04
AVECES DEBEMOS RENDIRNOS FRENTE A SITUACIONES Y ESO había sucedido con MJ, todo lo que conocía y quería había cambiado de la noche a la mañana, ya no le interesaba demasiado estar con dos o tres acompañantes a las cuales debía obsequiarles cosas que valían una fortuna y cenas carísimas, porque su nueva tentación se había presentado una noche con tragos dulces, ojos gatunos y besos exquisitos.
Pero para Lawan, todo había sido nuevo e interesante, nunca pensó que realmente pasaría tiempo de calidad con alguien que no fuera Khalan, más allá del noviazgo que tenían, también comenzaron siendo mejores amigos, por lo que, no había situación especial en la que el pelinegro no estuviera, pero aveces la vida nos enfrenta a nuevas cosas, dejando salir cosas que ya no necesitamos y dejando entrar nuevas oportunidades y MJ, era al parecer un diablito con apariencia angelical.
Y por eso, ella se encontraba mirando una taza de café mientras estaba abrazando sus piernas en el sofá en la madrugada, pensando en que debía hacer, claramente volver con su ex no estaba entre las opciones, no porque no lo quisiera, sino, porque realmente era tiempo para quererse y valorarse.
—¿Por qué me habrá dejado?, ¿crees que haya sido por la arquitecta?—preguntó con un pucherito a su gata, quién llegó a acostarse sobre sus dedos de los pies— ella es muy bonita, incluso, yo también lo hubiese dejado por ella—admitió.
Aveces odiaba sobrepensar las situaciones cuando la noche llegaba y su mente no dejaba de ser ruidosa, dejando siempre las peores cosas sobre la mesa.
—¿Fui muy intensa?, precisamente eso era lo que le gustaba de mí... incluso, yo misma le diseñaba y arreglaba su ropa—suspiró— payasa quede— y su gata maúllo, concordando con aquello— muchas gracias por tu sinceridad, Salem
Y tomó la taza para acercarla a sus labios, bebiendo del contenido mientras que su vista se perdía en las paredes.
—MJ parecía ser un buen chico—otro maúllido— esta bien, buenas noches
Decidió dejar la taza sobre la mesita de centro y tomar a Salem para acomodarla sobre el sofá, yendo a lavarse los dientes para acostarse junto a su gatita en aquel sillón.
LAS CLASES DE LA UNIVERSIDAD HABÍAN LLEGADO Y CON ELLO, LAWAN DEBÍA VOLVER A TOMAR EL BUS porque Khalan ya no iría por ella, y bueno, también porque una de sus entretenciones matutinas era perseguirlo mientras que este comenzaba andar hasta que cuadras mas allá, recién podía subir.
Miró su teléfono, notando una nueva notificación que la hizo sonreír mientras que se colocaba sus auriculares.
MJ: Buenos días, Lawan <3
Ese chico era lo que podía definir como un golden retriever, realmente ese tipo de chicos eran algo de lo secretamente disfrutaba del sexo opuesto, aquella coquetería junto a la diversión, nada excesivo y equilibrado... y no podía evitar sentirse halagada por ello.
Miró por la ventana, sin comprender mucho sobre lo que podría suceder con el pasar del tiempo, conocía el carácter de Khalan y sabía que se volvería loco, que armaría un escándalo y le gritaría que quería que le rogara de rodillas por volver... ¿y cómo lo sabía?, lo conocía bastante bien, incluso, analizo todos los cambios que él había atravesado desde la adolescencia hasta ahora, como de un simple chiquillo paso a ser un hombre, como sus cejas se habían vuelto pobladas y su voz cambiaba... pero la agresividad y lo pasivo-agresivo no era algo que ella pudo predecir, personalmente ella se consideraba una persona de pocas amistades —incluso, diría que Mike, el bar tender era su único amigo– y no le molestaba en lo absoluto, adoraba pasar tiempo sola y se consideraba su mejor amiga, sin embargo, no tenía con quien conversar sus dudas más que con su reflejo en cualquier espejo de su hogar.
Bajó en la parada de autobús que estaba fuera de la universidad, comenzando el trayecto a la sede de humanidades y arte, colocándose unas gafas de sol que siempre llevaba en su mochila, dando su típica entrada épica frente a los estudiantes de primer año. Sus piernas enfundadas en unos mom jeans se movían con elegancia, sus caderas iban en un vaivén lento que indicaba seguridad, transmitiéndola a quien la mirase, y no era secreto que Lawan era una figura icónica de aquella institución, más allá de los diseños espectaculares que hacía, era por la seguridad y emoción con la que llenaba a donde iba, como un solecito.
—Khalan ha terminado con Lawan el viernes pasado, ¿no te enteraste?—escuchó cuchicheos al entrar al edificio, haciéndole rodar los ojos.
Algo que vuela super rápido además de los pájaros y los gatos cuando ven un pepino, son los chismes... y vaya que si los escolares son malos con ellos, los universitarios lo eran el doble.
—Bueno, realmente esas cosas suelen pasar—abrazó por los hombros a ambos estudiantes— ¿por qué tanto interés?, ¿quieren salir conmigo o con Khalan?, debo admitir que a él le gustan delicadas... pero a mí, realmente me gustan más masculinos, que no viven de los demás—y los soltó, alejándose un par de pasos y lanzándoles un beso— see ya!
Y volvió a su camino, sonriendo satisfecha ante las bocas que acababa de cerrar, realmente detestaba profundamente cuando la gente andaba inventando rumores y sobre todo, si dañaban su imagen o la de alguien más de mala manera, y en el caso de la ruptura, claramente Lawan quedaría como "la pobrecita" a comparación de Khalan, que nada más sería el título de lo que se diría, nada más.
—Sabes...—alguien le quitó el auricular cuando se detuvo frente a los lockers, volteando a ver a Mike— nunca pensé que me transferiría a tu misma universidad, definitivamente no es mi día de suerte
—Aws, me recuerdas—comentó feliz, apoyando en la puerta de su locker, cruzando sus brazos sobre su pecho— ¿qué estudias?
—Diseño de interiores, ¿y tú?
—Buu, pensé que eso si lo recordarías... —fingió un pucherito— diseño de vestuario
—¿Y qué tal te fue con el chico del kiss me?
—Bueno, luego de unos besos y unas compras terminamos siendo amigos
—Con honestidad, ningún chico que se te acerque quiere ser tu amigo... no lo digo de malas, realmente
—¿Por qué?, ¿quieres ponerte en la fila?—alzó una ceja, colocando los lente sobre su cabeza junto a una sonrisa ladina.
—No digas tonterías, Lawan...—desvió la mirada a otro lado, con aquel rostro serio.
—Ni tu—tocó su hombro— se que soy bonita, perfecta e irresistible, pero decirme que los chicos me buscan por motivos no amistosos significa que claramente eres uno de esos—soltó una risita— realmente no me sorprende, pero no te preocupes, hay suficiente Lawan para todos
Y se alejó, yendo a su salón de clases para responderle el mensaje a MJ mientras que dejaba a un Mike con las palabras en la boca y un Khalan con la mandíbula tensa... porque realmente Lawan era una delicia tentadora de mujer y pocos tenían el privilegio de domar su carácter.
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