Existían diferentes libros de fantasía con las temáticas de vampiros donde relataban historias eróticas, de amor cliché o la que hacía temblar los huesos ante las criaturas sanguinarias que se describían. Definitivamente un mundo de posibilidades, pero inexistente.

O eso era lo que se creía...

Jungkook corrió tan rápido como podía, su arco de caza preparado para atravesar la carne, diferentes armas alrededor de todo su cuerpo y un audífono en su oído que le daba información sobre su posición y la del enemigo.

De un momento a otro sintió un gran golpe y ahora estaba en el suelo con una mujer encima de él. Ella lo miró hambrienta y sin esperar demasiado se abalanzó a su cuello. Un grito plano salió de su boca cuando una de las flechas especiales de Jungkook atravesó su garganta, matándola al instante.

Con facilidad se la sacó de encima, mirando como la herida comenzaba a quemar su pálida piel. Ese era un nuevo mundo, uno donde solo los cazadores conocían a las criaturas de la noche, borrando toda su existencia antes de que los humanos ignorantes se encontraran con un vampiro hambriento y los rumores se extendieran por el mundo, dejando en evidencia la existencia de aquellas criaturas que se creen una simple imaginación para películas, libros, etc.

Jungkook sonrió ante el cuerpo sin vida de la mujer, pero muy en el fondo estaba enfadado, había perdido a su objetivo principal, nuevamente.

—Otra vez escapó, Jungkook —escuchó desde el audífono.

—Lo sé, esta maldita se me abalanzó para que él ganara tiempo.

 —Vuelve al campamento, tu misión ha terminado. Si el objetivo se acerca a la sociedad esta vez no tendrá escapatoria y dejaré que lo mates.

Jungkook soltó una carcajada con gusto, podía sentir el deseo de matar a su enemigo y divertirse en el proceso.

La historia del cazador no era muy bonita, conoció la vida vampírica a los diez años cuando un vampiro atacó a su madre, desde ese día ella nunca regresó y por cada año su odio creció. Entró a los entrenamientos en el primer momento que cumplió la mayoría de edad, ahora era el mejor cazador de vampiros de todos, su padre estaba orgulloso de su hijo.

Y para Jungkook era divertido, le gustaban los juegos y para él, cazar a un vampiro era su juego favorito.

Todo se volvía más excitante cuando se trataba de seguir al mayor vampiro de todos, el que le arrebató a su madre. Tenía un gran deseo de al fin atraparlo y divertirse con él antes de matarlo lentamente.

Tenía una imagen borrosa de este, solo recordaba una piel pálida y ojos escarlata mirándolo fijamente mientras en sus brazos se encontraba su madre desfallecida, bebiendo de su cuello. En el momento que Jungkook soltó un grito lleno de dolor, el hombre había desaparecido, llevándose a su madre para no saber nada de ella en los próximos años.

Seguía siendo un recuerdo doloroso para él, solo tenía diez años cuando le arrebataron a su madre, después de eso su padre olvidó el luto para seguir cazando vampiros hasta tomar el lugar de su abuelo como el primero al mando entre todos los cazadores. Jungkook tenía un gran resentimiento, su madre ni siquiera tuvo una buena despedida, solo la vio partir en los brazos de un vampiro y fue todo.

Ante el recuerdo apretó sus puños con rabia antes de regresar al campamento.

Dejó su arco en una de las mesas para llegar hasta su padre que seguía a los demás cazadores desde cámaras con audio y video. El hombre paró de mirar la cámara de Jungkook para apagarla y dejar a alguien más supervisando a otro cazador que se encontraba en una misión.

Pronto se levantó para darle una mirada a Jungkook y seguir su camino. Su hijo lo siguió, había entendido aquella mirada.

Al entrar a la oficina de su padre tomó lugar en uno de los sillones, mirando como este caminaba por todo el lugar, tan frustrado y molesto. Antes de explotar de enojo tomó una navaja para lanzarla a la puerta.

 —¿Por qué lo dejaste ir? —soltó colérico.

 —Usted lo vio, padre, esa mujer se abalanzó a mí para que él pudiera escapar, y eso no es todo, bebería de mi sangre, un buen plan ¿No cree? —Jungkook también comenzaba a molestarse y un Jungkook molesto no era bueno, tenía una mente insana.

La muerte de su madre lo había dejado con un gran vacío y con una sed de venganza que no era normal, incluso su padre le tenía miedo, se podía ver como todo un psicópata, como si disfrutara jugar a la presa y al cazador, por eso era el mejor.

El hombre suspiró antes de volver a hablar.

 —Bien, lo dejaré pasar... Otra vez —dijo entre dientes—. Pero quiero la cabeza de ese maldito vampiro y tú me la vas a traer.

Jungkook soltó una carcajada. Su padre quería a ese vampiro muerto, pero él no lo cazaba. Tampoco permitirá que él lo hiciera, la pelea era entre ellos dos y Jungkook no pararía hasta hacerlo pagar lo que le hizo a su madre.

Miró a su padre una última vez antes de levantarse y salir del lugar. Caminó en dirección a la habitación de su abuelo. El viejo hombre seguía postrado en cama con la mirada perdida en la venta.

 —Abuelo, vine a verte.

Y el hombre dejó de mirar la oscura noche con ojos tristes para mirar a su nieto con una gran sonrisa de felicidad.

Con una de sus manos lo llamó hasta que Jungkook entró a la cama con él, abrazándolo con mucho cuidado. Todo lo malo desaparecía cuando estaba con él, era como que toda la cordura regresaba a él y su corazón volvía a latir a un ritmo sano y puro. Ya no era el Jungkook cazador insano, era solo el pequeño Jungkook con una gran herida en el corazón al perder a su madre.

El hombre acarició sus cabellos con cariño, su boca soltando balbuceos que no eran entendibles.

 —Otra vez escapó el vampiro que me quitó a mi madre —dijo al fin, tranquilizado a su abuelo para que dejara de intentar hablar.

Otro balbuceo salió de su boca, ahora miraba a Jungkook con pena.

 —Lo atrapare, entonces vengare a mi madre, lo prometo abuelo... También haré que toda su raza pague por lo que te hicieron —sus lágrimas de furia se acumularon en sus ojos.

El hombre negó mil veces, refugiando al menor en su pecho.

Sí, la lucha no solo era por su madre, antes de que su padre tomara el liderazgo, esa misma noche los vampiros habían atacado al líder en ese entonces, por suerte el padre de Jungkook llegó a tiempo antes de que lo asesinaran, pero no pudo evitar que le arrancarán la lengua cruelmente. Todo fue un caos en ese entonces, Jungkook había perdido a su madre y su abuelo se debatía entre la vida y la muerte. Por suerte el hombre logró sobrevivir y ahora esperaba su final en la cama de su habitación, siendo visitado por Jungkook cada que podía.

 —Te amo, abuelo. Por favor espera un poco más, estamos muy cerca de acabar con todos ellos.

El hombre volvió a negar, pero no había nada que pudiera hacer, aunque lo intentara, Jungkook no lo entendería y bueno, no tenía nada más para comunicarse, había sido cruelmente silenciado hasta el resto de sus días.

Después de un poco más, Jungkook se quedó completamente dormido, el viejo nombre lo miraba con ojos cansados y tristes, su nieto tenía heridas frescas en el rostro, una cicatriz en una de sus mejillas y parecía tan cansado. Lloró en silencio al no poder pedirle que dejara de poner su vida en peligro.

A lo lejos una nueva alarma se encendió. Jungkook despertó al instante, saliendo de la cama con rapidez. El hombre le pidió entre balbuceos que no fuera, pero era tarde, nuevamente estaba esa mirada dura y fría en sus bellos ojos.

Y sin más había corrido con una gran sonrisa llena de locura.

Su padre llegó al mismo tiempo que él, ahora tomó lugar junto a todos los demás que seguían a sus objetivos por las cámaras. Jungkook miró al vampiro cerca de la zona de campamento, sin esperar aviso había tomado su arco para correr fuera del lugar.

Sabía que el vampiro lo escucharía así que tenía que ser rápido. Encima de él había un dron grabando en vivo todo lo que pasaba, su padre le informaba por el audífono donde estaba el hombre.

Tomó su arco y una flecha al llegar al lago, no había nadie ahí, todo estaba completamente en silencio, solo se escuchaba el ruido de los grillos y algún búho, hasta que una rama se rompió detrás de él. Pronto giró para atacar, un hombre saltó hacía él.

Ambos cayeron al suelo. Jungkook al fin miró su rostro. Pálido, ojos completamente rojos, labios mojados en sangre por el conejo que había cenado y piel fría. Algunos cabellos caían en su rostro, pero era... Muy bello.

Sus miradas se encontraron, el hombre abrió la boca con la intención de decir algo, sus colmillos aparecieron al instante, haciendo a Jungkook regresar a la tierra y al momento de peligro que vivía.

 —Jeon Eunji —pronunció.

Y la rabia creció en Jungkook. Sus dientes estaban apretados, parecía que miraba en rojo, solo quería asesinar al vampiro por el recuerdo de su madre y por pronunciar su nombre con su sucia boca.

 —Jungkook, para, la rabia te hará actuar impulsivamente y así es como todos mueren, por impulso, por no pensar correctamente —escuchó a su padre por el audífono.

Pero era tarde, Jungkook se había sacado al vampiro de encima para apuntarlo con su arco. El de piel pálida no parecía tener intenciones de atacarlo, pero todo pasó muy rápido. Jungkook comenzó a lanzar fechas a su enemigo, este esquivándolas con facilidad. Entonces comenzó a correr lejos de Jungkook, ese pequeño error lo dejó vulnerable pues una de las flechas había rozado en su piel, haciéndolo soltar un grito de dolor ante el veneno en la punta de la flecha.

El cazador corrió para atraparlo, pero se trataba de un vampiro, había corrido a una velocidad impresionante, perdiendo todo rastro de este.

 —¡Vuelve al campamento, ahora! —gritó su padre.

Y con rabia se sacó el audífono, lanzándolo al lago y usando una de sus flechas para romper el dron. Quería estar solo, no regresaría al campamento pronto.

Se adentró al bosque, buscaría al vampiro por su propia cuenta, no podría haber ido muy lejos, menos con una herida cerca de su cintura que no pararía de quemar hasta obtener el elixir correcto.

Caminó por mucho tiempo hasta que ante él apareció una mansión. Era extraño pues no pasaban muchos humanos por ahí, era zona peligrosa. La casa parecía estable, como si haya alguien que le diera mantenimiento.

Ajustó su arco entre sus manos para caminar al lugar. Estaba completamente seguro de que era hogar de vampiros.

Estaba demasiado cerca cuando su celular satelital comenzó a sonar. Maldijo miles de veces, buscando el aparato para colgar la llamada y esconderse entre unas rocas ante el sonido proveniente de la casa.

 —Sabemos que estás ahí, podemos escuchar tu débil corazón y oler tu apetitosa sangre —escuchó.

 —No voy a salir hasta que traigas a tu líder, tengo el elixir que lo puede salvar, solo quiero dialogar con él —dijo desde las rocas.

 —¿Crees que somos estúpidos? Niño, tenemos más años que tú, sabemos cómo es todo esto del diálogo y los humanos pacíficos, es todo una completa mierda, son traicioneros y asesinos.

 —¿Asesinos? ¡Ustedes son los asesinos! —salió de su escondite para apuntar su arco.

Un hombre con apariencia joven estaba ante él. Piel pálida, ojos escarlata y belleza impresionante.

 —Ahí está, el tonto humano me apunta con su arco y una flecha envenenada justo después de acusar a mi raza por ser asesinos —dijo con ironía.

Jungkook desistió de bajar el arma, los vampiros eran rápidos y un solo error le costaría la vida, contando con que estaba en el territorio de ellos y le ganaban por mayoría, fuerza y rapidez.

 —Y lo son, por eso no bajaré la guardia, solo quiero que tu líder venga aquí y hable conmigo —exigió.

 —No seguimos tus órdenes, saco de huesos.

Jungkook iba acabar con él, estaba harto de ese vampiro.

 —No siguen sus órdenes, pero si las mías.

Y ahí estaba.

 —Entra a casa, Jimin —ordenó sin perder la vista del cazador.

El vampiro estaba por negarse cuando le dio una mirada fría y autoritaria.

 —Si intentas algo estarás muerto, humano —escupió lo último con rabia antes de entrar en casa.

La mirada de Jungkook nuevamente regresó a la del vampiro. Este se quedó quieto en su lugar, el cazador lo seguía apuntando con su arco.

 —Baja el arma, por favor —pidió, pero Jungkook lo ignoró.

 —No lo haré.

 —No te haré daño, ninguno de nosotros lo hará. Querías hablar, entonces hablemos, pero baja el arma.

Y Jungkook mordió su lengua ante la rabia de ceder ante un ser despreciable como aquel vampiro, pero necesitaba respuestas antes de acabar con él. Seguramente después lo asesinarían, pero ya nada importaba, habría tomado venganza por su madre y abuelo.

Regresó la flecha a su lugar en su espalda y colgó el arco en uno de sus brazos.

 —Te invitaría a pasar, pero eres muy inestable, no quiero muertos a los míos, ya no.

Y no le importaba, así que fue directo.

 —Jeon Eunji ¿La recuerdas? —preguntó con molestia.

El vampiro asintió con tranquilidad. Ahora bajando uno de los escalones con lentitud y dolor. En ese momento Jungkook notó que este solo vestía su pantalón y su torso estaba al descubierto con un gran vendaje en la herida que había ocasionado con su flecha.

Retrocedió un poco, sus dedos picando por tomar su arco.

 —Eres Jeon Jungkook —afirmó el pálido.

 —Te hice una pregunta, habla.

 —Sí, Jeon Eunji, la recuerdo perfectamente.

 —Era mi madre y me la arrebataste —sus puños se cerraron con fuerza, sus uñas enterándose en su piel.

El vampiro soltó un gemido, llevando una de sus pálidas manos a su boca, sin apartar la mirada de una de las manos de Jungkook.

En ese momento el cazador se dio cuenta que sus manos sangraban ante la fuerza ejercida con sus uñas en su piel.

Agitó sus manos en el aire, limpiando lo que quedaba de sangre en su pantalón negro, no parecía asustado ante la mirada hambrienta del vampiro frente a él.

 —Yo... —su garganta dolía, la necesitad de sangre era dolorosa—. Yo no te la arrebate —soltó como pudo.

Una mano en su herida y la otra hecha puños ante su autocontrol.

 —¡Te vi! ¡Yo estaba ahí cuando enterraste tus colmillos en su cuello! —acusó con furia.

 —No bebí de ella.

 —¿Crees que soy imbécil? —y la locura se reflejó en sus ojos.

Su arco nuevamente estaba apuntando al vampiro.

 —Quieres matarme y lo entiendo, pero antes que lo hagas quiero hacerte una pregunta —su mano seguía sobre la venda en su cintura—. ¿No tu veneno debería acabar conmigo rápidamente?

Jungkook notó aquello, para ese entonces el veneno ya debería estar llegando a su estómago y pecho, quemando al vampiro rápidamente.

 —¿Qué hiciste? —preguntó molesto y asustado—. Solo nosotros sabemos el elixir para detener el veneno ¡¿Cómo lo descubriste?! —gritó.

 —Jungkook, no todo es lo que parece y la historia puede ser diferente desde el punto donde lo mires.

 —¡Dime como lo supiste!

 —Te lo diré. Por favor, baja el arco.

Jungkook obedeció, necesitaba respuestas.

 —Te contaré la historia de como conozco el elixir... Un día, de la nada aparecieron humanos en el bosque, por desgracia, uno de mis chicos apareció ante ellos, él no podía controlar su sed de sangre así que atacó a la mascota, ellos tan sorprendidos por lo que miraron no tardaron en acabar con él, fue difícil, pero lo lograron, mi chico no estaba listo para la batalla. Así fue como el tiempo pasó, esos humanos regresaron con un ejército, invadieron nuestra casa y comenzaron una cacería. Tuvimos que movernos hasta aquí, los años pasaron, aquel campamento comenzó a crecer y a crecer con nuevos cazadores hasta que llegamos al año donde todo comenzó...

 —Solo dime como, no me cuentes tu vida, no me importa —dijo cansado.

El pálido ignoró lo dicho por el cazador, contaría su historia completa o no lo haría.

 —Ese día era una noche oscura... De alguna forma me acerqué al campamento, yo mismo le prohibí a mi familia acercarse a los humanos porque sé lo que la sangre humana causa en nosotros y lo que ellos son capaces de hacer ante lo que les aterra, así que algo me llamó, como si quisiera que estuviera allí... Al acercarme lo suficiente pude oler sangre fresca, era sangre humana. Atraído por el aroma me acerqué, solo quería sangre y la tendría a como diera lugar.

Jungkook intentaba contenerse, odiaba que él hablara de la sangre humana como si fuera una droga.

 —Iba a romper mi mayor regla ese día hasta que lo miré todo. El hombre le gritó algunas cuantas palabras a aquella mujer, dejándola fuera del campamento a su suerte, con una navaja cortando profundamente su carne, sin esperanzas de vivir, ya sea porque muriera desangrada por la herida que él ocasiono o porque su sangre llamaría a todos los vampiros a beber de ella. Las cosas no eran justas, no dejaría que esa mujer muriera en manos de aquel cruel hombre. Sabía que podía salvar su vida, entonces lo hice. Mordí su cuello, mis colmillos llegaron a su vena, entonces yo... Deposité mi veneno en ella y luego de eso hubo un gran grito de dolor. Un pequeño de diez años me miraba como la escoria más horrible en el mundo, como si fuera un asesino y... —no terminó de hablar.

 —¿C-como supiste del elixir? —su labio temblaba, la historia del vampiro sonaba familiar para él.

 —Corrí con la mujer en brazos hasta traerla aquí, su cuerpo estaba muy cansado, ella estaba muriendo desangrada cuando la transformación llegó. Lloró por días, lloró por años enteros, no volvería a ver al pequeño que se quedó bajo el cuidado de un sanguinario asesino. A pesar de todo eso, ella tuvo la esperanza de algún día volver a ver a su hijo y sabía que para ello necesitaría un elixir por si su exesposo la intentaba atacar antes de llegar a su hijo y contarle toda la verdad. Así fue como nos dijo todo y nos pusimos manos a la obra, después de todo, ella estudió ese elixir por años junto a su esposo porque es necesario para su propia raza cuando por idiotas se pican con sus propias flechas —rio sin gracia, mirando a Jungkook con seriedad.

 —¿Y crees que voy a creer en esta estupidez? —sus ojos rabiosos estaban cubiertos por lágrimas—. Me conoces, sabes quién soy, puedes usar la muerte de mi madre para llegar a mi cabeza y hacerme creer esto, pero no es así, no te creo nada.

Y nuevamente la flecha apuntaba directo a su pecho. Hubo un sonido antes de que todo pasara rápidamente. El vampiro estaba siendo protegido por una mujer igual de pálida que él, otra de su raza.

La mujer tenía la cabeza gacha, sus cabellos cubrían su rostro hasta que lentamente elevó la mirada. Sus grandes ojos chocaron con los de Jungkook.

Y el cazador cayó de rodillas sin nada que evitara el golpe con las rocas pequeñas, rasgando su pantalón y dejando cortadas pequeñas en ella. La mujer lo miraba con ojos rojos tristes, mordiendo sus propios labios ante el olor a sangre fresca, pero no atacaría, había practicado mucho para ese encuentro en el futuro.

 —Mamá... —susurró.

Ella soltó un sollozo, mirando a su hijo frente a ella con ojos asombrados y tristes.

 —¿Qué te hicieron? Mira lo que eres... —lloró—. Te voy a matar por hacerle esto a mi madre.

Su arco y flecha temblaban en el aire, claro que podía disparar y acabar con el vampiro mayor, pero su madre seguía protegiéndolo. Sus ojos color escarlata y piel pálida sin vida, ya no era una piel como la suya, se notaba la falta de sol en ella, su figura era justo como la miró antes de que desapareciera esa noche, dejándolo llorar su muerte y su odio hacia los vampiros crecer.

 —Hijo... Baja tu arma, por favor.

 —¡No! L-los voy a m-matar a todos —sollozó.

Y sin darle tiempo a reaccionar, más varios vampiros habían salido de la casa para desarmarlo, dejándolo completamente vulnerable. Ella se apartó de su creador para correr a su hijo y abrazarlo fuertemente.

 —Kookie, por favor, escúchame —lloró.

Jungkook se resistió, no quería tocarla, quería recordar el cuerpo tibio de ella con mejillas rosadas, ojos cafés con mil galaxias en ellos, y su refugio por siempre, sus cálidos brazos donde se sentía seguro cuando el abuelo le contaba historias de vampiros que lo hacían temer.

 —No... Aléjate, eres como ellos... Yo los debo matar a todos para vengar tu muerte.

 —No debes vengarme porque estoy aquí, mi bebé —sus frías manos tomaron su rostro para que Jungkook la mirara.

Sus orbes oscuras se encontraron con las escarlata de su madre y aunque fuera el color de la sangre en ellos, pudo sentir la calidez que había perdido por muchos años y que tanto necesitaba. Sin notarlo, ya estaba abrazándola mientras se refugiaba en su pecho para llorar mucho.

 —Vamos a entrar a casa, amor, ellos no te harán daño porque mami te protegerá y porque ellos no son el enemigo —susurró.

Jungkook ni siquiera tenía fuerzas para resistirse o echar a correr lejos. Se dejó arrastrar por su madre, de su otro lado había llegado su peor enemigo para ayudarla a meterlo en casa.

Esperaba humanos muertos como trofeos por toda la casa, pero se llevó una gran sorpresa, nada era como se lo imaginó.

Su cuerpo cayó en uno de los sillones de la gran sala, su madre estaba a su lado abrazándolo de costado mientras el vampiro mayor le decía algo a los diferentes pares de ojos escarlata antes de que desaparecieran a una velocidad increíble, dejándolos a ellos tres solos.

 —Esperé muchos años para aparecer ante ti y decirte toda la verdad, pero no podía, te habías vuelto uno de los mejores cazadores y no podría aparecer así... El señor Taehyung me encontró y me salvó de la muerte, me dio un refugió, me ayudó a controlar mi sed y mi nueva vida como una vampira recién convertida...

El vampiro llevaba por nombre Taehyung, ahora lo sabía.

 —¿Quién fue? ¿Quién te hizo eso? —preguntó entre sollozos.

Ella desapareció de su lado y volvió a aparecer en un solo parpadeo, ahora llevaba una tela en manos, la respuesta estaba entre la tela.

El cazador lentamente llevó sus manos temblorosas hasta las manos de su madre donde descubrió el objeto, sintiendo un pinchazo en su corazón al reconocer esa navaja.

Un grito se escapó de sus labios, nuevamente se escondió en los brazos de ella para llorar sin consuelo. Taehyung se fue y regresó con unas tijeras, algodón y agua tibia.

Sintió unas manos frías sobre sus rodillas, entonces salió del pecho de su madre para mirar al vampiro mayor completamente sereno, retirando la tierra y limpiando la sangre de sus heridas. Sus manos limpiaban con completa suavidad, pasaba el algodón con mucho cuidado hasta que terminó. Aquello le sorprendió de sobremanera.

 —¿Por qué mi padre te haría esto? Él te amaba tanto...

 —Porque tu abuelo quería que tu padre evitara los peligros para cuidar de ti y de mí. Uno de los mejores cazadores en ese momento tomaría su lugar y tu padre se dedicaría a nosotros, para tu abuelo eras su mayor alegría, no quería dejarte sin tu padre a muy temprana edad... Yo no le servía mucho, pero no era su objetivo, discutimos porque me enteré que quería quitar del camino al elegido por tu abuelo, entonces... —ella comenzó a bajar parte de su ropa, dejando al descubierto una gran cicatriz en su pecho.

De esa forma también pudo mirar la marca de la mordida en su cuello, que ahora sabía pertenecía al hombre que se disponía a deshacerse de todo el algodón con su sangre.

 —Eunji, por favor, tómate un tiempo, lo necesitas.

Y ella asintió, desapareciendo del lado de Jungkook.

 —¿A dónde fue? ¡Tráela ahora!

 —Tranquilo Jungkook, necesita tiempo... Tu sangre es muy llamativa y como te dije antes, la sangre humana nos descontrola. A pesar de tener mucho autocontrol por beberla, sus ojos siguen reflejando su deseo.

Jungkook lo miró, estaba por preguntar a que se refería cuando se encontró con unos bonitos cafés claros mirándolo con tranquilidad. No había más escarlata, no había un vampiro al que juró cazar y vengar a su madre, solo un guapo chico de ojos y rostro bonito.

 —¿Cómo...?

 —Si decides conocer a tu enemigo entonces lo sabrás —fue lo último que dijo antes de que su madre regresara a la sala.

Y ahí habían unas orbes del mismo color de Taehyung, solo que estos le pertenecían a su madre. Volvió a llorar porque seguía igual de joven, igual de linda, justo como aparecía en sus sueños y recuerdos, solo cambió el color de su piel y su dieta, pero seguía siendo ella.

 —¿Por qué salvaste a mi madre y a mi abuelo le arrebataste el habla? —le preguntó a Taehyung.

Taehyung parecía no entender y su madre también.

 —Nosotros no le hicimos nada a tu abuelo...

 —¿Qué le pasó? —preguntó su madre con preocupación.

 —Unos vampiros le arrancaron la lengua cuando intentaron matarlo, ese día todos estaban conmigo cuando grité al mirarlo bebiendo de tu sangre, era una distracción, mientras todos estábamos en la habitación, abuelo estaba en su oficina con papá y luego... —se quedó callado al instante mientras sus orbes se movían con rapidez, pensando en todo lo que había pasado.

 —¿Viste a algún vampiro dentro del campamento de los cazadores? ¿Te dijo tu padre cuantos o cómo eran? ¿Alguien más los miró entrar? No pudieron llegar al líder sin ser notados, estar entre tantos olores distintos a sangre los hubiera dejado aturdidos, todos los hubieran notado al entrar, Jungkook —Taehyung le dijo.

 —Él lo hizo —soltó atónito.

Su madre lo abrazó fuertemente al entender lo sucedido. Todos sabían que para Jungkook su abuelo era muy importante, había formado parte de su infancia por completo, incluso después de crecer y convertirse en el Jungkook que era en ese momento.

 —¡Nos mintió a todos! Él te hizo esto y le hizo daño a su propio padre solo para obtener el cargo de líder, pero ¿Por qué?

 —Yo puedo responder a eso... —Taehyung dijo.

 —Dime, por favor —suplicó.

Ya no había rastros del Jungkook insano que le gustaba jugar a las atrapadas con los vampiros, ahora había un chico que conocía la verdad entre toda la mentira que era su vida, mirando todo con ojitos de Bambi asustado y llenos de vida cuando la mujer que creyó muerta aparecía en su campo de visión.

 —Es irónico que un cazador que daría su propia vida por acabar con los vampiros haya llegado hasta mí para implorarme ser como yo, uno más de la raza que jura algún día destruirá.

 —Eso es imposible, papá los odia, no podría pedirte eso.

 —No cariño, no miento —le dijo.

Por algún motivo las mejillas de Jungkook se sonrojaron y apartó la mirada del hombre frente a él para enfocarse en su madre que lo miraba atenta.

 —Tengo reglas, bonito. No convertir a humanos sin motivos es una de ellas, todos los vampiros de esta casa están aquí porque antes de despertar como vampiros su vida corría de un hilo extremadamente delgado. Me negué todas las veces que él escapó de su campamento para suplicarme la inmortalidad, hasta que llegó a mí con la mirada cambiada, había odio y solo esperaba mi último rechazo antes de declararnos la guerra. Por ello su deseo de acabar con nosotros, por ello quiso ser el líder, quiere acabar con lo que no pudo ser, un completo egoísta. Basuras como él me eh encontrado muchas veces en mi inmortal vida —rodó los ojos con fastidio.

 —Entonces...

 —Nosotros no somos el enemigo, cariño —le dijo el mayor.

 —Mamá...

 —Él tiene razón, cielo. Yo también pensé que los vampiros eran el enemigo, pero no es así, todo lo malo que tú crees de ellos es diferente a la realidad. Solo mírame, no soy una asesina, nunca he herido a un humano, bebo sangre animal, se controlar mi sed y solo quiero que todo cambie. Somos un par más como tú, con dieta distinta y algunas habilidades mejores desarrolladas, pero somos iguales físicamente, no somos aquellos monstros con los que soñabas y no podías dormir. No somos eso, amor.

 —Yo... Voy a matar a papá —su mirada se oscureció, ahí estaban devuelta esos ojitos insanos.

Y todo pasó rápidamente, cuando lo notó, se encontraba de regreso en el campamento con una sonrisa divertida, como si estuviera mirando a Taehyung antes de que solo sea su presa y su enemigo. Una rama se rompió a sus espaldas, entonces giró hasta encontrarse con la mirada de Taehyung. Se sostuvieron la mirada por algunos minutos antes de asentir y entrar al campamento.

Caminó con total tranquilidad a su habitación por una libreta y una pluma, ahora caminó hasta la habitación de su abuelo. El hombre al mirar los materiales en sus manos, se los arrebató para rápidamente escribir todo lo que había pasado, pidiéndole a Jungkook que parara de perseguir vampiros, también preguntándole donde había estado pues desde que rompió el dron y lanzó su auricular no sabían nada de él.

Volvió a llorar cuando su abuelo escribió con manos temblorosas todo lo que su propio hijo le había hecho.

Entonces aseguró a su abuelo en su habitación después de contarle que su madre estaba viva y todo lo que ahora sabía, para caminar hasta la oficina de su padre. Este dormía tranquilamente sobre el escritorio. Jungkook abrió la ventana en silencio, mirando a su madre y a Taehyung entrar sin mayor dificultad.

El hombre se movió entre sueños hasta que abrió sus ojos soltando el nombre de su hijo.

 —¡Jungkook! —pero no había nadie en su oficina.

 —Solo mírate, estás viejo. Mandaste a tu hijo a por mi cabeza, pero ¿Qué crees? Ahora forma parte de mi colección de humanos en mi pared —rio divertido.

Y el hombre lo miró con ojos abiertos grande ante el susto del vampiro en su oficina y también por lo que decía de Jungkook.

 —Pero no soy tan malo, te traje un regalo.

Detrás de él apareció su mujer, Jeon Eunji. Se levantó de su lugar para correr hasta ella y abrazarla, buscó su mirada, encontrándose con unos bonitos ojos cafés, para nada comparados con los escarlata del vampiro.

 —Querida ¡Estás bien! Tuve mucho miedo, este vampiro te alejó de nosotros por todo este tiempo —la refugió en su pecho.

La furia de Jungkook creció mientras seguía escondido junto al escritorio de su padre, donde no lo podía mirar.

 —No, cariño, él no me alejó de ti, tú lo hiciste.

Y ella se alejó del hombre, mirándolo ahora con ojos rojos llenos de odio. Jeon retrocedió hasta chocar con su escritorio.

 —¡¿Por qué le hiciste eso a mi mujer?! ¡Te voy a matar, maldito!

Y sacó una navaja de su bolsillo, pero antes de siquiera moverse, había sido tomado de sorpresa, su cuerpo girando hasta que su mano estuvo sobre el escritorio y la segunda navaja igual a la que llevaba, siendo enterrada en su mano.

Su mirada subió hasta la persona que había usado el par faltante de sus navajas, encontrándose con una mirada llena de locura de su propio hijo.

 —J-Jungkook... —soltó con dolor, la sangre brotando de su mano.

 —Por muchos años creí que los vampiros eran el enemigo, por muchos años creí que un vampiro me había arrebatado a la persona que más amo en el mundo,  y que me había quitado la dicha de escuchar todas las historias de mi abuelo, cuando la verdad era diferente. Nosotros éramos el enemigo, nosotros éramos los asesinos sanguinarios y no ellos... Te voy a matar, papá y lo haré sin ninguna pizca de remordimiento. Me volviste el mejor cazador de todos, sin corazón, el mejor jugador de todos, siendo la cacería de vampiros mi juego favorito y el más divertido. Me hiciste prometer que cuando esté frente al enemigo no dudara a la hora de matarlo y te demostraré lo bueno que soy —rio con locura.

Y sin esperar más, tomó una de sus flechas para clavársela en el cuello. El hombre gritó de dolor y ardor por el veneno, la sangre brotando de su cuello sin parar. Cayó de rodillas, su mano libre intentaba detener la sangre, pero era inútil.

Su cuerpo muerto yacía en el suelo con un charco de sangre y una mano todavía atrapada entre el escritorio y su navaja "desaparecida", como le había hecho creer a su hijo.

Lo que pasó después fue Jungkook contando todo lo que había pasado. Pasó días enteros como el líder de los cazadores, supervisando que ninguno de ellos saliera en busca de un vampiro. Lo mejor sería disolver el campamento y olvidarse de todo ello. Costó, pero lo logró. Ahora serían él y su abuelo, juntos hasta el final. Y ese día llegó. Jungkook lloró sobre el pecho de su abuelo hasta que Taehyung lo tomó en brazos y lo sacó de la habitación mientras su madre y otros vampiros procedían a darle una buena despedida.

Era todo, ya no tenía a nadie más, su abuelo se había ido a un lugar mejor, su padre estaba muerto y toda la aldea se había retirado a la civilización.

 —Mi bebé, necesito hablar contigo... —ella le dijo.

Jungkook salió de los brazos de Taehyung para seguir a su madre. Hablaron por horas hasta que encontraron un nuevo camino juntos.

Los días pasaron, los vampiros lo recibieron en su hogar, los conoció a todos y algunos les tomó cariño. Pasaron años viviendo entre todos ellos, era completamente feliz, un humano muy feliz hasta que...

 —Yo te odiaba ¿Qué me hiciste? —preguntó para después soltar una carcajada y sentir unos fríos labios en su mejilla.

 —Se le llama amor y este es el amor verdadero e infinito de todos, si me aceptas.

 —Dijiste que no conviertes humanos sin una buena razón.

 —Haré la excepción contigo, la mortalidad te sentará muy bien y... Tu novio será el vampiro más guapo y más lindo entre todos los vampiros.

Jungkook soltó una carcajada, acercándose hasta besar los labios de Taehyung.

Decían que del odio al amor había un solo paso y sí, esa frase era verdadera. El odio se convirtió en amistad, luego en cariño, hasta terminar en amor y en un vampiro y un humano tan enamorados por el otro.

Cuando sus labios estuvieron lejos, Taehyung aprovechó para besar su rostro y dejar besitos que bajaron por su cuello hasta sus clavículas y repetir el camino hasta regresar a su cuello donde dejó más besitos y mordidas que no llegaban a cortar su piel.

 —Mamá me pidió ser como ustedes para estar juntos por siempre y... No quería aceptar porque les hice daño a tus protegidos, maté a muchos y después sería como ustedes... Eso sería un insulto para tu raza, pero después comprendí que no eran como nosotros los humanos, son puros y muy guapos —rio—. Y... No quiero estar lejos de ustedes, ya perdí a mi mamá una vez, no quiero hacerlo nuevamente por culpa de mi futura vejez. En algún momento me enamoré de ti, no quiero perder todo esto.

 —Entonces mi amor... Bienvenido a nosotros.

Y los besitos en su cuello pararon para ahora sentir los colmillos de Taehyung atravesando su delicada piel.

Ahora Jungkook sería uno de ellos, recuperaría el tiempo perdido con su madre y aprendería a amar cada año más a Taehyung, siendo un amor que dudaría por toda la eternidad.

¡Hola!

¿Qué les pareció?

¡Sorpresa! Jakaja 💜

Tenía este one shot pero no lo tenía publicado, ya era hora de que lo hiciera, además me gustó mucho ❤

Espero les guste, voten y comenten mucho 💜💜

¡Adiós!

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