Escondida entre los pinos, Lisa observaba a esos hombres llevar a un irbis que luchaba, los vio darle algo que hizo que relajara y comenzó a seguirlos.

Si era lo que creía los iba a matar, esa clase de personas eran un peligro incluso para ella que era una humana.

Los vio dirigirse a una cueva y un gruñido conocido llegó a sus oídos, la bonita híbrido que tanto conocía se dejó ver.

Su piel se veía algo seca, pudo mirar bien desde la distancia sus ojos azules o el cabello negro, las orejas que sobresalían, las manchas en todo su cuerpo, si usaba ropa corta ¿no le daba frío? Parecía tener mucha resistencia a ese clima.

Tras ella un híbrido apareció, era uno de Tigre, la miró curiosa, parecía un cambia formas, pero ella sabía con toda su experiencia que no era uno.

Observó atenta cómo se lanzó contra un hombre y la híbrida detrás de ella la seguía, la manera en que lo mató tan despiadada la sorprendió, sus manos que tenían las uñas largas efectivamente funcionaban como garras, vio como de un golpe fuerte traspaso a uno de los hombres y le sacó el intestino, algo realmente grotesco la forma en que comenzó a desmembrarlo como si romper y arrancar los huesos no fuera nada.

La híbrido de Tigre simplemente rompió el cuello de los otros dos con simpleza, sin ser tan grotesca y le gruñó a la irbis llamandola, se notaba que era algo sumisa, Lisa lo detallo bien, como gruñó suave y bajo la cabeza haciendose algo pequeña a pesar de ser físicamente más grande.

El sonido del habla extraño no dejo que ella entendiera que decían, sabía que tenían su propio idioma.

Vio como la híbrida de Tigre cargo a la cambia formas inconsciente y se la llevó tranquilamente adentrándose en el espeso bosque.

— Te estoy viendo —la voz de la irbis la sobresalto—

Tragando saliva Lisa hizo contacto visual con esos profundos ojos azules, no se veía pacífica, podía ver algo de locura en ella, su cuerpo lleno de sangre solo aumentaba esa sensación.

— Si no bajas voy a bajarte yo —

Finalmente rindiendose Lisa brinco del árbol dejándose ver y la híbrida sonriera de manera torcida.

— Sabía que estaba ahí desde que llegaron esos hombres —bufo— ¿Tienes un trapo? —preguntó y Lisa le lanzará uno—

— ¿Qué clase de confianza es esa? —preguntó Lisa bufando—

— Las mismas que pareces tener en tu propia persona —se burló Jennie— Esa exhibición de fuerza sólo la hice porque estabas a la vista, ahora sabes que tengo la fuerza suficiente para matarte de un golpe —

— Y no me has matado —dijo Lisa frunciendo el ceño— ¿Por qué? —

— Despiertas una extraña sensación, mi instinto me dice que no debería matarte —dijo alzándose de hombros— pero tu intentas matarme, así que solo me divierto jugando contigo, es gratificante ver como te humilló —se burló esquivando el golpe de Lisa y dándole uno en las cosillas que la tiro al suelo— ¿ves? Te pude haber matado y no quise, pero no siempre vas a tener la misma suerte, tómalo como una advertencia —gruñó lanzadole el trapo con sangre— déjame en paz —

Después de eso, Lisa solo la vio huir al bosque frondoso lejos de su vista.