Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10

Igual que todas las noches, esas asquerosas manos vuelven a tocarla, nuevamente la engaña con palabras inocentes prometiendo un divertido juego que termina siendo una tortura. 

Por mas que intente desviar sus pensamientos a algo mejor, es imposible, trata de superarlo, de dejarlo ir, pero no puede. 

Todo termina superándola. 

—El que pierda deberá hacer todo lo que el ganador diga. 

Cállate, deja de sonreírme, deja de engañarme. 

La torre de Jenga cae después de que retira la pieza, marcando su derrota.

Tiene que cumplir con su castigo. 

El la ayuda a pararse del frío piso donde jugaban tranquilamente, ella no nota las malas intenciones del mayor, cree que su primo le pondrá algo vergonzoso, como hacer un baile divertido o comer un chile picante. 

Es lo que ella tenía planeado. 

—Bájate los pantalones. 

¿Por que no pude notarlo en ese momento?

¿Por que no pude darme cuenta de que eso estaba mal? 

—¿Por que? 

—Tu solo hazlo. 

No tenía idea de que eso era algo malo, al fin y al cabo era su primo, familia, no tenía nada de malo. 

O por lo menos así lo veía, su madre nunca le explico por que estaría mal.

Y ella confiaba mucho en su primo. 

Lo obedeció bajándose los pequeños jeans.

—Date la vuelta.

¿Por qué su primo le pedía esas cosas pudiendo ponerle otros castigos más divertidos?

Nunca lo entendería, para su pequeña mente de seis años aquello no se veía mal, tan solo bajarse los pantalones y darle la espalda a su primo, luego podrían seguir jugando

Pudieron haber seguido jugando.

De no ser porque el muchacho tenía otras intenciones. 

Completamente bañada en sudor despierta desorientada, buscando por todos lados algún rastro del demonio que la venía atormentando desde hace mucho tiempo.

La oscuridad reinaba en la habitación, dándole la total libertad a su mente para traer de nueva cuenta aquellos malos recuerdos.

Y gritó, gritó tan fuerte que sus pulmones quemaban.

Gritó pero nadie la escuchó.

Gritó pero nadie vendría a salvarla.

Gritó pero estaría condenada a revivirlo de nuevo.

Una, y otra, y otra vez.

[...]

¿Acaso hice mal?

No es como si hubiera hecho un escándalo o le hubiera reclamado, tan solo hice lo que cualquier persona normal haría en mi situación.

Preguntar.

Después de haber visto esa espantosa escena en el cuerpo de Lisa, fue imposible actuar como si nada, y eso ella lo notó.

Seguí intentando convivir con las demás, jugamos en el agua, conversamos, jugaron beer pong hasta que la mayoría estuvieron considerablemente ebrias, entre muchas cosas para culminar a este punto.

En el que estaba afuera de la casa de los Zhou esperando que todos se retiran para hablar con Lisa.

Convenientemente Jeongyeon se ofreció a llevar a Nayeon y a mí siendo ella la más sobria de todas, me negué amablemente después de insistirle a una preocupada Nayeon que no me pasaría nada yéndome con Lisa. 

—Lisa, ¿Podemos hablar?

Lisa voltea a verme curiosa tras despedirse de Rosé, quien decidió quedarse en la mansión a petición de Tzuyu.

No la dejaría irse a casa con cuatro borrachas.

Fue todo un espectáculo ver a Jisoo, Byul, Seulgi y Sana hacer el ridículo.

—Claro, ¿Qué pasa? —Se recarga contra la motocicleta dándole un profundo trago a su...

Ya perdí la cuenta de cuantas cervezas lleva.

Exhalo profundamente queriendo aspirar una valentía de la carecía.

—Hace rato en la piscina... Ví algo que me llamó la atención.

El alcohol parece hacer efecto en ella, no capta bien lo que digo y sonríe como estuviera diciendo algo divertido.

Cuando en mi rostro es vidente que estoy cagada de los nervios.

—¿A sí? Espero que no hayan sido los abdominales de Seulgi. —Ríe escandalosa dando otro trago.

Sí, está completamente ebria.

—No, Lisa, es algo serio, por favor ponme atención.

Su sonrisa juguetona desaparece dándole un aire sombrío, una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo cuando sus ojos penetran mi alma.

No, no es momento de pensar en eso.

Desvía los malos recuerdos Jennie.

Hay cosas más importantes ahora.

—¿Qué es entonces?

—¿Qué es lo que tienes en el torso? —Señalo tal parte de su cuerpo, ella abre los ojos en grande llevándose las manos a esa zona por instinto.

—No sé de qué estás hablando. —Espeta con rabia.

Rabia... Hacía mi.

—Por favor Lisa, sé lo que ví. —Doy un paso para acercarme a ella pero en cambio Lisa retrocede. — Tan solo estoy preocupada, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

—No tengo nada, ¿Okay? Deja de meterte en lo que no te importa. —Exclama entre dientes.

Al principio estaba indignada por como estaba reaccionando, ahora estoy decepcionada.

¿Es esa mi Lisa?

¿Siempre ha sido así?

Paso saliva para aliviar el fuerte nudo de mi garganta, no dejaría que sus palabras hirientes me afectaran, me prometí cuidar de ella y eso haré.

—¿Por qué estás actuando así? ¿¡Que no te das cuenta que solo me preocupo!? —No debo gritar, gritar no soluciona nada, solo consigo que me golpeen.

—¡Yo no te he pedido que te preocupes! Es mi vida, deja te meterte en ella. —Lisa lanza el casco al piso muy cerca de mis pies, ocasionando que de un brinco asustada.

No seas como el.

Tu eres diferente, eres mi ángel que vino a salvarme de las asquerosas garras del demonio, por favor no te conviertas en el.

Lisa abre los ojos en grande, dándose cuenta de lo que ha hecho.

—L-Lo siento, Jennie. No quise reaccionar así. —La tailandesa trata de acercarse a mi, y esta vez soy yo la que retrocede. Más por instinto que por cualquier otra cosa. — Jennie...

—Explícame de que son esas cicatrices, por favor.

—No es anda grave enserio. —Se levanta un poco la playera dejándome ver las heridas. Cortes rectos y profundos. — Mis gatos suelen ser muy agresivos, así que a veces me rasguñan, sobre todo Louis, es un salvaje.

Me acerco posando las yemas de mis dedos sobre las cicatrices, estás no lucen como simples rasguños de animales, ella tiembla ante el frío de mis dedos, explorando la piel dañada. 

Hay algunos cortes que han cicatrizado a la perfección, y solo les queda un borde, hay otros que apenas están sanando, la costra rojiza demuestra que son recientes.

—Tampoco te emociones. —Ríe bajando su playera de golpe.

A vuelto a ser ella misma.

Porque esa Lisa qué acabo de ver no es ella.

No es su verdadera personalidad.

¿O sí?

—¿Por qué reaccionaste así? —Pregunto alejándome de ella, dándome a mi misma un abrazo.

La mirada de Lisa decae, notando como un pequeño miedo ha crecido en mi.

Sé que Lisa sería incapaz de hacerme daño, eso lo sé, ahora mismo deseo lanzarme a sus brazos para hundirme en su calidez.

Pero hay cosas en ella que me recuerdan a mis peores pesadillas en estos momentos.

La actitud salvaje de Harold.

La agresividad de Harold.

Los ojos de mi padre.

Ojos que temo.

Están tristes, igual de tristes que los que me vieron por última vez dando su último aliento de vida.

—El alcohol me hace actuar muy diferente, realmente no quería tratarte así. Lo lamento, Nini. 

En contra de todos mis instintos alertándome con banderas rojas que me aleje, que aun estoy a tiempo de salvarme, me cuelo entre sus tensos brazos, corresponde el abrazo muy lentamente, no muy segura de poder tocarme.

Sorprendentemente el contacto no me asusta o desagrada como creí, al contrario resulta ser todo lo que necesitaba.

Suspiro profundamente contra su cuello, dejando un leve beso en este.

—Es por eso que no quiero que bebas. ¿Dejarás de hacerlo? —Pregunto aun dentro de mi pequeño escondite.

Estrecha más mi cintura demostrándome su incomodidad.

Así que es un tema complicado.

—Ya te lo dije, no lo hago regularmente, no tienes porque preocuparte.

—Lisa. —Levanto la cabeza bruscamente asustándola. — He compartido una parte muy difícil de mi vida contigo, y tú eres una persona demasiado importante para mi. Me gustaría poder ayudarte como tú lo haces inconscientemente conmigo.

Lisa pasa saliva pesadamente, ladea la cabeza alentándome a seguir. 

—Así que me gustaría que fueras sincera conmigo.

—¿Acaso no me crees? —Exclama levemente irritada. La reprendo con la mirada por ello. — Lo siento.

—¿Ves a lo que me refiero? Y por supuesto que te creo en ti, Lili, tan solo espero que cuando estés mal seas capaz de decírmelo.

—Entiendo. —Ahora ella decide esconderse en mi cuello. — Lo prometo, Jennie. Siempre seré totalmente sincera contigo.

Sonrió en grande.  

Al final del día y a pesar de todo...

Levanto su rostro entre mis manos bajo una mirada confusa hasta tenerla cara a cara, acaricio suavemente sus mejillas con el pulgar, pensando aún sobre lo que voy a hacer.

—¿J-Jennie que ocu-

Colocando mis labios sobre los suyos, la interrumpo teniendo un último pensamiento en mente.

Al final del día y a pesar de todo.

Sigue siendo mi Lili.

Sus labios son la octava maravilla del mundo, las tantas veces en que imaginé saborearlos no le hace justicia a la realidad, aún si es un simple pico, el sabor fresco del alcohol combinado con la dulzura de mi labial de cereza, crea una experiencia única.

Ella sigue sin moverse, inclusive soltó mi cintura.

Veo que la haz vuelto a cagar, Jennie. 

Cabizbaja rompo el beso, pero antes de darme cuenta me sujeta firmemente de la cintura, devolviéndome el pico.

Sonriendo contra sus labios la sujeto del cuello aventurándome a bailar sobre su boca, guiándola en el beso.

Mi pequeña es toda una primeriza.

—¿Acaso nunca habías besado a alguien antes? —Juguetona le muerdo el labio inferior, gruñe en respuesta.

—No. —Contesta nerviosa desviando la mirada.

Abro los ojos en grande.

Ósea se nota que no sabe mucho sobre el tema pero por favor, es hermosa, debería de tener a muchas chicas que hayan querido besarla en el pasado.

—¿Estás bromeando?

—No.

—Espera, eso quiere decir. —Cubro mi boca por el asombro. — ¿Soy tu primer beso?

Lisa asiente sonriendo nerviosa.

Me abalanzo a abrazarla riendo de felicidad.

—Soy tu primer beso. —Digo cantando.

—Eso no es verdad, primero fue Rosie.

Aplico un mínimo de fuerza en mi agarre escuchando como se atraganta gracias a como la estoy asfixiando.

—Es broma, es broma.

—Mas te vale.

Risueña besa mi cuello.

Definitivamente Lisa es todo lo que está bien en mi vida.

[...]

Pasada la medianoche son pocas las casas que continúan con las luces encendidas, los autos prácticamente han desaparecido y las personas duermen pacíficamente en sus casa.

Solía admirar la belleza de la noche desde mi ventana, incapaz de poder salir, solo anhelando ser como aquellos adolescentes que salían para alguna fiesta o como Sana, siendo entregada bajo la seguridad de su hogar por Tzuyu.

Miro la espalda de Lisa sabiendo que por fin estoy viviendo eso.

La persona que quiero trayéndome a casa, a excepción de que no me trajo a casa. 

Una fantasía bastante ñoña debo admitir.

La castaña frena lentamente cuando llegamos a la puerta de su hogar, pasamos un pequeño rato besándonos en un parque cercano y decidimos que me quedaría a dormir. 

Obviamente ambas nos sonrojamos a la idea de que pudiera pasar otra cosa, pero decidimos esto por el simple hecho de que Lisa se sentiría más tranquila si no estoy en mi casa.

Al fin y al cabo Harold me dió permiso de hacer lo que quiera con tal de hacerme amiga de los Zhou.

—¿Estás segura de que a tu mamá no les molestará? —Me ayuda a quitarme el casco. — Para ella debo ser la que le arruina la vida a su hija.

—Tranquila, mi madre no es para nada ese tipo de persona, de hecho te adora. —Guarda el casco en el maletero para besarme la mejilla. — Ella quiere a cualquier persona que me haga feliz.

Sonrío devolviéndole el beso en los labios.

En eso el ruido de unos escandalosos gritos nos interrumpen, estos vienen de la casa de Lisa.

Me aleja de golpe corriendo a la puerta, la sigo preocupada.

Antes de que Lisa pueda abrirla, por esta sale un hombre rubio y muy delgado.

El la mira casi tan intensamente como Lisa, tan solo que ella está hirviendo en ira.

Antes de que el hombre pueda dar un paso, Lisa se le adelante para ponerse frente a mi, protegiéndome con su cuerpo de algo que desconozco.

—Perra estúpida. —Murmura finalmente el hombre caminando por la acera.

¿Qué fue todo eso?

Ahí es cuando puedo darme cuenta que Lisa oculta muchas más cosas de las que quiere hablar.

Ella está totalmente tensa, inhala y exhala pesadamente, casi como le doliera hacerlo.

—Lisa... —Tomo su mano a lo que ella responde jalando su propio cabello.

—Te llevaré a tu casa. No creo que sea buena idea que te quedes. —Dijo sorprendentemente relajada, lo que me inquieta más.

Su rostro esta... Muerto.

Indiferente.

Sintiendo todo y a la vez nada.

—Vámonos.

La detengo abrazándola por la espalda, sabiendo que por el momento eso es todo lo que necesita.

—Jennie, dije vámonos. —Quita mis brazos su cintura, jalándome hasta la motocicleta.

Mi rostro se desfigura en una mueca decepcionada. 

—Si quieres podemos hablar o quedarnos un rato más en el parque. —Ofrezco dejando que me ponga nuevamente el casco.

—No.

—O puedes quedarte en mi casa si quieres.

—No.

—O podemos-

—¡He dicho que no! —Lisa golpea el asiento de la motocicleta, encerrándome entre sus brazos, suspira cabizbaja. Me apego a la motocicleta asustada. — No quiero nada de eso, solo... Déjame llevarte sana y salva a tu casa, ¿Sí?

No me siento cómoda dejándola sola con toda esta confusa situación, pero tampoco puedo obligarla a que este conmigo, si lo que necesita es estar sola, se lo daré. 

—De acuerdo.

A diferencia de otras veces, Lisa dice que me suba primero, ella luego se posiciona detrás mío con su mentón sobre mi hombro.

Acelera llevándonos lejos de aquí.

—Te quiero, Jennie. —Murmura contra mi oído.

—Yo también te quiero.



Capítulo corto porque se me dio la gana.

No sé porque no me están gustando para nada los últimos capítulos, no sé siento que podría dar más, pero bueno, a cambio de ser un capítulo mediocre les doy el tan esperado beso.

¿A ustedes si les están gustando los capítulos? Espero que sí porque si no lloro.

Recuerden comentar, votar y si pueden seguirme👉👈

GhostMoonstar fuera.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro