o𝟸. 𝚙𝚒𝚛𝚊𝚝𝚎 𝚋𝚊𝚋𝚒𝚎𝚜
Si todavia no había muerto por cinco infartos seguidos era pura suerte, cada uno fue provocado por la fuerte alarma que alertaba a los marines de la invasión pirata.
Tanto soldados como Morgan mismo habian corrido hacia la oficina encontrándose con la puerta trabada desde dentro, comenzaron a forzarla aumentado sus nervios por el ruido que cada vez se oía más y más fuerte ¿qué mierda hacían para provocar tanto desastre?
Se habia mantenido detrás de los oficiales y el capitán, estaba cayendo en desesperación cuando finalmente lograron abrir la puerta al mismo tiempo que observo a su hija y al niño salir volando por la ventana con una caja fuerte en manos.
—¿qué les dan de comer a los niños hoy en día?
Su voz hizo notar su presencia, mano de hacha volteo a verlo con precipitación, trato de mantener un gesto neutro al ver la cantidad de marines que iban detrás del par de críos, sus manos picaban en ansias cuando Morgan se acerco retrasando sus planes.
—aún sigues aqui—afirmó, achino los ojos, algo queria—esos piratas robaron algo importante para mi, si los traes vivos o muertos no me interesa, sólo traelos a ellos y a mi caja fuerte—lo miro—te dare todos los bellys que quieras cuando lo hagas
Se decidió a callar y asentir, por obvias razones no haría caso a su petición pero así podría tener más libertad para llegar a ellos, fue al fondo de la habitación donde pudo verlos atraves de la rota ventana, sin dudarlo se tiro por ella teniendo especial cuidado en su descenso. Se las estaban arreglando bastante bien ellos solos pero seguían siendo demasiados marines, los vio a punto de ser reducidos y al instante se impulso a intervenir.
Los marines se hacían a un lado al verlo, pensando que él sería el encargado de poner fin a la vida de esos jóvenes piratas.
Verla más de cerca le produjo dolor a su corazón, Eliza era idéntica a su madre y dolía tanto a la vez que lo hacía tan feliz, se preguntaba si Nala también lo estaría si pudiera verlo, ¿ella desde el más allá habrá cuidado a Eliza guiandola hasta él? Queria creer que así era, porque su esposa siempre fue alguien persistente y tenía la ligera sospecha que fue gracias a ella que su pequeña hija había sobrevivido a ese trágico día, a ella y a la persona que la salvo.
Aprecio el reconocimiento en su mirada, pero no era el que le gustaría, también noto el miedo.
Estando frente a ellos no fue capaz de articular palabra alguna al esquivar el filo de la katana que busco cortarlo, lo ignoro hace un rato porque creyó que huiria, el chico tenia un buen corazón después de todo.
—Roronoa Zoro, el pequeño novato—ladeo una sonrisa tensa, no era momento para esto, comprobó para su disgusto que su hija y el niño siguieran retenidos—podría dejarte pasar esto, romper el código entre cazadores es un pecado
¿A quien mierda le importaba el código de cazadores? Exacto, a nadie, ni a los mismísimos cazadores y eso era algo que los novatos siempre desconocían por lo que los veteranos lo usaban como burla, en su caso lo usaba como una advertencia, una oportunidad de hacerlo huir sin necesidad de pelear. No quería herir a un crio, no se veia mucho mayor que su hija, no ganaba nada haciéndolo además de romper su propia moral.
—prendere una vela para ti luego—alzo una ceja ante su amenaza.
Estos niños de hoy...
Con su daga detuvo el corte de su katana, Zoro aplicaba toda la fuerza que podía para tratar de hacerlo retroceder pero nisiquiera logró flaquear su brazo, Hunter se alejo unos centímetros dándole una patada en el pecho haciéndolo retroceder unos metros, eso lo mantendría afuera el tiempo suficiente.
Giro sobre su eje dispuesto a deshacerse de los molestos marines que retenian a los niños, grata fue su sorpresa al verlos librarse por su cuenta, claro que con dificultad por ser superados en número pero eso no quitaba que lo habían hecho por si solos.
Los soldados se alejaban nuevamente, creían fielmente en que el verdugo de piratas Hunter se encargaría de ellos, Eliza fue la única en notar como se iban, confundida volteo conectando sus ojos con unos verdes brillantes en anhelo.
Lo reconoció, vaya que si lo hizo, ¿quién no reconocería la pesadilla viviente de los piratas de todos los mares?
Nami juraba que hasta Arlong temblaba con el sólo pronunciamiento de su nombre, y no era para menos, había tantos rumores que circulaban por las olas acerca de este hombre y cada uno de ellos era cierto para su mayor horror.
Este hombre que manchaba las olas del mar con la putrefacta sangre.
Este hombre tan peligroso como para que los emperadores lo tomaran en cuenta.
Este hombre estaba frente suyo, tranquilo, sin demostrar ser la bestia sedienta de sangre que se decía que era.
—no hay mucho tiempo, así que será mejor que te quedes quieto—un escalofrio le recorrió al oirlo hablar, el miedo latió en ella al verlo agarrar con facilidad la katana del espadachín que busco atacarlo por sorpresa de costado.
—te matare
—que lindos son los sueños de los niños—el cazador mayor tomo de la katana por la parte del filo—yo no soy su enemigo...
Un marine trato de atacar al peliverde por la espalda mas fue en vano, ante la mirada sorprendida de muchos, Hunter lo había protegido usando sus propias dagas para degollarlo.
Todo sería más fácil si pudiera usar Haki, hizo una mueca el por qué no podía era de por más obvio.
—no necesitaba ayuda
—literalmente te tenía retenido, pero como digas—solto la katana al ser consciente de que ya no lo iba a atacar.
Y al no verse en alerta por el cazador novato, pudo ir a la acción con mayor facilidad, asesinando a todo marine que le pusiera en frente al grito de "traidor" ¿en qué momento le había jurado lealtad a la marina para ser llamado así?
Siempre se movio según sus intereses mundanos, pero ni aquellos intereses se comparaban el por qué actuaba ahora por lo que su motivación había ido en escala.
—¡eso fue genial! ¿peleas con esos cuchillitos?—pregunto entusiasmado el niño del sombrero, le dio una sonrisa gentil antes de contestar.
—así es
—¿vamos a ignorar que el mayor cazador de piratas del mundo acaba de salvarnos el trasero?
Una enorme sonrisa que por primera vez llegó hasta sus ojos surgió en el nombrado, le dolia ver el pavor en los ojos de Eliza pero la entendía, no es que tuviera una buena reputación ni nada por el estilo, era todo lo opuesto.
—hay que retomar el duelo—casi exigió Zoro, el cazador mayor río de ternura al comparar su emocionada voz y sus ojos brillantes con los de un crio pidiendo otra porción de helado.
—eso no volverá a pasar
El niño con sombrero iba a volver a hablar pero fue interrumpido por mano de hacha, Hunter se preguntó por qué tardo tanto en aparecer.
—la impostora, el cazador de piratas y el prisionero—Morgan fijo su mirada en el único adulto presente, incómodo y inseguro por estar en lados contrarios—debí suponer que nos traicionarias, ¿por cuántos bellys pagaron tu protección? Te daré el doble, pero tendrás que hacer unos trabajillos gratis para obtener de nuevo mi confianza, la suficiente para no informar de esto al vice-almirante
Arqueo una ceja escéptico, ¿su mejor carta era acusarlo con Garp?
Aun que pesandolo bien, era un buen plan, los puños de amor de ese bastardo dolían más que cualquier bala de piedra marina.
Ok, tal vez exagero un poco pero no quitaba el dolor que Garp era capaz de provocar.
—¿acaba de decir que te acusará?—rio por el comentario de Roronoa.
—¿no? Que desperdicio —suspiro "decepcionado"—mira nada más, los cuatro trabajando juntos
—¡si! Somos una tripulación, oh—se volteo repentinamente llamando la atención de Hunter, ignorando como Eliza y Zoro habían negado cualquier lazo con él—cierto, ¡lo que hiciste fue increíble! Necesito gente como tú en mi tripulación, necesitó que estes en mi tripulación ¿Quieres unirte?
El cazador tenía la sensación de que no le estaba preguntando precisamente, mas lo ignoro por la gracia que le hacia Morgan al notar como no lo tomaban en cuenta.
—ningún enemigo a escapado de mi ira—su voz rezono con más fuerza que anteriormente, drama Queen ¿donde?—yo solo derrote a los piratas gato negro, yo solo capture a Kuro "cien planes" y yo solo mantuve a Shells Town a salvo de la basura del mar del este—los señalo.
En cuanto se despojo del chaleco, todos se habían puesto en guardia atentos a los movientos del capitán, Hunter se había puesto un paso por adelante de los chicos para protegerlos pero su tarea se vio obstruida cuando Zoro fue el primero en atacar al marine, seguido de Luffy complementandolo mientras Nami luchaba contra los marines que iban apareciendo, los dos primeros fueron vencidos y tirados uno sobre el otro dando pie a su entrada.
—¡es mi pelea!—la declaración de Zoro lo detuvo enviandole una mirada antes de dar un paso atrás esquivando el ataque de mano de hacha, mantuvo sus dagas en mano por si debía intervenir.
—todo tuyo, niño
No iba interponerse en peleas ajenas, pero no iba a dejarlo morir.
Observo la breve batalla deshaciéndose de uno que otro soldado que inútilmente intentaba atacarlo, el cazador novato se habia percatado que no podría solo contra Morgan por lo que el niño de sombrero se metió en su ayuda, sorprendiéndolo al ser poseedor de una fruta del diablo.
Gomu gomu, ¿eh?
Con deleite disfruto de la perfecta sincronía con la que el par de desconocidos peleaban espalda con espalda, Luffy le dio final a la batalla golpeando al capitán Morgan con un ataque especial.
—¡Yuju!—celebró el chico de goma, de verdad parecía un niño pequeño.
—¿látigo goma goma?
—si, los grandes guerreros nombran sus ataques finales—Luffy le respondió a Zoro como si aquello fuera lo más lógico del mundo.
—no, claro que no
—odio romper este hermoso momento pero hay que sacar esta caja de aqui—volteo a Eliza, ella se notaba aun nerviosa por su presencia pero parecia dispuesta a recibir su ayuda—tal vez sí encontramos una cuerda o algo parecido
—no será necesario—cargo la caja sobre su hombro esperando a que lo guiarán.
—o podemos hacer eso
Su hija los guió hacia al bote que había robado con anticipación, estando ubicado en los muelles.
Hunter siempre fue cuidadoso, discreto y delicado, por eso era muy bueno en cualquier trabajo que involucrará una muerte limpia o el robo de algún objeto preciado, su sutileza se debía a su tranquilidad al ejecutar sus planes pero en esto era diferente; no era un trabajo, no tenia un plan y mucho menos estaba tranquilo y ¿qué pasa cuando Hunter esta nervioso? Era torpe, extremadamente torpe y brusco.
Sin quererlo la caja fuerte resfalo de sus manos al tratar de bajarla de su hombro, por poco aplastaba su propio pie, pudo disimular su nula paz como si la acción hubiera sido intencional pero eso no significaba que el sudor frío no bajara por su nuca al sentir la mirada cubierta de reproche que le dedicaba su hija.
Igualita a la madre.
—ten mucho cuidado—le reprendió mientras seguía preparando todo para irse.
Sin darse cuenta se habia involucrado en la huida de estos niños en un bote robado por su hija, consciente de que tenia un bote propio mejor que este, todo por querer ver a su hijita de cerca.
Sospechaba que Eliza no cuestionaba su presencia en el barco solo porque había traído la caja fuerte y los otros dos, bueno, su niña parecía ser la única sensata aquí.
—como digas—contesto sin cuestionar aún hundido en sus pensamientos, ¿como se encargaría de dos niños más si apenas había encontrado a la suya?
—él no trabaja para ti—el espadachín lo "defendio" sin ver como negaba con la cabeza repetidas veces, Roronoa no podía permitir que le pasaran por encima a la persona que admiraba.
—parece que hay un poco de tensión en la tripulación
—tal vez un poco—asintió hacia el niño de goma.
—¿cuál tripulación?—hizo una mueca, al menos estaban de acuerdo en algo.
—no puedo irme sin mi amigo
—no podemos esperar tanto, la marina casi llega—refuto Zoro, tenía razón.
—¡la marina ya está aquí!—un chico rubio con un horrible corte de cabello y con algunos moretones en el rostro aparecio apuntandolos con un arma—estan bajo arresto
—lindo corte—no pudo evitar burlarse.
—¿que le paso a su cabello?—y no era el único.
—es mi obra de arte—el cazador Jr. Se regodeo causándole risa.
El chico de riculo peinado tiro una bala errando en un intento de intimidarlos, cosa que no funcionó.
—no voy a permitir que se burlen de mi, irán conmigo hasta la oficina de mi padre—sonrie—yo voy a ser el héroe, puede que me den una medalla o hasta--
Solto un silbido de sorpresa por el tremendo golpe que le metio un niño de cabellos rosa y lentes.
—buen golpe
—¡¿Coby?!—Luffy grito.
Pronto se reveló que el niño con buenos puños era el amigo tan aclamado de Luffy, tuvieron una despedida tierna a su parecer, era triste que fueran naturalmente enemigos por la forma en cumplir con sus metas pese a que sus valores como personas eran similares.
Esperaba que sus sueños no fueran un impedimento para seguir con esa preciosa amistad.
En menos de lo esperado ya estaban mar adentro, Eliza se encargaba de todo, era una gran navegante.
Los primeros minutos fueron pacíficos hasta que un nombre salió de la boca del pequeño niño de goma
—Nami
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