LA FILA HABÍA AVANZADO RÁPIDO Y AMBOS SE SENTARON EN UNO DE LOS CARRILES, colocándose el cinturón y la barrera para evitar cualquier accidente.

—Sabes, a pesar de haber venido muchas veces aquí, se siente diferente—admitió la pelinegra— quizás... nunca me había tomado el tiempo de disfrutar bien desde el principio

MJ se sintió bien, demasiado conforme y feliz con saber como se sentía la chica junto a él, quién provocaba que su corazón latiera fuerte contra su pecho.

—¿En seri-OOOOOOOO

MJ no tuvo más opción que gritar del susto cuando el carril salió disparado a toda velocidad, haciéndola reír y ahogarse con un insecto que entró por su boca sin permiso, siendo ambos un desastre, volviendo a reírse.

Cualquiera que los viera pensarían que eran pareja, y es que, lo parecían... más allá de las miradas de Lawan o la sonrisas de MJ delataban cierta complicidad en tan poco tiempo de haberse conocido, pero nadie los culpaba, porque personas entran y personas salen de la vida de la gente.

MJ BAJÓ MIENTRAS QUE LAWAN LE PISABA LOS TALONES AGUANTANDO LA RISA, MJ había estado gritado todo el trayecto de la montaña rusa y se había aferrado a su brazo como si fuera una chica indefensa.

—¿Estás bien, princesa?—le abrazó por los hombros, divertida.

—No me molestes, a cualquiera le pasa...—gruñó con una mueca— además.... Oye, serías un buen novio, Lawan—cambió drásticamente el tema al olvidar lo que iba a decir.

—¿Si?, ¿quieres invertir roles esta noche?—subió y bajó sus cejas.

—No, estoy bien como estoy—tomó el brazo de Lawan para ponerlo en su cintura y dejando su brazo sobre sus hombros.

A pesar de la poca diferencia de altura, Lawan parecía agradarle simplemente acostar su cabeza sobre el hombro de MJ, disfrutando del embriagante aroma del perfume junto al natural de su piel.

—¿Qué perfume usas?—preguntó mientras que caminaban hacía otra atracción.

—¿No te parece mejor idea si la roció sobre tu ropa y así no lo tienes que comprar?

—¿Cómo.... Quiero decir... yo no...

El chico solo se rió, besándole la sien mientras que buscaba con la vista a que podían subir.

—Eres demasiado obvia aveces, Law~

LAS LUCES DE LAS ATRACCIONES ILUMINABAN TODO EL LUGAR CON LLAMATIVOS COLORES Y LA MÚSICA PARECÍA dar un ambiente de película romántica típica de adolescentes.

Ya habían subido al barco pirata y a otras 3 diferentes montañas rusas, Lawan había optado por querer subir al tagada —la que es un círculo que gira—, mientras que MJ quería subir al carrusel para relajarse un poco de la adrenalina.

—¿No quieres subir?—apuntó como giraba y la gente gritaba emocionada.

—La verdad, no... —admitió— amo mi vida y mi estómago

—Que aburrido—soltó una risita— hay gente que se pone a bailar en medio

—¿En serio?—la miró sorprendido—

—Si.... yo soy la gente

Y ambos se miraron, sabiendo que era algo demasiado irreal, explotando en risas.

—Eres una mentirosa

—Diría que una bromista, ya sabes, mentir es malo...

Y se tomaron de las manos, yendo hacía algo demasiado diferente a su objetivo, los autos chocones.

—Sabes que una vez la gente casi murió en esos autos...

—¿Tu eras la gente, verdad?

—Tu si sabes...—comentó— bueno, cuento corto, no avanzaba y salían chispas junto el olor a quemado, juro haber visto mis mejores recuerdos hasta que me chocaron y pude moverme...

—Waoh... deberias escribir un libro sobre tu vivencia, seguramente mucha gente te tomaría de ejemplo—comentó aguantando la risa, usando un tono bobo.

—Lo hice en facebook cuando sucedió, solo recibí un "bendiciones Lawan, saludos a tu madre" y un "amén" de mi abuela... —se encogió de hombros, haciéndole reír al pelinegro.

—Eres realmente sorprendente...

Porque Lawan bajo todas esas luces coloridas le daba una imagen demasiado hermosa que solo viviría en su memoria...

SE HABÍAN ESTADO CHOCANDO CADA DOS SEGUNDOS, EXPLOTANDO EN RISAS Y HACIENDO A NIÑOS LLORAR cuando sin querer rebotaban y chocaban contra otros autos con violencia.

—¡Quiero subir de nuevo!—gritó Lawan cuando se había terminado el turno.

—Lo siento, no pueden subir...—comentó el chico a cargo de la atracción, apuntando discretamente unas madres—me pidieron que no los dejara porque asustaron a sus niños

—¿Pero no se supone que esto efectivamente es para chocarse?, si quieren algo más amigable pueden jugar Mario Kart o espera, quizás las cáscaras de banana sean muy violentas...—habló la pelinegra fuerte, llamando la atención de las mujeres más grandes.

—Lawan...—reclamó MJ— podemos venir en otra ocasión...

—No, no quiero venir otro día, estoy en mi derecho de subir a esto cuantas veces lo quiera, no porque unos niños llorones usen esta atracción como una prueba de manejo nos tienen que expulsar por darle el uso correcto

—¿Tienes un problema?—Una de las madres se acercó a ella.

—La verdad señora, es que si lo tengo... por culpa de mujeres como usted es que hoy en día uno no puede ni decir "pedo" porque los niños se ofenden—se cruzó de brazos— además, tienen qué... ¿siete?, yo a su edad estaba arriba de esa cosa extrema por séptima vez—apuntó una atracción— le doy un consejo, en estos parques hay atracciones para niños que no le hacen llorar y no le arruina la vida a nadie con su matrimonio desastroso y una crianza de burbuja, mic drop—hizo como que soltaba un micrófono— vámonos, se me antojó una hamburguesa...

Y le jaló la mano al chico, quien estaba simplemente asombrado por el carácter de Lawan, quién estaba molesta porque le habían dado hambre y porque no pudo aprovechar bien con los autitos chocadores.