Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[30]

"El que lucha con monstruos debe tener cuidado para no resultar él un monstruo. Y si mucho miras a un abismo, el abismo concluirá por mirar dentro de ti"

— Nietzsche.

YoonGi se despertó de forma abrupta mientras sentía un dolor de cabeza palpitante, su mirada se detuvo en un solo lugar mientras sus manos temblorosas veían con dolor el cuerpo inerte tirado en el piso.

— Jimin-ah. — Llamó con un atisbo de esperanza mientras se acercaba lentamente al cuerpo del menor. — Perdóname. — Mencionó con dolor mientras su mano cubierta de sangre se dirigía al rostro del castaño. — Si nunca me hubiese fijado en ti, esto no estaría pasando y tú seguirías vivo lejos de mí y mi podrido mundo.

Una risa femenina se escuchó por el lugar y YoonGi se tensó volteando de forma inmediata hacia el cuerpo de su madre. La mujer tenía una expresión de terror en su rostro mientras sus ojos se encontraban completamente abiertos. — ¿Mamá? — Cuestionó mientras se levantaba del piso y observaba con mejor detalle el lugar.

El olor a sangre predominaba en el ambiente mientras que no muy lejos de él se encontraban varios cuerpos de algunos miembros del consejo. Su mirada se vio borrosa por un momento mientras una sonrisa de satisfacción adornó su cincelado rostro en un gesto de superioridad. Sin embargo, tan rápido como el pensamiento abarcó su mente nublándola de un extraño deseo de percibir más, su conciencia se activó sintiéndose horrorizado de sus propios pensamientos. ¿Por qué estaba viendo belleza en la muerte y no en la vida? Una vez más la risa volvió a escucharse en aquel vacío lugar mientras gota a gota la lluvia empezaba a descender con fuerza sobre él.

— ¿Quién está ahí? — Cuestionó observando de lado a lado mientras un sentimiento de incomodidad se albergaba en su interior con fuerza. Se sentía vigilado y aquello no era para nada divertido dadas las situaciones en las cuales se encontraban.

— Déjalo salir otra vez. — Una suave voz femenina se escuchó con claridad detrás de él. YoonGi brincó del susto mientras se daba vuelta de forma abrupta encontrándose con el rostro fino de una mujer. — Déjalo salir. — Susurró de nueva cuenta mientras veía fijamente al menor de ambos y una sonrisa divertida adornaba su rostro.

— ¿A quién? — Cuestionó confundido mientras su ceño se fruncía.

— Deja libre a YoonSuk. — Ordenó esta vez mientras la lluvia tomaba más intensidad y una espesa neblina los rodeaba. — Déjalo venir a mí.


...

El sonido de un trueno impactó con furia en el firmamento mientras la lluvia caía con violencia. JungKook observó con desconfianza aquello mientras Jin se mantenía al lado del cuerpo sin vida alguna de Irene.

— Está lloviendo. — Mencionó JungKook con obviedad. — No es una lluvia normal.

— Hay alguien más aquí entre nosotros. — Susurró Jin mientras sentía lo mismo que el menor. — ¿Qué te dio Irene? — JungKook parpadeó confundido. — ¿Qué tienes que hacer? — El menor se dejó caer en el piso mientras revisaba el pequeño bolso que la pelinegra le había otorgado con anterioridad, de este cayó una carta que el menor no tardó en tomar en sus manos. JungKook le dio una última mirada a su hermano mayor antes de abrir el improvisado sobre y leer su contenido.

JungKook-ah, si estás leyendo esto ahora es porque las cosas no salieron como pensé que saldrían y ahora no estoy con ustedes. Hubieron muchas cosas que no te pude decir ni explicar y lo lamento mucho, pero confío en ti y en lo inteligente que eres para poder llevar a cabo esta tarea tan importante. Si vas por YoonGi ahora, debes ser consciente que él ya no es más YoonGi, o por lo menos no el YoonGi que tú y yo conocemos. La luna roja profetiza muchas cosas JungKook-ah, pero sobretodo trae de vuelta al único cazador que hemos conocido como el más poderoso.

Esto es un mismo patrón que se ha cumplido siglo tras siglo, la luna roja trae muerte y miseria, es cuando nuestros instintos que hemos luchado por aplacar se desbordan y solo queremos matar sin contemplación alguna, es cuando él nace nuevamente por medio de la transmutación y ve sin obstáculo alguno los ojos de su madre original. No hay retorno alguno Jungkook, YoonSuk ha tomado lugar nuevamente en nuestras vidas y él no lo dejará hasta que la sangre de miles se derrame.

Hace mucho tiempo hablaban del vínculo más puro y de la profecía del tercer hijo, cuando nacen tres hijos en una familia poderosa, uno es la base como Jin, otro es el de linaje puro como YoonGi y el último es el contenedor como tú. ¿Recuerdas cuando corrías con miedo porque creías que te raptarían como todos los terceros hijos que nacieron en el tiempo del emperador? Los terceros hijos eran el impedimento para que YoonSuk se encontrará con JiEun, por ello uno a uno fueron muriendo. Tú y YoonGi son parte de un mismo ser, es como si hubiesen sido separados al nacer, por ello tú eres quien puede hacer que YoonGi regrese y doblegue a YoonSuk.

Corta por la mitad la espada que te dieron que de forma a un pequeño puñal, lleva tus flechas y atrapa al cazador, tú sabrás como lo tienes que hacer. No temas ante nada y no mires sus ojos cuando aún sea YoonSuk. El emperador tenía poder suficiente para matarte con una sola mirada y como JiEun, solía alimentarse del miedo que causaba a las personas. No creas en él, disfruta de la mentira y el engaño. YoonSuk no es como lo pintaron tantas veces los maestros, es un ser que fue consumido por la oscuridad hace mucho tiempo.

YoonGi va a morir, JungKook y es tiempo de que lo aceptes. Esto me duele igual que a ti, pero tengo que ser honesta contigo. Sin embargo, hay una forma para que puedan encontrarse nuevamente ustedes tres, con la sangre de YoonGi, la tuya y la de SeokJin, vas a invocar al ente más cercano y vas a ofrecer algo por una nueva vida.

No dudes, los entes son fácilmente irritables y se molestan con rapidez. Cuando llegué ese momento, repite las palabras que estoy dejando en lo último.

Tú puedes hacerlo.

Irene.

SeokJin y JungKook se observaron en silencio mientras el menor apretaba la carta entre sus manos. El menor observó con recelo la espada que estaba envuelta con una suave tela carmesí y sin pensarlo demasiado se levantó y tomó de ella.

— JungKook. — Mencionó SeokJin levantándose de forma abrupta mientras veía a su hermano menor tomar las flechas y empezar a caminar. — ¡JungKook! ¿Qué estás haciendo?

— Lo que tengo que hacer. — Respondió sin más mientras canalizaba toda su fuerza en la mitad de la espada. La sangre empezó a correr libremente de su mano mientras el sonido de algo quebrándose se hacía presente en aquella sala.

— JungKook. — SeokJin llamó pero el menor negó mientras una mueca de dolor se dibujaba en su rostro. La espada cayó al piso siendo una versión más pequeña que la original mientras su punta se encontraba impregnada de sangre.

— Ven a buscarme después de que consigas un lugar en donde enterrar a Irene-noona. — Susurró el menor viendo por última vez el cuerpo sin vida de su cuñada. — Iré por YoonGi.

.

JungKook se detuvo de forma abrupta ante la imagen frente a él. YoonGi estaba tirado en el piso mientras sus manos estaban cubiertas por sangre y de su boca un hilo de sangre descendía. Su mirada se paseó por el lugar encontrándose con el cuerpo de Chaerin en una esquina y no muy lejos de éste, el cuerpo de quien había reconocido como Jimin. Su mirada sin emoción alguna se desvió de nueva cuenta hacia el pálido mientras escuchaba la risa sin gracia que de éste salía.

— Hola hermanito. — Saludó el pálido en tono burlón. JungKook negó.

— Tú no eres mi hermano ni tenemos relación alguna. — Cortó serio mientras mantenía su actitud desafiante ante la persona frente a él.

— En eso te equivocas porque si tenemos algo en común, eres tan malo como yo, pequeño JungKook-ssi. — La voz de YoonGi era diferente, JungKook podía apostar que era dos tonos más baja y ronca mientras que su risa aturdía. — Te da dolor la muerte de tu madre pero la del pobre chico humano que se cruzó en tu camino te es agradable. — Susurró aquellas palabras mientras se sentaba de cuclillas y observaba al menor. JungKook en ningún momento le observó. — ¡Vaya! te han dicho sobre lo que hago. — Comentó divertido mientras con una de sus manos limpiaba el hilo de sangre que brotaba de sus labios y luego la saboreaba. — ¿No quieres probar la sangre de tu mamá? Tiene buen sabor. — Rió divertido mientras se levantaba de su lugar. — ¿O la del chico humano? — Cuestionó. — Es dulce, tu hermano tenía buen gusto.

— Devuélveme a YoonGi. — Espetó con furia el menor de ambos.

— ¿Te gusta que Jimin-ssi esté muerto? — Preguntó el pálido observando al menor con diversión. La lluvia que parecía haber cesado volvió a impactar con fuerza mientras un viento frío se hacía presente en el ambiente. — Murió el causante de la desdicha de tu hermano, es obvio que te alegra, te gusta que sufriera, que la cacería que le dieron mis seguidores desgarrara sus sueños mientras todos tomaban de su sangre. — Comentó burlón con un atisbo de maldad brillando en su fría mirada. — Dilo. — Susurró en falso tono amable.

— Devuélveme a YoonGi. — Ordenó el menor mientras tomaba el arco y lo preparaba con una flecha. El pálido rió mientras desaparecía de la vista de éste. JungKook se dio vuelta de lado a lado tratando de identificar el lugar en donde pudiera estar el mayor.

— Te lo daré si vienes a mí. — Susurró fríamente a su lado. JungKook se dio la vuelta encontrándose con la misma nada mientras un hilo de sangre descendía por el lado izquierdo de su cara. — YoonGi es malo, pequeño niño. Si su corazón no hubiese sido oscuro como el mío, la transmutación no hubiese resultado. — Se escuchó la voz por el bosque, JungKook cerró los ojos mientras intentaba rastrear al mayor.

— Mentira. — Susurró con fervor el menor. — Tú eres el malo, YoonGi no haría lo que tú haces.

— ¿Por qué no? ¿A caso lo conoces? — Susurró el mayor de nueva cuenta a su lado. JungKook cayó al suelo sintiendo el golpe en una de sus piernas. Un grito de dolor salió de él mientras la risa para nada divertida del pálido se escuchaba. — Escucha esto. — De alguna forma el bosque se llenó del grito inconfundible de terror de muchas personas. — La gente muere en mi nombre. — Sonrió apareciendo frente al menor. — Un canto indudable a la muerte hecha persona. Ante ellos, yo soy YoonGi y lo seguiré siendo por mucho tiempo. — Gruñó apareciendo frente al menor y tomando bruscamente el rostro de éste. JungKook apretó los ojos mientras su mano se escabullía hacia el lugar en donde había guardado lo que había quedado de la espada. — Abre tus malditos ojos. — Demandó con furia.

— YoonGi, ¿estás ahí?

— No está, estoy yo. — Respondió divertido mientras sentía el miedo del menor emanar con libertad. — Estoy yo, estoy yo, solo yo. — La risa divertida del hombre frente a él inundó de miedo al menor. — Pude venir a ustedes como la transmutación más perfecta durante siglos. — Sonrió. — Chaerin-ah lo hizo tan bien, estoy tan agradecido que podría visitarla en el infierno solo para burlarme en su cara por su estupidez.

— YoonGi. — Susurró el menor mientras sentía algo jalar dentro de él, como si un lazo estuviera tensándose en su interior. — ¡YoonGi regresa ahora! — Gritó con fuerza mientras sentía una estabilidad en su ser. El agarre brusco en su rostro cesó por un tiempo. JungKook abrió los ojos temeroso mientras enfocaba su vista al hombre frente a él.

Sin duda alguna era él.

— T-Tienes que hacerlo ahora. — Susurró YoonGi con la voz rota mientras las lágrimas caían libremente por su rostro. JungKook titubeó mientras negaba.

— N-No lo haré. — Mencionó en voz baja con la voz rota producto del dolor.

— JungKook. — Mencionó el pálido mientras llevaba sus manos hacia la del menor y la direccionaba hacia él. — Hazlo ahora o él te matará a ti y a Jin.

— N-No. — Negó JungKook viendo con desesperación hacia los lados. — Y-Yo no... — YoonGi sonrió por última vez mientras sentía el dolor de cabeza volver a impactar con fuerza en él.

— Te quiero JungKook. — El menor cerró los ojos con fuerza mientras sentía el momento exacto en el cual el improvisado puñal atravesaba con fuerza el pecho de su hermano. YoonGi le observó fijamente con una sonrisa efímera en su rostro mientras la sangre empezaba a salir de sus labios sin filtro alguno. El menor soltó el agarre en la empuñadura y el cuerpo del pálido cayó sin retorno alguno al suelo. JungKook observó fijamente a la nada, perdido en la inmensidad de todo lo que había pasado mientras la lluvia cesaba y el sonido atormentador de los gritos ajenos a ellos se acababa.

Sin embargo, de nueva cuenta el bosque volvió a llenarse de gritos, un JungKook totalmente destrozado se escuchó por todo el lugar mientras este caía encima de quien había sido su hermano.

.

JungKook avanzó sin rumbo fijo mientras sentía y escuchaba el correr desesperado de varias personas a su alrededor. Su mirada se encontraba nublada por las lágrimas mientras sus manos rojizas temblaban sin control alguno.

— ¿JungKook? — La voz de Taehyung se escuchó a pocos pasos de él. El menor parpadeó confundido mientras veía con dolor al mayor de ambos. — ¿J-JungKook? ¿Quieres pasar? — Mencionó con temor mientras abría la puerta, por algún motivo ninguno de los que parecía matar por diversión llegaban hasta él y su madre. — ¿Has visto a Jimin? — Preguntó. JungKook se tensó en su lugar mientras se dejaba caer al suelo y las lágrimas caían de nueva cuenta. — ¡JungKook! ¡Solo dime que pasa! — Exclamó Taehyung preocupado mientras veía a JungKook tirado en el piso frente a él llorando sin consuelo alguno. — ¡JungKook! — Volvió a llamar desesperado.

— Perdóname. — Susurró con la voz rota por el llanto. — Taehyung, perdónanos.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué debo perdonarte? — Gritó alterado mientras no encontraba la forma de hacer que el pelinegro se calmara. — Todo va a estar bien te lo prometo. — Intentó calmarlo mientras se tiraba al suelo junto JungKook y lo aferraba en sus brazos. — Tranquilo.

— No pude salvarlos. — Susurró. — Perdóname Tae por favor. — Tae frunció el ceño mientras veía a JungKook levantarse. — Cuando falten 10 segundos para que el sol aparezca, ven al bosque. — Susurró para luego desaparecer de la vista del mayor.

.

SeokJin observó con dolor el cuerpo de YoonGi en el piso mientras JungKook se mantenía al lado de este como si estuviera esperando a que despertara.

— ¿Vendrán a buscarlo? — Cuestionó mientras desviaba su mirada hacia Jimin. JungKook asintió mientras que tomaba la misma daga que había atravesado a YoonGi en sus manos y profería un corte simétrico en todas sus partes sobre la palma derecha de su mano. — ¿Qué estás haciendo?

— Haz un corte simétrico en tu mano derecha y ponla en el pecho de hyung. — Susurró sin emoción alguna mientras veía hacia el firmamento. El azul oscuro iba desapareciendo poco a poco. — El sol vendrá dentro de poco y estamos perdiendo el tiempo.

— ¿Qué pasa? — Inquirió el mayor mientras obedecía al menor. — ¿JungKook?

— Cierra los ojos y no hables, haré lo que dijo Irene-noona. — Mencionó serio mientras colocaba su mano en el pecho del pálido. — La luna brilla aún pero tu despertar es cuando el sol brilla, tú que estás aquí escuchando mi dolor, tú que también estás en el medio de nosotros, arriba y abajo, en el tiempo medio de la vida y la muerte, contaré hasta diez para que brilles como lo hace la estrella más grande y eclipses este momento en donde te pido que tomes lo que quieras de nosotros pero nos permitas volver con YoonGi una vez más. — JungKook observó con fiereza al firmamento mientras empezaba a contar. — Uno. — Susurró en voz baja mientras sentía un escalofrío recorrerle de arriba abajo. — Dos, tres. — SeokJin sintió algo removerse a su lado y luchó por no salir corriendo. — cuatro, cinco, seis. — Un viento frío se hizo presente mientras ambos se encontraban presionando sus manos en el pecho del pálido. — Siete, ocho, nueve. — JungKook suspiró mientras abría los ojos. — Diez. — El brillo destellante de un rayo iluminó el firmamento mientras frente a él, una elegante mujer de cabellera negra y lacia le veía con interés en sus llamativos ojos ambarinos.

— ¿Qué tienes para mi pequeño cazador si cumplo lo que tanto pide tu corazón? — Cuestionó en un tono amable mientras su mirada fría escaneaba el lugar y veía el escenario. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras reconocía aquello. — YoonSuk otra vez.

— D-déjame... — La mirada molesta de la mujer recayó en JungKook y el menor quiso retroceder en su lugar ante la intensidad reflejada en aquellos ojos. — Tú eres la diosa que guía a las almas al pronto renacer, quiero volver a vivir mi vida con mis hermanos.

— Para ello debes renunciar a algo que quieras. — Sonrió la mujer divertida mientras veía el cielo aclararse con rapidez. Sus manos frías se colocaron encima de las de JungKook y Jin mientras sus ojos cambiaban a un frío azul.

— No hay problema, lo haré. — Mencionó seguro JungKook mientras pensaba en Taehyung. — Haré lo que sea. — La ferocidad en la mirada del menor pareció convencer a la mujer quien asintió completamente a gusto mientras se acercaba a ambos hombres.

— Lo que una vez se rompió, volverá a unirse bajo los rayos del sol quien lo cura todo con su calor y purifica al mismo tiempo. — Susurró. — Tres hilos fueron rotos y tres hilos restituiré, sin embargo... La carga pesada de un pasado horrible cargaran como un recordatorio eterno de lo que es, lo que son y lo que serán por el resto de sus vidas mientras vivan en este bucle eterno al cual llamamos mundo. — Mencionó seria. — Todo será borrado, todo lo que atente con traer de vuelta a quien ya no se quiere, no hay profecía ni maldiciones, pero por si algún motivo el pasado oscuro es traído al presente que les toque vivir, no habrá nadie que pueda impedir que lo mismo que pasó hoy vuelva a suceder. — La mujer soltó el agarre mientras veía a ambos hombres frente a ella. — Van a morir hoy. — Decretó. — Volverán a ser polvo cuando el sol brille y esto será sellado.

— ¿Solo nosotros sabremos de esto? — Inquirió SeokJin asustado ante la fuerza en la mirada de la mujer.

— Ustedes y la mujer que murió, la que te dio el tratado. — Mencionó viendo a JungKook. — Irene-ssi habló conmigo dos noches atrás.

— ¿Viviremos otra vez? — La mujer asintió mientras veía el cielo despejarse. — ¿Cuándo? — JungKook insistió.

— Después de que todo el mal acabe, un día volverán las piezas a su lugar.

.

Taehyung cayó al piso mientras veía lo que parecía ser el cuerpo de Jimin. Sus manos temblaban con violencia mientras su mirada se paseaba de lado a lado enfocándose en JungKook. El menor desvió la mirada y aquello pareció haber despertado la furia en el mayor de ambos quien no fue del todo consciente de lo que decía.

— ¿Qué mierda hiciste? — Inquirió con dolor en su tono de voz mientras veía al menor de ambos. — ¿JungKook que mierda hicieron tú y tu familia? — Gritó con dolor mientras escuchaba el llanto lastimero de JungKook. SeokJin se mantuvo a distancia de ambos mientras veía el cielo aclararse.

— Solo hice lo que tenía que hacer, ahora debo irme.

— ¿Irte? — Inquirió furioso mientras señalaba al menor. — Tú vas a pagar por esto. — JungKook sonrió al ver los primeros rayos del sol dibujar el cielo. — Les diré a todos que...

— Lo siento mucho hyung. — Susurró en voz baja interrumpiendo al mayor de ambos. — No volverá a pasar. — Prometió mientras el sol brillaba con intensidad en aquel escondido lugar y tanto JungKook como Jin y el cuerpo de YoonGi se volvían polvo frente a Taehyung.


...

Jimin despertó alterado mientras sentía el latir desesperado de su corazón. Tanto SeokJin como JungKook y YoonGi observaron el momento exacto en el que el castaño se retraía en su mundo para luego mirarles con algo parecido al miedo y terror.

— Jimin. — Llamó YoonGi. El menor se tensó ante aquella voz mientras negaba. — Jimin-ah. — YoonGi intentó acercarse pero el grito de éste lo detuvo en su lugar.

— ¡No te acerques! — Jimin le observó fijamente mientras sentía sus manos temblar. — A-Aléjate de mí.

— J-Jimin-ah, t-tenemos que hablar.

— No hay nada de qué hablar. — Mencionó el castaño mientras intentaba levantarse de la cama en donde había estado acostado. — Tú y tu familia son unos locos. — Rió el menor mientras las lágrimas descendían libremente por su rostro. — T-Tú, ¿Cuántas veces te pregunté si alguna vez nos habíamos visto? — Cuestionó con dolor mientras observaba al pálido. — Me mentiste.

— Las cosas no son así. — Intentó aclarar YoonGi mientras era víctima de las mirada molesta del castaño. — Si me dejas.

— ¿Si te dejo qué? — Rió en medio de la pregunta el castaño mientras retrocedía en su lugar. — Eres un mentiroso, tú y tu familia. — Mencionó aquello de forma irracional, siendo completamente dominado por la fuerza de todo lo que había visto mediante sus sueños. — ¿Tú siquiera estás enamorado de mi o del Jimin que vi en sueños? — JungKook intentó hablar pero SeokJin lo jaló en su lugar mientras le veía seriamente dándole a entender que aquello no era tema de ellos dos.

— Estoy seguro que estoy enamorado de ti, de la misma forma que pude haber estado enamorado de la primera versión que conocí de ti, incluso más. — Mencionó con sinceridad el pálido. Jimin negó mientras veía con dolor al mayor.

— Yo no estoy seguro de sentir lo mismo por ti, no ahora. — Susurró el castaño mientras desviaba la mirada. — Eras un ser tan horrible, tan... — Jimin calló mientras negaba. — Eras un asesino, tú y todos ellos.

— Jimin-ah. — YoonGi intentó de nueva cuenta acercarse. El castaño negó y aquello pareció enfurecer a JungKook quien importándole muy poco el agarre que pudiera tener Jin sobre él, se levantó bruscamente.

— ¡Tú no sabes nada! — Exclamó con furia el menor. — Eres la misma maldita persona que dañó la vida de mi hermano.

— ¡JungKook! — Gritó SeokJin.

— ¿Yo soy la maldita persona? — Inquirió con molestia el castaño mientras veía con furia a JungKook. — ¡Ustedes son las malditas personas que se cruzaron en mi puta vida! — Exclamó molesto mientras señalaba al menor y luego su mirada se dirigía al pálido. — Ojala nunca te hubiese conocido. — Mencionó dolido el castaño. YoonGi asintió ante aquello mientras salía de la habitación en completo silencio.

— ¡Tú maldito idiota! — Exclamó JungKook lanzándose encima del castaño. SeokJin simplemente se dejó caer en el suelo mientras veía con terror todo lo que estaba pasando.

Quizás nunca debió buscar a Jimin.


...

YoonGi vagó por los pasillos del hotel mientras su mirada se encontraba perdida. El pálido no estaba consciente de la atención que estaba llamando, solo podía sentir el dolor que se había incrustado con fuerza en su corazón mientras recordaba todo lo que Jimin le había dicho.

Lo había perdido y eso dolía horriblemente.

— Profesor Min, ¿le pasa algo? — DaHyun observó confundida al mayor quien parecía no estar consciente del todo de sus acciones. La gente a su alrededor les observaba con duda mientras YoonGi caminaba sin rumbo fijo hacia la salida del hotel en donde habían decidido hospedarse. — ¿Profesor? — Inquirió con duda mientras veía como el pálido salía del lugar sin dirigirle la mirada en ningún momento.

YoonGi subió a uno de los carros que SeokJin había pedido para el desplazamiento de ambos por la ciudad, su mirada seguía siendo carente de alguna emoción mientras las últimas palabras de Jimin daban vuelta en su cabeza.

— Ojala nunca te hubiese conocido. — Susurró con dolor las mismas palabras de Jimin mientras las lágrimas salían libremente y encendía el carro para salir del lugar. Las solitarias y oscuras calles de Busan atravesaron su campo visual mientras el silencio le acompañaba como un frío recordatorio de que nada volvería a ser lo mismo.

Mamá siempre tiene la razón, YoonGi-ah.

El pálido parpadeó confuso mientras detenía el carro de forma abrupta en medio de la solitaria calle. Un rápido vistazo le sirvió para darse cuenta que seguía solo. Arrancando nuevamente intentó encender la radio para despejar su mente, sin embargo una voz femenina seguía estando presente.

Nunca escuchas la voz de la razón y terminas así, solo y destrozado como un niño pequeño.

La luna brillaba en el firmamento con fuerza mientras una extraña neblina dificultaba la vista del pálido. La risa femenina se escuchó con fuerza y YoonGi agarró con fuerza el volante.

Te lo dije, vendría por ti cuando las memorias renacieran y la luna brillara fuerte en el firmamento.

Ahora solo tienes que venir a mí.

— ¿M-Mamá? — Preguntó confundido cuando su mirada enfocó en el medio de la carretera a quien alguna vez había sido su madre. Chaerin le sonrió divertida mientras alzaba su mano en forma de saludo. YoonGi intentó detenerse pero el pánico que le hacía sentir la mujer frente a él fue más fuerte que cualquier cosa.

Solo fue cuestión de tiempo para que el carro perdiera el control en medio de la nada bajo el furioso brillo lunar.

...

Irene condujo con miedo por las solitarias calles mientras un inexplicable sentimiento de pérdida tomaba rienda de sus acciones. Había algo en el ambiente que le hacía sentir una extraña pesadez y lo que pensó haber superado con éxito, aparecía ante ella como aquella vez cuando la luna brilló de la misma forma que esa noche.

Su ceño se frunció cuando su mirada captó un carro estrellado a pocos metros de distancia de ella. Deteniéndose en el momento y llamando a la ambulancia más cercana para que vinieran al rescate de quien fuera que tuvo el accidente, cuando la llamada finalizó su primer pensamiento fue seguir hacia su destino. Tenía que ir con Jin y ayudarlo como pudiera a que nada se supiera, el pasado no tenía que volver por nada del mundo. Sin embargo, un impulso la hizo bajarse del carro e ir hasta donde podía ver de quien se trataba.

— ¿Puede oírme? — Preguntó acercándose con temor. Un escalofrío la recorrió de arriba abajo mientras veía la persona que estaba atrapada en el carro. — N-No. — Susurró con la voz rota mientras corría hasta la puerta del carro e intentaba abrirla. — Y-YoonGi-ah. — Llamó con desesperación mientras intentaba con todas sus fuerzas. — ¡YoonGi, vamos escúchame! — Gritó mientras el llanto se hacía presente. — No puedes irte otra vez.

— ¿Quién dice que no? — Irene se soltó bruscamente del carro mientras veía el alrededor. No había nadie pero la pelinegra podía sentir la presencia de alguien que parecía sentirse feliz de lo que estaba pasando. — Irene-ah. — La pelinegra cayó al piso sintiendo el miedo correr sus venas. — Recuérdalo siempre, la luna brilla para el cazador. — Susurró fríamente Chaerin mientras aparecía frente a Irene y la veía fijamente.

...

SeokJin suspiró cansado mientras mantenía bajo presión el cuerpo de JungKook. Tanto su hermano menor como Jimin se habían agarrado a golpes y si no hubiese sido por la aparición de Taehyung y un chico llamado Hoseok, quizás nunca los hubiera separado.

— Eres un maldito infeliz. — Susurró JungKook con dolor mientras sentía la presión que ejercía Jin sobre él. Su mirada observó a Jimin con furia mientras este esquivaba su mirada.

— Yo creo que no es momento para esto. — Sugirió Taehyung con molestia mientras veía el rostro golpeado de su mejor amigo. — Después nos explicaran que mierda pasó aquí y todo lo que esconden. — Su mirada esta vez se dirigió a JungKook.

— No hay nada que explicar así que no te metas. — Mencionó éste con molestia. Jin intentó intervenir antes de que una nueva pelea iniciara pero su teléfono sonó interrumpiéndolo en el acto. El mayor frunció el ceño al no reconocer el número pero contestó de igual forma.

— ¿Sí? — Inquirió dudoso.

— ¿Es usted familiar de Min YoonGi? — Jin se tensó ante aquella voz. JungKook observó al mayor con duda mientras la palidez se hacía presente el rostro del mayor.

— ¿Hyung? — Preguntó el menor dudoso mientras se movía para intentar escuchar lo que le decían. — ¿Jin?

— ¿Señor sigue ahí? — El mayor asintió con temor mientras veía a JungKook.

— Sí, soy familiar de Min YoonGi. — Susurró aquello llamando la atención de los presentes en aquella habitación.

— El joven Min ha tenido un accidente, está siendo llevado al hospital más cercano la dirección es... — Y con eso último dicho el teléfono del mayor cayó al piso mientras este se levantaba de forma abrupta y salía de la habitación. JungKook tembló en su lugar mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

— ¿Qué pasa JungKook? — Taehyung preguntó sintiendo la incomodidad en el cuerpo de su mejor amigo. — ¿JungKook?

— N-No p-puede ser. — Susurró con la voz temblorosa mientras se levantaba del lugar en donde Jin lo había mantenido.

— ¿JungKook que pasa? — Preguntó Taehyung con miedo al ver la expresión en el rostro del menor. Jimin se tensó cuando la mirada del menor reposó en él. Sin embargo éste no dijo nada y salió de la habitación con la misma rapidez que Jin lo había hecho.

YoonGi no podía morir.


Fin.🌕

Ah no, ¡Hola!🌔

Segunda actualización de mes y si, final de arco de Hunter.

Este arco lleva por nombre: Memorias. 🌕

Sé que pueden tener muchas preguntas y pueden hacerlas libremente que yo las responderé. Sin embargo, creo que lo más confuso es lo que explicaré ahora:

YoonSuk no era bueno, si alguien lo pensaba pues lamento romper sus teorías. Por algo SeokRa y JaeSun le tenían miedo. Quien apareció cuando YoonGi despertó por primera vez siendo él, fue JiEun. Al no estar JungKook junto YoonGi, no había un lazo puro que interviniera en la representación espiritual de la madre originaria de todos ellos.

JungKook por su parte, siempre fue la clave para mantener a raya a YoonSuk, pues este al ser más cercano que Jin, podía establecer una especie de lazo con su hermano y por ello fue que YoonGi regresó y pudieron matar al cuerpo que se había dado a YoonSuk.

¿Quién trajo de vuelta a Chaerin? Lo hizo Jimin. Lamentablemente la sed de saber en el castaño atrajo lo que tanto temían los hermanos Min e Irene. Cuando JungKook hace el pacto con el ente que le respondió a su llamado, éste le dice claramente que el pasado no tenía que ser llevado al presente en el cual vivieran porque de alguna forma u otra, todo volvería a pasar.

JungKook renunció a Taehyung para poder irse con Jin y YoonGi. El amor a su familia pudo más que cualquier otro sentimiento.

Chale, Jimin actúo irracionalmente y trató muy mal a YoonGi, algo que JungKook de cierta forma intuía que pasaría y por ello, es que nunca estuvo de acuerdo con la cercanía de ambos.

¿Chaerin seguirá viva? ¿YoonGi va a morir? ¿Irene? ¿Qué pasó con Irene? ¿El Yoonmin se fue a la mierda sin regreso alguno? Son preguntas que espero, estén rondando en su cabeza justo ahora.

Muchas gracias por leer y por los 20k en lecturas. Me hacen feliz como una lombriz saber que hay quienes les gusta este fanfic. Hunter puede terminar en un abrir y cerrar de ojos, pero también puede que lo alargue un poco, depende de cómo maneje los próximos capítulos.

Espero el capítulo fuera de su agrado.

¡Hasta luego!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro