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[24]

«El poder lo cambia todo hasta el punto de que resulta difícil decir quiénes son los héroes y quiénes los malvados.»

— Libba Bray.

...

— ¿Por qué el abuelo murió si somos inmortales? — Cuestionó un pequeño SeokJin con curiosidad mientras veía la foto del hombre en la pared de la sala. Chaerin sonrió mientras lo tomaba en brazos.

— Soy la portadora del legado de la familia Min, cuando tomé el poder tuve que adquirir todos los conocimientos de mi padre por medio de la sucesión, eso acortó sus fuerzas y lo dejó en un hilo cercano a la muerte. — Explicó tratando de ser lo más clara posible para un infante de casi cinco años. — Cuando nazca tu hermano y llegue a la madurez humana aceptable, él adquirirá mis conocimientos.

— ¿Por qué mi hermano? — Preguntó curioso mientras veía a la mujer. — Soy tu primer hijo.

— Normalmente los que tienen los atributos de predicción no son aptos para ser líderes Seok. — Mencionó la mujer mientras avanzaba por los pasillos de la gran casa en donde vivía. — Tú ocuparás el lugar de tu padre en la línea de videntes.

— ¿Por qué? — Comentó curioso. Chaerin rió ante la cara que tenía el menor. SeokJin era un niño muy indagador.

— Los que tienen el poder de ver las cosas que van más allá del presente, son asignados como consejeros del líder. — Comunicó la mayor mientras saludaba al grupo de personas que solía cuidar su morada. — Por eso, tú serás la mano derecha de uno de tus dos hermanos.

— ¿Tendré dos hermanos? — Preguntó con emoción. Chaerin asintió.

...

— ¿Y qué son los humanos ante nosotros? — Preguntó el gran señor mientras observaba a sus "hijos" reunidos ante él. — No son nada. — Determinó con una fría sonrisa mientras exponía frente a todos el cuerpo de una mujer. — ¿Lo ven? — Preguntó mientras pateaba con violencia el cuerpo, dejando salir libremente la sangre. La mujer gemía silenciosamente mientras recibía golpe tras golpe. — ¿Son la presa de quién?

— Del cazador. — Respondieron los presentes mientras observaban maravillados como la sangre salía de aquel insignificante ser.

— Y lo seguirá siendo hasta que la luz de la luna brille para el cazador. — Comentó con arrogancia mientras salía de la vista de los presentes, dejando a los reunidos sumergidos en sus propios comentarios.

— Min Chaerin. — La pelinegra casi saltó del susto mientras observaba al hombre mayor frente a ella. El líder del consejo era un hombre sabio y con muchos años de existencia. — Es bueno saber que ya te has recuperado de tu embarazo, hace pocos días vi a JiYong trabajando en conjunto con SeokRa y JaeSun, me he enterado que SeokJin nació con el mismo atributo de su padre.

— Si, es un niño muy inteligente para su corta edad. — Mencionó con orgullo.

— Supongo que ya debes saberlo, pero según las visiones de muchos, el elegido nacerá en tu familia, de hecho creo que te lo dije anteriormente. — Chaerin asintió, ya siendo conocedora de lo que el hombre estaba diciendo.

— SeokJin no es. — Comentó por lo bajo.

—¿Te acuerdas cuando nos conocimos no? Llegué como reemplazo del viejo consejero, no sabía que eras la próxima líder, tu padre entregó su lugar muy joven. — La pelinegra asintió. — Han sido beneficiados con muchos atributos solamente con un solo varón. — Siguió hablando. — Como te dije un tiempo atrás, tendrás tres hijos, los llamarás SeokJin, YoonGi y JungKook. — Confirió los nombres mientras veía a la mujer. — Uno de ellos ya nació, faltan dos.

— ¿Quién será? — Preguntó Chaerin en un impulso. El gran señor arqueó la ceja ante la imprudencia que había cometido la pelinegra ante él.

— ¿Me preguntaste algo? — Cuestionó con desdén. Chaerin asintió temerosamente. — Te dije que tendrás tres hijos y que uno es el elegido. — La pelinegra asintió. — No me hagas repetir las cosas, me molesta la gente que no es capaz de entenderme en la primera oportunidad. — Chaerin asintió. — Tiempo al tiempo, querida Min Chaerin. —Sonrió divertido. — Hay cosas grandes y ocultas que por los momentos no debes saber, solo tráelos a mi cuando nazcan todos tus hijos, yo te indicaré el camino que debes seguir para que no cometas errores.

...

— Te he visto en el consejo con el señor Lee, no confío en él Chaerin.

— Es del alto mando, trabajas con él.

— Por eso te digo que no confío en él. — Cortó por lo sano el mayor. — Chaerin, cuando la gente tiene demasiado poder, se nubla su mente y corazón, ese hombre no me produce una buena sensación.

— ¿Cuándo algo te produce una buena sensación? — Preguntó divertida mientras retiraba un mechón negro de la frente de su pareja. JiYong negó divertido.

— SeokJin me da una buena sensación, es cálido y tiene una luz bonita a su alrededor.

— ¿Acaso yo no la tengo? — Cuestionó curiosa Chaerin. JiYong negó para sorpresa de la pelinegra. — No entiendo porque me odias.

— No te odio, es solo que hay cosas en las cuales no puedo interferir, por mucho que quiera Chaerin.

— Te amo, lo sabes ¿no? — Preguntó de forma repentina. JiYong sonrió de forma efímera antes de besar de forma casta la frente de la mujer.

— Yo también te amo. — Susurró. — Ojala todo fuera diferente. — Comentó en voz baja, provocando un escalofrío en la mujer.

— Dime que es lo que ves, que hay de malo en mí. — Inquirió intentando buscar las respuestas que su esposo callaba. — Aparte de ser mi esposo, eres un consejero y yo soy la líder, tú deberías ayudarme y guiarme por el camino del bien.

— Pero no soy tu consejero Chaerin. — Comentó por lo bajo. — Solo te puedo decir algo que estoy seguro que ya te han dicho. — La pelinegra asintió de forma expectante. — Cuando tienes poder sobre algo debes tener cuidado. — Comentó serio. — El poder es peligroso, cuando lo pruebas quieres tenerlo siempre contigo y ambicionas tener más.

— El poder es bueno. — Comentó seria. JiYong asintió.

— El poder es contradictorio y cambia todo desde la perspectiva en que lo veas, quizás creerás en algún momento que lo que haces está bien, pero posiblemente esté mal, Chaerin.

...

— La noche profetiza ser larga y dura, posiblemente venga una tormenta. — JaeSun comentó mientras veía el cambio en el ambiente, la lluvia empezaba a caer lentamente mientras la briza agitaba los árboles. — Se puede sentir que algo va a pasar.

— Él volverá. — Susurró SeokRa con la mirada perdida en la casa en donde seguramente estaría Chaerin rodeada de la gente del consejo y su esposo. — Él está llegando justo ahora.

— Min YoonGi. — JaeSun saboreó el nombre en sus labios mientras veía en la misma dirección que su acompañante. — El segundo hijo de la señorita Chaerin.

— ¿Cómo está la pequeña Irene? — Comentó SeokRa intentando calmar los nervios que sentía ante la llegada del elegido. JaeSun sonrió intentando animar a su compañera.

— Está en casa, hoy he hablado con la señorita Min, está muy interesada en Irene.

— El hombre del consejo, el extranjero... — SeokRa frunció el ceño. — Nunca debimos permitir que uniéramos fuerzas con desconocidos y que estos escalaran tan arriba en nuestra morada.

— ¿Crees acaso que si él no hubiese llegado, estaría siendo esto diferente? — Cuestionó con curiosidad la mayor de ambas. — Sé que ese hombre será uno de los culpables de que la poca luz que habita en Chaerin-ssi se apague, pero sino fuera él, sería otro, esto lo vi venir desde los tiempos de YoonSuk, la sucesión nunca sería algo bueno, menos los ideales extremistas que tuvieron los que acompañaron a JiEun y YoonSuk.

— El pecado de los Min siempre ha sido la ambición por tener más poder, JiEun lo sembró en YoonSuk, YoonSuk lo pasó de generación a generación hasta que llegamos aquí. — SeokRa comentó. JaeSun asintió, totalmente de acuerdo. — Sin embargo, YoonDae gozaba de un buen albedrío.

— Una casualidad entre tanta maldad. — Completó JaeSun. — Iré a dar los buenos deseos mientras espero que llegue el recién nacido. — Comentó extendiendo la mano e invitando a SeokRa. — Vamos, él es un niño aún, no es malo.

— Lo será, igual que su madre, igual que sus antepasados.

— Pero aún no lo es, no tiene la culpa de nada.

...

— ¿Te pasa algo? — Cuestionó JiYong viendo a su pareja de forma extraña. Chaerin parecía embobada por el pequeño cuerpo que reposaba de forma tranquila en aquella cama. La lluvia golpeaba con violencia las ventanas de la habitación pero el infante parecía ignorar todo aquello mientras dormía.

— Es tan chiquito pero tan poderoso. — JiYong tensó la mandíbula, sintiéndose incomodo ante lo dicho por la pelinegra. — Cuando crezca será tan fuerte.

— Yo cuidaré de él. — Chaerin negó.

— Tú estás trabajando, yo me encargaré de YoonGi, tú puedes cuidar de Jin por los momentos. — Susurró, el frío del ambiente empezó a entrar en la habitación, haciendo que el mayor de ambos se sintiera asfixiado.

— Por favor... — Susurró con la voz baja. Chaerin volteó a verle completamente confundida ante el tono de voz de su esposo.

— ¿Por favor qué? — JiYong negó, no pudiendo sostener la mirada con su pareja y saliendo en completo silencio de la habitación, dejando a la pelinegra sumergida en un mar de dudas.

¿Por qué todos parecían verla con temor?

...

— Su nombre es JungKook. Min JungKook. — Sonrió Chaerin emocionada mientras veía al pequeño niño que había llegado dos años y seis meses después de YoonGi. — Jin, YoonGi... Vengan a verlo.

— No. — Se quejó YoonGi sin poder evitar la curiosidad en sus pequeños ojos. SeokJin quien ya contaba con ocho años negó divertido ante los berrinches de su hermano menor.

— Mamá, Yoon está celoso porque ya no es el consentido.

— Siempre lo será. — Mencionó la mujer divertida ante la mirada del segundo Min. — Solo que ahora JungKook es pequeño y hay que atenderlo.

— ¿Dónde está papá? — Preguntó Jin. Chaerin negó.

—Tuvo que resolver un percance repentino pero ya vendrá. — Sonrió mientras veía a sus tres hijos. — Él está muy feliz.

— Yo también lo estoy. — Concluyó Jin, acercando a un renuente YoonGi hacia su madre. — Somos una bonita familia.

...

Chaerin observó en silencio a sus hijos, los tres se habían quedado dormidos en la sala de la casa, siendo Jin quien sostenía a ambos menores en sus brazos, Chaerin no pudo evitar sentirse sensible al ver la imagen frente a ella. Ella amaba a sus hijos, realmente lo hacía, pero el poder que crecía dentro de uno de ellos los iba a llevar a la ruina si no seguía las reglas del gran señor.

— YoonGi. — Llamó a su segundo hijo, tratando por todos los medios de no despertar a los otros dos. — YoonGi. — Volvió a llamar mientras veía que el pequeño se removía molesto. — Mamá te va a mostrar algo, tienes que venir. — Mencionó mientras veía como poco a poco el mencionado se levantaba.

— ¿Qué pasa? — Preguntó un adormilado niño de no más de siete años. Chaerin lo tomó fuertemente de la mano y prácticamente lo arrastró fuera de la sala. — ¿Mamá? —Llamó intrigado por la actitud de su progenitora.

— Es hora de que te cuente una historia. — Susurró la mujer mientras seguía caminando por los pasillos y llevaba al menor tras ella. — Una historia muy interesante sobre el cazador y la luna.

— ¿Por qué yo? — Chaerin se detuvo al escuchar esas palabras. — Mamá, faltan Jin y JungKook. — Comentó repentinamente mientras veía hacia atrás. Chaerin ignoró la voz de su hijo mientras veía por los pasillos, intentando no llamar demasiado la atención.

No quería encontrarse con JiYong.

— No importa lo que oigas, escuches o veas, mamá te protegerá siempre. — Susurró la pelinegra agachándose a la misma altura de su hijo. — Tienes que ser fuerte, ¿sí? — Murmuró viéndolo fijamente. — Todo será rápido.

— Pero soy un niño. — Susurró un poco más despierto mientras veía a la mujer frente a él. — Papá dice que tengo que salir a jugar como JungKook lo hace, pero siempre me llevas con ese señor cuando él no se da cuenta.

— Eres especial hijo mío, tu papá todavía no entiende eso. — Chaerin lo tomó en brazos. — Debo de cuidarte para que nos guíes por un buen camino.

— Pero soy un niño. — Repitió aquello como si fuera lo único que supiera decir. Chaerin se tensó.

— Eres un Min, tu deber es honrar el legado de nuestra familia sin importar la edad que tengas, confórmate con eso. — Habló de forma dura, ignorando nuevamente las quejas de su hijo.

...

— Estás haciendo todo mal. —Chaerin casi saltó por el susto mientras veía a su esposo en el balcón, la luz de la luna era escasa pero los ojos rojizos de su esposo brillaban de forma intensa. — Es un niño Chaerin-ssi, no puedes obligarlo a cumplir con algo que no le corresponde todavía.

— YoonSuk vive en él, tenemos que instruirlo.

— Su deber es ser un niño normal. — Gruñó el mayor, dándole la espalda a su pareja. — Poco a poco verás que todo lo que estás haciendo está mal.

— ¿Y quién lo dice? ¿Tú? — Rió divertida. — No eres nadie sin mi JiYong, solo estás en el puesto que tienes porque estás casado conmigo, sino fueras uno más del montón.

— Como quisiera ser uno más del monto justo ahora. — Mencionó seriamente. — Así no me dolería tanto saber que vas a terminar como lo que tanto temes.

— ¿Y cómo será eso? — Cuestionó divertida.

Siendo nada. — Comentó serio antes de desaparecer ante los ojos de la pelinegra. 

¡Hola!

Quizás esto pudo ir en el capítulo pasado, pero como tengo miedo de que la laptop no prenda, todo lo que voy escribiendo, voy sacando. 

Ya nacieron tanto JungKook como YoonGi, en el próximo capítulo entramos más a fondo y si, aparecerá Jimin.

No se si se han dado cuenta, pero he puesto párrafos que ya había narrado anteriormente, están tomando su lugar dentro de este arco. 

Muchas gracias por los 11k en lecturas, en serio muchas gracias por leer esta historia, me hacen muy feliz.

Disculpen cualquier error que se me pudiera pasar.

¡Hasta la próxima!

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