[23]
«La pena es el precio que pagamos por el amor.»
— Reina Elizabeth II.
...
— Chaerin. — La pelinegra observó confundida a su padre. El mayor parecía molesto ante la leve confusión en su hija. — Te he dicho algo.
— No he escuchado, lo siento. — Se disculpó cabizbaja, reteniendo el aliento ante las posibles acciones que tomaría el hombre mayor. YoonDae suspiró de forma sonora mientras volvía su mirada nuevamente a la carta que llevaba en manos.
— El consejo ha decidido quien será tu pareja.
— Soy muy joven aun para contraer matrimonio, no quiero...
— Esto no es algo sobre si quieres o no, es tu deber. — Mencionó con molestia mientras apretaba el papel entre sus manos. — Él vendrá a verte hoy, luego fijaremos las fechas. —
— Solo te importa lo que diga el consejo. — Chaerin negó. — Creo que tiene más importancia...
— ¿Los lazos familiares? — Cuestionó YoonDae. — No lo tiene, nada lo tiene. — Susurró. — Te lo diré ahora que estás joven y solo será una sola vez Chaerin. — Comentó serio. — Somos los únicos dueños del destino de las personas que están por debajo de nosotros, pero eso no nos da el derecho de elegir libremente, cuando te toque estar al mando de todo, el consejo pisará tus pasos día tras día Chaerin,
— Me haces sentir como si fuera algo que van a usar y desechar cuando llegue alguien mejor, incluso los humanos siendo tan inferiores a nosotros pueden decidir qué hacer con su vida.
— Eres Min Chaerin, no una simple humana. — Le corrigió con molestia. — Aprende de lo que te digo, cuando seas grande te encontraras en esta misma situación con alguno de tus hijos, tienes que recordarle lo que son para que no le pase lo mismo que le pasó a Minzy. — Chaerin se tensó ante la mención de su mejor amiga. — Los de abajo piensan que por mi culpa todo esto pasó, yo fui su líder y los descuidé al concederte tantas libertades y aunque ya pasó bastante tiempo, el consejo pensó que emparejarte y adiestrarte para que tomes el cargo sería una buena opción para que asumas tus responsabilidades como futura líder.
— Puedo tomar el cargo sin casarme, ni siquiera conozco a alguien con el que puedan emparejarme, no tengo la edad suficiente y...
— Eso no tiene nada que ver. — YoonDae negó, un tanto molesto por todos los comentarios en contra que su hija estaba presentando ante él. — JiYong es su nombre, es el hijo mayor de un pariente así que ya lo conoces.
— ¿Me van a emparejar con alguien de la familia? — Cuestionó casi molesta.
— Los genes del emperador han dado señales en ti y en él, estamos buscando que el próximo sucesor sea puro, por lo tanto unir a las familias daría hijos con atributos más fuertes y con más probabilidades de traer a YoonSuk de nuevo.
— Están locos. — Se quejó Chaerin, intentando levantarse pero la mirada gélida de su padre la hizo congelarse en su lugar.
— Hace mucho tiempo se firmó un pacto con JiEun, el único objetivo era que fuéramos los primeros de la cadena, el único para el cual la luz de luna brillaría.
— La luna brilla para los lobos, es el símbolo de ellos, los humanos...
— Nuevamente comparándonos con los humanos. — El mayor chasqueó la lengua molesto. — Los humanos tienen muchas creencias tontas sobre nosotros, creen que solo salimos de noche, que el ajo nos mata y que la luna nos debilita.
— Somos seres mayormente nocturnos.
— Pero eso no quiere decir que solo vivimos en las sombras, JiEun solía vagar por los barrios de Seúl a plena luz del día, era la mujer más inteligente que pudo haber existido y la que nos dio el poder de un imperio completo junto con YoonSuk.
— Y todo lo hizo de día, riendo con la burocracia y tomando té con las esposas del alto mando militar. — Comentó aquello que sabía de memoria.
— Exacto Chaerin. — Asintió el mayor. — Cuando llegue el día que el emperador renazca en nuestro linaje, será un día definitivo para nosotros, la luna brillará en su máximo esplendor y dará fuerza al escogido para cambiar nuestro mundo o destruirlo, ten presente eso siempre.
...
Chaerin suspiró sonoramente mientras veía las rosas rojas crecer de forma lenta en su jardín. Quizás Minzy estaba molesta y no quería reencarnar en su jardín, quizás solo era ella divagando sobre alguien que lamentablemente se había ido sin tener retorno alguno.
— Escuché lo que le pasó a Minzy, lo siento mucho. — Comentó alguien detrás de ella. Chaerin ni se inmutó ante la interrupción. — Un día dije que te había visto en sueños, ¿lo recuerdas? — Cuestionó. — Eras la reina, estabas en lo alto de la cima y portabas una corona de huesos, sin embargo, lo que más me perturbó fue el brillo de tus ojos, tu mirada perdida y llena de ambición.
— Nunca ves nada bueno sobre mi JiYong, no estoy sorprendida sobre tus visiones.
— Cuando escuché que nos emparejarían, claramente sentí la tonada de la muerte, era una melodía extraña y arrulladora, pero venía a mí cada vez que me imaginaba a tu lado, un poco perturbadora como lo eres tú.
— ¿Y no quieres huir de mí? — Comentó divertida mientras veía a su primo lejano. JiYong se encogió de hombros mientras tomaba asiento al lado de la pelinegra.
— El destino ya está escrito Chaerin, yo solo soy un observador de las cosas que pasaran y no puedo intervenir en ellas.
— Tú también sabías que Minzy moriría ¿verdad?
— Sé muchas cosas sobre ti, sobre mí y sobre nuestro destino. — Concluyó observando hacia el cielo. — Sé que el dolor definirá nuestra vida juntos, profundo y arrollador como solo el puede serlo, así que por favor... — El mayor de ambos calló antes de volver a hablar. — Cuando llegue mi hora, sé gentil conmigo. — Susurró en voz baja mientras se levantaba y empezaba a caminar lejos de Chaerin. La pelinegra se levantó también y en medio de su curiosidad le siguió.
— ¿Por qué me dices esto? — Preguntó preocupada ante el tono que había usado el mayor. JiYong se encogió de hombros antes de voltear a verle.
— Porque ya sé todo lo que necesito saber sobre esto que estamos a punto de hacer, nuestra unión, nuestra familia, incluso el fin de mis días. — Suspiró ignorando la mirada de Chaerin. — Cuando la noche caiga y el resplandor aparezca, en el momento en el que la sangre corra libremente y los ojos cierren para siempre, la escala se derrumbará y seremos nada.
— ¿De qué hablas JiYong? ¿Por qué no puedes ser más claro? — La pelinegra cuestionó, intentando saber de forma más concisa lo que el mayor quería decirle. JiYong negó, riendo sin gracia mientras volvía a darle la espalda.
— Porque es el precio que debo pagar. — Susurró para sí mismo, callándose todas las respuestas que Chaerin necesitaba.
...
— Yo, ante ti, el consejo y el nombre de mi familia, acepto nuestra unión ante todos los presentes y ante nuestros antepasados, prometo honrarte, respetarte y ser siempre el orgullo de tu vida. — Chaerin mencionó aquello con seguridad. — Pero por sobre todas las cosas, honrar el pacto familiar por el cual nos hemos encontrado. — Sonrió con alegría mientras tomaba fuertemente las manos de JiYong entre las suyas. Jiyong carraspeó antes de hablar.
— Yo, ante ti, el consejo y el nombre de nuestra familia, acepto nuestra unión ante todos los presentes y ante nuestros antepasados, prometo que te honraré, respetaré y seré siempre el orgullo de tu vida. — JiYong afirmó aquellas palabras mientras observaba fijamente a la pelinegra. — Pero por sobre todas las cosas, prometo que mantendré el legado que corre por nuestra sangre. — Concluyó.
— Mi sangre corre hoy por tus venas al igual que la mía en la tuya, te pertenezco hoy, mañana y siempre, y como lo que somos, la muerte escapa de nosotros, en dado caso que sea contrario; incluso si nos tocará nacer para morir, soy tuyo y te pertenezco en la vida y en la muerte, incluso después de ésta, soy tu compañero, soy el equivalente a tu alma y otra mitad por el resto de la eternidad. — Tanto JiYong como Chaerin suspirando sonoramente al termino de aquellas palabras.
No había vuelta atrás.
...
— Llegó la hora. — Tanto Sandara como YoonDae observaron fijamente a Chaerin. La pelinegra asintió mientras se acercaba de forma silenciosa a su padre. El hombre mayor dejó al descubierto su cuello mientras curveaba de forma leve el mismo. Chaerin quiso atrasar el momento pero la mirada llena de determinación de su padre la hizo seguir adelante. — ¿Recuerdas lo que te dije sobre la luz? No dejes que los demonios que habitan en las tinieblas corrompan lo bueno que crece en ti, Chaerin.
— No lo dejaré, seré fiel a tus creencias.
— No se trata de eso. — Sandara sonrió brevemente mientras acariciaba por última vez la mejilla de su hija. — Se fiel a lo que tú crees, pero siempre se consciente de lo que será mejor para ti y tu gente, no te dejes influenciar por los demás, ten dominio sobre tus decisiones. — Chaerin asintió, sonriendo también ante la leve muestra de cariño que su madre estaba dándole.
— Cuando nuestra sangre se una a la tuya, tendrás conocimiento de muchas cosas, por favor, no dejes que lo malo llene tu vida. — La pelinegra asintió, dedicándole una última mirada a su padre, el hombre que había cuidado de ella por largos años.
Suspirando de forma superficial, se terminó de acercar al cuello del mayor y mordió de este, ignorando el gemido de dolor que salió de la garganta de su progenitor y extrayendo con ello lo que mantenía con vida al hombre que había liderado por años a su gente. Sandara cerró los ojos cuando sintió el momento exacto en que su esposo caía al suelo, luego de escasos segundos, su mirada se paseó hasta su hija, los iris rojizos brillaban ante ella, siendo conocedores de todo lo que le rodeaba y todo el poder que tenía bajo sus manos.
— Cuando llegue el día y la luna brille, espero que puedas ser una buena persona Chaerin-ssi. — Concluyó la mujer antes de sentir la presión de los colmillos de su hija perforar su piel.
...
— Nació el primer hijo de los Min. — Mencionó JaeSun a SeokRa. La mujer de baja estatura asintió mientras veía el correteo de varias personas por la casa grande. — Es un varón sano y fuerte como lo dijo el alto mando del consejo.
— Y nació bajo la tranquilidad de un día de verano. — Susurró SeokRa mientras suspiraba aliviada.
No había nacido el elegido aún.
— Sabes que aunque quieras impedirlo, él nacerá de todas formas ¿verdad?
— Bajo una noche llena de tormenta y frío helado. — Susurró ida mientras observaba sus manos temblar. — Cuando la tempestad esté en lo más fuerte se escuchará el grito de un niño, será el escogido por ellos para venir hacia nosotros como un arma de doble filo, alguien que nadie podrá detener JaeSun. — SeokRa comentó con miedo ante los venideros días.
— En eso te equivocas. — Susurró la mayor mientras se arrimaba al lado de SeokRa. — Cuando llegue el momento de la verdad, los dos que quedaron detrás del escogido tendrán que decidir sobre sus lazos de sangre o el bien de quienes le rodean.
— No entiendo. — Susurró SeokRa confundida. JaeSun observó con pesar hacia la gente que celebraba por el nacimiento del primero de los Min.
— Su nombre es JungKook, será el tercer hijo de la señorita Chaerin, él apagará la luz del cazador.
¡Hola!
Primera actualización del año. Espero estén muy bien.
Recuerden que si tienen dudas, pueden dejarlas que yo les responderé.
Creo que ya se han dado cuenta que todos eran consciente de que Chaerin iba a ser mala, incluso JiYong quién se casó con ella, todos sabían que ella sería alcanzada por la oscuridad.
¿Qué piensan sobre lo último acerca de JungKook?
Yo solo digo: C H A L E.
Ya entramos para el próximo capítulo con YoonGi y JungKook y se acaba todo con Chaerin en la parte pre-malvada JAJAJAJA *Sorry*
Muchas gracias por leer esta historia, se que es medio complicada, pero bueno, intento que se entienda lo mejor posible lo que tengo en mente.
Gracias por sus votos y comentarios.
¡Hasta la próxima!
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