Una semana sin respuestas, sin saber nada de ella y como quería evitar involucrar a los chicos, ellos tampoco saben nada, aunque Enzo sabe que algo me pasa, pero no le dije el que.

Xav y Emilia van en su auto juntos, aún admiró a Kelsie que le soporté a Xav estas aventuras teniendo un hijo pequeño. Yo pasé a buscar a Jay con Enzo en mí auto y creo que eso fue lo peor que pude hacer, encerrarme en un mismo vehículo por algunas horas con estos dos.

-Entonces... -dijo Jay atrás- ¿Ya la recuperaste?

-¿De qué hablas?

-Vamos Marina, no me vas a decir que nos juntaste luego de 10 años, solo porque nos extrañabas a todos, nunca fuiste la más sentimental del grupo, eso me lo hubiera esperado de Emilia.

-¿Acaso no creen en mi nobleza de querer verlos a todos de nuevo?

-No -dijeron ambos al mismo tiempo-

-Bueno todavía no la recupere, pero estoy cerca. Aunque ella no va a romper su compromiso con su novio, no puede, es lo que me dijo.

-¿Cómo que no?

-Íbamos llegando al hotel- Bueno las cosas no son lo que parecen Mar, yo los vi y no son la pareja ideal.

-¿De que hablas?

-Ya llegamos.

-Y nadie bajara de este puto auto hasta que abras la boca y me digas de que carajo hablas -puse los seguros a las puertas- lo digo muy en serio.

-Mira lo tienes que ver tu misma, si yo te lo digo no vas a creerme. Marcus está haciendo una consultoría cerca de la empresa donde trabajo, cuándo él entra yo salgo de trabajar... -lo apuré con la mirada llena de ansiedad, dado que Xav venía hacía nosotros con Emilia- pero la manera en la que se despiden no es como lo hace una pareja, no así y no es la primera vez.

-Xav golpeó el vidrio y bajé la ventanilla- ¿Todo bien?

-Sí, solo hacíamos tiempo hace mucho frío afuera -destrabe las puertas- ya bajamos.

Bajamos la salude como si nada, señores aquí no pasó nada, pero iba a pasar porque al llegar a la recepción las tres habitaciones que reservé se transformaron en 2.

-Todos me miraron- ¿Como qué dos? Si yo reservé tres. Dos con cama grande y una con tres camas.

-Disculpe señorita pero...

-Pero qué. Quiero hablar con el gerente, ahora -El chico de recepción fue a buscar al gerente. Le comentó el problema y se fijó en sistema-

-Tragó con dificultad- Ya veo cual fue el problema, lo que pasa es que como, habían dos habitaciones con cama grande hubo un error y se reservó una habitación con la cama grande...

-No soy idiota, el hotel está colapsado, mire la cantidad de gente que hay, unieron las dos habitaciones para poder ocupar una de las que yo reservé -Xav me tocó el brazo porqué estaba levantando el volumen, entonces lo miré con mala cara y se alejó en silencio- ese es el error de sistema, su avaricia por encima de la comodidad de los huéspedes. ¿Qué solución me dan? Y no pienso poner un solo peso de más.

-No tenemos más habitaciones -tragó con dificultad- le ofrezco disculpas...

-Con las disculpas no hago nada, ya la estadía comenzó mal.

-Le ofrezco las comidas a cargo de hotel, pensión completa y los equipos que usen quedan sin cargo.

-Mar -se acercó Emilia y me tomó el brazo, la única que pudo tranquilizarme- compartamos la habitación no pasa nada.

-Suspire y la observé un momento- Un problema más -miré al gerente- y los hundo como al Titanic ¿Quedó claro?

-Sí, señorita.

Los chicos veían cómo con un simple gesto, Emilia había logrado calmar la fiera en la que me había convertido ¿Y como no calmarme cuando me mira con sus ojos verde agua como el mar? Si cada vez que me mira me hundo en ella.

Nos dividimos al ir a nuestras habitaciones, la nuestra queda un piso más arriba que la de ellos. Subimos al ascensor y en absoluto silencio, yo sé que este fin de semana, me iba a costar el triple estar cerca de ella, tan cerca, y contenerme.

-Ella va leyendo un folleto mientras yo mantengo la mirada fija en las puertas metálicas del ascensor- Hay un tour el teleférico por la montaña.

-Aja -seguia pensando en lo que paso en mi casa-

-Y tienen una caminata entremedio de la nieve a unas aguas termales cerca.

-Que bien, que lindo -definitivamente la quiero otra vez sin ropa-

-Y si estás aburrido, te llevan a cazar hombres de las nieves.

-Se escucha interesante -absolutamente deseo besarla-

-Si y si tienes suerte puedes cazar a una mamá de las nieves, embarazada o a su cría y te hacen un tapete con la piel de bebé...

-Me quedé callada. ¿Le sacan la piel a un bebé? - Bueno si quieres lo hacemos.

-Marina invente todo lo último, ni siquiera me estás escuchando ¿En que piensas?

-Como hacer para no tocarte, cuando desde la última vez solo pienso no solo en tocarte, sino también en robarte del estúpido matrimonio con el estúpido Marcus- En nada -Wow definitivamente pensamos mucho más de lo que decimos... Okay no es momento de ponerme filosófica me sigue hablando y no la escucho-

- ...pero si te molesta pido el cambio.

-¿Qué me decías? Perdón no escuché bien. -Llegamos a la habitación y pasé la llave magnética por la puerta-

-Que si no quieres compartir habitación conmigo -entró ella y luego yo, puse el cartel de no molestar en el picaporte- puedo pedirle a alguno de los...

Pasamos, la tomé y acorrale besándola atrás de la puerta, lleve una mano a su cintura y otra a su nuca, sin dejar que se separara de mí, mientras exploraba su boca.

-Me separé apenas mientras recuperabamos el aire- Ni se te ocurra pedir cambiar a alguno de los chicos ¿Quedó claro?

-Hmm sí, muy claro.

Ella volvió a besarme y esta vez me empujó hacia atrás mientras las prendas de ropa vuelan marcando el camino a medida que avanzamos hacia la cama. Caigo sentada, intento sacarle el pantalón y ella me aparta la mano, la miró con el ceño fruncido y mo vuelvo a intentar pero ella me aparta la mano.

-Vuelvelo a hacer y verás como te va.

-¿Y que vas a hacer Macavei?

La alcé sobre colocándola encima de mí para tirarla a la cama y colocarme encima de ella, cuándo tocan la puerta.

-Chicas vamos a desayunar la esperamos acá afuera.

-Los mataré y luego haré que una avalancha los tape -ella río-

-En realidad creo que es una señal.

-¿De qué? -volvieron a golpear la puerta-

-De que no estamos solas.

-Pero ya lo estaremos.

-¡Ya voy! -me coloqué la ropa de camino a la puerta y tiré la de ella atrás. Abrí y salí- ya vamos esperen abajo y llegaremos, nos vamos a poner algo más cómodo y bajamos.

-Esta bien -miraron mis pies descalzos y mi falta de sostén- las esperamos no se demoren.

Se marcharon, caminé hasta ella la besé nuevamente, me acomodo mí cabello negro detrás de la oreja.

-¿Debemos bajar? -hizo puchero con la boca-

-Sino ellos volverán a subir por nosotras y si nos encuentran a la mitad de algo, pero se ponen insistentes golpeando la puerta, los mataré luego de torturarlos un rato.

-Ella sonrió- Esta bien.

Subimos de la mano al ascensor y ella me la soltó en cuanto las puertas se abrieron al lobby, ahí nos esperaban los tres para desayunar en el restaurante del hotel. Teníamos una mesa exclusiva para nosotros llena de comida, algo exagerada para solo cinco personas asi que pedí que me envolvieran algunas cosas para llevar.

Luego de desayunar salíamos a caminar y recorrer algunas tiendas, yo me adelanté con la excusa de comprar algo para Elis, mientras llevaba la bolsa de papel con la comida que me habían envuelto.

-Tome -le di la comida a una persona sin hogar anciana que pedía unas monedas en una de las veredas. Le pregunté que quería tomar caliente y le traje para que tomara- ¿Tiene donde dormir esta noche?

-Si mi niña no te preocupes, con esto ya es suficiente -me dijo con una enorme sonrisa-

-No lo creó -no manejo mucho en efectivo asi que le di lo que quedaba en la billetera- tome duerma calentito hoy al menos -una mujer se acercó y le dio una bufanda, luego otros se pararon a darle guantes y un gorro-

-La mujer es Emilia- Sabía que también lo habías visto y que vendrías a darle algo. Otra cosa que no ha cambiado supongo.

Sonreí me atrapó, desde que tengo uso de razón si encuentro a alguien en la calle que necesita ayuda, lo ayudo, de hecho ayudar a alguien tirándole el auto una vez, fue quién me consiguió a modo de agradecimiento una entrevista en una gran empresa.

-Sabes que no me gusta que vean lo que hago por lo demás ¿Porque no esperaste con los chicos?

-Porque yo amo esto que haces Marina -Tomó mi brazo y me dió un beso rápido en la mejilla- los chicos nos esperan para ir a esquiar.

Llegamos a la tienda de esquí, yo sé esquiar ya que eh venido otras veces y prefiero la tabla de snowboard, pero tomé los esquíes para ayudarla a ella a aprender. Entre caídas y hasta lograr avanzar estuvimos un rato. Luego cómo los adultos que somos hicimos guerra de bolas de nieve y ya exhaustos regresamos al hotel para bañarnos y relajarnos un rato.

-¿Nos bañamos juntas? -propuse- para ahorrar agua y ser más eco friendly con el planeta.

-Claro hay que cuidar el planeta.