El miedo es algo que todos sentimos, así que tranquila, confía en mí. Nada podrá dañarte.

.
.
.

- No me parece necesario, esto es una locura - Con un tímido roce ajusta los lentes de pasta negra, mientras a duras penas sigue a la asistente de su padre. Los tacones altos , a los que le costaba acostumbrarse, jugaron en su contra y por poco, pierde la compostura. En un rápido movimiento de sus pies logra salvarse de una caída - Por favor...

- Lo lamento Fuyumi , pero es algo que Enji pidió personalmente. No podemos hacer nada al respecto, no después del atentado de la semana pasada - La joven Todoroki le sigue de cerca, su semblante decaído tras traer a la mente esos sucesos, lo que logra hacer que con frustración aprieta su mano derecha. Sintiendo impotencia, por no poder hacer nada, quiere evitar causar problemas.

A medida que caminan hacía el elevador, ninguna de las dos disminuye su marcha, Moe sigue con la delantera y de vez en cuando echa miradas disimuladas hacia a Fuyumi que se ve en vuelta en un dilema por su situación actual, haciendo todo lo posible para persuadirla y hacer con eso que cambie de opinión respeto a la petición de su padre . Para la de cabellos limón, Fuyumi suele ser una muchacha tranquila, así que traiga a flote su desacuerdo con una de las peticiones de Enji es algo que enciende las alarmas en la mujer .

Algo debe pasar con la muchacha.

Muy cierto es que justo en estos momentos los Todorokis permanecen en el ojo del huracán, bajo la mirada de muchos. Y ella, más allá de ser la asistente del presidente de una millonaria empresa, es amiga de la chica que justo a su lado quiere ocultar los creciente nervios que trae consigo.

Moe chasquea la lengua, para dejar caer su mano en el hombro de Fuyumi . La otra pega un leve respingo, sin embargo, no dice nada.

- Créeme, me gustaría encargarme de esto contigo, pero tu padre no estaría para nada de acuerdo con eso , él mismo ha solicitado que se te brinde protección- Le da un apretón. Fuyumi pone los ojos en blanco mientras se muerde el labio inferior.

- ¡Pero! ¡No es necesario! Con la clases de defensa personal podría valerme por mi misma - Dice, Moe parece pensarlo, Fuyumi ve eso como una oportunidad para actuar. Con una sonrisa le toma de las manos - ¡Solo será un día! Estaría en casa y no habría ningún inconveniente , no es necesario tener un guardaespaldas 24/7 que te siga a todos lados como si fuera tu niñera - ¡Listo! Lo soltó , está sería su pequeña oportunidad para tener un día sin las miradas curiosas, lejos de tener que dar respuesta. Volvería hacer su antigua yo, aunque sea por un día sería de nuevo la Fuyumi Todoroki, que los tacones y el maquillaje, parecían guardar dentro de un cajón al que han cerrado con llave. Lejos de las cámaras, abandonar por un día esa imagen de niña perfecta que poco a poco, la quería ahogar. Solo sería un día . Claro que Moe la entendería, ella aceptaría...

- No.

- ¿Cómo? - La sonrisa se congeló en los labios de Fuyumi. Moe frunció el seño y negó varias veces con la cabeza mientras se soltaba del agarre de las manos de la chica.

- No, Fuyu, no puedo hacerlo no cuando han pasado cosas recientemente ¡Por Dios! Tu padre sufrió un atentado hace unas semanas atrás, hace unos días una de nuestras sucursales en Tokio tuvo un incendio sin razón aparente. No podemos sencillamente dejarte de lado, no cuando eres la imagen de la empresa. Sea lo que sea que esté pasando quiere hundirlos - Cada palabra hacia que el pequeño espacio del ascensor se redujera al rededor de la albina. Moe ablandó sus facciones y queriendo sonar lo más amable sonrió un poco, entendía en cierta parte a Fuyumi, pero lo que pasaba era algo que como una red de tela de araña los unía a todos. - Touya hace lo posible por mantener los números en orden, ya es mucho que tú haragán hermano haya vuelto mientras Enji se recupera en el hospital, aún así, tu padre sigue trabajando, todos estamos hechos un lío. Tu padre sencillamente quiere protegerte, todos queremos hacerlo.

- Moe no es justo, poniéndome un guardaespaldas y alejándome lo más posible de él ¡No es la manera! - Exclama decaída, su espalda se recarga al fondo del ascensor. No quiere admitirlo pero tiene miedo de que algo le pase a su familia y no poder estar cerca - Cada vez me bombardean con más trabajo, casi no estoy libre , es como si no quisiera que tuviera tiempo para ellos - lentamente se dejó caer al piso cabizbaja, abrazando con fuerza sus rodillas.

- ¡Es cierto que estamos en la puta mierda! - La de cabellos largos y verdes bramó, posicionándose a un lado de Fuyumi - Ni siquiera he dormido bien en un par de días y una buena taza de café no sentaría mal, quizás podría jalar al mugroso de Touya de la oficina y llevarlo junto con Enji ¿Qué te parece? - Fuyumi asomó la cabeza y parpadeó un poco sin entender. Moe le sonrió.

- ¿ Estás diciendo qué...

- Está bien que pases un tiempo con tu familia , costará pero, podré conseguirte un espacio para eso. Mientras, por favor, mantente segura. Y sí estás afligida por tu guardaespaldas, podemos cambiar a ese bastado si así lo quieres. - Bromeó por lo bajo , sabía que Fuyumi le había agarrado aprecio al hombre. La albina recuperó levemente la risa en su rostro.

- ¿Sabes? Takami-kun es lo único bueno en esto. - Finalmente el ascensor paró y las puertas se abrieron. Era hora de salir.

[....]

El recorrido de retorno a su casa, fue un tanto tranquilo, quitando el hecho de que la presión que sentía en su pecho se fue aliviando de apoco luego de llegar a un acuerdo con Moe, estar alejada de sus seres queridos, la agotaba realmente. Al estar más tranquila con la situación , se permitió ver el paisaje, a los lejos los edificios se hacían más chicos al avanzar del auto.

De pequeña, a Fuyumi le gustaba esa parte del viaje, solía mirar hacia atrás del coche y así ver cómo la ciudad, las personas, los autos se alejaban cada vez más, para dar paso al verde y colorido bullicio del campo. Eso le llenaba de emoción, pero ahora, ya no es así. Los autos no daban paso al follajes mientras iban en camino a casa de su abuela, ya no estaban Touya y Natsu a su lado mientras Shōto dormía abrazado a ella, ya no estaba la sensación de seguridad que le recibía y la calidez de estar juntos, porque no importaba alejarse de casa, no cuando todos juntos hacían un hogar.

Pero hoy en día las cosas eran diferentes....

- La noto un poco intranquila Fuyu-chan - La ventanilla del auto pasó a segundo plano cuando giró a ver. Keigo estaba a su lado, quizás mucho más cerca de lo esperado, escudriñándola con sus ojos dorados. Así estuvo un buen tiempo, con una expresión simple a la espera que ella diera una contesta. Sí había algo que ese joven tenía, es que para él, Fuyumi era un libro abierto, en poco tiempo había aprendido a notar cuando sus emociones hacían caos en ella.

- No es nada malo , solo pensaba en tonterías - Ella sonrió, sí , pero de aquellas sonrisas con deje de tristeza. Keigo lo notó, sin embargo solo dio un vago asentimiento, Fuyumi agradeció el que no preguntará algo más .

El auto se detiene frente a la enorme casona, siendo el rubio el primero en bajar de los dos, dándole una mano ayudó a Fuyumi a bajar , mientras entraban al lugar el auto arrancó y se perdió de vista.

-Bueno, ya estamos en casa - Desde el marco de la puerta Fuyumi se queda viendo cada rincón. Cada vez que llegaba, no podía evitar pensar que ese lugar era enorme para ellos dos, sin embargo , con el pasar del tiempo logró dejar de verlo como una jaula gigante que le mantenía apresada, aunque en un principio se había negado a la compañía de Keigo ahora gracias a él, le daba un nuevo concepto a la sensación de estar ahí.

Fuyumi sonrió torpemente, soltando una ovación llena de alegría cuando los tacones fueron mandados a volar. Sus pies desnudos sintieron un cosquilleos cada que caminaba sobre el piso. Dió unas vueltas feliz ¡Había logrado converse a Moe! Antes de los esperado, podría reunirse con su familia.

Keigo la observó danzar bajo una melodía imaginaria, el cuerpo de la muchacha se mecía bajo un suave compás. Fuyumi le atrapó viéndole, con pasos cortos y vueltas lentas, lo sumo a su baile.

-Estás más animada , me alegra ver está vez, una sonrisa en tu rostro, te sienta más - Le guiño un ojo con coquetería, apegando su cuerpo más al de él.

-¿De qué hablas? - Susurró cerrado sus ojos, apoyando la cabeza sobre el pecho de Keigo, cuando en esta ocasión, sus cuerpos se mueven lentamente a un lado del otro.

-De qué eras una mala mentirosa, eso, o que yo no me dejo engañar fácilmente - Con astucia, antes de que ella dijera algo, se apartó, la toma de la muñeca para darle la vuelta. - Sabes que sí algo te preocupa, puedes decirme ¿No? - Ella asintió, mientras que él se animó de detallar el rostro de la joven, como si fuera la más finas de las telas sus dedos recorrieron la piel, una leve caricia que aceleró el pulso en Fuyumi y tiñó granate los pómulos.- Mi deber es cuidar de ti .

Keigo se quedó ahí, sin ganas de apartarse de ella. Fuyumi se sintió abrumada , de pronto su corazón retomó ese palpitar desesperado, humedecido sus labios miró directamente al rubio a la cara.

-¿Alguna vez te a gustado alguien que te haya tocado cuidar?

-No mezcló trabajo con placeres Todoroki-san.

Ella frunció los labios y se apartó un poco, talvez un poco decepcionada de la respuesta.
-Oh, vaya, entiendo , disculpa si he sonado entrometida Takami -kun - Torpemente se dio la vuelta, queriendo salir lo más rápido de ahí buscó alguna escusa para escapar, a lo que cuando vio los tacones en el piso, no tardó en recogerlos - Iré a descansar.
Sin embargo antes de salir, Keigo terminó siendo más rápido que ella, los brazos del muchacho le envolvieron en un abrazo.

-Me refiero a que si me llegará a interesar en alguien , no necesariamente tendría que ser por mi trabajo - Susurró tras su oreja, Fuyumi sintió que los vellos se le ponían de punta -la he estado observando, analizando y he notado cómo ser muerde el labio de manera sugerente estando cerca de mí. ¿Acaso creyó que no me daría cuenta? Es una mala mentirosa, lo sabe- Soltó divertido, con agilidad la terminó arrinconando a la pared.

Ahí con sus ojos clavados en los de ella. Fuyumi se sintió como una pequeña presa, en cualquier momento que él se lo propusiera podría atacar sus labios y ella no daría ni impondría resistencia.

¿Cuándo las cosas habían terminado de esta manera?

Tenerlo así de cerca , era un verdadero peligro para ella. Tanto huir de los sentimientos que empezaban a surgir, para terminar en esto. Inconscientemente se aferró más a él.

Takami no era idiota, sabía que desde un principio las cosas entre ellos terminarían así. Tal vez era una locura, agarrar el gatillo y apuntarlo a la cabeza eso hacía al acercarse a ella. Pero Dios, comenzaba a creer que amaba tentar la muerte. Por un momento las palabras de sus superiores se escucharon como un murmullo lejanos.

«Esa chica, Todoroki, es tu deber de proteger Hawks, recuerda tu última misión fue un desastre. No te involucres de más con ella. O si no, esa muchacha será tu perdición, chico. Tienes personas detrás de ti, quieren que tu cabeza ruede en el piso. Piénsalo antes de hacer algo indebido, debes cuidarla de todo peligro, incluyendote.

Recuerda quién eres»

-¿Keigo?

-Fuyu-chan solo conoce un lado de la moneda- Ella le miró sin comprender . Takami frunció los labios, hacía tanto que escuchar su nombre con preocupación no llegaba hasta él. De repente un sentimiento de culpa se inundó en su ser, pues más tarde que temprano él tendría que apartarse de ella. Todo sería más fácil, si no sintiera cosas por la chica.

-¿Estás bien? Estás diciendo cosas extrañas- Fuyumi le dijo, mientras Keigo sintió ganas de reír de la ironía, ahora ella quién tomaba su rostro con delicadeza y repetía las palabras que le había dicho temprano. ¿Era un maldito egoísta por querer esto? Ella es tan pura, tan inocente. Él, tenía la manos manchadas.

"Recuerda quién eres"

-Esas son mis líneas Fuyumi-chan - Achinó los ojos, para golpear levemente su nariz con la de él - Sí alguna vez, sientes miedo de algo, recuerda el miedo es algo por el que todos pasamos, así que tranquila, confía en mí. Nada podrá dañarte. Yo te cuidaré de todos.

Pero ya había tomado la decisión, la protegería ha toda costa. Incluso si para ello tendría que enterrar sus sentimientos en lo más profundo, tomar el gatillo y fingir que nada pasaba entre los dos.

Lo haría . Ese era su deber

.
.
.
.

"Fuyumi Todoroki es una joven modelo , bajo la insistencia de su padre se le he asignado un guardaespaldas personal. Detestando la idea desde un principio hace todo lo posible para alejarse de ese hombre. Sin embargo, las cosas toman un rumbo que ninguno de los llega a imaginar.

Keigo Takami, alias Hawks, un ex miembro de la comisión de seguridad de Japón, a pesar de su edad a cumplido un sin fin de misiones, pero luego de que la última obtuviera un resultado desastroso, sintiéndose culpable por ello, toma la decisión de dejar de lado esa vida. Sin embargo, toma la responsabilidad de estar al cargo de la protección de la joven Todoroki, sin saber que eso traería un huracán de situaciones imprevista"

.
.
.
.

-Jefe , mire lo que encontré, vea quién apareció, le va agradar saber.

La foto que sostenía fue arrebata con brusquedad, el hombre de mirado retorcida, ensanchó una sonrisa macabra al tenerla entre sus manos.

- Así que el pajarito está lejos de su jaula. Sería una lastima que algo malo le pasará - Soltó una risa- Quiero a la chica. ¿Escucharon? Al tenerla, el pajarito vendrá hacia nosotros sin necesidad de ir tras él.

[FIN]... (?)

¡Primer día! ¡2085 palabras! A decir verdad, no estoy muy convencida con el resultado, quería más interacción con los bebos pero los sesos no me dieron, jajaja. Disculpe algún defecto 👉🏼👈🏼

Para está semana utilizaré pequeñas ideas randoms de posibles fanfic .

Así que muchas gracias por su apoyo, llegar hasta acá ya es mucho para mí 💕