[6]
JiMin escuchó aquella melodía como si fuese una especie de llamado, no le importó haber dejado a Taemin hablando solo, él solamente tenía en mente seguir aquella música, escuchando cada tonada resbalando y envolviéndose a su alrededor, vagó por los pasillos de la universidad hasta llegar a un salón en donde el sonido del piano era fresco y más adictivo; subiéndose encima de uno de los bancos llegó hasta la ventana del pequeño salón y fue ahí que lo vio. YoonGi tocaba aquella triste tonada con una experta maestría, pero a su vez, con un gran toque de nostalgia y anhelo. JiMin se dejó envolver aún más en la melodía, dejándose embriagar por aquel extraño reconocimiento a la melodía, como si aquella canción fuera dirigida hacia él.
—Tenía mucho tiempo que no atraía a alguien con mi música. —JiMin se sobresaltó al escuchar la voz del mayor. —Mucho, mucho tiempo realmente.
—Toca usted muy bonito hyung. —Alagó el castaño mientras seguía viendo por la ventana.
—¿Lo crees así? —Preguntó el mayor. —Puedes pasar al salón JiMin, no muerdo, además... ¿me estás tratando de usted? No soy un viejo, Jimin-ah. —Rió ante el tierno rubor que se dibujó en el rostro del menor, de un momento a otro no lo vio más por la ventana, encogiéndose de hombros siguió tocando pensando que el castaño se había ido hasta que sintió que el espacio libre del banquillo en donde estaba sentado era ocupado por alguien más.
—¿Usted compuso esta canción? — Preguntó curioso.
—¿Seguimos con el usted, Jimin-ah? —Le rebatió rápidamente. JiMin suspiró sonoramente. —Vamos, puedes hacerlo de nuevo. — Pidió mientras pasaba flojamente las manos por las piezas del piano.
—Hyung. —El rubio asintió. —Ust... Aish. —Se llevó las manos a la cara tratando de ocultar su evidente frustración. — ¿Tú compusiste esta canción? —Preguntó al fin. El mayor siguió tocando un largo rato mientras JiMin escuchaba atento cada nota musical salir libremente de aquel instrumento.
—De hecho, sí. —Respondió. —Es una canción muy importante para mí. —Confesó.
—¿Por qué? —La curiosidad innata del menor lo hizo sonreír de forma nostálgica.
—Con esta canción encontré alguna vez al gran amor de mi vida.
—¿Y esa persona murió? —YoonGi dejó de tocar de forma abrupta y JiMin en ese preciso momento quiso que algún hoyo negro apareciera y lo transportara a otra dimensión. —Lo siento hyung, no tiene que responder si no quiere, yo solamente...
—Es algo muy difícil de contar JiMin, algo para lo cual aún no estás preparado. —Susurró. —Pero respondiendo tu pregunta anterior. —Suspiró sonoramente mientras esquivaba por completo la mirada del menor. —Él murió hace algún tiempo ya. —Susurró con una mueca llena de tristeza. —Habían muchas personas que no estaban de acuerdo con mi relación con él. —Sonrió tristemente mientras recordaba a su familia. —Pero aunque tuvimos muchos inconvenientes en el camino. —Esta vez el mayor lo vio fijamente. —Fuimos muy felices, Jimin-ah. —JiMin simplemente asintió, mientras una traicionera lágrima descendía libremente por su rostro. YoonGi con toda la naturalidad del mundo deshizo aquella pequeña lagrimilla y JiMin sin esperárselo, sintió la calidez de un beso en su frente.
—Supongo que JungKook estaba en contra de su relación hyung. —JiMin susurró mientras aquella aura de comodidad seguía envuelta en ellos dos. —Tiene un serio problema de celos con usted. — YoonGi rió divertido ante lo dicho por el menor.
—De hecho, Kook fue una de las pocas personas que más estuvo apoyándome. —JiMin lo observó con la incredulidad siendo palpable en el ambiente. —Sí, sí, es difícil creerlo cuando lo ves actuar de cierta manera posesiva conmigo. —Intentó defender al menor, pero JiMin negó.
—¿Cierta manera? —Arqueó la ceja divertido. —Oh hyung, ese mocoso no me ha deseado la muerte porque no puede. —El rubio se tensó ante lo dicho y aquello fue suficiente para que JiMin empezara a negar entre risas. —¡Lo ve hyung! —Exclamó. — Ese niño me odia y aun no entiendo cuál es el motivo, antes de que usted llegara me hacía la vida de cuadritos, pero últimamente ha sido peor, sumando que he sido un idiota ingenuo muchas veces. —Chascó la lengua molesto consigo mismo por lo último que había dicho.
—¿Por qué lo dices? —Preguntó el mayor frunciendo el ceño. —No eres un idiota JiMin.
—Hyung, antes hubo un video mío rodando por la universidad. —Mencionó con un poco de pena. —No es de sexo ni nada, no me malentienda. —Aclaró rápidamente. —Pero es solo que quizás ¿me drogaron? No lo sé. —Se encogió de hombros restándole importancia. —Estaba encaprichado con un ex alumno supongo y bueno, una cosa llevó a otra y terminé expresando mis deseos de una manera bastante idiota. — Le restó importancia como si aquello no le hubiese afectado. —Y terminé siendo el hazme reír de muchos aquí. —Rió sin gracia alguna.
—¿Y denunciaste el hecho de que difundieran un video intimo tuyo? —Preguntó el rubio, un pequeño atisbo de molestia se escuchaba en su ronca voz. El menor asintió. —Eso es algo penalizado aquí.
—Por algo dije "ex alumno", hyung. —Susurró. —Pero la vergüenza de ese momento nadie la quitara de mi perfil, y con Kook regándola siempre cuando el chisme empieza a caer en el olvido, simplemente estoy acostumbrado a esto. —YoonGi negó.
—Hablaré con él. —YoonGi sostuvo la mano del menor. — No te prometo que cambiará rápidamente, pero hará el intento. —Le guiñó el ojo mientras revolvía cariñosamente el cabello del menor.
—JungKook y usted, ¿qué son hyung? —Preguntó curioso mientras se dejaba mimar por el mayor. El rubio siguió acariciando su cabello mientras observaba lo cómodo que el menor estaba ante su tacto. — Ya sé que me dijo que son hermanos, pero no se parecen. — Rió.
—Pues si somos hermanos. —Susurró. —Tenemos algunas similitudes, no digas que no. — Rió YoonGi.
—¿Jinnie-hyung es familia de usted hyung? — Preguntó asombrado el menor.
—Pensé que ya lo sabías. —Se encogió de hombros. — Los tres somos hermanos. — Rió ante el asombro en la mirada del castaño. — Jin es mi hermano mayor. ¿Tú tienes hermanos? — Preguntó cambiando rápidamente el tema para no ahondar con el tema de su familia.
—Sí, tengo un hermano menor, es el príncipe de la casa. —Sus ojos brillaron con emoción. —últimamente no le he visto mucho, tengo algunas diferencias con mis padres. —Se rascó la nuca algo incómodo por lo dicho.
—Igual que en aquella vez. —Susurró ido el mayor.
—¿Cómo hyung? —Preguntó el menor no muy seguro de lo que había escuchado.
—¿Te gustaría cenar conmigo hoy? —YoonGi pareció intuir que el menor se negaría y habló nuevamente. — JungKook se quedará con Jin y no tengo otros planes para hoy, pero si no quieres no te obligaré. — Sonrió más por cortesía que porque quisiera.
—Está bien. —Mencionó Jimin quizás un poco emocionado. — ¿A qué hora?
—¿A las ocho te parece que pase por ti? —JiMin iba a decir que sí, pero recordando lo que había hablado con Hoseok y TaeHyung, no tenía ningún interés en que lo descubrieran saliendo con YoonGi.
—Yo puedo llegar solo si no te molesta. —Susurró el menor. —Te dejaré mi número. —El menor revisó en su bolso hasta dar con una hojita libre y un lapicero. Anotando su número se lo entregó al mayor. — Escríbeme bien la dirección, ya que no recuerdo muy bien cómo llegar a tu casa y yo estaré ahí. —Le aseguró levantándose del banco. —Nos vemos más tarde YoonGi-hyung.~
—Nos vemos entonces JiMin. — YoonGi asintió.
...
—¡TaeHyung! —El grito del menor no lo desconcentró, ni mucho menos lo sobresaltó el que este cayera prácticamente encima de él escondiéndose ágilmente en la curvatura de su cuello, JungKook siempre tenía la manía de aparecer en cualquier lugar y momento para enrollarse encima de él como si fuera una boa constrictora aprisionando a su presa. Y aquello no le molestaba para nada, pero nunca desaprovecharía la oportunidad de reñir al pelinegro por lo mismo y hacerlo enojar aunque fuera un poco.
—Yah mocoso, me llenas de tu asqueroso sudor. —Se quejó fingiendo algunas muecas de asco. —Estas hecho un desastre completamente JungKook-ah. —El pelinegro gruñó afianzando más su agarre en él y eso lo hizo reír aún más divertido. — ¿Qué dirá la chica bonita que te ha estado lanzando corazones con la mirada al verte encima de mí? —Acotó divertido. —¡Le romperás el corazón! —Exclamó de forma dramática, pero el pelinegro seguía sin hacerle caso a nada de lo que él dijera. —JungKookie~ —Llamó de forma cariñosa.
—Hyung, me gusta como hueles. —Confesó el menor de repente. —Me das tranquilidad cuando más lo necesito. —Suspiró sonoramente haciendo al mayor de los dos dejarse llevar por el momento.
—¿Qué atormenta a mi pequeño bebé? —Preguntó el de tez más morena. JungKook negó rápidamente. —Te conozco conejito.
—¡No soy un conejito! —Se quejó el menor rompiendo el contacto entre ambos y sentándose a su lado. —Y no me molesta nada. — Se enfurruñó en su lugar haciendo un gracioso puchero. TaeHyung no pudo evitar negar divertido ante la actitud de su pequeño revoltoso. —Además, ¿en donde está el otro que siempre se la pasa contigo? —Le preguntó serio. — ¿Jaime se llama?
—Se llama JiMin, JungKook, tú lo sabes bien. —Rió divertido. —Y no lo sé, soy su mejor amigo ¿sabes? No su mamá. — Le recordó.
—¿Por qué yo no soy tu mejor amigo? —Le reclamó el menor. — ¡He vivido acosándote desde que te conocí!
—¿Cómo? —Preguntó el mayor arqueando una ceja, JungKook carraspeó incómodo.
—Digo... —Se aclaró la garganta antes de seguir hablando. — Hemos coincidido en todos lados, Tae. —Puchereó. —Estuve contigo cuando el imbécil de Bogum te dejó plantado por muy extrañas razones, te acompañé al parque cuando Seok te dijo que no podía ir luego de haberte casi obligado para que aceptaras trabajar paseando perros, incluso estuvimos en el mismo grupo de química cuando Mina trágicamente resbaló con un balde de agua. —Sonrió el pelinegro, TaeHyung negó divertido mientras recordaba todos esos extraños momentos al lado del menor. —¡El único que sigue a tu lado es Jimmin y ni sé cómo aguanta tanto!
—JiMin, JungKook, él se llama Jimin. —Le corrigió nuevamente. —Por cierto... el día que Mina se resbaló, ¿tú no estabas ayudando con la limpieza JungKook-ah? — Preguntó curioso.
—Si claro, pero no tuve absolutamente nada que ver con eso. —Afirmó rápidamente. —Por lo menos no directamente. —Se encogió de hombros restándole importancia mientras trataba por todos los medios no delatarse con su risa. — ¿Es que todavía no la entiendes hyung? El destino nos quiere juntos. —Recordó por un breve minuto la conversación que momentos atrás había tenido con Jin y se vio en la necesidad de aclarar. —A ti y a mí solamente. — TaeHyung lo veía de forma escéptica. — ¡No me veas así! —Exclamó con un gracioso puchero. —Tengo un don hyung, sé que estamos destinados a conocernos y enam... —Se calló rápidamente al darse cuenta de lo que iba a decir.
—¿Estamos destinados a qué? —Se rió el mayor. JungKook negó varias veces para luego levantarse del lugar en donde se había lanzado y tenderle la mano.
—Vamos por una pizza, yo invito. —TaeHyung saltó rápidamente de su cómodo lugar y se aferró fuertemente a la mano del menor.
—¿Invitamos a JiMin? —Aprovechó la oportunidad para burlarse del menor un poco más, el pelinegro refunfuñó en su lugar pero sin soltarle la mano lo llevo arrastrando por todo el campus hasta la salida de este.
...
Jin suspiró sonoramente mientras revisaba la exagerada cantidad de papeles que le había entregado el decano. Está bien, el mayor amaba su trabajo y le encantaba ayudar lo más que pudiera al pobre anciano, pero a veces sentía que este abusaba de su gran hospitalidad. Tomó su teléfono y fingió una mueca de dolor al ver que nadie le había mandado ningún mensaje.
—Estos niños ingratos. —Se quejó viendo las últimas conexiones de JungKook y YoonGi. —Luego cuando no tienen nada que hacer están metidos en mi casa hablando de cualquier estupidez. "Hyung es el mejor". —Se burló de lo que diría JungKook si éste estuviera en su apartamento buscando las tan famosas galletas de chocolate que le encantaban cuando era apenas un bollito mal amarrado.
—¿De qué tanto te quejas Jinnie? — El mayor pensando que por fin se había vuelto loco, ni cuenta se dio cuando un moreno de cabellera gris entró en su pequeño despacho.
—Tengo mucho trabajo y me estreso mucho. —Se quejó llevándose las manos a la cara. —Quisiera un masaje en los hombros, una dona de chocolate, un café amargo y el fin de semana libre en una isla paradisíaca. —Expresó mientras suspiraba. —¿Pero qué obtengo? —Siguió hablando sin parar. —Papeles de pagos, permisos de vacaciones el reintegro del profesor de piano porque su esposa lo engañó en sus vacaciones, un par de hermanos malagradecidos. —Suspiró. —Pero vamos, sigue masajeando más a la derecha. —Suspiró gustoso dejándose llevar por el toque de aquellas expertas manos. —Tan bueno. —Suspiró destensándose por completo. —¿Estoy soñando? —Preguntó.
—No Jin-hyung. De hecho, ¿no tienes turno más tarde en tu cafetería también? Tengo en mente que podamos comer las donas de chocolate que dijiste. —Jin frunció el ceño.
—¿Por qué mi conciencia suena como NamJoon? —Preguntó.
—Porque soy yo, hyung. —el mencionado brinco en su asiento haciendo que el menor se quitara de su alrededor.
—¿En qué momento entraste? —preguntó alterado. —¡Ni siquiera me di cuenta! —Exclamó.
—Estabas ocupado quejándote de lo malagradecidos que son JungKook y YoonGi-hyung, nunca te diste cuenta. —Se encogió de hombros restándole importancia. — Ahora vamos. Tenemos una cita. —El moreno le extendió la mano y Jin lo observó aturdido.
—¿U-una qué? —se atrevió a preguntar.
—Una cita, hyung. —Sonrió mostrando aquellos hoyuelos.
¡Benditos hoyuelos! Pensó Jin mientras tomaba la mano del menor.
¡Hola!
¡Muchas gracias por leer!
No olviden sus votos y comentarios.
—Marina Lightweight. ♡
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