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xi. Clueless

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Mystic Falls, Virginia, 1999

Klaus Mikaelson traspasa el umbral del Mystic Grill y sus botas de cuero chocan contra el piso de madera divulgando sus imponentes pasos secundados por los de una esbelta figura femenina que marcha grácilmente tras él. Desde la repentina resurrección de su madre, ha sido abordado por una sofocante necesidad de mantenerse lejos de su residencia e imponer distancia con la mujer que le dio la vida y a quien él mismo se la arrebató sin titubear al destapar verdades en un ataque de ira mil años atrás.

Tan si quiera intercambiar dos oraciones con Esther lo pone de mal humor, una voz retumbando en sus tímpanos le reitera que no sea crea el cuento de que su progenitora lo ha perdonado. Su natural paranoia flagelándole el pecho insiste que se mantenga alerta, preparado para atrapar el puñal antes de que sea ensartado.

Secuelas negativas que el trato de Mikael le dejó impregnadas como huellas, ahora es incapaz de vivir en paz sin voltear instintivamente por encima del hombro esperando una traición. Su mecanismo de defensa actúa por inercia y se encarga de soldar una acorazada armadura para no permitir entrever sus emociones, para ahorrarle otra fisura irreparable en su vida.

Y eso es algo que a Natasha Romanoff a la distancia, no se le pasa por alto.

La pelirroja oculta su rostro detrás del vaso rebalsando de la malteada de chocolate que no dudo en ordenar cuando la distinguió en el menú. Si bien, se encontraba ejecutando una misión, el ímpetu de una adolescente curiosa quiso probar un poco más del nuevo mundo que le confinaron.

Desde que sus pies tocaron suelo estadounidense, sus orbes esmeraldas pasearon por cada rincón del anticuado pueblito, niños corriendo en la plaza, adolescentes con sus bebidas en mano riendo a carcajadas dentro del reconocido local. Natasha respira con pesadez recopilando valor para permanecer centrada y no distraerse con niñerías de salir huyendo despavorida a acompañarlos en un día rutinario, a Yelena le habría fascinado jugar con uno de esos infantes que alzan una cometa en el cielo.

La rusa suspira y cierra los ojos implorando porque su hermana se encuentre a salvo.

Pero, ninguna niña está segura en la habitación roja.

Romanoff le da un sorbo al licuado embutiéndose del líquido que degusta con placer, hace tiempo que no disfrutaba el exquisito sabor del chocolate o cualquier tipo de golosina, su estricta dieta configurada con el fin de cuidar su figura y mantener su condición física se los restringe por completo.

-Victor y Katherine se fugaron-comunica la mujer contigua al híbrido recogiendo la falda de su pomposo vestido para ocupar asiento cómodamente en los taburetes de la barra. Natasha la escudriña con recelo empeñada a que no se le escape ninguna pista para distinguirla, el arte de la deducción era su clase favorita gracias al apoyo de su innata destreza en observación.

Cabello negro azabache, mentón altivo y ojos azul eléctrico, vestimenta de colores lúgubres, pero refinada, velozmente rememora una nítida imagen en el expediente de célebres entes sobrenaturales, la fémina que acompaña a Klaus es Genevieve MacLeod, la bruja dorada, reina de las brujas y autora de incontables masacres impulsada por un insaciable hambre de poder.

El híbrido original coge el vaso de vidrio que le plantan en la barra y se lo empina sorbiendo el líquido de sopetón esperando que aminore la tensión que le desgasta-Son inteligentes para perderse de mi vista, no iré tras ellos, prefiero que vivan una agonizante tortura psicológica creyendo que acabaré con sus vidas en cualquier momento, pero si ponen un pie en Mystic Falls, los despellejaré vivos y haré un asado con sus restos.

Romanoff atrapa nerviosamente la pajilla entre sus dientes, se supone que su obligación es encapsular el miedo, sin embargo, el gran mal es por naturaleza intimidante, un depredado de élite cuyo camino no se debe entorpecer y ella representa un obstáculo.

La bruja se encoge de hombros jugueteando con una copa entre sus dedos permaneciendo indiferente ante las severas amonestaciones de su familiar, nada nuevo para ella, conoce su actitud de memoria desde hace siglos-Son astutos, Nik, no sé si el mismo truco vaya a servirte dos veces, al menos no con Katherine.

-Pero Victor es su debilidad, tenemos una carta a nuestro favor y la usaré para cobrarle sangre por sangre haber traído de vuelta a ese monstruo para atormentarme.

-Pensé que respetabas tu trato con Beverly.

-No cuando mi seguridad está en juego.

La pequeña espía arruga el entrecejo desorientada por el rumbo de la conversación, aparentemente, Genevieve reconoce a quien alude el rubio cobrizo porque no tarda en depositar la copa en la barra y colocar ligeramente una mano encima de la del original el cual, contra todo pronóstico, no la aparta, sino que acepta el contacto como una muestra de apoyo.

Natasha ladea la cabeza e inclina su cuerpo levemente hacia adelante buscando un mejor ángulo, no puede evitar conjeturar una posible relación amorosa ¿Sería posible? A Kilian le sería útil tan valiosa información.

-Entiendo el temor que le tienes, no va a desaparecer de la noche a la mañana, pero de todas maneras yo no iba a permitir que Mikael te pusiera una mano encima a ti, a Krista o a tus hermanos, debía pasar por encima de mi primero-¡Bingo! Concluye Natasha, están hablando de Mikael, el cazador de vampiros, padre del híbrido-Lo intentó y por eso está de regreso en el infierno donde pertenece, Lucifer lo torturará personalmente, encomendé una creativa lista con sugerencias-Una diminuta sonrisa se curva en los labios de Klaus en respuesta a las palabras de Genevieve, este gesto deja a Romanoff con un signo de interrogación entre ceja y ceja ¿El gran mal ríe? ¿El lobo feroz muestra atisbos de humanidad? Esa no parece la bestia satanizada por Warren-Era un obstáculo en mi camino, y eliminar amenazas es mi pasatiempo favorito.

-Elimina una cabeza y dos la reemplazarán, te deshiciste de Mikael y a Esther se le dió por resucitar al tercer día. Ahí va otra piedra en tu zapato que te sugiero desechar lo más pronto posible-advierte el original con un rotunda indiferencia ignorando el hecho de que está incitando el homicidio de su propia madre ¿Tiene que molestarse en aparentar empatía por la mujer que hacía la vista gorda cuando Mikael le agredía brutalmente siendo un niño? ¿Debe sentir lástima por la mujer que no se tentó el corazón al verlo ser repudiado por un pecado del que no era responsable? 

No le debe absolutamente nada a una persona que ni merece que se le refieran con el apelativo de "Madre"

Natasha se endereza despacio en la silla recuperando su postura inicial, el rostro se le desfigura en un indescifrable poema al estudiar las palabras y las expresiones del híbrido que sagazmente lanzan un contundente resultado; Una de sus mayores debilidades, es el inestable, corrosivo y tóxico vínculo con sus progenitores.

Ya tiene más información para documentar su reporte de misión, porque es lo que tiene que hacer ¿O no? 

No, no es correcto utilizar una baja técnica para atacar a alguien con sus más profundos miedos. Pero Klaus lo merece, es un monstruo que destruye y deshace a su antojo, ella ha sido amaestrada para acabar con individuos como él (Para eso la crearon, más no es precisamente lo que quiere) Kilian se lo ordenó por algo, una razón para derrocarlo tendrá, y Warren siempre tiene la razón ¿Cómo se atreve a cuestionarlo? Ese hombre no da pasos en falso.

MacLeod arruga la comisura de los labios al tiempo que deposita su mentón pensativa en la palma de su mano-Tengo un par de ideas en mente para sacarla del tablero, tampoco me trago la excusa de que quiere que seamos una familia unida y feliz, si te soy honesta, no entiendo su repentino interés en mi.

-¿No crees que sea una maniobra para tenerte cerca y robar tu poder?

La pelinegra tensa los hombros y comprime la mandíbula enfurecida ante la hipótesis del rubio cobrizo el cual no rebusca el porqué, es de conocimiento colectivo que lo más preciado para la mujer junto a él, es su magia-Si es tan estúpida deja que se atreva a intentarlo, ella cavará su propia tumba y nos hará un favor a todos, la bruja original es un mito que se extinguió en el pasado, la bruja dorada es quien gobierna el presente y dominará el futuro.

Klaus alza la cabeza presumiendo la sonrisa ladina que dibujan sus labios en complicidad con la pelinegra, este gesto aviva las suposiciones de Natasha-Acaba con ella, que no quede rastro de lo que fue-Esther no le tuvo compasión, el no tiene porque ser devolverle el favor, con gusto cobrará venganza por ese niño tembloroso que atravesó un calvario y murió esperando el amparo de su madre.

Genevieve le dedica una sonrisa raramente genuina y se toma la osadía de pellizcar dulcemente una mejilla de Mikaelson quien corresponde con un gruñido-Por eso eres mi lobito favorito.

-Y espero seguir siéndolo-Romanoff estruja la nariz con los ojos desorbitados en confusión tanto por el ademán maternal de la bruja, como por el tono de voz aniñado del híbrido, numerosas clases de lenguaje corporal y se queda cohibida tratando de interpretar la interacción del dúo.

-Pórtate bien y lo pensaré, puedes empezar dejando tus intentos por conquistar a Caroline, me preocupa el origen de tu fijación por las rubias-La azulina se yergue devolviendo los pies al suelo dispuesta a retirarse del local-Nos vemos más tarde, tengo un par de asuntos que resolver ¿Te molesta quedarte solo?-Con otras personas, no le importaría largarse sin mirar atrás, pero Klaus posee un lugar especial en su retorcido corazón, es un integrante exclusivo en la corta lista de individuos por los que posee una pizca de afecto. No quiere abandonarlo con sus tortuosos pensamientos respecto a su progenitora cuyo rol, Genevieve ha adoptado indudablemente.

-Conozco esos problemas, se llaman Reece y su apellido es Lockwood-gorjea el gran mal riendo sin gracia-Puedes ir en paz, madre, nunca te había visto tan entretenida con juguete nuevo, pero no lo estropees, es mi híbrido favorito.

La bruja blanquea los ojos y le propina un sonoro golpe en la nuca que nada más consigue hacerlo reír-Vas a dormir con correa esta noche por eso-amenaza y posteriormente se retira por donde vino, dejando como huella la fina tela de su vestido negro arrastrándose en la madera emulando una capa.

Natasha se prepara para seguirle el paso, su trabajo por hoy ha culminado y de un brinco se coloca de pie apurándose para arribar a su modesta habitación de hotel y redactar el informe que Kilian aguarda impaciente. Agradece fervientemente que no partirá con las manos vacías, no cabe duda de que su líder estará orgulloso de ella.

Oh, dulce niña ¿A qué punto has llegado para ser feliz con complacer a tu verdugo?

Al punto en que tiene en bandeja de plata la oportunidad para emplear sus conocimientos y quebrar los barrotes de la jaula donde la tienen retenida, más no lo hace, no mueve un dedo por aventurarse a recuperar la preciada libertad que le arrancaron, porque dentro de los muros de la habitación roja le reiteraron que no tiene un lugar en el mundo, que su único propósito es servir, y sin importar cuanto tiempo se rehusó a creerlo, acabó por agachar la cabeza y resignarse a la idea de que ese sería su único hogar, no valía la pena buscar otro, terminó por abrir una diminuta ventana en su propia prisión para reconfortarse, condicionada a obedecer sin hesitar ni cuestionar cual soldado.

Y no era tonta, tenía la capacidad de razonamiento suficiente para tener en claro que Kilian movería cielo, mar y tierra por recuperar a su preciada joya de la corona.

Se cuelga la mochila en el hombro derecho apartando su melena pelirroja que le estorba la vista, se da la vuelta y su cuerpo impacta en seco contra un trabajado abdomen cuyo dueño le saca mínimo tres cabezas. Los ojos esmeraldas de la rusa escanean de abajo hacia arriba la silueta varonil y las piernas se le vuelven jalea al distinguir la identidad del sujeto, el aire se le escapa, boquea perdiendo el habla y el cuerpo no le recibe ordenes a su cerebro.

Hace unos segundos Klaus Mikaelson estaban en la barra ¿Cómo llegó tan rápido a su recóndito escondite? 

Oh, cierto, velocidad sobrehumana.

El híbrido la repara con una inexplicable curiosidad que lo obliga a no despegarle la vista, una adolescente con aproximadamente quince años, de estatura baja, calcula que mide lo mismo que su melliza, cabello rojizo intenso como las brazas, ojos verde esmeralda de un tono único que asevera no haber visto en ningún otro lado y eso que se ha topado con diversos rostros en un milenio.

-Disculpe, no lo vi-Natasha es la primera en romper el silencio tímidamente, intrigada por la personalidad que tiene delante, mentalmente se abofetea por cohibirse y no dar la vuelta para marcharse.

-¿Cuál es tu nombre?-consulta Klaus en un impulso que ni él comprende de donde proviene, es controlado por una fuerza celestial que coloca las palabras en su boca. Parpadea desconcertado por estímulo el cual impide pasar de largo.

-Eris, Eris Rushman, señor-miente seguramente la joven viuda encandilada por la presencia del original que aflora en ella un instintivo interés. Los libros no le hacen justicia ante la verdadera energía opulenta que emana.

-Eris-El acento británico de Klaus acaricia su nombre con un tono de voz pasivo y sereno-Ten más cuidado-El semblante se le solidifica enfáticamente retornando a su temple máscara de hielo y pasa por su lado derecho a la salida sin agregar nada más.

Olvidando en su repleto baúl de memorias que esa sería la primera vez que se toparía cara a cara con el otro extremo de su hilo rojo.

Viena, 2016

-¿A donde tan peinada?-Se burla Belova desparramada en las escaleras principales ubicadas contiguo a la entrada del departamento de seguridad al que ingresa Regina Labonair con el traje empapado escurriendo el exceso de agua que se va acumulando en el piso marmoleado a medida que las gotas resbalan. El cabello lo trae acartonado, tieso en improvisadas ondas fijadas por el agua salada que tardaría un buen rato peinando para recuperar su textura original.

El maquillaje corrido alrededor de los ojos conforma una graciosa máscara semejante a un mapache, no obstante, el visaje severo de Labonair refunfuñando igual que un toro embravecido, tiene de todo menos cómico-No estoy para bromas, cierra el pico o te parto la columna-Con una mano se apoya en el barandal de las escaleras en tanto con la extremidad libre que le queda, se va removiendo las botas una por una, sus dedos índice y pulgar forman una pinza para retirarse los guantes sin tener que entrar en completo contacto con los montones de arena que le asquean tanto como la sensación pegajosa embadurnada en la piel.

-¿Dónde está Kilian? ¿Lo atrapaste?-La rubia de un hábil salto se coloca de pie retornando al tema principal; El estrepitoso fracaso de su misión.

-¿Me ves entrando con él?-La castaña rechina los dientes frustrada por su incompetencia ¡Es la tercera vez que ese malnacido se le escapa de las manos! No cabe duda de que es tan escurridizo con una rata-Le coloqué un rastreador, tiene que darnos mínimo una pista para ubicar el nido.

Yelena se rasca la cabeza desesperada y reprime un gruñido gutural en la garganta-Si no lo conseguimos sabes lo que eso significa.

-Oh créeme que detesto la opción del plan B tanto como ustedes, no es del agrado de nadie recurrir al Guardián Rojo por ayuda-Para Regina simboliza el reencuentro con uno de sus mayores némesis del mundo criminal, en cambio, para Natasha y Yelena es resucitar una parte de su pasado cuyo recuerdo ellas se encargaron de asesinar sin titubear, el hombre al que una vez llamaron padre y resultó ser tan despreciable como todos los adultos a su alrededor en esa época, el primero en romperles el corazón y enseñarles de la peor manera que la traición, proviene de esa persona que alguna vez amaste.

-Creí que le tenías miedo al mar-alude la ucraniana reparándola de pies a cabeza en un intento por cambiar de tema.

-A veces hay que suprimir ciertos temores con tal de hacer lo correcto, y para personas como yo, es peor no hacer nada que atravesar el infierno-cita la teniente con la voz en un hilo y la mirada perdida, una parte de su cabeza se desfasa retrocediendo a la aterradora visión que representa las profundidades del abismo salado produciendole un pavoroso escalofrío de pies a cabeza-¿Dónde están Nat y Klaus?

Un rugido fúrico y salvaje como el de un animal enjaulado retumba en cada rincón del recinto seguido por el estruendo de unos cristales brincando en el piso. Regina masculla irritada por los decibeles del escándalo perturbando su audición mejorada y Yelena suspira con pesadez rodando los ojos en su órbita-Al husky dramático le urge un maldito exorcismo.

Vaya que no está tan lejos.

Klaus desborda un elevado estado de ira caminando frustrado de un extremo a otro del amplio salón, cuyo mobiliario desbarata en cada paso que da tan asolador como una nociva granada, las astillas de la madera vuelan, los aullidos hacen eco tronando en las paredes, las prominentes garras se encajan en toda superficie que pueda desgarrar imaginando que se trata del rostro de su principal enemigo hoy en día, el híbrido aparentemente abrazó su primitivo instinto porque se comporta exacto a un lobo feróz.

La rabia le estalla en el tórax expandiéndose a cada célula de su cuerpo que arde fervientemente con ansias de derramar sangre para tranquilizarse, la visión se le nubla tiñéndose en rojo apagándole el juicio, su cerebro colapsa y las extremidades se le encogen porque ni su propia anatomía es capaz de retener el odio que toma las riendas de sus facultades, no es la primera vez que atraviesa un severo ataque de ira, está acostumbrado a esos episodios que los adoptó como parte de su rutina.

Respira hondo erraticamente, con la frecuencia cardiaca agitada al igual que sus emociones, la mente la tiene en blanco, enfrascada en un único pensamiento que le reitera su fracaso ¡Es el híbrido original! ¡Un depredador por excelencia y se le ha escapado un mísero y corriente vampiro! 

Dejó con vida a un tipo que removió y jugueteo descaradamente con las fibras más delicadas de su pasado en su cara ¿Y fue incapaz de impartirle su merecido calvario?

Dios sabe que Klaus nunca se sintió tan incompetente como ahora.

Y por consiguiente su organismo se encarga encarecidamente de mortificarlo por sus errores, avivando la furia como mecanismo de defensa para sedimentar su frustración. Fernanda en sus expedientes psicológicos puntualizó que dicha conducta en el rubio cobrizo se debía a que este fue el modelo que presenció en su infancia a través de Mikael, actuar con violencia y responder con odio a cualquier situación que lo llevara al límite fue la única respuesta emocional que conoció y por ende la que acopló a su vida inconscientemente, era un niño que por desgracia no recibió una enseñanza adecuada acerca la inteligencia emocional y semejante a una esponja, absorbió lo que recibió.

-Nik-Natasha modula el tono de su voz al pronunciar el nombre de su marido, no es la primera vez que le toca atajarlo en uno de sus episodios, por consiguiente, está capacitada para actuar sin acabar con el corazón de fuera en el intento-Nik, escúchame-Mantiene la calma y habla con una envidiable tranquilidad que descoloca Yelena, una vez dobla el pasillo ingresando a la escena y arrugando la nariz por la fachada serena de su hermana quien no se inmuta ni cuando el híbrido saca volando un cuenco que se hace añicos contra el piso.

-Era porcelana italiana de colección-se lamenta la teniente entre dientes-Se supone que valorabas el arte, Nik.

-Labonair, ahora no es el momento para chistes, ahórrate tus comentarios-Le reprende Romanoff con autoridad de manera hostil, no solía tomarse a pecho comentarios de ese tipo, acostumbraba a convivir con el rey de estos, su cuñado Kol, más son impertinentes actualmente y pueden volverse la pólvora que avive una explosión-Niklaus Apolo Mikaelson Hagen-Con cuatro palabras, la pelirroja desfunda el latigazo que amarra los pies del aludido plantándolo quietamente en su sitio. Con cautela, da dos pasos adelante acercándose a su anatomía cuestionando con dicho ademán si tiene permitido cruzar la línea fronteriza que delimita su espacio, Klaus menea la cabeza vagamente autorizando la intervención de su amada.

Natasha levanta sus manos con las que acuna gentilmente el rostro del original, con su dedo pulgar acaricia sus mejillas y con la yema de sus dedos libres peina sus enmarañados rulos cobrizos-Respira hondo, uno, dos-Antes de culminar el conteo, Mikaelson inhala hinchando su estómago que le sube y baja con calma recuperando la frecuencia respiratoria-Tómalo con calma, todo estará bien, vamos a solucionarlo.

-Tómalo con calma, todo estará bien, vamos a solucionarlo-repite el gran mal con la voz agitada, balbuceante y un tanto temblorosa entreviendo una de sus facetas más vulnerables. Sin que su esposa siga orientandole, él concreta el tercer paso que la psicóloga de la familia le recomendó para menguar su ira en un ataque; Visualización.

Canalizar la energía en dibujar un relajante paisaje mental que incluyese cada aspecto que le otorgaba paz, y en definitiva tenía uno en específico que pintarrajeaba en su cabeza  para doparse cada que perdía los estribos.

New Orleans, su amada ciudad gozando de un colorido festival de jazz y artistas callejeros que exponían sus fascinantes cuadros.

Su hogar, la mansión familiar testigo de incontables experiencias que aportaron párrafos y capítulos enteros a la historia de los Mikaelson.

Sus amigos, sus hermanos, su melliza, su esposa, su hija, su familia, todos eran un grano de arena que aportaba algo de sosiego y armonía a su tortuosa existencia.

Klaus retrocede despacio dejando en claro que ha vuelto a sus cabales, entre tanto, Natasha le repara expectante-Estoy bien-dictamina envolviendo con sus brazos a la mujer de su vida, a su ancla-Ya pasó.

La rusa suspira aliviada expulsando el aire contenido y corresponde estirando sus extremidades hacia su nuca jugueteando con los cabellos rebeldes-No es tu culpa que Kilian escapara, todo pasó muy rápido y cometimos errores, todos, no solo es tu responsabilidad.

-En esto voy a defender al lobito, la artillería de Kilian contra los sobrenaturales es una obra maestra de ingeniería y balística para nuestra desgracia, también pudo zafarse de Regina, pero le colocó un rastreador-contribuye Belova ignorando rotundamente el declive emocional de su cuñado, si bien no es su persona favorita en el mundo, tampoco le agradaba verlo desplomado a menos que ella fuese la causante de sacarlo de sus casillas, pero no daría un sermón motivacional porque no cuenta con el don de la empatía.

Klaus reconoce su lenguaje secreto para dar apoyo, puesto que le dedica un leve asentimiento, el tampoco es un genio del consuelo-¿Dónde está?

-El dispositivo se detuvo en la frontera de Rusia con Ucrania, exactamente cuarenta kilómetros antes de entrar a Soloti-Labonair planta en la mesa una caja cuadrada azulada que de inmediato desprende la proyección de un preciso mapa mundi y un punto rojo titilando ubicado en la zona antes mencionada-Eso quiere decir que la habitación roja permanece en Rusia.

-¿Crees que es ahí? ¿Y sí en realidad Kilian descubrió el rastreador, se lo arrancó y lo arrojó a otra parte? ¿Y si la habitación roja en realidad sigue instalada en Moscú?-consulta Romanoff exponiendo sus dudas, Warren no se delataría fácilmente, lo conoció tanto tiempo como para estudiar su forma de laborar y con lo meticuloso que es, sus teorías no distaban de que aquello fuese una trampa.

-No lo sé, Nat, sería una jugada maestra de psicología inversa, Kilian nos hace buscar por debajo de las piedras en todo el mundo, pero todo este tiempo ha estado debajo de nuestras narices.

-Tendría sentido, es una ubicación ideal para nadar en sus distintas fuentes sin ser detectado-conspira Yelena evocando la información que recopiló en el baile de máscaras-La red de Sánchez se extendía hasta América y tanto en la política como en el poder eclesiástico, Kilian tiraba de los hilos para obtener lo que quería sin moverse de su silla, se aventaja porque cuando se orquestan redadas pocos escarban en Rusia, los delincuentes se concentran en occidente, está protegido.

-Eso no es todo-irrumpe la castaña cruzándose de brazos con la mandíbula comprimida y los ojos palpitándole de rabia, imita los pasos de Klaus y respira hondo para no perder los estribos-Uno de mis informantes me hizo llegar las malas nuevas, Warren se reunió con Alonzo Cassano y le compró doce niñas que en estos momentos están siendo sometidas al peor calvario que puede padecer una mujer, ya está preparando la siguiente generación de viudas negras.

A las ex espías se les desfigura el visaje al ser abducidas por esa latente pesadilla que simula un bucle infinito que las aprisiona rehusándose a soltarlas, no importa cuando pateen para escapar, las sombras de su pasado cobran forma humana para capturarlas en las celdas del trauma, de solo pensar en esas niñas ven un relejo de sí mismas a esa edad a punto de que les macharan la infancia y ultrajaran hasta moldearlas en perfectos soldados. 

El original menea la cabeza lado a lado negando repetidamente con pesar, instintivamente piensa como padre, en la angustiante sensación de que te arrebaten a tu hija y no te dejen con nada más que el suplicio de la duda que no augura nada positivo en un mundo donde no es la única, ni la primera con ese destino-Debemos actuar de una buena vez, mientras discutíamos en Hungría ese buitre hacía de las suyas y si seguimos igual tendrá a más de doce en su poder al final del día, no se detendrá a menos que le arranquemos la cabeza a él y a sus cómplices.

-La husky mandona se llevó los archivos de los compradores y proxenetas que confabulaban en la red de Sánchez, así que tenemos asegurados unos cuantos nombres...

-¿Husky mandona?-Le cuestiona Natasha a Yelena cruzándose de brazos dubitativa por el apodo.

-Se refiere a Krista y tiene suerte de que no esté aquí para aplastar a la pulga por eso-Klaus se encoge de hombros-Continúa, ricitos.

-Fumigaremos la plaga al aniquilar a Kilian, pero si queremos abolir la habitación roja, hay que purgar toda la maleza, sabemos que la telaraña de contactos de Warren es enorme y nos tomará tiempo depurar a tanta lacra, pero el matón de Santa Klaus nos hará el trabajo más fácil. En la mafia tiene a la francesa, la búlgara y sus favoritos, los italianos.

-Jean Saint-Clair, Ákos Kovacs y Alonzo Cassano-enumera Labonair tecleando en la tableta que reposa en su regazo y al mapa mundi se añade el retrato de tres hombres-Los líderes de cada una, podemos contactar a Tatiana y hacerlo pasar por un ajuste de cuentas, la reina roja no trabaja gratis, pero caído el líder, caída la mafia, le quitamos un peso de encima al exterminar a sus rivales y le damos más poder.

-También se apoya de redes menores de tráfico de personas, como Sánchez, de hecho hay otro oriundo de México que no recuerdo su nombre ¿Casablanca? ¿Monterrubio...?

-Torrenegro-Le corrige la rusa a la ucraniana tragando en seco disgustada por el apellido del sujeto que repudia con cada fibra de su ser-Tiene una empresa como fachada, opera en la mayor parte del mundo, pero sus clientes se concentran en Turquía, Albania, Croacia, Tailandia, Filipinas, Camboya, República Checa y Estonia, es escurridizo, y hasta la fecha no se ha conseguido probar su participación en la trata, no hay evidencia suficiente para condenarlo, tiene a los mejores abogados de su lado, pero jugaremos al dominó, si Kilian cae, él también y consigo se irá el resto de sus achichincles.

-¿Que hay del clero?-indaga la vampira de Brooklyn.

-Nada que un viaje al Vaticano no arregle, hace tiempo que no voy, el papa me exilio porque según él soy un demonio en la tierra, lo cual es una falta de respeto, al menos que me compare con el diablo-se queja el aullador nocturno indignado porque no honren sus títulos-Haré que me den los nombres, no me voy a conformar con una simple destitución, pueden continuar sus fechorías en otra parte.

-¿Entonces que sugieres?

-Por una vez no voy a recurrir a la dócil pena de muerte.

-Vaya, estás evolucionando.

-Los confinaré a un agonizante ciclo de tortura en la cripta de mi hermana hasta el final de sus miserables vidas.

-¿Para que hablé?

La pelirroja niega con la cabeza ante el intercambio de oraciones entre su esposo y la rubia, no refutará las decisiones de Klaus, a lo mejor no era la opción acorde a los parámetros morales de la sociedad, pero sí la justicia no actúa, ellos serán la venganza-¿Que hay de los políticos? ¿Ocuparemos el mismo recurso?

-No me parece una mala idea, nos deshacemos de la mala hierba y en su lugar sembramos a nuestra gente-aporta Regina posando un dedo en su mentón pensativa-Con Ross pisándoles los talones, el Consejo Sobrenatural haciendo tratos bajo la mesa, nunca está de más tener ojos y oídos en todas partes, nos ahorraría disgustos como estos. Tampoco dejaremos al margen los centros de explotación donde ocultan a los niños, pondré a mis hombres para que trabajen en eso, nos dará más nombres para la lista de muertes.

-Regina-La rusa pasa sus pies uno encima del otro en un pequeño tic nervioso, se enfurece consigo misma porque su niña interior aún tiemble aterrorizada con todo lo que tenga que ver con sus verdugos, más con uno en particular posee un sentimiento atribuido a la tristeza y la decepción, el primer hombre que le rompió el corazón-¿Puedo preguntarte algo?-La teniente silenciosa asiente con la cabeza sin apartar su vista verdosa de la tableta donde ejecuta ordenes y anota actualizaciones-¿Tendremos que ir por Alexei? ¿No es así?

Yelena se petrifica en su lugar y por inercia, deja caer su cuerpo en uno de los sillones al tiempo que repara a la nada perdida en sus propios pensamientos que la hacen retroceder al pasado, a la noche que montó a una avioneta esperanzada con que una gran aventura la aguardaba, desconociendo en su inocencia, que atravesaría las puertas del infierno. Aún rememoraba a Alexei interpretando su papel de padre, se ponía de cuclillas verificando debajo de su cama que no hubiese ningún monstruo que osara a lastimarla y besaba su frente con ternura con tal de que durmiese tranquila, Yelena se sintió a salvo, segura en lo profundo de su corazón, de que Alexei siempre estaría ahí para protegerla del monstruo debajo de la cama.

¿Quién diría que ese hombre al que llamó padre era una de esas criaturas espeluznantes? 

-No necesitamos sacarlo de la cárcel, con una hora de interrogatorio será suficiente para conseguir lo que queramos saber-sugiere el híbrido rebuscando una alternativa que no angustie a su mujer notablemente decaída por verse las caras con el Guardián Rojo.

Regina niega con pesar apretando los ojos y arrugando su fisonomía en una mueca de lástima-No, es necesario que lo tengamos de nuestro lado para vigilarlo en caso de que busque ir de soplón, además, no soltará la sopa a menos que le demos algo en retribución y la compulsión no es una alternativa porque al ser un agente élite, se le suministra verbena para protegerle de vampiros, lo siento mucho, chicas.

-A veces hay que suprimir ciertos temores con tal de hacer lo correcto-repite Belova con voz robótica el mantra que Labonair recitó minutos atrás, ahora le halla sentido, su miedo no será la pala que sepulte vidas inocentes, su recelo no será la jaula que encierre a sus hermanas viudas y sus dudas no serán la indiferencia cómplice de los responsables.

Natasha asiente concordando con la europea, aprieta los puños haciendo acopio de su valentía para actuar con cabeza fría sin que sus demonios se interpongan, Kilian le ilustró muchas cosas, las aprovecharía a su favor para acabar con el imperio que construyó a base de dolor, sangre y muerte-Atwood nos dió la ubicación, está en la prisión del Séptimo Círculo, una fortaleza asentada en el extremo norte de Rusia, específicamente en la Cordillera del Cáucaso, es decir en medio de la nada, el acceso es limitado y obligatorio por vía aérea.

-Necesitaremos un buen plan para entrar-expone Labonair irguiéndose en el sofá a la vez que entrelaza los dedos-O mejor aún, un excelente plan para que él pueda salir, si algo he de reconocerle es que es hábil para escabullirse, podemos emitir una señal desde adentro, provocar un escándalo como cortina de humo y generar una fuga desde ahí.

-¿Y cómo le haremos saber que somos nosotros quienes lo están ayudando a escapar?-inquiere Yelena.

-Creo que tengo una idea-anuncia el rubio cobrizo sonriendo de lado con un atisbo travieso al percatarse de una figurita de acción de Mario Bros reposando en el comedor, los engranaje de su cabeza se ponen en marcha ideando una curiosa y brillante táctica-Regina, en tu periodo en la guerra ¿Cómo se las apañaban para comunicarse entre trincheras?

Labonair arruga la nariz desconcertada por el repentino desvío de tema en la conversación, Mikaelson raramente indagaba acerca de sus vivencias en los cuarentas-Teníamos que recurrir a ideas descabelladas para enviar mensajes sin que fuesen interceptados por el bando contrario, signos, cohetes, espejos, animales, lámparas de parafina, banderas de colores, todo lo que estuviera a nuestro alcance-Su cabeza en un acto reflejo rebobino en el tiempo arrastrándola de vuelta a ese violento episodio que devastó millones de vidas, en cambio, inclusive en medio de condiciones de higiene infrahumanas, suministros escaseando, conviviendo día a día con la muerte, Regina se sintió como pez en el agua disfrutando la adrenalina que le recorría en las venas y abrazando su naturaleza la percibir el horror en los ojos de sus enemigos.

La teniente silenciosa era una mujer de guerra, no las desataba, ni las buscaba, pero no es capaz de decirle que no a una, menos con vidas inocentes en juego que requieren su ayuda, ignorar los problemas y huir de estos no le parece una opción.

-¿Y cómo enviaban recados con animales?

-Redactábamos el mensaje y se colocaba en pequeñas cápsulas que se pegaban a sus cuerpos en caso de los perros o en las patas con la palomas ¿Por qué lo preguntas?

Klaus emite una sonrisa torcida y se pone de pie enrutado hacia el objeto que sujeta entre sus manos mostrándoselo a las mujeres quienes no terminan de comprender sus intenciones-Porque encontré a nuestra paloma mensajera.