quedes aquí hasta que tus poderes estén controlados. ──Comentó con una sonrisa.

Hayashi lo miró con duda y después logró entrar en razón al saber lo que eso conllevaba. ━━Pero... ¿Cómo es eso posible? Ninguna bruja le heredaría sus poderes a una desconocida.

━━No se me permite contar nada, quedó en el trato.

Lo miró con confusión, no podía faltarle el respeto por ser alguien superior a ella, aparte de que si lo que decía era verdad, el respeto que tenía que tenerle tendría que ser incluso mayor al de ahora. Shaoran le ayudó a levantarse y así llevarla a otro lugar, a una habitación que desconocía.

ะ❪🔥˖❫-

Se removió incómoda, se levantó sobresaltada. Antes de que perdiera el conocimiento, no se encontraba con tanto dolor como estaba en ese momento, le dolía horrores su cuerpo. Miró con curiosidad toda la habitación. seguramente ese cuarto era de alguien importante, un simple sirviente no tendría todas esas cosas de valor que se encontraban ahí.

Se sentía desorientada y más pesada, parecía que sólo habían pasado unos segundos, pero para ella se sentía como si hubieran pasado una gran cantidad de minutos que pasan bastantes lentos y que había pasado una eternidad. Salió de la cama y así observó todo con mayor claridad, las enormes vidrieras, la enorme cama y los muebles con una gran decoración, incluso llegó a pensar que eran de cristal.

Salió de la habitación, ver tanto lujo provocó que se maree, nunca había pensado que estaría en un lugar así ni que estaría rodeada de tantas cosas de la realeza.

━━Hasta que despiertas, te hemos estado esperando.

Dio un pequeño brinco en su lugar por la inesperada voz, se giró, para encontrar a un chico de cabellos rojos, a su lado estaba otro joven. Supo que lo había visto en algún lado, su cara se le hacía tan conocida, pero no sabía decir de dónde lo conocía.

━━No te quedes ahí, Zhao nos está esperando. Ya no me gusta seguir en este lugar. ──Murmuró lo último y hablaba con cierta pesadez, buscaba con la mirada algún sitio con sombra y cada que veía uno quería ir a dormir en ese lugar.

━━Qing es así cuando no lo conocen, lamento si te trata mal. ──Habló el chico que se le hacía reconocido, ahora que se fijaba bien en él, la ropa que llevaba era bastante humilde.

Pensó que sería algún sirviente, ambos, pero no se le hacía posible por las maneras de hablar y su comportamiento tan libre. Se volvió a girar, viendo como otro chico estaba con el pelirrojo de antes, guiando el camino del grupo. Ya solo bastaba con seguirle y así llegar a encontrar al mayor y descubrir lo que tanto quiere comunicar.

Que tortura va a ser escribir todo esto a papel JAJAJA

Ya me hice mi esquema yy creo que ahora las cosas quedaron mejor explicadas ¿
Igual si hay alguna duda en lo que llegué a poner no dudéis en decirme <3

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