Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[26]

«El recuerdo es vecino del remordimiento»

— Victor Hugo.

— Tu hermano es divertido. — Comentó Jimin con gracia mientras observaba hacia la dirección en la cual se encontraba JungKook conversando con Taehyung. — Parece como si conociera a Tae de toda la vida.

— Él es así, nunca ha tenido problemas para socializar. — Halagó el pálido mientras veía en la misma dirección del castaño. — Creo que solo es algo del destino. — Comentó con seriedad mientras enfocaba su mirada en Jimin.

— ¿Le has hablado de mí? — Preguntó con palpable curiosidad. YoonGi negó. — ¿Cómo sabe mi nombre?

— Creo haber escuchado Jinmi, no Jimin.

— Bueno, pero casi lo sabía YoonGi-ssi.

— Él es especial supongo. — Comentó observando al menor. — JungKook es una cajita de sorpresas, créeme. — Sonrió. — Aunque... Todos los Min vamos directamente por lo que queremos.

— ¿Verdad? — Cuestionó el castaño mientras le veía fijamente. — ¿Y qué es lo que quieres tú, Min YoonGi?

— A ti.

...

— Sunmi-ah, ¿puedo contarte algo? — La mujer observó al pelinegro con curiosidad mientras este parecía enrojecer ante su mirada. — No me veas fijamente.

— ¿Tienes miedo que lea tu mente y sepa todo lo que me quieres decir? — Rió con gracia ante la visible molestia del menor. — Puedes contarme lo que quieras joven Min.

— No me digas así, pareciera que fueras alguien lejano a mí. — Se quejó el menor. — Estás conmigo desde mi infancia y me has cuidado mejor que mi madre.

— ¿Entonces? — Cuestionó Sunmi.

— Conocí a alguien. — La pelinegra le observó interesada. — ¿Puedes ayudarme a salir de la casa sin que mamá se dé cuenta?

...

— Sunmi. ¿Mi hijo dónde está?

— ¿Cuál de los tres? — Preguntó fingiendo no saber a quién se refería la mujer. Chaerin rodó los ojos fastidiada mientras veía sin gracia alguna a la pelinegra frente a ella.

— ¿Dónde está YoonGi? — Preguntó de forma más concisa. Sunmi pareció meditarlo y aquello pareció molestar aún más a Chaerin. — ¿No sabes? — Inquirió.

— Con todo respeto señora Chaerin, no soy la sombra de su hijo. — Comentó viéndole sin un ápice de miedo. Chaerin quiso reír ante la altanería palpable en la voz de la mujer.

— Ya veo porque YoonGi responde como lo hace, le das un mal ejemplo a mi hijo con tu actitud arisca hacia mí.

— El joven Min responde acorde a la situación, como yo. — Sunmi rió divertida ante la mueca de Chaerin. — ¿El señor JiYong cuando regresará? — La mención del nombre de su esposo hizo que Chaerin se tensara en su lugar, acto que no pasó desapercibido para Sunmi.

— Está en un largo viaje, no sé cuándo regresará.

...


— Joven JungKook, el consejero desea verle. — El menor frunció el ceño mientras veía al hombre que solía estar detrás de su madre en la mayoría de las reuniones. ¿Qué tenía aquel hombre que decirle?

— No me esperaba su visita señor... — Comentó con duda al no saber realmente el nombre del señor presente frente a él. El mayor de ambos negó mientras tomaba asiento a su lado.

— No es necesario que conozca mi nombre, me conocen con muchos y final de cuentas usted no sabría con cual llamarme. — JungKook asintió mientras tallaba un pedazo de madera. — Puedes decirme sin embargo, señor Lee.

— Entonces señor Lee. ¿A que debo su visita? — Cuestionó con interés. — Mi madre creo que está en el consejo, Jin está trabajando con Irene-noona y YoonGi...

— Precisamente eso quería saber. — Interrumpió el mayor. — ¿En dónde está el joven YoonGi? Le he estado buscando para impartirle una información muy importante.

— Hoy no le he visto. — Mintió lo mejor que pudo mientras desviaba la mirada. Lee rió divertido mientras negaba.

— ¿Usted conoce la leyenda del emperador? — Preguntó. JungKook le observó sin entender porque el cambio rotundo de conversación. — Hace much...

— Joven JungKook, es bueno verle por aquí. — JaeSung intervino en la sala mientras se aproximaba hasta el menor. Lee le observó con fastidio pero aquello poco le pudo importar a la mujer. — SeokRa y yo necesitamos de su ayuda. ¿Puede acudir con nosotras un momento? — JungKook asintió mientras hacía una leve reverencia al hombre frente a él en señal de despedida.

No entendía porque, pero algo en aquel hombre no le gustaba.

...


— ¡Hyung! — Jimin gritó emocionado mientras veía al pálido frente a él con un pequeño arreglo de flores. — ¿Esto porque es?

— No lo sé, me di cuenta que nunca te he regalado nada y quise venir con esto. — Susurró abochornado. — Me parecieron bonitas, como tú. — Las mejillas del castaño enrojecieron furiosamente mientras tomaba el pequeño regalo en sus manos. — ¿Cómo estás?

— Ahora que estas aquí conmigo, estoy muy bien. — Comentó sincero mientras empezaba a caminar. YoonGi le siguió mientras ambos recorrían las calles de aquel pequeño y rural pueblo.

— ¿Y tu amigo Taehyung? — Cuestionó.

— Está en casa con su madre, tuvo un mal día  y Tae quiso quedarse para cualquier cosa que ella pudiera pedir. — YoonGi asintió mientras veía lo vacío que se encontraba el lugar. Con el pasar de los meses la vida de aquel lugar había empezado a decaer lentamente.

— ¿Por qué ya no hay tanta gente como antes? — Preguntó de forma repentina. Jimin le observó confundido.

— Hyung, han dicho que hay peligro en las noches. — YoonGi frunció el ceño, notoriamente confundido. — El pacto que se había firmado con los seres de la oscuridad fue roto.

— ¿Cómo es eso? — Preguntó el mayor confundido.

— Desde los tiempos de la emperatriz y el emperador, se ha dicho que existen vampiros o seres oscuros, hace años se había firmado una especie de juramento cuando un cazador tomó la vida de YoonSuk. — YoonGi se tensó ante la mención de aquel nombre pero Jimin no fue consciente de ello. — Pero hace unos meses, la brecha que nos separaba de ellos se rompió y han desaparecido muchas personas.

— ¿Por eso no salen tanto?

— En efecto hyung. — Susurró el menor. — La gente tiene miedo.

...


— ¿Tú mamá no se va a molestar porque metas gente extraña en su casa? — JungKook observó al mayor de ambos con visible curiosidad. Taehyung se encogió de hombros.

— Mis amigos no son extraños para Mamá. — Comentó el mayor de ambos con tranquilidad. — Además, con esa cara bonita que tienes le caerás bien. — Halagó sinceramente. JungKook negó mientras entraba a la pequeña casa. Era considerablemente más pequeña que su casa y tenía muchas diferencias. — Espero te sientas como en tu hogar, mi mam... — El sonido de una taza rompiéndose hizo que ambos se sobresaltaran en la entrada. La mujer les observaba fijamente, en especial a JungKook. — ¿Mamá?

— ¿Q-Quién es é-él? — Cuestionó sintiendo temor ante el joven pelinegro.

— Señora, ¿le pasa algo? — JungKook intentó acercarse pero la mujer retrocedió en su lugar.

— I-Iré a dormir. — Comentó con la vista fija aun en el menor de los tres. — Tae.

— ¿Sí mamá?

— Ten cuidado. — Mencionó. Si aquello le pareció raro al mencionado, no hizo mención de ello. Sin embargo, JungKook le siguió con la mirada hasta que la mujer pareció perderse por un pasillo.

Esa mujer era diferente.

...


— Gi. — Irene observó con diversión al pálido mientras veía como este intentaba escabullirse por aquella salida. — Por lo visto tú eres uno de los que sale por ahí.

— ¿Qué haces tú aquí? — Preguntó el pelinegro. — Pensé que estarías con Jin.

— Él está ocupado con la señora Min y SeokRa, ambos están discutiendo sobre el rumbo del grupo de videntes. — Mencionó mientras observaba el bosque que los ocultaba de la vista humana. — Tu padre aún no ha regresado y eso creó un desequilibrio en la red.

— Quizás se cansó de mamá y sus cosas. — Mencionó restándole importancia al hecho. Irene negó.

— Siento que hay algo más. — Concluyó la mujer. — ¿Puedo ir contigo? — Preguntó.

— ¿No tienes nada mejor que hacer noona?

— Quiero conocer a mi cuñado, eso es algo bueno ¿no? — YoonGi negó y la pelinegra estuvo a punto de protestar.

— Un día, te llevaré con Jin y JungKook y se los presentaré, lo prometo. — Irene asintió de acuerdo con el menor mientras lo veía escabullirse por los matorrales.

— Ojala sea en buenos termino YoonGi-ssi.

...


— SeokRa-ssi, ¿qué desea? — Cuestionó JungKook mientras veía a la mujer. — ¿Le pasa algo?

— ¿Tú eres bueno con el arco, no? — Preguntó en un susurró. JungKook frunció el ceño, pero asintió ante la vista aterrada de la mujer. — Ten esto. — Mencionó entregándole un pequeño bolso en donde se veían unas flechas de plata. — La punta tiene un veneno muy fuerte que puede matar con rapidez a cualquiera de nosotros.

— ¿Por qué me está dando esto? — Inquirió confundido al ver que la mujer tapaba su rostro con una capucha.

— La luna... La luna brillará un día de estos con mucha fuerza y él despertará, úselas con prudencia e inteligencia.

— ¿SeokRa-ssi?

— La joven Irene le guiará, no se preocupe. — JungKook quiso preguntar de que estaba hablando pero la mujer salió corriendo de su vista. El pelinegro mantuvo consigo las flechas mientras cerraba la puerta de la habitación.

...


— Tienes que ayudarme, YoonGi... Él está enamorado de un humano, si el consejo y mamá se enteran de esto, estoy seguro que no va a terminar bien. — Jin susurró aquello con miedo de que alguien pudiera escucharles. — No quiero saber qué pasaría si el señor Lee sabe de esto.

— Jin, las cosas pasan por algo. — Irene comentó. — No podemos manejar al destino pero si esperar a que el tiempo nos dé una respuesta.

— ¿Y si la respuesta no nos gusta? — Indagó. — ¿Y si todo termina mal?

— Siempre se puede volver a empezar. — Comentó. — Sé que estás preocupado, es tu hermano y es mi cuñado. — Mencionó mientras veía por el pasillo de la casa. — Pero no podemos hacer nada ante un destino que ya está escrito.

— Tú puedes ver lo que pasará.

— No puedo. — Negó. — Cuando me convertiste, solo puedo ver pequeños borrones de lo que va a pasar y en caso hipotético de que así sea, no sé cuándo será.

— Me dirás cualquier cosa, ¿verdad?

— Te diré todo lo que crea que pueda ayudarnos a salir de algún problema. — Prometió. — Y les ayudaré en lo que pueda.

...

— Creo que me gustas. — Las mejillas del castaño enrojecieron ante aquellas palabras. YoonGi rió divertido mientras acariciaba con cariño una de ellas. — ¿No me vas a decir nada?

— ¿Qué quieres que te diga? — Inquirió nervioso.

— No sé, tenemos mucho tiempo conociéndonos.

— Solo son seis meses hyung.

— Pero para mí es como si fuera toda la vida. — Declaró el mayor.

— Eres bonito. — Susurró el castaño.

— Es algo bueno eso. — Mencionó encogiéndose de hombros. — Pero me gustaría algo más.

— Quiero escucharte tocar el piano. — Mencionó llamando la atención inmediata del pálido. — ¿Por favor?

...


— Tenías tiempo sin venir al salón de música. — La voz de Sunmi se escuchó en la habitación. YoonGi asintió mientras paseaba las manos por las teclas. — Tienes rato viendo el piano sin poder tocarlo.

— Mi papá no ha vuelto.

— ¿La señora Min no le ha dicho nada?

— ¿Cuántos años tienes Sunmi-ah? — Cuestionó con curiosidad, cambiando el tema por completo. La mujer asintió mientras tomaba asiento al lado de él.

— Soy muy vieja joven Min, estoy desde los tiempos del señor YoonDae, incluso cuidé a su madre.

— ¿Y por qué no te muestras como tal? — Sunmi le observó divertida. — ¿Qué?

— ¿Por qué? ¿Quieres verme vieja y arrugada? — Inquirió riendo por el sonrojo en el rostro del menor. — Lo único que cambiaría sería el color de mis ojos y cabellos.

— ¿Cómo la señora Rin-ssi? — Sunmi asintió. — Nana, tú sabes que... — Sunmi alzó la mirada ante aquel mote cariñoso. — ¿Por qué me ves así?

— Me dijiste nana.

— No puedo decirte mamá, porque si no ella se encargaría de desaparecerte del mapa, pero tú... Tú eres lo más cercano que tengo a una madre. — La mujer negó mientras desviaba la mirada. — Gracias porque siempre has estado cuidándome.

— Tú eres como un hijo para mí. — Confesó ella mientras depositaba un beso en la frente del pelinegro. — Siempre voy a querer lo mejor para ti, por eso... ¿Qué estás esperando para tocar? — Le animó. — Quiero escucharte como una vez llegué a escuchar a tu padre.

— No creo llegar a tocar como él nunca.

— Tienes razón. — Mencionó sincera. — Tocarás mejor porque tú no tienes que ser como nadie más. — Mencionó seria, viéndole fijamente mientras intentaba hacerle entender algo que YoonGi no comprendió. — Tú eres solamente tú, no escuches lo que digan los demás.

— ¿De qué hablas? — Preguntó, intentando entender porque la seriedad en el rostro de la mujer.

— Vienen días difíciles YoonGi-ah. — Respondió aquello. — Solamente puedo decirte eso, lo siento.

...

Jimin observó con admiración al mayor mientras lo veía mover las manos de forma ágil sobre el piano. La melodía que tocaba era nostálgica y hacia que una parte de él se sintiera transportado a otro mundo. Por su parte, YoonGi parecía lo suficientemente concentrado en lo que hacía, entregando una pequeña parte de él en cada tonada. "Puedes tocar a tu ritmo y a tu manera. — Mencionó JiYong. —Siente la música en ti y ella fluirá". Las palabras de su padre rondaban por su mente mientras escuchaba la música.

— ¿Hyung? — Jimin le vio preocupado mientras el pálido se alejaba del piano. — Es una pieza muy bonita, pero es algo...

— ¿Triste? — Rió sin gracia el mayor. — Me recuerda a mi padre.

— ¿Él murió?

— No lo sé. — Mencionó sincero mientras sentía un vacío agrandarse dentro de él. — Solo sé que él ya no está. — Jimin asintió mientras le veía con pesar.

— Me gustas. — Mencionó de forma repentina, llamando por completo la atención del mayor.

— ¿Qué dijiste? — Cuestionó viéndole. Jimin sonrió al ver el cambio en el semblante del mayor.

— Me gustas, Min YoonGi. — Susurró sincero mientras sonreía.

...

— ¡YoonGi! — La voz un tanto molesta de su madre lo sacó de su ensoñación. El pelinegro observó disimuladamente a JungKook y Jin, ambos estaban con la mirada fija en su plato, ninguno tenía la aparente intención de ayudarlo.

— ¿Sí madre? — Preguntó lo más serio que pudo. La mirada filosa de su progenitora siguió escudriñándolo en absoluto silencio antes de hablar.

— Te he preguntado en donde has estado todos estos días. — Repitió. — No has asistido a las citas pautadas con la señorita Solar y tu padre no está del todo contento con eso. — YoonGi evitó rodar los ojos con molestia ante la mención de aquellas salidas por las cuales no sentía algún interés, ignorando las señas que Jin le hacía, e incluso dejando nuevamente a su madre esperando una respuesta, el mayor simplemente se levantó agradeciendo por la comida y marchándose escasos minutos después. A lo lejos podía escuchar la voz de su madre llamándolo y las pobres excusas que Jin trataba de dar para librarlo de los problemas que sabía bien que muy pronto volvería a tener.

Algunos pasos apresurados se escucharon detrás de él, YoonGi no necesitaba ser adivino para saber que JungKook había aprovechado la oportunidad para escapar.

— Mamá está furiosa. — Fue lo que dijo el menor situándose a su lado y caminando en la misma dirección que él. — Dice que no entiende en que momento te volviste un desconocido para ella.

— Lo dice porque no puede controlar mi vida ahora.

— Quizás está preocupada por ti, YoonGi-hyung. — Se encogió de hombros el menor. — Lo que haces no está bien.

— ¿Y qué se supone que estoy haciendo mal? — Cuestionó empezando a sentirse un poco irritado. — JungKook, estoy viviendo mi vida lo más que pueda. La semana pasada fue SeulGi, esta semana es Solar, la próxima semana será otra según la conveniencia de nuestros padres y sus estándares de sangre, no somos sus hijos JungKook, solo somos quienes seguirán dándole vida al apellido Min, más nada.

— Hyung— Llamó el menor. — Diciéndolo de esa forma suena como si fuéramos simples objetos para ellos, estoy seguro que les importamos mucho a nuestros padres. — Agregó el menor en defensa de sus progenitores, no queriendo ver lo evidente de la situación.

— Tu destino y el mío serán el mismo que el de Jin si no hacemos algo para evitarlo. — Gruñó el mayor de ambos sin dejar que el menor volviera a hablar. — Pero tranquilo, quizás lleguemos a correr con la misma suerte de que aunque sea nos agrade un poco nuestra pareja. — Mencionó pensando en Irene y Jin, ambos se habían casado hace seis meses atrás dejando atrás muchas cosas por el bienestar de los lazos de ambas familias y por el poder que podían ejercer juntos. — Pero del resto, ni te atrevas a llevarle la contraria a nuestros padres, Jungkook, sobre todo a la gran Min Chaerin.

— Toda nuestra vida hemos crecido con eso en mente, YoonGi-hyung. — Le recordó el menor. — Es nuestra obligación. — Mencionó serio sin demostrar ningún tipo de emoción en su rostro. — Es mejor que lo dejes ahora que ni siquiera son nada. — Aconsejó dando en el punto débil del mayor. YoonGi negó con una fría mueca tratando de ser una sonrisa en su rostro.

— Lo mismo te digo con Taehyung. — El menor se tensó ante la mención de aquel nombre. — Lo convertirás en un daño colateral si sigues mis pasos.

— Es diferente. — Mencionó el menor no dejándose llevar por las palabras que el mayor había dicho.

— ¿Qué lo hace diferente ahora? — Preguntó riendo arrogantemente. — Tú me estás diciendo a mí que siga con mi destino, te recuerdo también Jungkook que lo mismo va para ti. — Mencionó revolviéndole el cabello antes de marcharse y dejarlo solo en medio del pasillo.


¡Hola! ¿Cómo están? ¡Feliz miércoles!

Segunda y última actualización del mes.

Solo quedan 4 capítulos para finalizar este arco. No sé, pero mis visiones prematuras me dan a entender que esta historia puede finalizar mínimo en el capítulo 40, puede que hasta menos, pero quien sabe a lo último, luego estoy durmiendo y se me ocurre más cosas jajaja.

Gracias por leer este fic y no dejarlo botado a la primera confusión jajaja. Me alegra que les guste esta historia, tienen una parte de mi corazón cuando leen, votan y comentan, que claro, es poco comparado con otras historias que tengo, pero las pocas que comentan saben que tienen mi corazón ganado.

El Soundtrack de arriba en galería, sería la pieza que YoonGi tocó. Me gusta mucho esa canción, tenía todo lo que buscaba ;;

Espero el capítulo fuera de su agrado y hasta la próxima.

.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro