- Deben de ser las seis - Comentó Edward

- ¿Y? - Pregunto Bella con los ojos fijos en Vivianne, Jacob y Renesmee, que estaban parados en la entrada, la niña en los brazos de la vampira.

Vivianne tenía un aspecto sobreprotector, lista para matar al moreno, y Jacob parecía preocupado. Renesmee lucía tan hermosa e impaciente.

- Hora de medir a Ness... esto, Renesmee - Explicó Carlisle

- ¡Oh! ¿Hacen esto todos los días?

- Cuatro veces al día - Le corrigió Carlisle con aspecto ausente mientras dirigía a los demás hacia el sofá. Bella creyó ver a Renesmee suspirar.

- ¿Cuatro veces? ¿Todos los días? ¿Por qué? - Pregunto Bella confundida a más no poder

- Ella sigue creciendo con mucha rapidez - Le murmuró Edward con la voz serena y contenida

- ¿Qué vamos a hacer? - Susurro horrorizada

- No lo sé - Admitió Edward

- Va algo más despacio - Masculló Jacob entre dientes

- Necesitaremos unos cuantos días más de medidas para poder establecer la pauta, Jacob. No puedo hacer ninguna promesa.

- Ayer creció cuatro centímetros. Hoy, menos.

- Por apenas una centésima de centímetro, si mis medidas son correctas - Replicó Carlisle con tranquilidad.

- Sea exacto, Doc - Repuso Jacob, haciendo que las palabras sonaran casi amenazadoras

- Ya sabes que lo hago lo mejor que puedo - Le aseguró Carlisle

Renesmee también parecía molesta. Comenzó a retorcerse y después levantó la mano imperiosamente hacia Vivianne. Ella se inclinó de modo que pudiera tocarle la cara, después de un segundo, Vivianne fijo su mirada en Bella.

- ¿Qué es lo que quiere? - Le exigió Jacob, volviendo a robarle el papel a Bella

- A Bella, por supuesto — Le contestó Vivianne desdeñosamente- Ten, antes que me mire con ojitos de cachorrito perdido y termine de recriminarle por qué tiene que ser manipuladoramente tierna como tú.

Bella se echó a reír agarrando a Renesmee entre sus brazos, intento besar castamente los labios de Vivianne, pero la manita tibia y posesiva de Renesmee se lo impidió.

- Cierto, Renesmee no deja que nadie bese a Vivianne - Comento Edward con diversión- Es el doble de celosa que Vivianne con ella.

- ¿Qué? ¿Ni tu mami me podrá besar? ¡Es mi mujer, pulga! - Se quejo infantilmente ante la negativa de Renesmee- Dejas que me bese o yo la besare - Le amenazo frunciendo sus cejas

Renesmee igualmente frunció sus cejas, molesta creando un mohín, su mirada achocolatada se oscureció ligeramente sosteniendo su mano en el pecho de la mayor.

- ¿Qué? ¿Qué le dice? - Le pregunto Bella a Edward con desespero ante como ambas mantenían el contacto visual

- Le está restringiendo cada uno de los posibles mimos que Vivianne le puede dar a cualquiera de nosotros - Le contesto entre risas- ¡Oh! Y ahora le dijo que era su culpa que saliera tan posesiva.

- ¡Eso no es cierto! - Chillo indignada- ¡Yo no plante mi semilla en el huerto de tu madre! ¡Fue ese tonto! - Apunto a Edward- Pero pulga - Se volvió a quejar apenas Renesmee sentencio sus palabras soltando por completo a Vivianne

Bella miro como Renesmee se recostaba sobre su pecho mirando hacia cualquier otra parte que no fuera Vivianne, Bella se rio entre dientes como Vivianne se sentaba en el sillón haciendo berrinches sin poder ir contra la pequeña criatura entre sus brazos.

Alice se deslizó dentro de la habitación delante de todos los demás, con la mano extendida delante de Bella y una impaciencia que casi se podía ver, como un aura rodeando su cuerpo. Traía en la palma de su mano una llave de bronce de aspecto cotidiano con un enorme lazo rosa de satén atado.

- ¡Feliz cumpleaños! - Canturreó

- Nadie empieza a contar su cumpleaños el día de su nacimiento - Le recordó Bella- El primer cumpleaños se celebra al año de haber nacido, Alice - Su gran sonrisa se volvió petulante

- No estamos celebrando tu cumpleaños como vampira, al menos todavía no. Hoy estamos a trece de septiembre, Bella. ¡Feliz diecinueve cumpleaños!

- ¡Ah, no! ¡Eso no, de ninguna manera! - Sacudió la cabeza furiosamente y después lanzo una mirada a la sonrisita de suficiencia que mostraba el rostro de Edward- Eso no cuenta. Hace tres días que dejé de cumplir años y tendré dieciocho para siempre.

- Sea como sea - Replicó Alice, despreciando la protesta con un rápido encogimiento de hombros- Vamos a celebrarlo ¿Queda claro?

Bella suspiró rendida, la sonrisa de Alice se agrandó hasta un punto rayando en lo imposible cuando leyó la rendición en sus ojos.

- ¿Estás preparada para abrir tu regalo? - Canturreó Alice

- Regalos - La corrigió Edward, y sacó otra llave de su bolsillo, más larga y plateada, con un lazo azul menos aparatoso

- El mío primero - Dijo Alice, y le sacó la lengua, previendo su respuesta.

- El mío está más cerca.

- Pero mira cómo va vestida - Las palabras de Alice sonaron casi como un gemido- Estoy sufriendo desde que la vi por la mañana. Está claro que la mía es una cuestión prioritaria. Ya sé qué vamos a hacer... nos lo jugaremos - Sugirió Alice- A piedra, papel o tijeras.

Jasper se echó a reír entre dientes junto al resto y Edward suspiró.

- ¿Por qué no nos dices simplemente quién va a ganar? - Inquirió él con ironía

Alice mostró una sonrisa deslumbrante haciendo reír aún más a Vivianne.

- Yo. Estupendo.

- De todas formas, será mejor que yo espere a mañana - Comento Edward con resignación- Creo que sería mucho más divertido si Jacob estuviera despierto cuando se produzca la gran revelación ¿No crees? Quizás así haya alguien que muestre el nivel adecuado de entusiasmo.

- Hala - Canturreó Alice- Bella, deja que Rosalie agarre a Ness... a Renesmee.

- ¿Dónde suele dormir? - Alice se encogió de hombros como respuesta

- En los brazos de Rose, en los de Jacob o en los de Esme, sobre todo en los de Vivianne. Ya te puedes hacer una idea... No creo que se haya acostado en toda su vida. Se va a convertir en la semivampira más malcriada de la historia, más con Vivianne en su vida.

Edward se echó a reír mientras Rosalie agarraba a Renesmee con un gesto experto, Vivianne dejaría que la agarra con excepción de aquella noche sabiendo los planes de Alice.

- También es la menos mimada de todas las semivampiras del mundo - Replicó Rosalie- Eso es lo bueno de ser única en su especie.

Alice puso la llave en la mano de Bella y la tomó del codo, empujándola hacia la puerta trasera.

- Vamos, vamos - Gorjeó

- ¿Está fuera? - Miro a la pequeña vampira

- Algo así - Contesto Alice, empujándola hacia el exterior

- Disfruta de tu regalo - Le dijo Rosalie- Es de todos nosotros, de Esme especialmente.

- ¿No vendrá ninguno conmigo? - Se dio cuenta de que nadie se había movido de su lugar

- Te daremos la ocasión de que lo disfrutes a solas - Contesto Rosalie- Ya nos dirás qué te parece... más tarde.

Emmett soltó una gran risotada, aunque solo rio unos segundos antes que Vivianne lo golpeara y Bella no sospechara de la larga noche que le esperaba junto a Edward y ella.

Alice salió disparada en dirección norte, era más fácil guiarse por el susurro del roce de sus pasos contra el suelo y por el camino que dejaba su fresco aroma que por el atisbo de su silueta entre la densa vegetación.

- No me ataques - Le previno y saltó sobre Bella

- ¿Qué estás haciendo? - Le exigió, encogiéndose cuando saltó sobre su espalda y le puso las manos sobre los ojos

- Asegurándome de que no puedes ver nada.

- Puedo ocuparme de esto sin tanto teatro - Ofreció Edward

- Tú la dejarías hacer trampas. Agárrala de la mano y condúcela hacia delante - Le ordeno, divirtiendo a Vivianne

- Alice, yo...

- No fastidies, Bella. Vamos a hacer esto a mi manera - La interrumpió, causando la risa de Vivianne- Tú igual, agarra su mano.

- Lo que mi pequeña dictadora ordene - Beso castamente los finos labios de Alice y después agarrar la mano libre de Bella

- Son sólo unos segundos más, Bella. Después, se largará a maltratar a otro - Le dijo Edward ganándose un golpe de ambas- ¡Auch!

- Te lo merecías - Vivianne se encogió de hombros sin verlo