Vivianne miraba con desagrado como los Cullen se alimentaban de unos venados, pumas u otros animales del bosque, había optado por estar observándolos desde los árboles asqueándose en soledad.

- Quita esa cara - Emmett estaba cruzado de brazos haciendo un berrinche

- Es la única que tengo - Le contesto obvia- Aparte es asqueroso, su sangre no huele delicioso ni me quema la garganta como me gusta al olerla

- Porque no tiene los mismos nutrientes que un humano - Explico Carlisle alzando su cabeza para verla- Al no tener la misma alimentación su sabor cambia y más al no tener los mismos genes

Vivianne arrugo su nariz asqueada unos segundos, se bajó del árbol con agilidad aterrizando en los brazos de acero e imponentes de Emmett, quien le sonrió coquetamente.

- ¡Ay! Discúlpame, que distraída y estúpida fui - Se disculpo falsamente- Pero ya que estamos... Hola, fortachón - Recostó su brazo en su hombro mientras recostaba su mejilla en la palma de su mano

- Hola, hermosa - Le contesto aguantando la risa

- ¿Eras luchador antes? - Pregunto distraída mientras sus uñas recorrían el musculoso pecho

- Cazador y leñador - Flexiono los músculos de su puchero cautivando aún más a Vivianne- Provine de una gran familia de descendencia irlandés-escocesa

- Un extranjero - Ronroneo mordiéndose el labio inferior con algo de fuerza- A mami le gustan mucho esos

- Y a mí me gustas tú - La mirada de ambos estaban conectadas con intensidad

Un carrasqueo les arruino el momento, miraron de mala manera a Edward cuando los interrumpió, el cobrizo estaba demasiado incomodo cuando los pensamientos tan lascivos de ambos empezaron a brotar de sus mentes casi en gritos.

- Claro, como tú ya pudiste estas con ella, crees que tienes el derecho para interrumpir nuestros momentos - Se quejo Emmett atrayendo más a Vivianne hacia su cuerpo con posesividad

- No es eso - Negó cohibido en su lugar- Es que ya está cayendo la noche - Señalo la noche con su dedo

- ¿Y? - Emmett gruño- Somos vampiros, Edward

- Sin pelear, niños - Se deslizo fuera de los grandes brazos de Emmett- Es hora de irnos, mami necesita encajarles los dientes a unos humanos

Emmett fulmino con la mirada Edward para seguirla con rapidez, el cobrizo se relajó cuando ambos se alejaron de él, los siguió un algo incomodo ante los escasos pensamientos lascivos de ambos inmortales mientras se tranquilizaban.

- ¿Qué pasa? - Les pregunto Esme confundida al ver como Emmett seguía fulminando con la mirada a Edward

- Nada, niños peleando - Contesto Vivianne con simpleza- Lo de siempre, lindura - Beso la mejilla de Esme para adentrarse a la casa- ¡Iré a cenar unos humanos! ¡No me molesten! - Les aviso cuando se empezó a cambiar

- Iré contigo - Aviso Edward

- No - Negó toscamente- Aquí te quedas - Salió de casa a la misma velocidad con la cual entro

Su silueta se perdiendo en la oscuridad del bosque oscuro en cuestión de una fracción de segundo, Edward se cuestionaba si ella podría ser más rápida que él o solo era su perspectiva curiosa taladrando su mente tranquila.

Alice miraba con desaprobación como la nueva chaqueta de Vivianne rompía por completo todo el conjunto que había unido exclusivamente para ella, Jasper estaba en el sillón de alado mirándola con diversión.

- Deja de juzgarme con la mirada, mi pequeña duendecillo - Despego su mirada de sus uñas- Por más que me sigas viendo de esa forma, no me desharé de la chaqueta de cuero, mami la agarro así que se la quedara siempre

- ¡Pero no combina con tu conjunto! ¡Te lo uní exclusivamente para ti! - Chillo indignada

- Lo sé, lo apreció realmente - Regreso su mirada a sus uñas para seguir limándolas- Pero es lo que hay, amor

- ¿No crees que se ven muy puntiagudas? - Le pregunto Rosalie a su lado

- Veamos si es cierto - Acerco sus uñas al brazo descubierto de la rubia y la araño suavemente erizando su piel de lo bien se sentía- Eso fue un sí

Vivianne guardo el limador en el pequeño estuche tratando de ignorar la mirada ligeramente oscura de su pareja, sabía perfectamente lo que había causado en ella y no quería sacar al resto solo para complacerla, aparte que tenía la flojera suficiente como para hacer todo lo que quisiera con ella debajo o encima suyo.

- ¿Jugamos? - Le pregunto Jasper señalando el tablero de ajedrez

- Tendrás que enseñarme, no he tocado uno en mi larga existencia, mi Mayor - Se sentó enfrente de Jasper

- Yo le enseño, señorita - Remarco su acento texano provocando a Vivianne

- No juegues conmigo, niño - Advirtió- Mucho lo hicieron y terminaron quemándose

- Gratificante forma de quemarse - Una sonrisa coqueta bailo en los labios carnosos del rubio miel

- Que Mayor tan dandi tenemos aquí, niños - Miro al resto de los "adolescentes" de reojo unos segundos- ¿Me piensa enseñar a jugar o seguirá cortejándome?

- Puedo hacer ambas sin problemas, señorita - Aseguro algo presumido

- Veremos si eso es cierto - Le reto enderezándose en su asiento

Después de unos minutos, había quedado muy en claro que Jasper no había podido enseñarle a jugar ajedrez a Vivianne con la misma eficiencia que con sus hermanos o padres, ver como Vivianne usaba sus atributos para hacerlo perder el hilo del juego estaban favoreciéndola gratamente.

- Jaque mate, mi Mayor - Anuncio con grandeza- Espero que para la próxima no siga siendo tan dandi si en realidad quiere enseñarme a jugar algo

La sonrisa arrogante de Vivianne golpeaba con fuerza la poca dignidad que le quedaba al rubio, el resto de sus hermanos estaban más que divertidos ante la jugaba tan sucia que la mayor había aplicado en él dándole la victoria.

- Pero no te desanimes, puede que en la siguiente ronda ganes - Le animo con burla

- ¿Otra ronda, señorita? - La voz de Jasper era ligeramente más ronca

- Lamentablemente para ti, no - Se levanto de su lugar para irse a su habitación

Emmett se reía junto a Rosalie y Alice ante el rostro indignado de Jasper, el rubio resoplo acomodando las piezas en sus casillas correspondientes.

- Esa mujer es una tentación peligrosa - Refunfuño acomodando uno de los caballos

- Y la que todos nosotros amamos - Señalo Rosalie maravillada con su compañera

- ¡Yo también los quiero, bombones! - Les dijo en voz más alta de lo normal desde su habitación

Los cuatro ronronearon con una sonrisa tonta en sus labios, siguieron con sus actividades hasta que Esme llego a casa, se encontró con la casa sospechosamente ordenada y limpia, aunque quería darle la razón a su conciencia de que era por Vivianne.

- Buenas noches, señora Cullen - Vivianne apareció en el umbral de su puerta con la mano recostada en esa misma- ¿Cómo estuvo su espectacular trabajo?

- Ajetreado...- Observaba ligeramente boquiabierta como Vivianne se acercaba a ella con tranquilidad-.... Y... Ocupado - Sus palabras se atoraban en su garganta ante la cercanía tan seductora de la mayor

- ¿Estresante quizás? - Esme sacudió la cabeza asintiendo disfrutando el toque de las manos de Vivianne en su cintura- Puedo ayudarle en quitarle el estrés - La acerco a su cuerpo todo lo que podía- Digo, si estas dispuesta, corazón

- Sí - Contesto sin aliento observando los ojos borgoña tan intensos de la mayor

- Siéntate en el escritorio, corazón - Soltó la cintura de Esme para que acatara lo que le pedía- Seré lo más dulce que pueda.