El baile -Segunda Parte
Capítulo 6
WILLIAM (P.D.V)
El olor de su sangre llegó hasta mi y también a todos los vampiros a nuestro alrededor. Vi a Duncan agarrarse a una mesa para retener las ganas de saltar contra ella y dejarla seca; usualmente la sangre de los lobos nos olía de una forma horrible, pero con la sangre de Rebecca era distinto, solamente teníamos ganas de morderla.
Joseph estaba rompiendo un trozo del traje mientras Eric colocaba paños en la herida, su hermana Dayana le agarraba la cabeza, la cuál había golpeado el suelo estridentemente cuando había caido hacia atrás.
La voz del alfa retumbó en todo el castillo cuando llegó hasta nosotros.
- Papá -Se quejó ella desde el suelo.
¿Por qué tenía una herida así?¿cómo se la había hecho? ¿tan grave era como para que hubiese caído de un empujón?
- ¿Qué ha pasado aquí? -Gritó nuestro padre cuando llegó hasta nosotros.
Scarlett empezó a temblar y a balbucear. No me daba ninguna pena de lo que ocurriría después, había provocado a Rebecca y mientras ella no había hecho nada, Scarlett había decidido pasar al mano a mano, sabiendo que ella no era capaz de defenderse.
El alfa recogió a su hija del suelo y Joseph se apuró ha abrir la puerta para sacarla de allí cuanto antes.
La entrada estaba llena de esas criaturas.
Todo el mundo cogió aire y vi como los hombros del alfa se tensaban.
- ¿Puedes caminar? -Oí que preguntó.
- Me entrenaron bien, papá, no te preocupes -Dijo Rebecca mientras su padre la colocaba en el suelo.
Al principio se destabilizó un poco, pero el chico que se había posicionado antes al lado de ella, ahora la sujetaba por la cintura.
- No te preocupes, Sam -Oí que susurró.
Miré a mi padre.
- ¿Qué hacemos? -Pregunté mientras miraba a Scarlett, la cuál estaba siendo asesinada con la mirada por todos los lobos allí presentes.
Rápidamente el alfa y su familia retrocedieron y Joseph volvió a cerrar la puerta dirigiéndose todos a nosotros.
- Ahí fuera hay más de cien cosas de esas, tenemos que pelear -Dijo Joseph.
- Solamente tienen que arrancarle el corazón o la cabeza -Dijo Rebecca mientras se apoyaba en su hermano menor.
Tenía la frente perlada de sudor y parecía que le costaba respirar.
- ¿Has luchado con ellos antes? -Preguntó Duncan posicionándose a mi lado.
- ¿Crees que estas heridas son por que la princesita tiene una fuerza sobrenatural? -Preguntó ella con una sonrisa irónica.
Scarlett bufó y nuestro padre le mandó una seria mirada.
- Anoche nos atacaron directamente, es decir, la atacaron a ella por eso es que decidimos venir aquí a buscar ayuda -Dijo Sasha, la alfa.
- Tenemos que pelear ya que no nos podemos esconder aquí, además, tenemos que sacar a Becky de aquí, está mal, necesitamos curarla -Dijo Kanye el alfa.
Miré a todos los vampiros allí presentes.
- ¿Están dispuestos a luchar,no? -Pregunté.
- No les queda otra opción, las capas de nubes aquí son tan espesas como en Londres, por lo cuál, si tienen la debilidad del sol, pueden pasearse por aquí libremente -Dijo al que Rebecca había llamado Sam- hay que luchar para que todos podamos salir de aquí.
- ¿Está tu hija en condiciones? -Preguntó mi padre al alfa.
- Siempre estoy en condiciones, una buena subida de adrenalina y me puedo cargar a un par de ellos -Dijo ella colocándose recta.
Admiré su coraje.
- Bien -Dijo el alfa- Dayana, quiero que te quedes aquí con los pequeños. Si alguna de esas cosas intenta atacar, sabes lo que tienes que hacer.
Ella asintió y agarrándo a los tres pequeños y a algunos niños más que había en la manada, los alejó,y volcándo una mesa los sentó detrás de ella, alejados de las ventanas.
Tenía una apariencia dulce e ingenua, pero viendo como había actuado me había dado cuenta de que tenía muchisimo coraje.
- Scarlett, protege a los pequeños -Dijo nuestro padre sin mirarla.
Scarlett me miró pidiendo ayuda. Pero yo no podía hacer nada, estabamos en una situación precaria y ella tenía que comportarse por primera vez como una princesa que era y proteger a su pueblo.
Veía en la mirada de los vampiros la inseguridad que sentían por dejar a sus hijos a cargo de mi hermana y eso me avergonzó profundamente.
- Yo les cuidaré -Dijo Dayana.
Y sorprendentemente, los vampiros se sintieron más seguros. Algo que me avergonzó a un más. Me prometí que si saliamos de esta situación, mi hermana cambiaría.
BECKY (P.D.V)
El suelo se me movía y la herida no dejaba de sangrar.
- ¿Te encuentras bien? -Preguntó Sam.
- No te preocupes, estoy bien. Solamente tengo que hacer esto y nos iremos, estaremos bien, estaré bien -Dije con una pequeña sonrisa.
La puerta de la entrada tembló y yo rompí mi traje por un lado para tener libre movimiento.Mi padre nos miró a todos y a cada uno de nosotros, tanto a la familia como a la manada y asintió, a lo que nosotros hicimos lo mismo en respuesta.
Ese era su modo de decirnos que confiaba en nosotros y que había sido un orgullo habernos liderado. Yo tenía la seguridad de que no ibamos a morir, pero antes de una batalla, siempre es bueno que un capitán se despida.
La puerta finalmente fue echada abajo y todos corrimos hacia aquellas cosas.
Levanté la pierna izquierda y enterré el tacón en el pecho de uno mientras clavaba mis uñas en la garganta de otro, jalándo, le saqué la tráquea y lo dejé convulcionando en el suelo. Me giré y antes de poder hacer nada, sentí cuatro garras desgarrándome la mejilla.
Grité.
- ¡Rebecca! -Oí que alguien gritó.
No veía bien. Todo estaba cubierto de sangre ante mis ojos. El dolor del costado sumado al de la cara era innaguantable, pero cuando empezaron las patadas, solamente deseaba que el sufrimiento acabase.
JOSEPH (P.D.V)
Levántate,maldita sea -Pensé mientras intentaba llegar hasta ella.
La estaban pateando en el estómago y ella no podía defenderse.
- ¡Rebecca! -Volví a gritar.
Miré a mi alrededor, pero todo el mundo estaba enfrascado en su propia lucha. Dayana protegía a los niños valientemente y Eric le quitaba de encima a los que se intentaban acercar a ella. Mis padres intentaban quitarse aquellas cosas de encima para poder llegar hasta ella y vi a Sam, peleando junto a sus padres y a sus hermanos. Toda la manada intentaba llegar hasta Becky pero nadie podía.
Entonces supe lo que tenía que hacer.
BECKY (P.D.V)
Oí un grito y luego sentí como la energía llegaba hasta a mi. Abrí los ojos y agarré la pierna de la bestia que me estaba pateando, me puse en pie y dejé que mis garras salieran, provocando que le desgarrase la pierna del sitio.
Miré al lugar donde había provenido el grito y vi a Joseph mirándome con una sonrisa agotadora. Me había pasado parte de su energía y yo no la iba a desaprobechar. Cogiendo toda la energía que pude, dejé salir el grito de batalla que tenían todos los lobos en su interior y me lanzé contra los que estaban encima de Eric.
**
Me dejé caer al suelo. Había tanta sangre en él que no sabía reconocer cual era la mía y cuál la que aquellos cuerpos habían dejado antes de desintegrarse.
- ¿Estás bien? -Preguntó Joseph dejándose caer a mi lado.
- Gracias hermanito -Susurré dándole una pequeña sonrisa.
Él me agarró la mano y cerró los ojos a la misma vez que yo.
SCARLETT (P.D.V)
Tenía el traje manchado por la sangre que me había salpicado cuando aquella loba había atacado a los que se habían intentado acercar a los niños.
- Mierda, no me puedo creer que este maldito traje esté de esta manera -Mascullé poniéndome en pie.
Las manos me temblaban y la voz también, pero tenía que aparentar entereza después de la batalla que había presenciado.
- Deberías dar las gracias de que no sea tu cuerpo el que está manchado por tu propia sangre -Susurró la loba mientras ayudaba a levantar a los niños.
La miré alzándo una ceja.
- No te pases lobita.
- Mientras aquí todo el mundo peleaba por su vida, lo único que has sabido hacer es esconderte detrás de los niños mientras gritabas. Ellos al menos han tenido la desencia de no hacerlo porque saben que eso pondría nerviosos a sus padres, sabiendo que se despistarían para mirar si sus hijos estaban bien -Dijo.
- Soy la princesa, he nacido para que me defiendan, no para defender -Dije cruzándome de brazos y mirándola por encima del hombro.
- Mi hermana también es una princesa y mira donde está ahora -Dijo mientras abrazaba a sus hermanos pequeños.
Busqué a aquella loba tan despampanante y la vi tumbada en el suelo agarrando la mano de su hermano. Por un momento el corazón que no latía, se me estrujó,hasta que vi que respiraban.
Todos los vampiros miraban fijamente a los dos sucesores alfas que estaban botados en el suelo y parecían muertos.
- No se preocupen, están vivos, simplemente, se han estado traspasando energía uno a otro -Dijo Kanye.
Fruncí el ceño. ¿Pasarse energía?¿qué mierda era esa?
- Hablo en el nombre de mi hija cuando digo que siento lo que ha pasado esta noche. No debería haber empujado a tu hija -Dijo mi padre acercándose al alfa.
- No te preocupes Niall, ya hablaremos en otra ocasión -Dijo él mientras se agachaba para recoger a su hijo y su mujer recogía a su hija.
- Cojan a los pequeños -Dijo Sasha a sus otros dos hijos.
- Vamos -Dijo Kanye.
Acto seguido, los lobos desaparecieron de la sala como si nunca hubiesen estado allí.
- Déjennos solos -Dijo mi padre mientras se apretaba el tronco de la nariz.
Absolutamente todos los vampiros salieron en tiempo récord de allí, nisiquiera quedó el servicio.
- Papá -Empecé.
- ¡Cállate! -Gritó hacia mi.
William,que hasta ese momento no había notado su presencia,me miró fijamente y luego subió a la parte de arriba.
Bajé la cabeza, si mi hermano no intentaba defenderme, es que la había cagado pero bien.
- ¡Estoy harto de ti, Scarlett! -Gritó mi padre fuera de sus casillas.
Cogí aire profundamente. Lo que se avecinaba esta noche no era cualquier boberia. Mi madre me miró duramente y luego se sentó en una silla que no estaba manchada de sangre.
- Has actuado mal, Scarlett -Dijo ella.
Mientras que mi padre prefería los gritos, ella solamente hablaba calmadamente. Eso no significaba que fuese menos peligrosa.
- Lo sé, pero
- Cállate - Me cortó dándo un golpe en la mesa- te lo repetimos miles de veces, que sonrieras, que no hicieras caso a las pullitas y mientras tu padre hablaba con ellos yo mantenía un oído en todo lo que estaba ocurriendo, y realmente me avergonzé muchísimo al ver como empezabas ha atacar a esa loba.
- Mamá
- No interrumpas a tu madre Scarlett -Rugió mi padre- por esta noche no vamos a decir nada más, pero que sepas que has actuado contrariamente a lo que te estuvimos pidiendo insaciablemente. Cuando obtengas tu merecido, que lo obtendrás, no quiero oír ni una sola queja.
- Por favor -Empecé, pero ellos ya habían desaparecido.
Una lágrima cayó y miré el lugar donde se habían estado escondiendo todos los pequeños y yo. Mientras una sola chica de apróximadamente dieciséis años defendía a mas de doce niños pequeños, tanto los de su manada, como los de otra raza; yo nisiquiera había sido capaz de defender a mis propios súbditos.
Era una mierda de princesa y de persona.
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