Título: Mejor tarde que nunca

Palabras: 1839

Género: Maltrato

Pareja: ChanHun/Kaihun.

Miró su polvo compacto con lágrimas en los ojos, volvió a hacer enojar a Chanyeol y ahora trataba de ocultar moretón en la mejilla, ya no tenía fijador de maquillaje por lo que tendría que ir a trabajar con miedo a que el maquillaje terminara cayendo. Cuando salió del baño su novio estaba sentado en el sillón con una expresión de "culpa".

—Mi precioso bebé—se levantó y le acarició la cara—Sabes que te amo, pero realmente me hiciste daño.

—No te preocupes, no volveré a hablarle al vecino— le sonrió— Te amo sólo a ti, no miraré a otro hombre que no seas tú.

—Más te vale— ejerció una firme presión sobre su brazo—Porque yo te amo mucho y si tú vas de puto con alguien más, no sabría lo que haría.

—No, amor— puso su mano sobre la de Chanyeol para que le soltara la cara—Nunca te sería infiel.

Chanyeol le soltó, le dio una nalgada y le dejó ir del departamento. SeHun caminaba apresurado por las calles frías, el cielo estaba nublado y no quería mojarse antes de llegar al restaurant donde era mesero. El día estaba triste como él, las gotas comenzaron a caer gruesas y abundantes. Entró por la puerta de empleados, se puso el uniforme, salió con prisa para comenzar su turno, empujó la puerta que conducía al interior del restaurante, pero chocó contra su jefe.

—SeHun, creí que no llegabas— la sonrisa amable en su rostro se desvaneció de apoco.

—¿Qué te pasó aquí? — tomó su rostro y lo ladeó para observar el moretón.

—Me caí cuando venía hacia aquí— quitó la mano con suavidad, le miró apenado y trató de rodearlo para pasar.

—¿De nuevo? — preguntó— Eso me dices siempre que tienes moretones o marcas.

—Es que soy muy torpe— sintió un nudo en su garganta.

—SeHun— le tomó la mano y le hizo que regresara a su posición. —Puedes contar conmigo, no soy solo tu jefe, también puedes llamarme amigo.

—No es nada, sólo... — agachó la mirada— hago enojar mucho a mi novio y es mi culpa que él me pegue.

—¿Qué? — soltó la mano y retrocedió un poco—¿Tu novio te golpea? — SeHun asintió— ¿Y tú crees que es tu culpa?

—Lo es.

—Cuando termine tu turno, ven aquí, necesito hablar contigo.

—¿Va a despedirme? — preguntó con la voz quebrada.

—No— le sostuvo por los hombros y los masajeó— Anda, ve a trabajar.

Mientras atendía la mesa se preguntaba si su jefe lo regañaría, le disminuiría el sueldo o algo por el estilo, el hombre se veía algo molesto y no quería ser despedido.

Cuando terminó su turno movió sus pies muy lentamente hasta llegar al cuarto de empleados, tenía miedo, no quería tener que estar a solas con él, abrió la puerta, se asomó y pudo ver a su jefe sentado en el sofá.

—Estoy aquí— su voz salió demasiado suave que por un momento creyó que no le escuchó.

—Pasa, siéntate aquí a mi lado.

Su piel se erizó un poco, sus manos sudaron y de nuevo el nudo en la garganta se hizo presente, se sentó a su lado.

—SeHun, necesito que sepas que tu novio no tiene derecho a golpearte.

—Pero yo lo hago enojar.

—Eso no lo justifica— la mirada molesta le hizo cerrar la boca— Estoy seguro de que no es algo sensato, dime, ¿qué es lo que supuestamente haces para hacerlo enojar? — se cruzó de brazos, SeHun no respondió—¿Por qué lo hizo hoy?

—El vecino me pidió que le ayudara a mover su sillón, me quedé platicando con él, no le hice la comida a Chanyeol, se molestó cuando llegó del trabajo y no me vio— suspiró lastimero— Se enojó más cuando supo que estaba con el vecino, es mi culpa, yo sé que le gusta que la comida esté lista cuando llega a casa y que no le gusta que otros hombres estén cerca de mí.

—SeHun— apoyó su mano en su rodilla— Eso que me cuentas no es justificación para que él te golpeara, tienes derecho a tener amigos y él no es un discapacitado como para que no pueda hacerse de comer solo. — Continuó al no recibir respuesta— Eres una persona, no un objeto.

—Usted no debería preocuparse por mí, jefe.

—Llámame JongIn, ese es mi nombre, tantos años trabajando conmigo y no me puedes llamar así— le sonrió de forma dulce— Me preocupo porque eres importante para mí y nadie debería ser maltratado.

—Chanyeol es todo lo que tengo, sólo tengo que complacerlo, es muy dulce conmigo, me ama mucho.

—Quien te ama no te daña— Una lagrima bajó por la mejilla de SeHun—Yo también estoy para ti, no estás solo.

—Debo irme ya— se levantó y limpió su rostro— Se está obscureciendo y hace algo de frío.

—Yo te llevo.

—No es necesario.

—Insisto.

JongIn escoltó a SeHun hasta su auto donde el menos subió con una mueca pero con un sentimiento cálido en el pecho, cuando llegaron frente al edificio de departamentos se quedaron un rato en silencio.

—Préstame tu teléfono, porque necesito guardar mi número, por si necesitas de mi ayuda— SeHun no estaba seguro sobre ello, pero no tenía nada que perder, le dio su teléfono y le vio guardar su número.

—Listo.

—Nos vemos mañana.

Cuando bajó del auto miró la hora, un miedo total le recorrió todo el cuerpo, corrió hasta el elevador y picó con desesperación el botón de su piso. Cuando llegó a la puerta de su departamento sus manos temblaron con anticipación, entró con sigilo, a lo mejor Chanyeol ya estaba dormido, aunque la vida no es cómo quieres y su novio estaba parado frente al ventanal.

—¿Quién te vino a dejar? — preguntó, su voz sonaba ronca y profunda—¿Tu amante?

—¡No! — se acercó a él y trató a de abrazarle— Fue mi jefe, él vio que era tarde y...— no pudo terminar, recibió un puñetazo en la cara.

—Entonces estabas con él, por eso tardabas tanto en llegar— le tomó por cuello y lo puso contra la pared— Te revuelcas con tu maldito jefe— cuando notó que su rostro estaba rojo por la falta de aire le soltó— Esta tarde te dije que no sabía que sería de ti si me eras infiel.

—Pero no te he sido infiel— apenas recuperaba el aliento.

—No nací ayer— volvió a estamparle el puño en la cara, le hizo sangrar la nariz—Y tiene el descaro de traerte a casa.

—Sólo es mi amigo, tengo derecho a tener amigos.

—¡No tienes derecho a tener amigos! ¡El único hombre es tu vida debo ser yo! — los golpes no pararon, ni cuando sus piernas le fallaron y cayó al suelo—¡Eres mío SeHun! —lo pateó una y otra vez hasta sacarle aire y saliva.

—¡Ya déjame, me estás lastimando! — elevó sus manos para golpearle también, pero era inútil.

—¡Te mereces más! — se puso de cuclillas y le tomó por el cabello—¡Ya que fuiste un puto, tendré que limpiarte con el mío!

SeHun lo entendió, nunca le había aterrado tanto que Chanyeol quisiera intimar con él, cuando las manos de su novio le intentaron bajar el pantalón todos los instintos de supervivencia que creía muertos se encendieron a la vez, le dio una patada en la cara y se arrastró hasta la habitación cuando se fue hacia atrás, sacó su teléfono, con las lágrimas empañando su vista buscó el nombre de JongIn y le llamó.

~Buenas noches, Kim Jong...~

—Ayúdame por favor— su voz estaba rota por el miedo.

~SeHun, ¿en qué piso está tu departamento y su número?~ le escuchó moverse con rapidez.

—Cuarto piso, departamento dos— un chillido de miedo salió de su garganta cuando Chanyeol pateó la puerta— de prisa. — colgó y se presionó contra la puerta.

—¡Abre la maldita puerta! — pateó la puerta de nuevo— ¡Si así lo quieres!

Lo escuchó andar por el departamento, se quedó en silencio y trató de regular su respiración para ver si podía escuchar lo que hacía, se levantó y recargó su cabeza en la puerta para tratar de escuchar. Todo estaba en silencio y eso era peor, de pronto la punta de un cuchillo apareció justo frente a sus ojos.

—¡Estás loco! — gritó, tenía mucho miedo, Chanyeol no había tenido un ataque así desde hace dos años—Tranquilo mi amor, sólo estoy usando esto para abrir la puerta— el tono era meloso, sonaba como el Chanyeol del que se enamoró en la secundaria.

—Chanyeol, detente— le pidió—Déjame salir, permite que me vaya del departamento.

—¡¿Para qué?! — el grito casi le deja sordo, volvió a enterrar el cuchillo en la puerta, cerca de la cerradura—¡¿Para correr a brazos de tu amante?!

—¡No tengo ningún amante!

Comenzó a llorar con más fuerza, tenía miedo de que el cuchillo que agujeraba la puerta terminara en su cuerpo, escuchó como la puerta de la entrada del departamento era abierta con fuerza.

—¡SeHun! — escuchó el llamado de JongIn.

Chanyeol dejó de enterrar el cuchillo en la puerta, corrió por el pasillo, se escucharon movimientos bruscos, golpes y jadeos similares a los de los animales. El silencio hizo acto de presencia de nuevo, tragó el nudo de su garganta y tomó la perilla, ¿estaría bien abrir?

—SeHun, vámonos— Sintió alivio cuando escucho la voz agitada de JongIn.

Abrió la puerta, le abrazó con fuerza, sintió como lo cargaba entre sus brazos y le llevaba lejos, por el rabillo del ojo pudo ver a Chanyeol tirado en medio de la sala, pero al parecer no había sangre ni nada. Se sintió mareado y seguro, todo al mismo tiempo, sus ojos se cerraron.

(...)

Abrió los ojos cuando su estómago gruñó al sentir el olor de la comida, se trató de levantar pero como su cuerpo estaba adolorido no pudo, por un momento se confundió, los recuerdos llegaron a él, sintió dolor en su corazón y vergüenza por tener que encarar a JongIn.

—Traje el desayuno porque no estoy seguro de que puedas levantarte— movió su cabeza para mirar hacia la puerta.

—Lamento ser una molestia.

—No lo eres— se acercó con una bandeja de comida y la acomodó momentáneamente al lado de la cama— Ayer vino un amigo mío que es doctor y dijo que afortunadamente no parecías tener huesos rotos, pero necesitas reposo— le sonrió— ¿Te duele mucho ahora?

—No, no duele tanto, creo que mi cuerpo se acostumbró.

—No debería haberse acostumbrado.

SeHun bajó la mirada.

—No sé qué hacer ahora— JongIn le retiró el cabello de la cara.

—No, mi pequeño pollito, no sientas que el mundo se acabó, la vida sigue, eres tan valioso que sé que podrás salir adelante, me tienes a tu lado, me gustas y voy a apoyarte en todo lo que pueda.

—Muchas gracias por ayudarme a salir de esto.

—No me agradezcas, lo hago con mucho amor.

SeHun se sentó como pudo, JongIn le acomodó la bandeja y mientras comía el huevo revuelto se dijo a sí mismo que mejor tarde que nunca.

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Esperen una pt2