[4]
YoonGi resopló entre molesto y quizás, solo un poco divertido al ver la ridícula escena que protagonizaban sus dos dongsaeng. Lo peor del caso, es que aunque le pareciera ridícula, y al mismo tiempo sin sentido; no podía evitar reír por los comentarios que ambos se decían.
—Mío, mío, mío. ¡Es mío! De mi propiedad. —Gruñó molesto el menor de todos mientras señalaba al rubio. YoonGi enarcó una ceja divertido.
—¿Y quién dijo que eso me importa? — Gruñó el otro en respuesta mientras seguía la discusión.
—¡No lo veas! —Chilló tapando su campo de visión. —Ni eso puedes. ¿Me escuchaste Park JiMin? —Gritó. —Tus sucias manos en donde pueda verlas. —Ordenó. TaeHyung, uno de los chicos a quién también le daba clases carraspeó a su lado. YoonGi lo observó en silencio invitándolo a hablar. El menor enrojeció completamente algo que al mayor le pareció un poco tierno.
—Hyung, ¿No deberías evitar que se estén matando? —Habló tranquilamente mientras fulminaba con su mirada a Jimin y JungKook.
—Debería, sí. —Sonrió un poco restándole importancia. — Pero es gracioso. — Terminó por decir. Taehyung negó divertido.
—¿Eres de Daegu? — Preguntó emocionado mientras veía fijamente al rubio. JungKook los observó frunciendo el ceño.
—¿Tú también? —Preguntó YoonGi con interés. TaeHyung asintió.
—¡Hyung! — El grito agudo de JungKook hizo que ambos volvieran a verlos. JiMin también los observaba curioso. —Yo sé que te gustan los rubios o castaños. —Murmuró molesto mientras veía a JiMin, el castaño ni se inmutó por el tono de voz usado en su contra. —Pero con Tae no. —Tanto YoonGi como TaeHyung se miraron confusos, JiMin explotó en risas mientras señalaba a JungKook.
—¡Estás celoso! —Exclamó el castaño con burla, cosa que provocó que la pelea que por minutos había acabado, volviera a comenzar. YoonGi pensó en intervenir de una buena vez por todas, pero la voz gruesa que se escuchó; lo detuvo.
—¡Yah, Park JiMin!, deja de actuar como un mocoso y camina. —Gritó el más alto. JiMin calló. JungKook aprovechó para reír.
—JA! —Exclamó el menor con una voz entre divertida y burlona. JiMin iba a replicar, pero nuevamente la voz de su mejor amigo se escuchó en el lugar.
—Y tú, JungKook. —Lo señaló. El pelinegro palideció un poco ante la mirada seria que Taehyung portaba. —Limítate a comportarte y ser un buen dongsaeng, JiMin es también tu hyung. ¡Le debes respeto! —Gruñó. JungKook masculló algunas cosas por lo bajo mientras JiMin lo observaba con superioridad. —Y usted, hyung. —Señaló esta vez al rubio. YoonGi enarcó una ceja curioso ante lo que el menor pudiera decirle. JiMin y JungKook lo observaron en silencio. —Me encantó mucho su clase de hoy. —Halagó con una pequeña sonrisa. — ¿Mañana también la dará usted? —Tanto JungKook como JiMin observaron incrédulos como ambos prácticamente se habían olvidado de sus existencias mientras empezaban a caminar en dirección al supermercado, algunas risas de TaeHyung se escuchaban por el lugar mientras que YoonGi hablaba con completa confianza.
—¿Ves lo que ocasionas? —Gruñó el menor viendo como sus dos hyung se alejaban de ellos.
—¿Yo? —Masculló molesto el castaño. — ¿Quién empezó con sus traumas a gritarme? —Lo acusó mirándolo fijamente. JungKook fingió inocencia mientras empezaba a caminar ignorándolo completamente. JiMin gruñó molesto y avanzó en silencio también.
...
Aunque trataron por todos los medios de ignorarse, JungKook siempre encontraba la forma de que chocaran, JiMin ignoraba completamente sus ataques verbales, mientras que TaeHyung se encarga de regañar con la mirada al menor. Cuando por fin se encontraron solos, YoonGi carraspeó un poco para llamar la atención de JungKook.
—Así que... ¿También está TaeHyung? —El mayor le miró fijamente moviendo las cejas de forma pícara y burlona. JungKook enrojeció completamente apartando la mirada. — ¡Qué lindo es verte enamorado! — Exclamó el mayor mientras le revolvía el cabello juguetonamente. JungKook gruñó más no se alejó del contacto. — Sigue siendo bonito. —Mencionó con tranquilidad. JungKook lo observó con mala cara. — Sabes que no es mi tipo, además es más alto que yo. —Sonrió divertido.
— Ya sé, tu tipo es el idiota de Park Jimin, puedo conseguir a muchos con las mismas características. —Mencionó el menor renuente y con mala cara. YoonGi le pellizcó el brazo levemente, pero aun así el menor chilló. —¡Hyung! —Exclamó mientras dejaba caer algunos tomates en el piso y miraba al mayor buscando una explicación, su mano derecha se encargaba de disipar el dolor en su brazo izquierdo. YoonGi resopló rodando los ojos.
—Uno, dijiste una mala palabra. —JungKook lo observó incrédulo, en lo que iba de día ya había dicho muchas y el mayor no le había hecho nada. — Luego Jin se pone en su rol intenso de hermano mayor diciendo que no te educo correctamente. —Siseó con molestia. —Y dos, solo me interesa Jimin, pero gracias por la oferta.
—Solo me interesa Jimin. —Repitió el menor en forma de burla. — Pues me niego. —Hizo un puchero tratando de hacer que el aegyo ablandara la mirada dura del mayor. Falló miserablemente, rodando los ojos siguió escogiendo tomates para la salsa. YoonGi suspiró sonoramente.
...
—¡Es un idiota! —Gruñó el castaño molesto. —Todo el tiempo tengo que aguantar sus peleas estúpidas y... —TaeHyung lo observó fijamente. —Sí, sí, yo también las sigo, pero...—TaeHyung enarcó una ceja. —Yah, no me mires así Kim. — Lo observó serio.
—¿Te das cuenta que actúas como un hermano mayor reprendiendo al más pequeño de la familia? — Sonrió divertido.
—Ni muerto. —Negó tajantemente. —Nunca en esta vida vamos a encajar. Quizás en otra. —Gruñó molesto mientras tiraba en el carrito tres tipos diferentes de cereales. —Es molesto, su voz es chillona. —TaeHyung carraspeó. — ¡Deja de defenderlo porque te guste o porque sea tu crush! —Exclamó indignado. —Tu mejor amigo soy yo. —Se señaló. —¡Yo! —Volvió a levantar la voz. —Y mi voz puede ser chillona, pero chillona bonita, él, bueno puede que cante bonito. — Taehyung asintió dándole la razón. — Pero mi voz es más bonita. —Respiró aceleradamente. Sus mejillas estaban rojas por la molestia ocasionada, TaeHyung quiso reír a viva voz, pero sabía que aquello molestaría más a JiMin, y no, hoy no estaba de humor para soportar el mal carácter de su mejor amigo.
—Yah, mi mochi, mi bolita de amor, tranquilízate. —Le instó mientras le pasaba la mano por la espalda buscando calmarlo. — Solo... ¿Puedes tratar de ser más maduro cuando se vean? —Mencionó por lo bajo mientras visualizaba a lo lejos unas galletas que él amaba y algunos empaques de arroz. —No es gracioso ya, nunca entenderé porque se odian.
—Yo lo traté bien cuando me lo presentaste, siempre he sido partidario para que nos llevemos mejor. —Dijo el castaño escogiendo entre dos marcas de arroz. —Pero él definitivamente le dio un tic cuando supo mi nombre y me vio por primera vez. —TaeHyung se encogió de hombros restándole importancia.
—Supongo que esto será un misterio que algún día tendrá respuesta. —JiMin asintió mientras metía seis paquetes de arroz de entre las dos marcas en el carrito.
...
Al día siguiente, YoonGi creyó que ambos menores tratarían las cosas de mejor manera.
Se equivocó.
La tensión en el salón de clases era tan fuerte que por un momento pensó en dar la clase en las áreas verdes del recinto, sin embargo, TaeHyung lo hizo reír al ver como golpeaba a ambos menores y los obligaba a comportarse. Leyó la guía que anteriormente le habían entregado y asignó un trabajo en equipo de tres, por maldad quizás, unió a los tres menores, JiMin estaba pálido como una hoja, JungKook lo observaba molesto, y TaeHyung simplemente guardaba sus cuadernos mientras asentía. Había asignado como líder del grupo al más sensato de los tres.
—Y recuerden. —Habló elevando la voz para que los estudiantes pudieran escucharlo. —Si su líder del grupo me presenta alguna queja de ustedes. —Observó fijamente a JungKook y JiMin. —Los voy a descalificar. —Sonrió de una forma que él consideró amigable, pero que para sus alumnos era siniestra. —Y no soy bueno con alumnos que no dan la talla. —Habló un poco más fuerte. —Recuerden que lo primordial es el trabajo en equipo. —Observó fijamente a JungKook. —Que tengan un buen día. —Sin decir más salió del salón dejando un pequeño alboroto de pupitres y voces.
Su mirada vagó por todo el lugar hasta que dio con la dirección. Suran, una mujer de contextura media y cabellos negros se encontraba ocupada tecleando en la computadora, carraspeó para llamar su atención.
—Noona. —Llamó. La pelinegra alzó la mirada y asintió dándole a entender que tenía toda su atención. —¿Seok se encuentra? — Preguntó.
—Está en su cafetería, al parecer tuvo problemas con uno de los trabajadores. —YoonGi asintió mientras salía del cubículo. Con paso lento avanzó por el corredor, su mirada vagó por la cafetería de la institución. JungKook estaba sentado solo en una esquina mientras que JiMin y TaeHyung reían a dos mesas de distancia. Suspiró sonoramente mientras avanzaba hacia donde estaba su menor.
—¿Terminaste por hoy? —Preguntó. JungKook asintió. —Levántate, vamos donde hyung. —El pelinegro negó resoplando sonoramente antes de hablar.
—Tengo que hablar con TaeHyung y JiMin sobre el trabajo que dejaste. —Mencionó entre dientes. YoonGi rió.
—No te escuché. —Se burló. Claro que había escuchado. Pero burlarse de su dongsaeng era uno de sus pasatiempos favoritos. JungKook gruñó, levantándose y caminó hasta la mesa en donde estaban JiMin y TaeHyung, YoonGi lo siguió en silencio.
—Voy a trabajar con Tae y JiMin-hyung. —Mencionó con falsa amabilidad. YoonGi rió por lo tenso que JungKook se veía, pero admiraba el esfuerzo que estaba tratando de hacer. —Así que no podré acompañarte hyung, lo siento. —Sonrió falsamente hacia él.
—Perfecto. —Alzó la mano para jugar con su cabello, pero la bajó rápidamente al ver el ceño fruncido del menor. — Llegas temprano a casa. —Le recordó como si se tratara de un pequeño niño. —Y TaeHyung. —El más sensato de los tres menores asintió. —Ya sabes, cualquier problema. —Le guiñó el ojo divertido. Tae rió mientras que JungKook gruñía molesto. JiMin lo observaba todo con el ceño fruncido. — Hasta la próxima entonces, tengan suerte. —Se fue sin ver más hacia atrás. Deseando que los tres pudieran llevarse bien, por su parte él tenía mucho que hablar con Jin.
...
Cuando llegó al pequeño local, no pudo evitar rodar los ojos ante la imagen que tenía al frente, Jin estaba como toda una cenicienta limpiando meticulosamente todo el lugar. No lo malentiendan, él también amaba el orden y tener todo limpio, pero la necesidad de Jin en tener todo perfecto, superaba los límites. La gente observaba curiosa alrededor. ¿Y quién no? Su hyung era alto, con un cabello negro bastante normal y era bastante llamativo por sus facciones, y quizás, por estar con una conjunto completo rosado llamaba más la atención.
—¡YoonGi-ah! —Llamó el mayor de los dos al darse cuenta de la presencia del rubio. —En buena hora llegas, ayúdame a limpiar. —Le instó animado el mayor mientras le tendía una escoba.
—¿Qué? ¿Por qué debería hacerlo? —Gruñó mientras se separaba de su carro y avanzaba un poco más hacia el local. — Para eso tienes empleados. —Le recordó de mala gana mientras veía que el lugar estaba solo.
—Pero eres mi dongsaeng y quieres hacer feliz a tu hyung. ¿No? —Lo miró fijamente con ojitos de cordero. YoonGi inspiró aire profundamente, ante esa mirada siempre salía perdiendo, miró por última vez los alrededores antes de subirse las mangas de la camisa.
—Bien. —Masculló entre dientes. —Debí insistirle a JungKook que viniera también. —Susurró entre dientes mientras ignoraba la escoba que Jin le estaba ofreciendo y agarraba una esponja.
—No te quejes y trabaja. —Le regañó el mayor escuchando perfectamente lo que había dicho el menor de los dos. —Después te daré tu café y los panecillos que te gustan. Tenemos mucho de qué hablar. —Lo observó fijamente. YoonGi asintió en silencio. Después de lo que pareció una eternidad para YoonGi, por fin habían terminado de limpiar los vidrios del local y las mesas. Jin puso el cartelito de cerrado en la puerta, y lo invitó a sentarse en uno de los sofás rosados de la esquina. Dejando sus zapatos en la esquina de la puerta, hizo caso a su mayor. Jin apareció luego de unos minutos con dos vasos de café y unos panecillos en una pequeña bandeja.
—Y bien. —Se sentó en el sofá al lado de su menor. YoonGi instintivamente recostó su cabeza en el hombro del mayor. —¿Qué ha pasado con mi pequeño YoonGi? —El rubio rió divertido ante el tono cariñoso que Jin solía usar con él.
—Lo encontré, ¿Sabes? —Jin rió divertido ante el comentario. Sabía perfectamente de quién hablaba YoonGi.
—Obvio que lo sé, por algo te ofrecí el trabajo. —Mencionó tranquilamente mientras fingía limarse las uñas con una mueca de superioridad adornando su rostro.
—Pero antes de eso lo vi en un bar. —Jin escuchó con atención mientras recordaba a YoonGi llegar a la cafetería en la noche pasada. —Estaba hecho mierda por algo, no lo sé. — Jin masculló molesto empujándolo.
—¡Mala palabra! —Exclamó mientras lo pellizcaba. YoonGi gruñó molesto mientras se frotaba el brazo. Estaba seguro que un pequeño rosetón rojo estaría adornando su piel pálida.
—Jin, no soy un niño pequeño. — Se quejó.
—Pero vives con JungKook. —Le recordó el mayor. —Es mi responsabilidad que cuides bien de él. —Habló en tono serio. —Pero ignorando tu carencia de educación. —YoonGi rodó los ojos fastidiado. —Lo encontraste en un bar... ¿Y entonces? —Mencionó tomando un trago de su latte y llevándose uno de los panecillos a su boca, YoonGi lo imitó.
—Me acerqué ¿temeroso? No sabría explicarlo hyung. —Mencionó en voz baja mientras veía algún puto fijo. —Me sentí tan nervioso, era la primera vez que lo veía después de tanto tiempo. —Mencionó con un poco de emoción en su voz. —Después de tanto tiempo. — Volvió a repetir. Jin jugueteó con su cabello dándole ánimos silenciosamente —No pude evitar preguntarle algunas cosas básicas, y luego... —El menor enrojeció ligeramente. Jin rió divertido.
—Yah, Min YoonGi, los demás temas no los quiero saber. —El mayor explotó en risas mientras que el rubio se hundía en el sofá. Su cara completamente roja por el bochorno. —¡Controla las hormonas Min! —Se burló.
—Yah, ¡Hyung! —Gruñó molesto el rubio. Jin se limpió las pequeñas lágrimas que tenía. — ¡Ponte serio!
—Siempre soy serio. —Se quejó el mayor. — ¡YoonGi, YoonGi! —Llamó mientras lo movía bruscamente con emoción. El rubio lo vio fijamente prestándole atención. —Había un pollito que respiraba por el trasero, se sentó y murió. —El mayor explotó nuevamente en carcajadas mientras se tapaba la boca para evitar que su voz se escuchara. YoonGi lo observó incrédulo. —Lo siento, era un chiste bueno y tenía que decírtelo. —Le guiñó el ojo divertido. —Pero está bien, ¿Qué más pasó? —Mencionó poniéndose serio.
—Cuando lo vi nuevamente en la mañana, volví a preguntarle que hacía, sé que me dijo que estudiaba en la misma universidad en donde tú me ofreciste trabajo, pero una parte de mí se negaba a creer que estaríamos tan cerca. JungKook tampoco me dijo nada y cuando se vieron en el apartamento... — Jin lo interrumpió.
—Pelearon, supongo. —Jin agarró otro panecillo más. YoonGi asintió mientras tomaba un sorbo de su café.
—Desde ahí supe que JungKook había encontrado a Jimin primero. —Agregó el pálido mientras veía fijamente su vaso de café. Suspirando sonoramente volvió a hablar. — Se llevan realmente mal.
—Tú sabías bien que ellos se llevarían mal. —Suspiró sonoramente el pelinegro. —JungKook siempre culpará a JiMin de lo que pasó.
—Sabes que él no tuvo la culpa. —Jin lo sabía, pero YoonGi se veía en la necesidad de comentarlo.
—Lo sé, YoonGi, lo sé. Pero para JungKook, es como si toda su rabia la hubiera depositado en JiMin e incluso con el pasar de los años sigue intacto, como si todo hubiese pasado ayer.
—Fue mi culpa. —YoonGi se vio en la necesidad de decirlo. Jin negó.
—No. En realidad, no es culpa de nadie. —Susurró Jin seriamente. —Solamente fue mala obra del destino. —YoonGi asintió en silencio mientras nuevamente, se dejaba caer en los hombros del mayor. —Tranquilo YoonGi, esta vez haremos que funcione. —Habló con certeza, tratando de animarlo. El rubio asintió en silencio. El teléfono de Jin vibró en su bolsillo, con cuidado sacó el móvil, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro y YoonGi se acomodó mejor para poder ver el mensaje. Jin se movió precipitadamente haciendo que el rubio se cayera.
—Que cursi es NamJoon. —Rió divertido. Jin lo vio acusadoramente. — Te amo Jinnie. —Se burló. El mayor le lanzó un almohadazo. —Yah, hyung, espera. —Pero el mayor lo ignoró mientras seguía lanzándole cosas entre risas.
...
—Esa silla es mía. —Mencionó el menor mientras entraba y les daba espacio a JiMin y TaeHyung. JiMin se mordió la lengua para no contestar. En silencio los tres se despojaron de sus zapatos en una esquina de la puerta. —Y esa también. —Señaló otra silla. —Y esa...
—JungKook. —Mencionó serio TaeHyung. JiMin lo miró con burla. —Si sigues así, le contaré al profesor Min.
—Llámalo hyung mientras estés aquí. —Comentó el menor avanzando por el lugar. —Aunque creo que no está. —Susurró para sí, mientras veía que la luz del pasillo que dirigía a las habitaciones estaba apagada. — ¿Por dónde comenzamos?
—Por el inicio. —Mencionó con obviedad JiMin. JungKook lo fulminó con la mirada, pero al castaño poco le importó.
—JiMin y yo trajimos nuestras computadoras, busca la tuya y pongámonos a trabajar. —Ordenó el más sensato de todos. — ¿Podemos sentarnos en los muebles y utilizar la mesita? ¿O también son tuyos? —El menor enrojeció notablemente mientras asentía y se perdía por el pasillo. JiMin rió divertido. TaeHyung avanzó en silencio y antes de sentarse en uno de los cómodos muebles se vio en la necesidad de hablarle a su mejor amigo. —Dime que no lo hicieron en ninguno de estos muebles. — Lo vio fijamente.
—¡TaeHyung! —Chilló avergonzado el castaño mientras negaba. Taehyung suspiró aliviado mientras tomaba asiento con tranquilidad. JiMin se sentó a su lado. —Fue en su habitación. —Mencionó por lo bajo.
—Es un apartamento bonito. —Comentó.
—Sí. —Susurró el castaño dándole la razón. —Ahorita es que puedo verlo mejor. — Confesó sin darse cuenta.
—Obvio, cuando viniste por primera vez, estabas concentrado en comerte a YoonGi-hyung. —Mencionó divertido. JiMin enrojeció aún más pareciendo un pequeño tomatito cherry.
—Recuérdame porque te conté eso. — Pidió Jimin entre dientes. Taehyung negó.
—Te recuerdo que también me dijiste que quieres volver a comértelo. —Susurró con voz divertida. JiMin gruñó, pero ahora el sonrojo había llegado hasta sus orejas. TaeHyung rió aún más divertido por ello.
—Eso es mentira. —Gruñó. TaeHyung lo observó enarcando la ceja. —Te odio, Kim. —Masculló entre dientes. El rió divertido.
—Sí, sí, te creo, en serio. —Sonrió.
—Supongo que esto puede ayudarnos. —Mencionó JungKook serio mientras se sentaba en compañía de Jimin y Taehyung. Algunos libros fueron colocados en la mesa. —Saber los conceptos básicos es algo que YoonGi-hyung aprecia mucho.
—¿Qué más aprecia? —Preguntó TaeHyung mientras encendía su computador, JiMin ojeaba uno de los libros que el menor había dejado en la mesa.
—Pues básicamente, aprecia un buen trabajo. —Señaló el menor adoptando una postura seria. —Debemos respetar los márgenes, la ortografía y no quiere un copia y pega. —Con eso en mente, los tres se pusieron a trabajar en completo silencio, y por primera vez no había pelea alguna de por medio.
...
—Llegué. —Mencionó el rubio en voz alta mientras iba entrando al apartamento, frunció el ceño al ver dos pares de zapatos que no reconocía de ningún lado. — ¿JungKook? —Llamó alzando la voz.
—En la cocina hyung. —Respondió éste. YoonGi avanzó en silencio encontrándose con el menor comiendo kimchi en compañía de JiMin y TaeHyung. —Hyuuuuung. —JungKook lo llamó animado. —JiMin hace un kimchi igual de bueno que Jin-hyung. —Sonrió mientras seguía comiendo. El rubio arqueó la ceja confundido. — ¿Qué? Hicimos un pacto de que lo trataría con respeto mientras estuviéramos haciendo el trabajo juntos. —Mencionó con la boca llena de comida. —Además, cocina bien. —Comentó mientras seguía comiendo. Un carraspeó a su lado lo hizo voltear. JiMin estaba a su lado con un plato de comida.
—¿Quiere? —Preguntó. Por un momento pensó en negarse, Jin se había encargado de que comiera algo, pero nunca podría hacerle un desplante a JiMin. Asintió con una pequeña sonrisa, al menor le brillaban los ojos mientras le daba un lado junto con él en la pequeña mesita de la cocina.
—Buen provecho. —Susurró con una pequeña sonrisa. Después de comer se despidió de los menores alegando que no podía ayudarlos en nada, JungKook no protestó esta vez y pasaron algunas horas hasta que escuchó que tocaron su puerta.
—Hyung. —La voz de JungKook se escuchó desde afuera. —¿Puedes llevar a TaeHyung y JiMin? —Preguntó. —Se nos hizo un poco tarde. —El rubio desvió su mirada al reloj que reposaba en la mesa de noche. Eran pasada las once de la noche.
—Sí, espera un momento. —Se levantó con pereza y agarró las llaves de su carro que se encontraban en la pequeña mesita, cuando salió los menores esperaban fuera del apartamento. Observó a JungKook bostezar en el sofá cama.
—Les ofrecí que se quedaran, pero JiMin no aceptó dormir en el piso. —Mencionó como si nada. YoonGi rió divertido y salió cerrando la puerta.
—Espero no sea una molestia, hyung. —Habló el más alto de los tres mientras caminaban por el pasillo hasta el ascensor. YoonGi negó en silencio.
—No es una molestia. — Mencionó tranquilo. El viaje fue en completo silencio, los menores solo hablaban cuando tenían que indicar la dirección del lugar. Cuando llegó, se bajó en compañía de los menores, TaeHyung rió divertido y alegó que tenía algo importante que hacer dejando a Jimin completamente solo con el rubio.
—Hey. —Empezó JiMin, nervioso. —Y-Yo... —Titubeó antes de hablar. —¿Cómo estuvo tu día hyung? —YoonGi rió divertido negando. Estiró su mano para agarrar la pequeña mano de JiMin. Sonrió ante la notable diferencia.
—Muy bien, supongo. ¿Y tú? —Respondió viéndolo fijamente. JiMin tragó sonoramente esquivando la mirada. — ¿Me tienes miedo? —Preguntó.
—¡No! —Gritó sobresaltándolo. —Y-Yo, solo... —Rió nervioso. —Me alegra haberte visto nuevamente. Que tengas linda noche hyung. —Intentó huir, pero justo cuando intentó moverse YoonGi lo jaló hacia él quedando frente a frente.
—Así no se dan las buenas noches, JiMin. —Sus bocas se unieron en una fracción de segundo, JiMin gimió disfrutando del cómo la lengua del mayor entraba en su cavidad explorando todo a su alrededor. Se estremeció de pies a cabeza cuando YoonGi mordió sus labios, y con su mano tomó la nunca del mayor y lo acercó más a él. Las manos de YoonGi sobre su cintura no le resultaron ajenas, incluso, sentía que el toque era tan conocido para solo haberse visto una vez. Cuando se separaron, ambos estaban jadeantes mientras se miraban fijamente a los ojos. — Ahora sí. —Sonrió el rubio mientras revolvía los cabellos castaños del menor. —Ve a casa, pequeño. Buenas noches. —JiMin quiso quejarse, negarse a que se fuera, pero se separó muy a regañadientes. Vio al mayor meterse en su carro y lo despidió en silencio.
—¡Park Jimin! —Gritó alguien en la lejania. JiMin estaba dispuesto a pelear con TaeHyung cuando observó la cabellera roja observándolo cerca de la entrada. Sus mejillas se tornaron rojas inmediatamente.
—¡Hobi-hyung! —Chilló el menor avergonzado. El mayor rió.
—Anda. —Lo llamó para que ambos entraran al edificio, el menor avanzó en silencio. —Quién diría que mi pequeño mochi podía comerse a besos a alguien de esa forma.
—¡Hyuuuuuung! —Las risas de Hoseok se escucharon por todo el lugar.
Fin del capítulo n4.
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¡Muchas gracias por leer! Si la historia es de su agrado, no se vayan sin comentar y dejar sus votos, me alegrarían mucho, mucho.
Nota: Cuando hago referencia sobre Jin usando bragas, me refiero al conjunto de ropa entero, no me refiero a ropa interior. Por si acaso no tenemos los mismos términos.
—Marina Lightweight. ♡
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