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...

— ¿Y que son los humanos ante nosotros? — Preguntó el gran señor mientras observaba a sus "hijos" reunidos ante él. — No son nada. — Determinó con una fría sonrisa mientras exponía frente a todos el cuerpo de una mujer. — ¿Lo ven? — Preguntó mientras pateaba con violencia el cuerpo y de este salía sangre, la mujer gemía silenciosamente mientras recibía golpe tras golpe. — ¿Son la presa de quién? — Cuestionó en alta  voz.

— Del cazador. — Respondieron los presentes mientras observaban maravillados como la sangre salía de aquel insignificante ser.

— Y lo seguirá siendo hasta que la luz de la luna brille para el cazador.

[...]

— El elegido nacerá en tu familia. — Chaerin se sobresaltó al escuchar la voz del gran señor. Bajó la mirada en señal de respeto y asintió ante lo dicho. — Tu familia son los Min ¿no? — La pelinegra asintió. — Han sido beneficiados con muchos atributos solamente con un solo varón. — Siguió hablando. — Tendrás tres hijos, los llamarás SeokJin, YoonGi y JungKook. — Confirió los nombres mientras veía a la mujer. — Tendrás el poder en tus manos si sabes cuidar de ellos.

— ¿Quién será? — Preguntó Chaerin en un impulso. El gran señor arqueó la ceja.

— ¿Me preguntaste algo? — Cuestionó con desdén. Chaerin asintió temerosamente. — Te dije que tendrás tres hijos y que uno es el elegido. — La pelinegra asintió. — En cada nacimiento pasará algo diferente, habrá tormenta, tempestad y calma, su nacimiento anunciará el comienzo y final de una era, Pana* lo dictaminó así.

— ¿Qué tiene que ver ella en esto? — Preguntó Chaerin nuevamente mientras analizaba lo antes dicho por el gran señor.

— Tiempo al tiempo, querida Min Chaerin. —Sonrió divertido. Hay cosas grandes y ocultas que por los momentos no debes saber, solo tráelos a mi cuando nazcan, yo les otorgaré el camino que deben seguir.

[...]

Chaerin observó en silencio a sus hijos, los tres se habían quedado dormidos en la sala de la casa, siendo Jin quien sostenía a ambos menores en sus brazos, Chaerin no pudo evitar sentirse sensible al ver la imagen frente a ella. Ella amaba a sus hijos, realmente lo hacía, pero el poder que crecía dentro de uno de ellos los iba a llevar a la ruina si no seguía las reglas del gran señor.

— YoonGi. — Llamó a su segundo hijo. — YoonGi. — Volvió a llamar mientras veía que el pequeño se removía molesto. — Mamá te va a mostrar algo, tienes que venir. — Mencionó mientras veía como poco a poco el mencionado se levantaba.

— ¿Qué pasa? — Preguntó un adormilado niño de no más de siete años. Chaerin lo tomó fuertemente de la mano y prácticamente lo arrastró fuera de la sala. — Mamá. —Llamó intrigado por la actitud de su progenitora.

— Es hora de que te cuente una historia. — Susurró la mujer mientras seguía caminando por los pasillos y llevaba al menor tras ella. — La historia del cazador y la luna.

— ¿Por qué yo? — Chaerin se detuvo al escuchar esas palabras. — Mamá, ¿por qué?

— No importa lo que oigas, escuches o veas, mamá te protegerá siempre. — Susurró la pelinegra agachándose a la misma altura de su hijo. — Tienes que ser fuerte, ¿sí? — Murmuró viéndolo fijamente.

— Pero soy un niño. — Susurró un poco más despierto mientras veía a la mujer frente a él. — Papá dice que tengo que salir a jugar como JungKook lo hace, pero siempre me llevas con ese señor cuando él no se da cuenta.

— Eres especial hijo mío. — Chaerin lo tomó en brazos. — Debo de cuidarte para que nos guíes por un buen camino.

— Pero soy un niño. — Repitió aquello como si fuera lo único que supiera decir.

— Eres un Min, tu deber es honrar el legado de nuestra familia sin importar la edad que tengas, confórmate con eso.

...

— ¡Ya déjame en paz! — Gritó el pelinegro mientras se soltaba bruscamente del agarre de su madre. — ¡Ya no quiero ir mamá, por favor entiende! — Exclamó.

— Relájate Min YoonGi. — Dictaminó la mujer a su joven hijo de doce años. — Tú haces lo que yo digo, me lo agradecerás en un futuro.

— ¿Cuál futuro? ¡Soy tu puta marioneta! — Chaerin negó divertida mientras tronaba los dedos, en cuestión de segundos su hijo se encontraba en el piso quejándose por algún dolor que lo estaba recorriendo de arriba abajo y que estaba seguro, podría matarlo cuando quisiera.

— ¡Mamá! — SeokJin entró en la habitación siendo perturbado por los gritos de su hermano, Chaerin lo miró sin emoción alguna mientras que YoonGi solamente se reducía a un revoltijo de gemidos lastimeros.

— ¡Vete Jin! — Exclamó la mujer mientras veía con malos ojos la intromisión de su hijo mayor. Jin titubeó antes de hablar.

— ¡Ya déjalo mamá! — Tomó valor de donde no supo para levantarle la voz a su progenitora mientras la veía con terror.

— ¡Te dije que te fueras, SeokJin! — Gritó molesta. — Es mi hijo, yo sé cómo educarlo y las cosas que debo hace por su bien.

— ¡Pero le estás haciendo daño, mamá! — Gritó. — ¿Acaso no te importa? — Preguntó incrédulo. 

— No, no me importa. — Mencionó fríamente. — Es por nuestro bien, ahora vete.

...

— ¿A quiénes escogiste? — Preguntó el gran señor mientras veía a Chaerin. La mujer le observó confundida y el hombre simplemente rodó los ojos con fastidio. — ¿No lo recuerdas? — Frunció el ceño en molestia. — Te dije que debías escoger las parejas de tus hijos y decirme quienes serán para aprobarlas ante el consejo de sangre.

— La hija mayor de los Bae será la pareja de Jin. — El gran señor pareció meditarlo unos segundos para después asentir de acuerdo. — JungKook y YoonGi aún no tienen edad para contraer matrimonio y no he visto alguna candidata adecuada para ellos.

— Tu hijo Jin puede ver cosas que nadie más ve a través de los sueños, ¿no? — Chaerin asintió. — La chiquilla de los Bae tiene un don similar aunque ellos destaquen más por la hechicería. — Mencionó con desdén mientras veía a la menor de los Bae jugar con algunos niños de su edad. — Es sin embargo; muy bonita, quizás si convences a su madre de instruirla en nuestra jerarquía pueda ser más poderosa. — Instó de forma nada disimulada.

— No puedo hacer eso. — Chaerin negó de inmediato y el anciano solo la vio sin emoción alguna. — Bueno, puedo intentarlo pero no aseguro nada.

— Así me gusta que hables, Chaerin-ssi. Recuerda que esto no es solo por ti, es por todos nosotros; por nuestra raza. — Susurró el mayor. — Además, ¿si sabes el gran compromiso que tienes encima no? — La pelinegra asintió renuente. — ¿Tu esposo cuando vendrá?

— Es miembro activo del consejo y está trabajando con la primera generación de videntes.

— Recuérdame los atributos. — Mencionó con fastidio.

— Predicción, sabiduría y fuerza. — El anciano asintió.

— ¿Y tú con que cuentas? — La observó con interés.

— Tengo la voz, estoy desarrollando uno nuevo pero solamente puedo usarlos en mis hijos, supongo que es por el lazo de sangre. — Susurró la mujer.

— Verdaderamente son una familia interesante. — Asintió el anciano conforme. — ¿En dónde están JungKook y YoonGi en estos momentos?

— Con Jin, deberían estar entrenando justo ahora, ya fueron otorgadas sus guías, mi hijo mayor lo hizo. — Respondió.

— Tráeme a YoonGi cada luna llena, tenemos que seguir con la fase dos, JungKook también puede venir.

— ¿Por qué JungKook? — Preguntó intrigada el anciano la observó confundida. — Pensé que solamente necesitabas a YoonGi, nunca antes me habías pedido a otro de mis hijos.

— Olvídalo, él no es de importancia por ahora.

...


— Hyung. — El llamado lo sobresaltó mientras sentía su mano ser tomada fuertemente. — YoonGi-hyung ¿te sientes bien? — Jimin lo observó en silencio mientras el rubio parpadeaba confuso ante el reciente recuerdo que llegó hasta él. — Te detuviste de repente y luego te llevaste la mano a la cabeza. — Susurró Jimin preocupado mientras seguía observándolo en silencio, quizás analizándolo. — ¿Te duele la cabeza?

— Estoy bien, creo. — Susurró dudoso mientras tomaba de la mano al menor y seguían avanzando por el parque al cual habían decidido ir. — Solo recordé algo que me dejó un poco confundido.

— Suele pasar hyung. — Jimin comentó mientras ambos avanzaban por el lugar. — A veces me pasan cosas similares. — Aquello sin duda llamó la atención del mayor. — He tenido sueños raros. — Se rascó la nuca nervioso mientras recordaba.

— ¿Sobre qué? — Indagó curioso siendo presa de la curiosidad que crecía dentro de él.

— Una vez soñé con una especie de reunión, todos estaban a mi alrededor pero realmente no reconocía a nadie, era extraño porque desperté con miedo pero en el sueño no me pasaba nada malo, solo me veían. — YoonGi asintió mientras por su mente miles de preguntas rondaban. — Supongo que son esa clase de sueños que no tienen explicación — Se encogió de hombros restándole importancia. YoonGi asintió otorgándole la razón aunque él supiera con exactitud el significado de ese sueño.

El comienzo de una era y el fin de otra.

...

— ¿Qué has hecho todo este tiempo? — Cuestionó Jin con curiosidad mientras dejaba en la mesa de su apartamento una taza de café para la pelinegra. Irene sonrió agradecida mientras tomaba el recipiente entre sus manos.

— Soy modelo. — Aquello no tomó por sorpresa a Jin, Irene siempre había portado una belleza natural y atrayente. — He estado trabajando en varias campañas publicitarias.

— Debería de ver más la televisión. — Susurró Jin mientras escuchaba atento como Irene describía su trabajo. La pelinegra hablaba animadamente de su grupo de amigas y el cómo estas le han ido ayudando desde que iniciaron hasta ahora.

— Son como una familia. — Susurró animada. — No sé qué haría sin ellas.

— Algún día deberías presentármelas. — Irene asintió animada mientras se imaginaba a su grupo de amigas junto con Jin. — También le podemos decir a JungKook y YoonGi.

— Tienes razón. — Concluyó Irene. — Me gustaría ver a YoonGi, tengo tanto tiempo sin verlo. — Susurró la pelinegra con melancolía, la última vez que había visto a YoonGi fue un día antes de que todo el caos se desatara en sus vidas. — ¿Lo consiguió? — Preguntó. Jin asintió.

— Lo conseguí yo. — Mencionó con superioridad. — JungKook y YoonGi pensaban viajar a Japón y establecerse allá, yo conseguí trabajo en una universidad y un día pasé por el departamento de baile y lo vi ahí, siendo tan normal como siempre.

— ¿No te reconoció? — Preguntó intrigada la pelinegra. Jin negó con pesar.

— JungKook hizo todo lo que tú indicaste pero... Para JungKook a pesar de que todo lo malo lo hizo nuestra madre, Jimin también tenía la culpa por aparecer en nuestras vidas. — Negó mientras Irene escuchaba en silencio. — Jimin sufrió mucho, pero JungKook es incapaz de ver eso, así que no lo incluyó aquella noche. Suspiró sonoramente mientras recordaba vagamente aquel día.

— Supongo que es normal. — Irene comentó jugando con la taza en manos. — Nosotros nos casamos muy jóvenes y tuvimos que tomar nuestros puestos en el consejo, JungKook y YoonGi estaban juntos siempre, tenían un lazo más fuerte.

— Pero eso no justifica que odie a Jimin. — Jin rebatió pero Irene negó.

— Tienes razón. — Asintió de acuerdo. — Pero piénsalo de esta forma, si Jimin no hubiese aparecido en la vida de YoonGi, nada de lo que pasó hubiese pasado. — Susurró. — YoonGi se hubiese casado con quien sea que tu madre hubiese dicho y no querría saber que hubieran hecho con el dichoso pacto al cual debíamos honrar.

— A veces creo que el pacto familiar era una mentira de nuestra madre para tenernos en sus manos.

Irene se encogió de hombros antes de hablar. — ¿Quién sabe realmente? Quizás si existió pero no éramos dignos de saberlos. Concluyó. 

...

Jimin observó feliz mientras YoonGi hablaba un poco sobre su vida, aquella tarde había servido para enterarse de que tanto JungKook como su hyung venían de Daegu con planes de visitar a Jin e irse para Japón, plan que cambió al Jin ofertarle trabajo y que éste aceptara. YoonGi también le había contado que sus padres habían muerto en un accidente dejando con todo el peso de la familia a Jin, por tal motivo el mayor siempre se encontraba de un trabajo a otro mientras que YoonGi con algunas canciones que producía ayudaba a Jin para mantenerse hasta lograr la estabilidad que mantenían en la actualidad, aunque ya su situación económica no se había visto difícil, Jin igual terminó con dos trabajos ya que se había acostumbrado lo suficiente a la rutina y sentirse solo en casa sin nada que hacer lo hacía sentirse ansioso.

Jimin también aprovechó para contar un poquito de su vida, con mucha alegría mencionó que provenía de Busan y que se había esforzado mucho para llegar a Seúl, que extrañaba de gran manera a su hermano menor pero que por algunas diferencias entre sus padres y él no podía visitarlo mucho como él quisiera, también le contó que tanto Taehyung como Hoseok habían sido grandes pilares en su vida al inicio de su carrera, siendo Hoseok un profesor de baile con su propia academia ya establecida, Jimin sabía que con el tiempo tendría un lugar de trabajo seguro mientras que Taehyung lo animaba siempre que podía a no desertar de sus sueños ante las presiones de sus padres por hacerlo regresar a Busan y estudiar administración allá.

— ¿Sabes que pienso de eso? — Preguntó YoonGi mientras comía de las galletas que ambos compartían en aquella cafetería en la cual habían decidido entrar para terminar de pasar la tarde. — Pienso que está mal lo que hacen tus padres, no pueden simplemente alejarte de tu hermano solo porque ellos no acepten tu forma de vivir o ser.

— Yo he hablado tanto con ellos, a veces mi madre parece entenderme. — Susurró con un poco de emoción. — Pero mi papá es más fuerte que ella. — Mencionó lo último con tristeza. — Mi mamá siempre ha sido muy dependiente de las opiniones de mi padre y si el cielo es azul, mi papá diría que es verde y mi mamá lo apoyaría, siempre han sido así.

— Pues me alegro que seas diferente, Jimin-ah. — Le halagó. — No puedes vivir tu vida siendo lo que alguien más quiere que seas, tienes que ser tú. — Jimin asintió de acuerdo mientras veía a su hyung, a su mente llegó un pequeño recuerdo y no pudo evitar pensar un poco mejor sobre la relación que llevaba con su mayor.

«Prométeme que pase lo que pase, siempre vas a pensar en ti y nada más que en ti. — Extendió sus manos esperando a que Jimin la apretara. — Que cuidaras tu corazón, Jimin-ssi. »

— ¿En qué tanto piensas? — Preguntó YoonGi mientras veía al menor con el ceño fruncido. — ¿Jimin-ah?

— ¿Qué somos? — Preguntó el castaño con curiosidad. YoonGi frunció el ceño confundido. — ¿Qué somos nosotros? ¿Qué tenemos?

— Somos... — YoonGi lo meditó un momento antes de hablar. — Somos lo que tú quieras que seamos. — Jimin lo pensó por un momento y YoonGi pareció entenderlo. — Aunque... ¿Te parece ser mi pareja, Park Jimin? — Cuestionó llamando por completo la atención de un cabizbajo castaño. — No prometo que será fácil pero...

— ¡Claro que sí! — Exclamó con emoción mientras prácticamente se lanzaba encima del mayor, algunos comensales de la cafetería en donde estaban se rieron un poco ante la exagerada felicidad del menor pero luego de un momento volvieron a sus asuntos dejando a Jimin y YoonGi en su pequeña burbuja de felicidad.

...

— ¿Puedes decirme que sí? — Preguntó YoonGi mientras veía al castaño.

— No te conozco, ni siquiera sé de donde saliste. — Rió el menor mientras veía al pálido caminar a su lado.

— Ahorita no me conoces, pero te aseguro Jimin-ssi, voy a cambiar tu vida.

...

Nueva actualización de Hunter con mucho amor.

¡Muchas gracias por los 1.3k en leídas, aunque en comparación a otra historia, esta avanza lentamente, creo que vamos por un buen camino, quiero creerlo.

Este fue mi primer fanfic pensado para mi OTP, le he puesto mucho amor y a veces me siento un poco desanimada cuando no veo apoyo de su parte, sin embargo, seguiré con esto porque mi sueño era tenerlo escrito, siendo que he investigado bastante para tratar de traer algo diferente, quizás algún día le den un poquito más de amor.

Pana* : denominada también la "Mujer de allá arriba", en la mitología inuit es la diosa  que se  ocupa de las almas de los muertos​ cuando son transportadas desde el mundo medio, la tierra y al reino superior, el cielo.​ Cuida de las almas hasta que están listas para reencarnarse  y entonces, de vuelta, son enviadas a la Tierra para nacer de nuevo, asistida por el dios lumar que no puede brillar durante ese tiempo.​

Los textos en cursiva son recuerdos, la primera parte cuando hablamos de Chaerin, es de la vida pasada de los chicos, luego cuando Jimin recuerda lo de Hoseok, obviamente estamos en un tiempo presente, pero para que no se confundan siempre que ponga los "..." estamos hablando de un tiempo en pasado, es decir; el origen de los chicos, cuando los puntos suspensivos estén dentro de corchetes [...] es un cambio de escena.  Cuando ponga comillas "« »" nos referimos al tiempo presente del fic.

¡Muchísimas gracias por leer y por sus votos!

Algún día me gustaría leer que opinan sobre la historia, si no es mucho pedir.

Nos leemos en la próxima actualización.

Si aún no me siguen ¿qué esperan? No le teman al éxito.

Bye-bye!

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