[34]
Seis meses después.
El tiempo había pasado demasiado lento o por lo menos eso pensaba Jimin mientras sostenía entre sus manos un pequeño bolso con su ropa. Las vacaciones de la universidad habían empezado tan solo dos días atrás y él no había dudado en comprar un boleto hasta Busan.
Quería ver a sus padres y su hermano menor.
Quería intentar solucionar las cosas con ellos o por lo menos, sentirse en paz consigo mismo para poder dejar aquel sentimiento de rechazo atrás.
— ¡Jimin-ah! — El castaño frunció el ceño. Volteando hacía atrás observó quien venía y no se sorprendió al ver a Taehyung corriendo con un bolso igual de grande que el suyo.
— ¿Qué se supone que estás haciendo? — Inquirió curioso. Taehyung se detuvo frente al castaño sosteniéndose de sus rodillas mientras respiraba aceleradamente.
— No... Sabes... Cuanto corrí. — Susurró cansado mientras intentaba normalizar el ritmo de su respiración. — Agua.
— No tengo agua. — Respondió sinceramente Jimin mientras miraba con falso reproche a su mejor amigo. Tae siguió en la misma posición durante algunos minutos antes de levantarse y observar con cariño al mayor de ambos. — ¿Qué haces aquí? — El menor fingió dolor por la pregunta mientras se llevaba una mano al pecho, justo a la altura de su corazón.
— Me dueles Jimin-ah, me dueles. — Reprochó. — Voy a acompañarte. ¿Qué más crees que haría aquí? — Preguntó. Jimin negó.
— No será un viaje grato. — Taehyung se encogió de hombros.
— Por eso mismo estoy aquí, si necesitas llorar siempre estaré ahí para apoyarte. — Mencionó completamente serio el menor de ambos. Jimin sonrió completamente agradecido de haber coincidido en el mundo con alguien como Taehyung.
— Entonces vamos que el camino es largo. — Invitó el castaño tendiéndole la mano a Taehyung. Este sonrió divertido mientras tomaba la mano del mayor y avanzaban hasta el tren que saldría muy pronto con destino a Busan.
...
Jihyun frunció el ceño cuando vio a alguien demasiado similar a su hermano. Su mirada confundida fue del aparente desconocido hasta la puerta de su casa. Podía huir si pretendían secuestrarlo.
— ¡Park JiHyun ni se te ocurra salir corriendo! — El menor maldijo en voz baja mientras veía de nueva cuenta al aparente desconocido.
Después de todo si era Jimin y había adivinado sus intenciones.
— ¡Hyung! — Exclamó feliz el menor corriendo a los brazos del castaño. Jimin rió divertido mientras apretaba entre sus brazos el cálido cuerpo contrario. — Sabía que eras tú. — Aseguró. Jimin negó. No le creía nada al menor.
— Si claro. — Mencionó sarcásticamente.
— ¡Es en serio! — Protesto el menor. Jimin negó.
— Si no te llamo hubieses salido corriendo a la casa Jihyunnie-ah, te conozco como la palma de mi mano.
— De tu pequeñita mano sí, lo entiendo. — Jihyun rió ante la molestia del mayor y observó hacia los lados buscando algo. Jimin comprendió lo que el menor buscaba y negó en respuesta.
— No pienso quedarme mucho tiempo, solo vengo a hablar con papá y mamá. Luego me iré. — JiHyun asintió incómodo ante la tensión que reflejaba el cuerpo de su hermano. Separándose de este lo invitó a pasar a la pequeña pero cómoda casa.
Jimin sintió un golpe de nostalgia atacarlo con fuerza cuando entró de nueva cuenta a la casa de sus padres. Cada rincón de aquel lugar tenía grabado en su memoria un momento especial bien fuera con su mamá o con su papá. De niño solía esconderse detrás de la puerta para que su mamá no le diera verduras, incluso recordaba las pocas veces en la cual su padre se había sentado junto a él para ver comiquitas en el viejo televisor que aún reposaba en la mesa de la sala.
— Jihyun-ah, ¿ya acabaste tus deberes? Tu padre vendrá pronto y... — La voz de la mujer se detuvo al contemplar a la persona frente a ella. Jimin quiso ir hasta su madre y fundirse en un caloroso abrazo pero realmente él no sabía cómo sería recibido. — ¿Jimin-ah? — Cuestionó la mujer con duda mientras avanzaba hasta él. Jihyun se hizo a un lado mientras veía el encuentro entre su madre y su hermano. La mujer llevó su temblorosa mano al rostro del castaño en una sutil y delicada caricia, como si tuviera miedo de que al tocarlo desapareciera. Jimin se doblegó ante el toque cerrando los ojos. — Hijo, estás tan grande y bonito. — Mencionó sinceramente la mujer mientras sonreía. — Ese color de cabello te queda precioso. — Halagó llevando su mano al castaño cabello.
— H-Hola mamá. — Saludó sonriendo mientras sus manos y brazos temblaban. La mujer comprendió la postura del mayor de sus hijos y sin previo aviso arropó con sus brazos al castaño. Jimin se permitió llorar mientras escuchaba la voz de su madre decirle que lo había extrañado bastante. Jihyun no queriendo ser ajeno a aquel momento, se acercó a ellos y se fundió en aquel abrazo sintiendo el latir desesperado de su corazón por la auténtica felicidad que aquel simple acto provocaba en él.
— Viniste justo a tiempo, pondré la cena dentro de poco. — Jimin sonrió mientras sentía el beso en su frente. — ¿No estás cansado? Tu habitación sigue igual como la dejaste.
— Quizás con almohadas menos porque necesitaba unas. — Agregó JiHyun. La mujer rió rodando los ojos mientras veía al castaño. — ¿Dónde están tus maletas?
— No vine a quedarme. — Mencionó serio Jimin. — Vine a hablar contigo y con papá.
...
Jin suspiró cansado mientras se dejaba caer en el sofá. Su mirada recorrió el vacío apartamento y un puchero involuntario se dibujó en su rostro.
Se sentía solo.
YoonGi se había ido a Daegu apenas había salido del hospital y JungKook lo había seguido desde el primer día que salieron de vacaciones. Quizás él también debía ir con ellos y dejar que el tiempo lo hiciera aclarar todas las dudas que habían en su cabeza. Así que tomando su teléfono, marcó el número de YoonGi y esperó pacientemente hasta que este le contestara.
— ¿Pasa algo hyung? — La voz ronca de YoonGi hizo que el mayor riera mientras se alejaba el teléfono para ver la hora.
— ¿Estabas durmiendo? — Preguntó divertido el mayor. YoonGi gruñó en respuesta.
— ¿Llamaste para despertarme? — Cuestionó con molestia fingida el mayor.
— Háganme un lado en la casa de Daegu, voy a ir para allá. — La risa de YoonGi se escuchó por el auricular. Jin frunció el ceño. — ¿Qué pasa idiota? ¿No puedo ir con ustedes?
— ¿Nos extrañas? — Preguntó el mayor. — En realidad pensaba en regresar estos días, JungKook anda haciendo berrinche porque apenas llegó y yo ya me quiero regresar.
— ¿Extrañas a Jimin? — Preguntó el mayor de ambos. — ¿YoonGi?
— ¿Por qué haces esa pregunta sabiendo mi respuesta? — Una risa sin gracia se escuchó. — ¿C-Cómo está él?
— No lo sé. — Respondió sinceramente. — ¿Por qué no le preguntas tú?
— Jin. — Protestó el pálido. Jin negó.
— Ya pasó mucho tiempo YoonGi-ah, estoy seguro que él se alegraría con tan solo un mensaje de tu parte, solo piénsalo y espérame allá, aunque sea una semana más se quedaran en Daegu. — Protestó el mayor. YoonGi rió.
—Te esperaremos entonces.
...
El ambiente hogareño y cariñoso desapareció en el preciso momento que el padre de Jimin entró en la casa. Park Minhyuk frunció el ceño en el preciso momento que su mirada chocó con la del castaño.
— Llegó el artista. — Mencionó sarcásticamente tomando asiento en la mesa. Jihyun se concentró en observar su plato de comida mientras la madre de Jimin se tensaba ante el tono despectivo con el cual su esposo se había dirigido a su hijo mayor.
— Hola papá. — Saludó Jimin incómodo. El hombre le regaló una mirada de pocos amigos.
— Yo no tengo hijos como tú. — Gruñó el hombre. — Jihyun sube a tu habitación. — El menor observó con dolor a su hermano mayor antes de obedecer las palabras bruscas de su padre. — No entiendo que haces aquí, te dije que no tenías permitido volver.
— Minhyuk por favor. — Intercedió la mujer con dolor. — Jimin-ah...
— ¿Jimin-ah? — Gruñó el mayor. — Así se llamaba el hijo que tuvimos, este... — Mencionó despectivamente viendo a Jimin. — No es nada mío.
— ¡Ya basta! — Se quejó Jimin golpeando la mesa con molestia. El hombre le observó perplejo por su actuar pero poco le importó al castaño. — Ya he aguantado suficiente papá. — Mencionó secamente. — Te amo y eres una de las personas más importantes de mi vida, pero ya no quiero seguir aguantando lo mismo por más tiempo. — Gruñó. Su madre estuvo a punto de intervenir pero Jimin negó ante la acción de esta. — Soy gay. — Declaró. — Y me gusta el baile no los números como a ti, no soy como tú y nunca voy a ser como tú quieras, soy como yo quiero ser. — Espetó aquello mientras sentía un peso menos sobre sus hombros. Minhyuk estuvo a punto de protestar pero Jimin le interrumpió. — No dejaré que hagas pedazos el futuro de JiHyun por tus estúpidos sueños frustrados.
— Jimin. — Llamó la mujer. El castaño negó.
— Estoy feliz viviendo mi vida y no tengo porque dar explicaciones de con quien decido compartirla, más bien como padre deberías estar bien solo con el hecho de que yo soy feliz. — Comentó. — Estoy enamorado de un hombre magnifico. — Reconoció aquello con una sonrisa para desconcierto de su padre. — Me ama de la misma forma en que yo le amo a él. — He cometido errores también, eso no lo voy a negar. — Reconoció recordando aquel horrible video en donde había estado involucrado. — Pero no me dejé vencer por ello y sigo haciendo lo que me gusta.
— Tu hermano no será como tú. — Espetó con furia mal disimulada el hombre.
— Puede que tengas razón, quizás Jihyun no le gustan los hombres como a mí, pero no dejaré que marchites sus sueños anteponiendo los tuyos sobre los de él. — Gruñó señalándole. — Déjalo vivir su vida libremente.
— ¿Viniste a mi casa a regañarme? ¿Es eso? — Jimin negó ante el tono ofendido del mayor.
— Vine a esta casa a dejar el pasado atrás y sentirme bien conmigo por primera vez desde que dejé este lugar. — Sonrió sinceramente. — Nunca fui tan iluso en pensar que me apoyarías, solo estoy dando un paso para olvidar los malos recuerdos y vivir una vida plena.
— ¿Con el hombre que amas? — Inquirió burlón el mayor.
— Sí. — Respondió con firmeza. — Con el hombre que me hace feliz, con permiso. — Concluyó levantándose de la mesa.
— ¡Jimin espera! — Su madre salió corriendo detrás de él hasta alcanzarlo en la puerta. El castaño le vio con dolor.
— No estoy para reclamos mamá. — Susurró el castaño. La mujer negó.
— Sé feliz mi amor. — Sonrió sincera mientras veía a su hijo. Jimin parpadeó furiosamente para intentar contener las lágrimas que querían escapar de él. — Yo haré todo lo posible para que cuando tu hermano cumpla la mayoría de edad pueda vivir sus sueños y no los de su padre. — Prometió. — Tú júrame que serás feliz y algún día me presentaras a ese hombre que hizo latir tu corazón al ritmo del amor. — Jimin sonrió mirando a su madre y abrazándola por última instancia en aquella noche.
— Te lo prometo mamá. — Aseguró pensando en YoonGi y el tiempo que habían permanecido lejos. — Despídeme de Jihyun por favor.
...
Cuando Jimin llegó al hotel no se sorprendió de ver a Taehyung durmiendo a pierna suelta en el sofá. Negando para sí mismo fue hasta la habitación de la cual sacó un par de mantas para cubrir al menor durante el tiempo que este durmiera en la sala.
Con paso lento entró en la habitación y se dejó caer en la cama, un suspiro escapó de él mientras contemplaba el blanco techo de la habitación.
Habían pasado seis largos meses sin saber de YoonGi.
— Conociste a tu amor verdadero pero al igual que un tiempo atrás, no podrás tenerlo. — Susurró aquellas palabras que le había dicho aquella mujer. Un pequeño sentimiento de dolor se instaló en su pecho.
¿Lo había perdido realmente?
Dándose la vuelta en la cama intentó cerrar los ojos para dormir pero el sonido de su teléfono lo interrumpió. Quiso ignorarlo por un segundo pero con fastidio decidió contestar sin ver quien era.
— ¿Quién habla? — Preguntó sin ánimos. El silencio fue su única respuesta. — ¿Para qué llama si no va a hablar? — Cuestionó fastidiado.
— Jimin-ah. — El castaño se levantó de la cama casi de un salto mientras se alejaba el teléfono para constatar de quien se trataba.
— ¿YoonGi-hyung? — Preguntó. — ¿En serio eres tú?
— ¿Cómo estás? — Fue la pregunta que recibió Jimin. El castaño se relamió los labios antes de responder.
— V-Vine a casa, enfrenté a papá. — Respondió en un susurro. — Estoy de vacaciones y... — YoonGi le interrumpió.
— ¿Cómo fue todo? ¿Estás bien? — Inquirió preocupado el mayor. Jimin sonrió sintiendo la preocupación por parte del contrario.
— Todo está bien hyung, me siento mejor ahora. — Suspiró sinceramente. Una risa ronca se escuchó por parte del contrario y Jimin maldijo el sentirse como una colegiala cuando YoonGi reía.
— Te extraño. — Aquello lo desestabilizó por completo. — Mucho.
— También te extraño hyung. — Respondió. — T-tú... ¿Vas a volver?
— ¿Quieres verme? — Inquirió el pálido. Jimin rió.
— Te amo. Obvio que quiero verte. — Respondió. El silencio se adueñó de la conversación por un momento. — ¿Acaso tú no? — Cuestionó con temor palpable en su tono de voz.
— Te amo igual Jimin-ah. Eso tú lo sabes. — Respondió el mayor.
— Lo sé. — Sonrió. — Gracias por llamar.
— A ti por responder. — Mencionó el pálido. — Cuando quieras verme, mira las estrellas, los dos estamos bajo el mismo firmamento intentando encontrarnos, un día estaremos frente a frente otra vez Jimin-ah, ese día volveremos a ser tú y yo. — Prometió seguro de sus palabras. Jimin asintió.
— Entonces miraré a las estrellas hasta que llegues a mí. — Concluyó con una sonrisa.
...
¡Hola!
Ando toda sentimental porque estoy finalizando Hunter y esto hace a mi corazón sensible. Nunca pensé que llegaría tan lejos con este fanfic realmente.
Muchas gracias por el cariño que le han dado, reconozco que se me fueron varios errores en redacción los cuales estaré solucionando prontamente termine la historia, lo que quiere decir que posiblemente la mande a borradores y la vaya posteando según vaya corrigiendo nuevamente.
Aunque también puede que vaya corrigiendo poco a poco y la deje sin meter en borradores, luego ya veré cuando llegue el día.
Nos leemos en una próxima oportunidad, realmente espero que no se me fuera ningún error, pero acá soy medio ciega así que posiblemente algo se me escaparía.
Bye-bye!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro