Jungkook abrió los ojos lentamente. La luz que invadió su campo visual casi lo cegó. Mientras intentaba poner sus ideas en orden, sus sentidos comenzaban a brindarle información. El sonido de aves silvestres y del movimiento de las hojas de los árboles llegaban claramente a sus oídos; el tacto de la tierra bajo sus manos y la sensación de estar acostado en el suelo, le corroboraban que no había pavimento o loza. Cuando sus ojos se adaptaron a la luz, pudo percibir un área boscosa algo espesa y que no había nada urbano a su alrededor, tampoco personas.

Pasó sus manos por sus cabellos azabaches, peinándolos hacía atrás. Se sentía aturdido y desorientado, como si acabase de despertar de un sueño profundo que lo había dejado obnubilado. Incluso tenía algo de dolor de cabeza. Llevaba ropa militar negra, muy similar a la que solía usar en sus misiones, a su lado estaba una gran mochila. A medida que fue tratando de centrar su mente, recordó las circunstancias que lo habían llevado a ese sitio, así como el propósito de su estancia allí.

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—Buenas noches, Jeon Jungkook —le saludó una voz burlona en medio de una habitación desconocida.

Era un cuarto pequeño, frío, oscuro, sin más luz que una pequeña lámpara que alumbraba la mesa frente a la que se encontraba Jungkook sentado, pero que no iluminaba lo suficiente como para llegar a ver el rostro de quien hablaba. Estaba atado de pies y manos a la silla, las restricciones eran fuertes, no podría romperlas. Se sentía como si estuviese en una sala de interrogatorios.

—¿Quién eres? —Sus ojos vagaban por el lugar, en busca de cualquier indicio que le proporcionara una pista de dónde se encontraba.

—¡Eres muy afortunado! Has sido seleccionado para participar en el Hunting Game de este año. Eso solo significa, que tus habilidades son de primera clase. —El propietario de la voz dio un paso al frente, revelando un traje de bufón verde y púrpura, con la cara maquillada de blanco y negro.

—¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí?

—Las recompensas son increíbles. Podrás cambiar tu vida y disfrutar de los más grandes placeres.

—¡¿Por qué estás ignorando mis preguntas?! —alzó la voz. La actitud de ese payaso le están colmando la paciencia.

El hombre giró su cabeza a un lado, en un ángulo de cuarenta y cinco grados; sus ojos mostraron un vacío sin emociones. Golpeó con fuerza sobre la mesa, con las palmas de las manos abiertas. Su mirada se posó en Jungkook y se relamió. Parecía totalmente dispuesto a golpearlo. Por el contrario, pasados unos segundos, una sonrisa burlona apareció en su rostro.

—¿Qué te hace pensar que estás en posición de hacer preguntas, señor Jeon? —respondió con voz ecuánime—. Más te vale comportarte, o me convertiré en tu peor pesadilla. Así que cierra la boca y escucha.

Jungkook se limitó a quedarse en silencio, sin dejar que su enojo saliera a la superficie. Él no era un matón callejero que caía ante mínimas provocaciones, sabía mantener la mesura cuando era necesario. Este era uno de esos momentos. No tenía idea de quién era ese bufón, dónde se encontraba, cómo había llegado allí, y mucho menos cómo habían sido capaces de burlar la seguridad de la casa principal. Se encontraba en medio de una total incertidumbre, lo mejor era jugar bien sus cartas, a ver qué tanta información era capaz de conseguir. Sus superiores podían incluso pensar que había escapado. Aunque no era algo que le preocupara demasiado en estas circunstancias, de todos modos, ya no le quedaba nada más que perder.

—Veo que has sido entrenado bien, sabes lo que es mejor para ti. Cómo era de esperarse de la mafia china.

—La mafia china no existe —respondió, automático.

—Corroboro una vez más, que el silencio es de las mejores armas de La Tríada. —Lo miró con agudeza y sonrió de lado, perspicaz—. Wang no debe tener quejas de ti, de seguro tampoco se arrepiente de haberte vuelto su subordinado, en lugar de matarte por ser parte de la familia de un traidor.

Los ojos de Jungkook se abrieron hasta el límite. ¿Cómo sabía eso? Sintió un sudor frío recorrer su espalda. Si ese hombre era capaz de acceder a los secretos de la mafia, ¿que más estaba a su alcance? Quizás se encontraba en medio de algo más grande y peligroso de lo que imaginaba. Tenía que sobrevivir, a como diera lugar.

—Ya que te noto más receptivo —prosiguió el payaso—, continuaré con mis explicaciones. El Hunting Game, como su nombre bien indica, es un juego de cacería. De supervivencia. Veinte mercenarios, incluyéndote, pelearán por sus vidas en una isla secreta bajo nuestra jurisdicción. Solo el más apto saldrá con vida y se llevará la recompensa.

—¿Y si no estoy de acuerdo? —Jeon tentó su suerte.

—Negarte nunca ha sido una opción. Irás a la isla. Si no quieres pelear, es tan sencillo como suicidarte, o dejar que te maten. ¿Te gusta alguna de esas alternativas?

—No, gracias.

—Hombre inteligente.

—¿Quiénes son los otros que estarán en la isla?

—Esa es una información que no te corresponde. —Sonrió—. Te veo más interesado, creo que es hora de darte los pormenores. A partir de este momento, no hablarás a menos que te conceda la palabra, solo escucharás.

»Antes de comenzar: tócate la nuca. —Jeon obedeció—. ¿Puedes sentir el relieve? Es un microchip. Nos dará la ubicación exacta de cada uno de ustedes. Y te advierto, si intentas sacarlo o destruirlo, liberará un sedante que paralizará tu sistema cardiovascular y respiratorio. No hagas ninguna tontería.

«¡Genial!», pensó Jungkook, con sarcasmo.

—Hablemos de la recompensa. Quizás creas que para alguien como tú, que simplemente es mantenido vivo para pagar una deuda, sin nada que perder o ganar, ni vida fuera de la mafia, ninguna remuneración resulte tentadora. Pero, recuerda que fuimos capaces de sacarte de la guardia personal de Wang Fei Long, de la propia residencia principal, y acceder a tus archivos. ¿No crees que sería pan comido exonerarte de todo y darte la posibilidad de una nueva vida? Piensa en ello...

Jungkook quedó francamente descolocado con aquella información. No podía confiar ciegamente, menos aún en su situación, pero la existencia de la posibilidad era sumamente tentadora.

—Primero... —El payaso retomó la palabra—. Serás dejado en la isla con una mochila en la que tendrás los elementos básicos de higiene y alimentación, suficientes para una semana.

»Segundo: no habrá armas de fuego, solo armas blancas. ¿De qué tipo? Lo sabrás cuando revises tu mochila. Todos serán provistos del mismo armamento y víveres.

Jeon se mantuvo atento. No solo se trataba de una explicación introductoria al supuesto juego, también se estaba obteniendo información útil respecto al adversario.

—Tercero: a partir de que pasen los primeros siete días, cuando las provisiones se hayan agotado, una avioneta sobrevolará la isla y dejará caer nuevas provisiones, cada cuarenta y ocho horas, dejándolas en diferentes puntos aleatorios. Sin embargo, esta vez no serán para todos. Recuerda que es un juego de supervivencia. El que primero la tome, se la queda. Pueden contener armamento extra. ¿De qué tipo? Armas blancas, por supuesto. ¿Cuáles? Ya eso es sorpresa.

Era bueno saber que no estaban por completo a su suerte después de que las provisiones iniciales se agotaran, pero era preocupante saber que la lucha sería casi obligatoria para obtener alimentos; además, tener armamento extra no estaba de más. Por otro lado, considerando el intervalo de tiempo entre la visita de las avionetas, se podría asumir que las provisiones que dejarían no serían demasiadas. Estaban siendo inteligentes, llevándolos a situaciones en las que sí o sí fuese necesario pelear.

—Quinto. —Mostró en sus manos un reloj digital—: este reloj será tan preciado como sus propias vidas. Mostrará la fecha y la hora, marcará la cantidad de participantes que aún estén con vida y emitirá una vibración cuando alguno esté en un radio de quinientos metros a la redonda. En este último caso, podrán ver en tiempo real la posición del enemigo respecto a ustedes, mientras esté dentro del rango.

Ciertamente, era tan valioso como lo describía. Los mantendría al tanto del tiempo de evolución del juego, el momento aproximado del arribo de las provisiones, los rivales restantes y sus posiciones, en caso de ser cercanamente peligrosas. No conocer a ninguno de sus oponentes era una clara desventaja, no podía arriesgarse a una lucha cuerpo a cuerpo sin un plan en mente. No obstante, tratándose de mercenarios y sicarios, ego y orgullo no faltarían; aunque tampoco precaución.

—Sexto. —Sacó una foto y la colocó sobre la mesa. Jungkook de inmediato memorizó sus rasgos. Se trataba de un chico joven de cabello castaño y ojos avellana, por sus facciones parecía coreano también, pero no podría asegurarlo—: este es Park Jimin, la única persona a la que no tendrán permitido asesinar, al menos por ahora, ese será un privilegio con el que solo el ganador podrá contar. No es un mercenario, es un cordero que quedó atrapado entre fieras; no aparecerá en el radar. Qué papel desempeñará en el juego, es un secreto.

»No pueden asesinarlo hasta que el juego termine. Quién lo haga, morirá automáticamente después de él. Siempre los estamos observando, no crean que podrán engañarnos.

Park Jimin era una existencia totalmente inesperada. Podía ser desde una gran desventaja, hasta una gran ventaja. Habría que saber jugar las cartas si ese chico estaba de por medio. Además, Jeon tampoco podía obviar la información sobre la vigilancia permanente. Ya no se trataba simplemente de saber sus localizaciones, podía inferir que cámaras de seguridad, u otro dispositivo equivalente, estarían monitorizándolos.

—Por último, pero no menos importante. —El bufón se relamió—. Si pasan dos semanas y nadie ha muerto, se activará de manera forzada la liberación del sedante en sus microchips.

Esta última salvedad era, sin dudas, una aclaración y una amenaza. Dejaba claro que debían luchar a muerte, y descartaba la posibilidad de una cooperación entre todos para enfrentarse a los organizadores de ese juego retorcido.

—Esto es todo lo que necesito que sepas. —Se puso de pie e hizo una reverencia exagerada—. ¡Qué comience el Hunting Game! —Chasqueó los dedos y desapareció, dejando una nube de humo en su lugar.

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«Esto es todo lo que necesito que sepas». Las palabras se repitieron en la mente de Jungkook.

Probablemente había mucha más información oculta, de seguro relacionada al funcionamiento del juego, otras medidas para controlarlos, y quién sabe qué otras cosas. Después de aquella conversación, la habitación se había llenado de gas y se había dormido. Luego, sin saber cuánto tiempo habría pasado, despertó en un pequeño cuarto sin ventanas, donde estuvo por lo que supuso serían varios días, hasta volver a perder el conocimiento y despertar en su actual situación.

Ahora que se encontraba en la isla, sin la más mínima idea de su ubicación precisa, nuevas dudas asaltaban su mente. ¿Todos habrían sido traídos al mismo tiempo? ¿Despertarían a la vez? ¿A qué distancia inicial estaban unos de los otros? ¿Qué tan segura era su actual posición? Necesitaba revisar el perímetro, encontrar un lugar más cubierto y revisar lo que tenía a su disposición en la mochila.

Según la fecha del reloj, y la última que recordaba en libertad, habían pasado alrededor de dos semanas. Si en solo dos semanas habían logrado montar todo ese escenario, debían tener personas poderosas y con grandes recursos a su disposición. El bufón se había referido al juego como «el Hunting Game de este año». ¿Se realizan anualmente, o cada qué tiempo? ¿Cuál era el objeto del juego, para empezar?

Sacudió su cabeza. Seguir llenando su mente de interrogantes y teorías era una desventaja, más que nada en ese momento. Debía concentrarse en el escenario frente a sus ojos, y centrarse en lo más importante: sobrevivir. Necesitaba algo de tiempo para organizar un plan y verificar sus pertenencias.

Sintió una vibración en su muñeca. El reloj señalaba que alguien había entrado en el radio de quinientos metros a su alrededor.

—¡Mierda!

Tal parecía que tiempo era justamente de lo que menos iba a disponer.

Bueno, aquí está el capítulo uno. Traté de explicar los detalles groseros del juego lo mejor posible, espero lo hayan entendido. Si no comprendieron algo, siéntanse libres de preguntarlo en comentarios.

¿Se esperaban que tuviera esta estructura? ¿Qué creen de la manera en que se va a desarrollar? ¿Alguna teoría? Qué preguntona estoy 🤣

Como les prometí ayer, les comento un poco de cómo surge este fic. En realidad, esta historia no pensaba ni siquiera existir hasta hace unos pocos días. Peeeeeero la señorita abyss_nanai subió una premade de JK que me flechó el kokoro y pensé: ¡la quiero! Pero no tengo una historia que vaya con ella. Así que ahí fue la pendeja a inventar idea random que se le complica jajajaaj. Fin de la anécdota. Todavía no sé si me la darán, apenas ahora voy a hacer la solicitud xD, pero ya con la historia en mente, me pareció un reto interesante tratar de escribirla.

Prometo no volver a revisar otro libro de premades, para no ponerme a crear nuevas historias en lugar de terminarlas que tengo pendientes (GRAN MENTIRA JAJAJAJA). Teniendo en cuenta que gracias a mis aventuras en libros de premades han surgido historias como Criminal candy, Gastrea y esta, siento que ha valido la pena. 💜

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.