— Que raro es ver a un ciervo comiendo carne —musito Lisa asustando al híbrido que retrocedió instintivamente—

Había seguido el rastro de sangre a una parte no clausurada del bosque con la esperanza de encontrar a esa bonita irbis que quería matar.

Pero sólo encontró a un híbrido ciervo bastante trastornado por lo que veía.

Su cabello castaño y rasgos humanos podrían convencerla, solo si esos afilados cuernos y orejas que sobresalían de su cabeza no existieran.

Pero tenía una mirada tan profunda, sus ojos color miel la miraban con terror y otra cosa que no sabía que era.

— ¿No eres normal verdad? A parte de ese bonito ciervo que te hizo... ¿Qué clase de cosa se supone que eres? —preguntó Lisa apuntando con una espada al cuello del híbrido que gruñó para su sorpresa mostrando unos afilados colmillos— Ya veo, eres una monstruosidad mayor a los de tu clase —

No podía darle la oportunidad de que intentará atacarla siquiera, así que de un movimiento limpio rebano su cabeza, alzó la espada sacudiendo la sangre y acto seguido volvió a enfundarla.

— Que ruda eres —una voz conocida asustó a la cazadora— Arriba genio —

Sin encargo cuando elevó la mirada sus reflejos la ayudaron a esquivar la piedra que le tiro la híbrido que estaba escondida en el pino y que no podía ver bien.

— Mataste a mi amigo cazadora estúpida ¿Ahora con quien voy a practicar señas? Él apenas y había comenzado a hablar insensible —dijo en un lloriqueo totalmente falso a oídos de Lisa, aunque sí se sentía algo triste por ello— Mi bonito pupilo, murió a tus manos maldita humana —

Y piedra tras piedra fue lanzada, Lisa no pudo esquivar todas y sólo atinó a cubrirse la cabeza pues comenzaron a impactar con mucha fuerza. ¿Cómo una híbrido tan delgada era tan fuerte? ¿Cómo subió hasta allá en primer lugar?

— ¿Ahora con quien pasare mis periodos de celo irregular? ¿A quien le voy a enseñar? —gruñó lo último tirándole algo filoso a Lisa y esta se doblará debido al dolor— Yo también opino que los de tu clase son una monstruosidad —

— Al menos evite que tuviera descendencia contigo —se burló Lisa y una carcajada se escuchara por parte de Jennie—

— ¡Los híbridos somos estériles estúpida! —grito saltando de su escondite y dándole una patada que le sacó el aire a la humana— ¿Tu realmente crees que nuestra existencia es nuestra culpa ignorante? La razón de que yo este aquí es por un humano, un miserable humano a hecho que yo exista —gruñó lanzándose sobre Lisa comenzando a morderla— ¡Su culpa! —

Peleando por su vida, Lisa se defendió como pudo siendo capaz de sacar la navaja escondida en sus pantalones para intentar apuñalar su cara, solo consiguiendo rasgar su ojo haciendo que se alejara.

Logrando enterrar la navaja en su brazo izquierdo, Jennie gruñó del dolor antes de soltar un puñetazo directo al rostro de la humana, seguido de uno en el estómago y finalmente propinarle una patada que la tiro al suelo haciendo que escupiera sangre.

Sacó la navaja con ira y la enterró en la pierna de la humana.

— No olvides que eres una simple humana —bufo Jennie— no eres superior a mi, ni física, ni mentalmente, escoria miserable —

Sintiendo la sangre gotear en sus pies, Jennie se dio la vuelta y comenzó a correr trepando a un árbol cuando escucho el sonido de un disparo, la humana apuntaba a su dirección con una ballesta.

Gruñó haciendo que sonara en el frío bosque, antes de saltar de árbol a árbol para salir de su campo de visión.

Su brazo estaba cicantrizando lentamente y su ojo veía rojo ardiente, seguramente ahí quedaría otra cicatriz.