Capítulo 67
Tanya saltó hacia atrás cuatro pasos, con sus rizos del color de las fresas temblorosos, como un humano que se enfrentara a una serpiente venenosa. Kate también recorrió a saltos hacia atrás todo el camino hacia la puerta principal y tanteó a ciegas para ver dónde tenía la pared a sus espaldas. De entre sus dientes apretados brotó un siseo mezcla de sorpresa y miedo. Eleazar se agazapó delante de Carmen en una postura defensiva.
- Oh, por favor - Se quejo Jacob para sus adentros
Edward puso el brazo alrededor de Bella y de Renesmee mientras Vivianne se agazapaba enfrente de los tres dispuesta a luchar si era necesario.
- Prometieron escuchar - Les recordó
- ¡Hay algunas cosas que no deben escucharse! - Exclamó Tanya- ¿Cómo has podido, Edward? ¿Es que no sabes lo que esto significa?
- Tenemos que salir de aquí - Replicó Kate con ansiedad, con la mano en el pomo de la puerta
- Edward... - Eleazar parecía encontrarse más allá de las palabras
- Esperen - Dijo Edward, con la voz endurecida ahora- Recuerden lo que escucharon, lo que olieron. Renesmee no es lo que creen.
- No hay excepciones a esa regla, Edward - Replicó Tanya con brusquedad
- Tanya - Replicó Edward con dureza- ¡Has oído el sonido de su corazón! Para y piensa en lo que eso significa.
- ¿El latido de su corazón? - Susurró Carmen, mirando por encima del hombro de Eleazar.
- No es una niña vampira completa - Respondió Edward, dirigiendo su atención a la expresión menos hostil de Carmen- Es semihumana.
Los cuatro vampiros se le quedaron mirando como si estuviera hablando en un idioma inteligible para todos ellos.
- Escúchenme - La voz de Edward se moduló ahora hacia su aterciopelado tono de persuasión- Renesmee es única en su especie. Yo soy su padre; no su creador, no, soy su padre biológico.
La cabeza de Tanya temblaba, aunque era un movimiento casi imperceptible. Ella no parecía ser consciente.
- Edward, no puedes esperar de nosotros que... - Comenzó Eleazar a hablar
- Pues dame otra explicación que te encaje, Eleazar. Puedes sentir la calidez de su cuerpo en el aire. La sangre corre por sus venas, Eleazar, puedes olerla.
- ¿Cómo ha sucedido esto? - Preguntó Kate, casi sin aliento
- Bella es su madre biológica - Le contestó Edward- Concibió, la llevó en su seno, y dio a luz a Renesmee mientras todavía era humana. Eso casi la mató, así que me vi obligado a introducir una cantidad suficiente de ponzoña en su corazón para salvarla.
- Nunca había oído hablar de una cosa así - Replicó Eleazar
Tenía todavía los hombros rígidos y una expresión fría en el semblante, sobre todo alerta ante la posición defensiva de Vivianne enfrente de él.
- Las relaciones íntimas entre vampiros y humanos no son frecuentes - Contestó Edward, ahora con algo de humor negro en su tono- Y que existan humanos que hayan sobrevivido a este tipo de citas, menos aún. ¿No están de acuerdo, primas?
Tanto Tanya como Kate le miraron con cara de pocos amigos ante aquella referencia de su pasado.
- Fíjate bien ahora, Eleazar. Seguro que puedes apreciar el parecido.
Pero fue Carmen la que respondió a las palabras de Edward. Dio un paso para salir de detrás del vampiro, ignorando su advertencia a medias y caminó con cautela hasta permanecer justo delante de Bella. Se inclinó con ligereza, mirando cuidadosamente el rostro de Renesmee.
- Parece que tienes los ojos de tu madre - Comentó con una voz tranquila y baja- Pero el rostro de tu padre - Después, como si no hubiera podido evitarlo, le sonrió.
La sonrisa de Renesmee en respuesta fue deslumbrante. Rozó el rostro de Bella sin apartar la mirada de Carmen. Se imaginaba tocando el rostro de Carmen y se preguntaba si eso estaría bien.
- ¿Te importaría que la misma Renesmee te lo cuente? - Le pregunto a Carmen. Todavía estaba demasiado tensa para poder hablar en voz más alta que un simple susurro- Tiene un don para explicar las cosas.
Carmen todavía le sonreía a la niña.
- ¿Hablas, pequeña?
- Sí - Respondió con su aguda voz de soprano. Toda la familia de Tanya se estremeció ante el sonido de su voz, salvo Carmen- Pero puedo mostrarte más cosas de las que puedo contar.
Colocó su pequeña mano llena de hoyuelos en la mejilla de Carmen. La vampira se envaró como si le hubieran aplicado una corriente eléctrica. Eleazar estuvo a su lado en un instante, con las manos en sus hombros como si fuera a apartarla con brusquedad, Vivianne dejo de agazaparse al saber que su pulga lo lograría.
- Espera - Pidió Carmen casi sin aliento, con sus ojos que no pestañeaban fijos en Renesmee
La niña le «mostró» a Carmen su explicación durante un buen rato. El rostro de Edward permaneció atento mientras observaba, Bella hubiera deseado tanto poder oír lo que él escuchaba, Jacob cambió el peso de un pie a otro con impaciencia a mis espaldas mientras que Vivianne estaba relajada por completo.
- ¿Qué le está enseñando Nessie? - Gruñó entre dientes
- Todo - Murmuró Edward
Pasó otro minuto y Renesmee dejó caer la mano del rostro de Carmen y sonrió con alegría a la asombrada vampira.
- Realmente es tu hija, ¿a que sí? - Comentó Carmen casi sin aliento, moviendo sus grandes ojos de color topacio al rostro de Edward- ¡Qué don tan vivo! Esto sólo podía venir de un padre igual de bien dotado, aunque tiene preferencia de padres - Deslizo su mirada a Vivianne
- Soy la mejor madre y padre para mi pulga - Sonrió orgullo
Renesmee se rio ante los rostros reacios de sus dos padres y su obvia preferencia hacia Vivianne.
- ¿Crees lo que te ha contado? - Preguntó Edward, desviando la atención extra en Vivianne
- Sin ninguna duda - Contesto Carmen con sencillez
El rostro de Eleazar estaba rígido de la angustia.
- ¡Carmen!
Ella le agarro las manos con las suyas y se las apretó.
- Aunque parezca imposible, Edward no nos ha dicho más que la verdad. Deja que la niña te lo muestre.
Carmen empujó a Eleazar hacia Bella y luego asintió a Renesmee.
- Enséñaselo, querida mía.
Renesmee sonrió de oreja a oreja, de alegría por la aceptación de Carmen, y tocó a Eleazar en la frente con un toque ligero.
- ¡Ay, caray! - Escupió él, y saltó hacia atrás.
- Dramático - Canturreo Vivianne blanqueando los ojos
- ¿Qué es lo que te ha hecho? - Inquirió Tanya al tiempo que se acercaba, embargada por la preocupación. Kate también se deslizó hacia delante.
- Sólo está intentando mostrarte su lado de la historia - Le dijo Carmen con voz tranquilizadora.
Renesmee frunció el ceño con impaciencia.
- Ven, mira, por favor - Le ordenó a Eleazar
Le extendió la mano y después dejó unos cuantos centímetros entre sus dedos y su rostro, esperando. Eleazar le echó una ojeada suspicaz y después clavó sus ojos en Carmen buscando su ayuda.
Ella asintió para darle ánimos. El vampiro inhaló un gran trago de aire y después se inclinó hacia ella hasta que su frente tocó la pequeña mano otra vez. Él se estremeció cuando el proceso comenzó, pero se quedó quieto en esta ocasión, con los ojos cerrados, concentrado.
- Ahh - Suspiró cuando sus ojos se reabrieron unos cuantos minutos más tarde- Ya veo.
Renesmee le sonrió. Él vaciló, y después le devolvió una sonrisa desganada en respuesta.
- ¿Eleazar? - Preguntó Tanya
- Es todo cierto, Tanya. No es una niña inmortal, es semihumana. Ven. Míralo por ti misma.
En silencio, Tanya acudió a su vez para colocarse delante de la niña con ademán precavido y después Kate, ambas mostrando sorpresa cuando les llegó la primera imagen al contacto de Renesmee; pero luego, en cuanto terminó, parecieron del todo convencidas, igual que Carmen y Eleazar.
- Gracias por escucharnos - Dijo Vivianne con voz serena
- Pero aún existe el grave peligro del que nos hablaste - Le dijo Tanya a su vez- Ya veo que no procede directamente de esta niña, pero entonces ha de proceder de los Vulturis. ¿Cómo han llegado a saber de ella? ¿Cuándo vendrán?
- El día en que Bella vio a Irina en las montañas - Le explicó Edward- Tenía a Renesmee con ella.
Kate siseó, entrecerrando los ojos hasta convertirlos en rendijas.
- ¿Ha sido Irina quien ha hecho esto? ¿A ustedes? ¿A Carlisle? ¿Irina?
- No - Susurró Tanya- Ha debido de ser otra...
- Alice la vio acudiendo a ellos - Comentó Edward
- Pero ¿Cómo ha podido hacer eso? - Preguntó Eleazar sin dirigirse a nadie en concreto
- Imagínate que hubieras visto a Renesmee sólo a distancia, y que no te hubieras esperado a oír nuestra explicación.
Los ojos de Tanya se entrecerraron.
- No importa lo que ella haya pensado... ustedes son nuestra familia.
- Bien, dicho eso. Pulga, pulgocin, nos vamos a seguir jugando - Vivianne cargo a Renesmee- Necesito patearla el trasero a esos pulgosos de allá fuera.
- ¡¡Oye!! - Se quejaron los hermanos Clearwater al unisón desde el bosque
Renesmee dejo a un lado la timidez y su miedo al rechazo dejando entrar su risa risueña aferrada al cuello de su madre mientras los alentaba apurarse a caminar para seguir jugando.
- Ahora entiendo el favoritismo - Añadió Kate mirando con diversión los rostros celosos de los dos padres biológicos
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