Los Isakovh
Capítulo 2
WILLIAM (P.D.V)
Dejé caer el cuerpo sin vida de aquella cosa horrosa al suelo.
- Joder -Siseé cuando sentí como mi piel cerraba las heridas.
- ¿Te encuentras bien? -Preguntó Duncan detrás de mi.
Me giré y me lo encontré totalmente lleno de sangre. Esto era lo que ocurría cuando te enfrentabas a una de esas bestias totalmente deformadas.
- Perfectamente,¿y tú? -Pregunté mientras miraba como el cuerpo se desintegraba ante nuestros ojos.
- Igual -Dijo.
Nos quedamos mirándonos por un minuto comprobando que lo que habíamos dicho fuese verdad.Luego, nos dimos la vuelta y corrimos hacia el castillo.
- ¿Cómo ha ido la cosa? -Preguntó mi padre segun entramos.
- ¿Se encuentran bien? -Preguntó mi madre mientras se acercaba a Duncan y comprobaba que la sangre no fuese de él.
- Perfectamente, señora -Dijo Duncan haciendo una leve reverencia.
- Duncan, nos conoces de hace muchisimo tiempo, ¿quieres dejar esas formalidades de lado de una vez por todas? -Preguntó mi padre mientras le pasaba un brazo por encima a mi madre.
- Lo siento señor, no puedo evitarlo -Dijo Duncan con una pequeña sonrisa.
Mis padres soltaron un suspiro dándose por vencidos y se dirigieron al salón mientras nosotros les seguíamos.
- Cuéntanos Will, ¿qué ha pasado? -Preguntó mi padre mientras tomaba asiento en uno de los caros sofás que había en aquella impresionante sala.
- Cuando Duncan y yo olímos a aquellas cosas desagradables, salimos corriendo de aquí.. fue raro, estaban más cerca que otras veces -Dije mientras me sentaba yo también- no sabemos lo que buscan o.. que les mueve el acercarse tanto.
- La pregunta más importante que debemos responder, es qué son -Dijo mi madre sentada al lado de mi padre.
Tenía la pose de una reina. Y como para no tenerlo. Mi madre era la reina de todos los vampiros del mundo, al igual que también lo era mi padre. Digamos que mi familia es la familia real.
- Bueno, está claro que son intentos de vampiros y lobos -Aportó Duncan sentado a mi lado.
Duncan era mi mejor amigo. Lo conocía desde que era un crío, era el hijo de el hombre de confianza de mi padre. Era alto y de un moreno muy pálido con unos ojos marrones casi negros.
- ¿Pero qué buscan? -Preguntó mi padre mientras se servía un poco de whiskey- esa es la gran pregunta.
Mi padre era un hombre muy alto con unos ojos verdes casi eléctricos, su tono de piel era de un blanco muy pálido y de su color de pelo era negro, como la noche. Al igual que el mío.
- Tiene que ver algo relacionado con las dos especies, algo que no han encontrado.. están desapareciendo mujeres de los clanes de los lobos, y me ha llegado información de que en América están desapareciendo vampiresas -Dije.
- No entiendo que buscan.. ¿hibridaciones? -Preguntó mi madre frunciendo el ceño ligeramente.
Mi madre era una mujer casi tan alta como mi padre, de un color de piel aún más claro que el de mi padre y de unos increíbles ojos azules. A diferencia de mi, su pelo era de un rubio tan potente como el sol.
- Sea lo que sea que busquen, tenemos que tener cuidado y poner a las mujeres a salvo -Dijo Duncan- están yendo a por ellas.. ¿por qué no a por nosotros? no entiendo absolutamente nada.
- Claramente es porque hay algo en las mujeres que ellos necesitan y que no pueden conseguir en los hombres -Dije mientras me mordía los nudillos.
No saber absolutamente nada era algo que me ponía de los nervios. Me molestaba no tener el control de la situación.
- Claramente, nosotras somos más inteligentes que ustedes -Dijo una voz detrás de nosotros.
Me giré y la contemplé mientras caminaba con el porte de una princesa.
Scarlett. Mi hermana.
- ¿Opinas eso? -Pregunté con una pequeña sonrisa mientras ella se acercaba a mi padre y le abrazaba.
- Claro que opino eso.. las mejores revoluciones que ha tenido este mundo han sido por mujeres, ¿gracias a quién es que hoy las mujeres son como son? pues por supuesto que gracias a una mujer. ¿Realmente creen que las revoluciones no han sido porque las mujeres han metido cizaña en las cabezas de sus maridos? ¡hombres! ¿cuando pensarán? -Preguntó riéndo antes de acercarse a darme un beso- ¿cómo has estado hermanito? hace un par de días que no te veía.
- Hermanita, a diferencia de ti, yo me ocupo de mi pueblo y me preocupo por su bienestar -Dije con una sonrisa mientras la abrazaba.
- ¡Eh! -Dijo dándome un golpe en el pecho- yo también me preocupo, lo que pasa es que tu eres más carismático.
- Si, eso le viene de familia -Dijo mi madre mientras abrazaba a su hija.
Scarlett era una veldad rubia de metro setenta y cinco. Unos increíbles ojos verdes como los de mi padre y una sonrisa fácil como la de mi madre. Yo amaba a mi hermana por encima de todas las cosas, pero una cosa si hay que decirla.. era una chica increíblemente mimada. Normal, es una princesa con todas las letras.
- Volviendo al tema -Dijo mi padre- está claro que hay algo en las mujeres que ellos necesitan.
- Es todo tan confuso -Dije mientras me pasaba las manos por la cara.
- ¿Señor? -Dijeron.
Todos nos giramos hacia la voz y nos encontramos al padre de Duncan acercándose a nosotros.
- Hola Lolach,¿cómo va la cosa? -Preguntó mi padre con su peculiar sonrisa.
- Señor, hay un ligero tema que tenemos que tratar -Dijo Lolach.
- ¿Pasa algo, papá? -Preguntó Duncan a mi lado frunciendo el ceño.
- Habla Lolach, ¿hay algo que no puedas decirme delante de mi familia y tu hijo? -Preguntó mi padre frunciendo el ceño.
- Lo que pasa es que Los Woolfs vienen hacia aquí -Dijo.
- ¿Qué? -Preguntamos todos a la vez.
Duncan a mi lado soltó un siseo.
- ¿Lobos?¿en nuestras tierras? -Preguntó mi hermana frunciendo el ceño- no quiero a esas bestias aquí. Lo pondrán todo perdido de pelo y su asqueroso olor.
- Señor, las cosas se están descontrolando, han habido ataques directos -Dijo Lolach- aparte de Los Woolfs también viene más gente de su manada, y no hablan de pedir permiso, hablan de venir queramos o no.
- Eso quiere decir que algo grave ha pasado -Dijo mi madre frunciendo el ceño.
- No podemos negarle la entrada a la aristocracia de los lobos -Dije poniéndome en pie- tenemos que hablar con ellos papá, ellos también sufren ataques, es posible que sepan algo de todo esto.
- Si tienes razón -Dijo él frunciendo el ceño mientras apuraba el vaso de whiskey
- Bien Lolach, quiero que hables con las personas más allegadas y que digas que habrá un baile -Dijo mi madre.
- ¿Un baile? -Preguntó mi padre con los ojos abiertos como platos.
- Si, no podemos recibir a nuestros invitados como si fuesen cualquier cosa, asistirán a un baile, con una fiesta todo siempre es mejor, además, no son invitados cualquieras, son los jefes de todas las manadas del mundo, son la realeza de esa raza -Dijo ella mientras se ponía en pie.
- Mamá, son lobos -Dijo Scarlett mirándola como si estuviese loca.
- Son lobos que nos vienen a visitar por cuestiones de Estado, no hay razón para no organizar un baile y darles una bienvenida como se merecen -Dijo ella antes de salir de la sala.
Si, esa había sido su última palabra.
- ¿Señor? -Preguntó Lolach mientras fruncía el ceño. Le estaba preguntando su opinión.
- Ya has oído a la reina, Lolach, lo que ella dice es lo que importa -Dijo mi padre con una sonrisa antes de salir persiguiendo a su mujer.
Lolach salió de la sala en menos de un suspiro.
- Vaya, parece que se nos avecinan unos días interesantes -Dijo Duncan antes de seguir a su padre a la misma velocidad.
- ¿Lobos?¿aquí? -Preguntó Scarlett mientras se ponía en pie- ¿en qué está pensando mamá? esos bichos son unas bestias asquerosas que huelen mal y lo dejaran todo perdido de pelo...¡¿cómo es posible que quiera hacerles un baile?! es que no lo entiendo.
- Esa es la diferencia entre mamá y tu -Dije con una sonrisa mientras me levantaba- mamá siempre piensa en agradar a los invitados, tu, por el contrario, siempre miras lo malo de la gente, es por eso que mamá se empeña en ponerte un tutor para que aprendas a ser carismática, a sonreír a las personas.
- ¡Pero es que ellos no son personas, son lobos! -Dijo gritándo.
- Exactamente, y tu y yo somos vampiros, somos la familia real y si se le tiene que poner una sonrisa a un zombie,pues se la ponemos -Dije usando mi tono serio- hermanita, tenemos que tragarnos a esos lobos. Estamos pasando por una situación extraña y ellos pueden aportar datos. No podemos ofenderles ¿entiendes?
- Si, lo entiendo -Dijo ella cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.
- No te preocupes, verás que en unos días se volverán a ir, podrás echar ambientador y esos olores que tanto te molestan se irán, solamente tienes que poner una enorme sonrisa, aunque sea falsa, hazlo por mamá y por papá, no pueden permitirse que unos lobos sarnosos vean que su hija es una maleducada -Dije mientras la abrazaba.
- Lo haré, pondré mi mejor sonrisa -Dijo ella de mala gana.
- Bien, vete ha ayudar a mamá -Dije con una sonrisa antes de salir de allí en un momento para entrar en mi habitación.
Espero que tu idea de un baile sirva para aplacar los humos mamá -Pensé.
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