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Capítulo 74


- Fascinante. Queda mucho por discutir - Concluyó Aro con el tono pragmático de un hombre de negocios- Y más por decidir. Si ustedes y su peludo protector me disculpan, he de deliberar con mis hermanos.

Aro a regañadientes soltó la mano de Vivianne. La guardia permanecía en el lado norte del claro a la espera de que su líder volviera a sus filas, pero en vez de eso, Aro les ordenó adelantarse con un ademán de la mano.

Vivianne inició una retirada inmediata, empujando a Emmett y a Bella con suavidad. Retrocedieron a toda prisa sin apartar la mirada de la amenaza en ciernes, excepto Vivianne que estaba relajada alejándose dándoles la espalda.

Jacob fue el más lento de todos a la hora de emprender el repliegue. Tenía erizada la pelambrera de los hombros y se erguía mientras le enseñaba las fauces a Aro. Renesmee le agarró de la cola al tiempo que retrocedía y le fue dando tirones para obligarle a caminar con ellas. Se reunieron con su familia al mismo tiempo que las capas oscuras rodeaban de nuevo a Aro.

La distancia entre ellos se había reducido a cincuenta metros, un espacio que cualquiera podía salvar con un buen salto en menos de un segundo.

- Así que amigos - Rosalie estaba cruzada de brazos esperando la explicación de Vivianne

Vivianne rodo los ojos a la vez que chasqueaba la lengua con fastidio, la ignoro posando su mirada borgoña en los Vulturis sin dejar de abrazar a Renesmee. Edward quería indagar sobre el tema, pero la mente de Vivianne estaba ocupada tarareando la nana que le cantaba a Bella y a Renesmee.

Sólo había transcurrido un segundo y Caius continuaba con las deliberaciones.

- Los hombres lobo - Murmuró al fin

- Ah, hermano - Contestó Aro con aspecto apenado ante la afirmación de Caius

- ¿También vas a defender esa alianza, Aro? - Inquirió Caius- Los Hijos de la Luna han sido nuestros más acérrimos enemigos desde el alba de los tiempos. Les hemos dado caza hasta prácticamente extinguirlos en Europa y Asia; y a pesar de ello, Carlisle dispensa un trato de familiaridad a esa inmensa plaga, sin duda en un intento de derrocarnos más adelante, lo que sea para proteger su corrupto estilo de vida. Hasta Vivianne cazo a uno de ellos cuando estaba con su antiguo aquelarre.

Edward carraspeó de forma tan audible que el cabecilla le miró. Aro se cubrió el semblante con una de esas manos suyas: finas y delicadas. Daba la impresión de estar avergonzado por el comportamiento del otro rey.

- Estamos en pleno mediodía, Caius - Comentó Edward mientras señalaba hacia Jacob- Resulta claro que no son hijos de la luna. No guardan relación alguna con tus enemigos de allende los mares.

- Aquí crían mutantes - Le replicó de forma abrupta

- Ni siquiera son hombres lobo - Contestó Vivianne con voz invariable tras abrir y cerrar las mandíbulas- Aro puede explicártelo todo si no me crees, amigo.

- Mi querido Caius, te hubiera avisado de que no tocaras ese punto si me hubieras hecho partícipe de tus pensamientos - Murmuró Aro- Aunque esas criaturas se consideren licántropos, en realidad, no lo son. «Metamorfos» les encaja mejor. La elección de la figura lupina es pura casualidad. Podría haber sido la de un oso, un halcón o una pantera cuando se realizó la primera metamorfosis. En verdad te aseguro que estas criaturas no guardan relación alguna con los hijos de la luna. Únicamente han heredado esa habilidad de sus ancestros. La continuidad de la especie no se basa en la infección de otras especies, como ocurre en el caso de los hombres lobo.

Caius fulminó con la mirada a Aro.

- Conocen el secreto de nuestra existencia - Espetó el otro sin rodeos

Edward parecía a punto de responder a esta acusación, pero Aro se le anticipó.

- También ellos son criaturas del mundo sobrenatural, hermano, y tal vez ellos dependan del secreto más que nosotros. Además, es difícil que nos expongan. Ve con cuidado, Caius. Los alegatos capciosos no nos conducen a ninguna parte.

Caius respiró hondo y asintió; luego, ambos intercambiaron una larga y significativa mirada.

- Solo di que estás buscando excusas para luchar, abuelo - Comento Vivianne aburrida

Marcus se echó a reír a carcajadas, Aro apretó los labios junto a la guardia para no reírse, las reinas se rieron entre dientes al ver el rostro ofendido de Caius.

- Nunca pedí tu comentario gracioso, querida Vivianne.

- Ni yo la tuya al respecto de la existencia de mi hija - Gruño repentinamente seria- Comprende que ella no es un peligro alguno a como lo son estos pulgosos, sabes perfectamente mis tendencias y cuales son mis acciones ante ellas, te hubiera dado lo que tanto te gusta ver como yo, pero no es así.

- Hermano, Vivianne tiene razón nuevamente - Palmo el hombro del rubio con pesar y diversión

Caius volvió a respirar hondo sacudiendo la cabeza aceptando el hecho que Vivianne volvía a recordarle por qué siempre ella ganaba ante ellos.

- Deseo hablar con la delatora - Anunció de pronto Caius, y se volvió para mirar a Irina.

La vampira no prestaba atención a la conversación de los líderes de los Vulturis. No apartaba la vista de sus hermanas y tenía un semblante agónico por el sufrimiento.

- Irina - Bramó Caius, descontento de tener que dirigirse a ella.

Ella alzó la vista, sorprendida en un primer momento y luego asustada. Caius chasqueó los dedos. La vampira avanzó con paso vacilante desde el límite de la formación Vulturis para presentarse de nuevo ante el anciano.

- Has cometido un grave error en tus acusaciones, o eso parece - Comenzó Caius

Tanya y Kate se adelantaron, presas de la ansiedad.

- Lo siento - Respondió la interpelada en voz baja- Quizá debería haberme asegurado de lo que vi, pero no tenía ni idea...- Hizo un gesto de indefensión hacia el batallón

- Mi querido Caius - Terció Aro- ¿Cómo puedes esperar que ella adivinara en un instante algo tan extraño e improbable? Cualquiera de nosotros habría supuesto lo mismo.

Caius removió los dedos para silenciar a su homólogo.

- Todos estamos al tanto de tu error - Continuó con brusquedad- Yo me refiero a tus motivos.

- ¿Mis motivos? - Repitió

- Sí, para empezar ¿Por qué viniste a espiarlos? Estabas molesta con los Cullen. ¿Me equivoco?

- No, estaba enojada - Admitió

- ¿Y por qué...? - La urgió Caius

- Porque los licántropos mataron a mi pareja y los Cullen no se hicieron a un lado y no me dejaron vengarle.

- Licántropos, no, metamorfos - Le corrigió Aro

- Así pues, los Cullen se pusieron de parte de los metamorfos en contra de nuestra propia especie, incluso cuando se trataba del amigo de un amigo - Resumió Caius

Edward profirió por lo bajinis un refunfuño de disgusto mientras el Vulturis iba repasando una por una las entradas de su lista en busca de una acusación que encajara.

- Yo lo veo así - Replicó Irina, muy envarada

Caius se tomó su tiempo.

- Si deseas formular alguna queja contra los metamorfos y los Cullen por apoyar ese comportamiento, ahora es el momento. Aunque creo que nuestra querida amiga, Vivianne tiene algo que enseñarte.

La mirada y sonrisa llena de crueldad se fijaron en Vivianne, quien estaba vibrando por lo bien que estaba siendo al ver como todo se estaba formando justo como lo había planeado.

- ¿Qué has hecho? - Le pregunto Edward, en un rugido

- Les dije - Canturreo Marissa desde la lejanía

- Hice lo que tenía que hacer, amor.

La mirada extasiada de Vivianne se posos en los ojos dorados de Edward para deslizarse a las Denali con un brillo más iluminado y terminar en Irina, el andar de Vivianne había empezado alejándose de Renesmee hasta parar en medio de ambos batallones.

- Irina, querida marioneta. Te presento a mi fiel amigo, Laurent - Tendió su mano hacia su derecha

El moreno apareció a su lado, siendo tomado de la mano de una rubia desconocida para la Denali.

- Hola, Irina - La voz monótona y aburrida de Laurent golpeo duramente a Irina- Mis reyes - Se inclino hacia ellos con educación- Soy Laurent, y esta es mi pareja, Nettie. Quien fue salvada por Vivianne de su inminente muerte antes que su compañera de aquelarre, María, la matara.

- Laurent - Masculló Irina con dolor

- También he de aclarar que la señorita Denali y yo fuimos un intento de parejas, pero nada más - Miro desdeñosamente a la Denali unos segundos- Vivianne le ha mostrado todo a Aro.

- Fue un plan exquisitamente perfecto - Reconoció el anciano con fascinación- Aunque solo fue una de las etapas de su gran plan...


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