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Dios

SEGUNDO DISCLAIMER
Éste es el capítulo en cuestión, repito: por favor no lo lean si no les gusta el gore, recuerden que es FICCIÓN y que lo escrito aquí no representa nada acerca de las personas cuyos nombres están escritos aquí.

El viento salado del mar chocó contra su rostro una vez que abrió la ventana del auto, miró desde el asiento trasero a su chofer, su más fiel acompañante, Wooyoung. El mayor lo miraba con reproche, lo había estado mirando de esa forma desde que se enteró de lo sucedido, Han Jisung estaba consciente de que lo que hacía era peligroso, pero el sabor del peligro era adictivo, al igual que la comida de su cliente.

Por eso estaba allí, oliendo el mar podrido de Horizon, con la ventana abierta hacia la costa, no le gustaba oler el mar de aquel lugar pero si seguía viajando con el auto cerrado, iba a vomitarse, o al menos sentía que la cabeza le daba vueltas por el viaje.

La comida de Lee Know debía ser tan buena como para llegar hasta allí solo para probarla, sin embargo, comida no era realmente de lo que estaba deseoso.

—Quién te viera, Han. Un disparo a la distancia y estarías muerto. —Le reprochó el mayor, pero sabía que Wooyoung no lo hacía de mala manera, es más, lo protegía, a su propia forma.

No estaba usando casi ninguna clase de seguridad, y cualquiera que lo encontrara en la calle podría matarlo fácilmente, como Woo decía, un disparo a la distancia sería suficiente para acabarlo, así como todo su imperio de tráfico humano. Pero desdichado sea aquel que logre acabar con el dueño de God's Menu, su gente lo perseguiría hasta el infierno si era necesario.

—Aún creo que te está engañando de alguna forma, LK1025 no puede ser tan... perfecto. —Admitió, aparcando cerca del lugar que según recuerda, estaba cerca del restaurante del cliente, aunque había pasado lejos de Horizon durante mucho tiempo.

—Pues lo es. —Le devolvió su jefe, harto de sus comentarios en contra de LK.

Wooyoung suspiró fastidiado y reanudó el viaje, Han Jisung estaba jodidamente enamorado, encaprichado cual adolescente de secundaria, solo que no eran adolescentes sino una asociación ilegal, y algo tan inocente como enamorarse les podía costar la vida. Pero su jefe era terco, terco como adolescente enamorada, siempre había hecho lo que quería a pesar de sus consejos, se preguntaba cómo Han Jisung era millonario y no se había muerto quemado por jurar que su IPhone era a prueba de microondas o algo así.

Un lugar bastante elegante con pinta de restaurante asomó a la vista cuando doblaron, después de su conversación. El nombre del local coincidencia con lo descrito por el cliente.

—Has comido en mejores lugares. —Reprochó, Han Jisung quería que Wooyoung se callara, como siempre, quería matarlo pero no podía porque era el único en quien confiaba. —Lo que te dió ese día debe saber al jodido quinto cielo, porque no veo otra forma de que hayas venido a este apestoso puerto solo por comida. —Wooyoung abrió la puerta del piloto para llegar a abrir la de Jisung. —Pero apostaría que no viniste por comida.

Jisung le gruñó, demostrando que había dado en el clavo, era divertido ver a su jefe mostrándose tan fácil de fastidiar.

—¿No deberías estar tirándole rosas a Horizon? —Respondió, ante los comentarios despectivos de su asistente a su lugar natal.

—¿Por qué coño crees que me fuí? —Jisung no dijo más, solo bufó molesto y siguió a su asistente hasta llegar al lugar.

Respiró una vez más antes de entrar al local, recordando de nuevo la vez que días atrás se había dado coraje de esa misma manera, entonces empujó la puerta de cristal y oyó las campanas encima del marco de la puerta, anunciando su llegada.

El lugar no estaba especialmente lleno de gente, pero si habían unas cuantas personas a pesar de no ser un horario concurrido, lo que significaba que probablemente en horario de comida habría más personas. Además de ello, el local era bastante bonito y acogedor por dentro, no era un lujoso restaurante pero si le resultaba cálido, aunque tal vez Wooyoung no pensaba así, él mantenía ese gesto de desagrado al lugar, pero Jisung no estaba seguro si era por el mismo desagrado a su lugar natal.

Un chico de cabellos rosas salió desde detrás del mostrador, vistiendo una camisa blanca sencilla y su delantal negro, traía una libreta pequeña, probablemente para apuntar sus pedidos.

—Vine a ver a... —Comenzó a indicarle, pero antes de que pudiera hablar, un precipitado gritó saltó desde atrás de la puerta de la cocina.

—¡Han! —La voz de Lee Know sonó estruendosa, apoyada de la puerta abriéndose.

El hombre se sacó el delantal, dándoselo sin importancia al pelirosa a su lado que lo miró confundido, Jisung no sabía qué hacer o de qué manera saludarlo, puesto que se hallaban ahora en un ambiente muy diferente al formal de antes, pero Lee Know llegó a él a agigantados pasos y antes de reaccionar ya tenía sus labios sobre los suyos, dejando un dulce pero sonoro beso que dejó impresionados a sus dos espectadores, y a Jisung también.

Lee Know dirigió su mirada hacia su asistente, pareciendo de alguna manera impresionado.

—Me parece que es la primera vez que te veo sin máscara, es impresionante lo joven que eres. —Él le dirigió una sonrisa a Wooyoung y con la misma volteó de nuevo a Jisung, y sin perder el tiempo tomó su mano y comenzó a dirigirlo hacia algún lado en específico. —Ven, te mostraré el lugar. Seonghwa, te relevo a la cocina. —Le dedicó al pelirosa confundido, para luego llevárselo agarrado de manos.

Wooyoung los siguió, pero antes de llegar a la puerta, Lee Know no lo dejó pasar, su mirada era igual a la de aquella vez, le sonreía pero el fuego en sus ojos indicaba sus intenciones agresivas.

—Tú quédate aquí, pídele al chico de allá que te traiga algo de comer, va de parte de la casa. —Lee Know le sonrió socarronamente, pero de nuevo con odio en los ojos. ¿Es que Jisung no se daba cuenta de ese inquietante detalle? O tal vez no, porque su mirada cambió de nuevo al momento en que la dirigió hacia su jefe.

Wooyoung no podía pensar en dejarlo solo con ese hombre, Lee Know era peligroso, probablemente más de lo que Jisung creía que era, pero el otro no parecía notarlo o peor, lo estaba ignorando.

Jisung caminó tranquilamente agarrado de la mano de Lee Know, el cual lo llevó hasta la cocina, y con ojos maravillados le indicaba acerca de la historia del local y de cómo había conseguido todo lo que tenía gracias a God's Menu.

—Pero ellos ni siquiera saben lo que se están comiendo. —Lee Know rió, tan tranquilamente que a Jisung le pareció impresionante, actuando tan relajado acerca de su negocio ilegal, tal vez necesitaba aprender eso de él. —Tú eres el único que sabe mi secreto, precioso.

Ser el único, se sentía bien, extrañamente bien.

Lo siguiente que Lee Know hizo fue llevarlo por un pasillo, él había mencionado que su casa estaba justo encima, y de allí caminaron por lo que parecía un laberinto de escaleras y puertas con seguro, hasta dar con la última puerta. El contrario se tensó, lo pudo sentir gracias al agarre entre sus manos, su respiración se volvió intranquila y su gesto se agudizó hacia él.

—¿Puedo confiar en ti, verdad? Joder, qué estoy preguntando, eres mi proveedor. —Balbuceó, allí se dió cuenta que Lee Know no estaba tenso sino nervioso.

Era el cuarto, el lugar, allí mismo llevaba a cabo su proceso. Sintió un escalofrío recorrerle toda la espalda, el lugar oscuro era terrorífico, sabía que Lee Know podría hacerle algo en cualquier momento pero ¿por qué estaba tan claro que no lo haría? era como si empatizaran, si ambos se sintieran uno llevando a su cargo un negocio ilegal del cual debían ser cuidadosos, no podían abrirse con nadie ni ser amigos de nadie, pero en ese momento ambos estaban confiando uno del otro.

Lee Know abrió la puerta, dando paso a un lugar que cualquiera estaría escandalizado de ver, pero no Han Jisung.

Había sangre por todas partes, en el piso y en la mesa del centro, cantidades que a juicio propio, serían casi imposibles de limpiar. El olor sin embargo, era menos nauseabundo de lo que creería, el lugar había sido usado por mucho tiempo, cosa que podía ver gracias a las manchas de sangre seca, pero el olor no era tan malo, como si el contrario llevara una exhaustiva limpieza cada que usaba la habitación.

Lee Know tomó su cadera, posicionándose detrás de él, y posó el mentón en su hombro tranquilamente.

—Es la primera vez que traigo alguien aquí, el resto todos salieron en pedacitos. —Bromeó, su humor era mórbido, pero le gustaba porque era parecido al suyo, corrompidos por su rutina, matar era no más que una costumbre del día a día.

Lee Know se separó de él, dejándole una sensación de vacío, luego trajo hacia él una silla, y le hizo señas para sentarse, a unos metros frente a la mesa de metal de aire quirúrgico, él tomó lugar y de repente el contrario se paró justo frente a él con aires de grandeza y seguridad.

—Han, me complacería que fueras mi primer espectador. —Lee Know colocó sus manos en su pecho, orgulloso. —El restaurant necesita más carne para la cocina.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, iba a presenciar algo, lo sabía.

—¿Nadie nunca pregunta de qué es la carne? —El contrario rió, su sonrisa era hermosa comparada con el horrido lugar que estaba detrás de él.

—Ni siquiera Seonghwa, ellos nunca preguntan y cuando lo hacen, les digo que es ternera de alta calidad. 

¿Seonghwa era el nombre del chico pelirosa? ¿Ese atractivísimo hombre de innegable elegancia? ¿Por qué cualquiera que sea la relación de Lee Know con él, lo ponía celoso?

—¿Él es cercano a ti? —Lee Know elevó una ceja ante su pregunta.

—¿Celoso, precioso? —No supo que decir, pero el contrario soltó otra risa. —No me importa mucho su vida en realidad, sé que tiene un noviesito en District 9 pero es lo único que sé, ¿contento?

Hizo un puchero, pero asintió.

El contrario caminó hasta otra puerta, una de metal que Jisung no había notado hasta el momento, luego recorrió con la vista el lugar, había congeladores en cantidad, y un montón de cuchillos carniceros de gran tamaño.

—Tengo una chica y un chico, ambos de aproximandamente 20 años, ¿cuál eliges? —Jisung no sabía de qué le hablaba hasta que abrió la puerta de metal, y le llegó la imagen de jaulas de metal en un pequeño cuarto con humanos dentro de ellas.

Un calor reconfortante recorrió todo su cuerpo a pesar del frío de la habitación, ahora si iba a recibir el espectáculo completo, iba a saber los secretos de cocina del hábil chef frente a él, era una oportunidad única.

—La chica. —Ni siquiera lo pensó mucho, le gustaban las chicas, eran pequeñas, frágiles y sumisas, algunas lucían como muñecas sin vida cuando les pedía hacer algo, las drogas en sus cerebros actuaban mejor gracias a la naturaleza tranquila de las mujeres, la pobresita probablemente haría todo lo que se le pidiera aún si eso la llevaba hacia su muerte.

El hombre sacó a la mujer de su jaula, estaba desnuda y como todas las demás, lucía como una muñeca sin vida, que solo se movía a base de órdenes y del agarre de Lee Know sobre ella, él cargó fácilmente su cuerpo para acostarla en la mesa de metal, haciendo que Jisung se tense por lo que seguía.

Lee Know tomó un cuchillo, y hábilmente lo manipuló, caminando hasta llegar al extremo donde se hallaba la cabeza de la chica.

—¿Sabes cómo se matan los animales? —Le cuestionó, Lee Know mantenía esa mirada de satisfacción en su rostro, su aura rebosaba orgullo y Jisung se maravillaba desde su asiento.

Negó ante su pregunta, la verdad era que Han Jisung a duras penas sabía la diferencia entre carne de puerco y carne de res.

Lee Know apuntó al cuello de la chica. —A los animales se les drena la sangre desde acá. —Apuntó el cuchillo hacia él. —¿Quisieras hacerme los honores?

Jisung se hallaba literalmente aturdido, porque se había puesto tan nervioso cuando le pidió eso, que las piernas le temblaron a cada paso que daba, sin embargo logró que el contrario notara menos del nerviosismo que realmente sentía.

No era la primera vez que se hacía con la vida de una persona, pero se sentía como si lo fuera. Quería impresionar a Lee Know, demostrarle que estaba en ello tanto como él, lo menos que en ese momento pasaba por su cabeza era pena o arrepentimiento, ni siquiera le importaba la chica sobre la mesa que saldría en cortes de carne de aquel cuarto.

Tomó el cuchillo tratando de ser firme, pero aún así temblaba, y por lo mismo, Lee Know tomó su mano y lo ayudó a guiar la punta del cuchillo hasta la mitad del cuello de la chica. Ella los miraba con ojos vacíos, inconsciente de que moriría en segundos.

—El corte se realiza en la vena yugular interna, tienes que poner toda tu fuerza de un golpe, ¿puedes hacerlo? —Nerviosamente asintió, Lee Know soltó el cuchillo y luego hizo un gesto con la mano sobre la forma en la que debía acertar el golpe.

Él repitió el gesto, pero con fuerza y logrando dar justo a la mitad del cuello, donde Lee Know le había indicado, la chica ahogó un gemido de dolor, sus brazos se movieron mínimamente, pero siguió en la misma posición, ella estaba sintiendo todo pero no podía poner resistencia.

Lee Know le sonrió, pero negó. —La fuerza no fue suficiente, pero supongo que es la primera vez que haces esto.

Él caminó hasta tomar los hombros de la chica, mientras Jisung aún sostenía el cuchillo en su lugar, la cantidad de sangre que brotaba era mínima, porque el objeto aún seguía allí. Entonces jaló su cuerpo hasta que su cabeza quedó fuera de la mesa y su cuello se dobló, él por primera vez se dió cuenta que ya había una cubeta justo debajo de la cabeza de la chica.

Lee Know tomó el cuchillo, y con lo que Jisung percibió como una increíble fuerza y destreza, lo clavó aún más, y lentamente lo retiró hasta que chorros y chorros de sangre comenzaron a caer desde el cuello hasta la cubeta, el contrario miraba el espectáculo con suficiencia, feliz con su propio trabajo.

Estaba maravillado, porque él no era solo muy fuerte, sino que también preciso, había estado haciendo aquello durante años, desde que era muy joven, y su manejo del proceso estaba notoriamente perfeccionado.

Lee Know le entregó otro cuchillo y luego sacó dos delantales, uno para él y el otro para Jisung. —Toma, te enseñaré cómo sacar buenos cortes de carne.

Tomó el cuchillo y se colocó el delantal, entonces siguió al contrario hasta quedar uno frente al otro en la mesa, él le iba indicando los cortes que debía hacer con ciertas partes del cuerpo y luego los replicaba con la mitad contraria.

Sus manos se fueron llenando de sangre, y esta salpicó hasta que su delantal estuvo totalmente manchado, por alguna razón el de Lee Know se encontraba más limpio, evidenciando su habilidad. La misma situación era con la mesa, mientras el extremo contrario lucía más ordenado, la sangre corría mínimamente por el metal, el suyo era un desastre, manchaba la mesa y la piel de la chica cuando intentaba lograr un mejor agarre al cortar.

Se estaba frustrando, así que tiró el cuchillo, rindiéndose.

—Es demasiado difícil. —Admitió, con un puchero en el rostro.

—Llevo 5 años en esto, es lógico que no puedas seguirme el paso. —Lee Know seguía manipulando el cuchillo, concentrado en la tarea de cortar y cortar.

—Me rindo. —Suspiró, llegó hasta un lavabo, retirándose la sangre con agua, y luego se deshizo del delantal, sentándose para observar al contrario trabajar.

Lee Know poseía una pasión innegable, durante varios minutos no hizo más que sacar cortes y cortes del cuerpo, las piernas, pechos, todo iba desapareciendo hasta que solo quedaban partes extrañas, o aquellas que según Jisung, delatarían que se trataba de un cuerpo humano, como los dedos, manos y pies en general, y la cabeza.

Cuando él necesitó cortar las costillas, lo hizo buscando un martillo, empleando mucha más fuerza que la que había usado ya, Jisung no pudo evitar mirar los músculos de sus brazos pegarse a la tela, y recordó aquella vez que lo tuvo en frente totalmente desnudo, el hombre era mejor que una pieza de arte renacentista.

Estaba tan concentrado en eso, que no notaba las cortas miradas que Lee Know le dedicaba, él era totalmente consciente del rubor en las mejillas de Jisung, y de cómo su respiración se había vuelto más pesada, estaba feliz de que a él le gustase la imagen de su cuerpo aún bañado en sangre. Mientras más conocía acerca del chico, más le gustaba, porque Han Jisung estaba igual de roto que él, y su mirada llena de lujuria lo delataba.

Terminó rápidamente con la chica, deseoso de darle atención al chico que lo miraba como si fuera un jugoso filete cocido en su punto. Había algo que quería intentar y definitivamente había encontrado al chico ideal.

Dejó el cuchillo y el martillo a un lado, sacando de sus pensamientos a Jisung con el tintineo del metal, podía verlo apretando las piernas, seguramente su polla se encontraba ya dura debajo de sus pantalones, y definitivamente iba a aprovecharlo.

Ni siquiera se quitó el delantal manchado, solo se arrodilló frente a él, mientras el contrario lo miraba a la expectativa. Y luego fue acariciando sus piernas con sus manos manchadas en sangre, hasta llegar al botón de su pantalón. Ninguno decía una palabra, pero estaban concentrados en lo que el otro hacía, podían comunicarse con la vista, porque ambos querían lo mismo y podían claramente saberlo.

Lee Know le dedicó una sonrisa socarrona, corriendo el cierre de su pantalón para meter las manos y sacar su polla, los dedos aún tenían manchas de sangre y esta se transfirió a la piel de su miembro una vez que lo sacó de su ropa interior y comenzó a masturbarlo. Jisung gruñó, abrió las piernas y se reclinó en la silla, dejando al contrario con la tarea, de un momento a otro quiso levantar las caderas para conseguir más estimulación pero Lee Know lo soltó.  Iba a protestar, pero el contrario se paró y tomó su mano para levantarlo de la silla, cuando lo tuvo frente a él, enterró el rostro en su cuello y fue dejando suaves besos que le dieron escalofríos a Jisung.

Lee Know llevó su cuerpo hasta que sintió su espalda baja chocar contra la mesa de metal. El pelimorado se separó de su cuello, mirándolo fijamente durante unos segundos hasta que juntó sus labios, sus manos comenzaron a viajar por sus caderas, Jisung estaba consciente que su pecho y toda su ropa se estaba llenando de sangre, sus manos en el borde de la mesa podían sentir el líquido que antes había estado caliente y ahora se sentía gélido.

Sus manos viajaron hasta el cuello de Lee Know mientras se besaban, y las de él arrastraron sus pantalones con su ropa interior hasta que esta cayó al suelo, su piel sintió el contraste del calor con el cuarto frío, pero nada que no pudiera soportar. El contrario se sacó el delantal, Jisung no pudo evitar querer desabotonar su camisa, era blanca, y sus manos que habían sido manchadas por agarrar la mesa ahora esparcían manchas en la tela.

Su camisa blanca fue retirada y oyó sus pantalones caer, para luego retirarse la suya propia y aventarla al suelo, Lee Know comenzó a besarle el cuello más violentamente una vez que vió su piel desnuda, sus manos apresaron sus caderas y chocaron con las suyas propias. Buscó la forma para cargar a Jisung y dejarlo sentado en la mesa, quedando él entre sus piernas y pegándose más a él.

—¿Vas a dejarla allí? —Jisung susurró en lo que él maltrataba su cuello.

—¿Te incomoda? —Preguntó, bajando hacia sus pezones para tomarlos en su boca. —¿O puedo follarte encima de ella como tanto he querido?

Gimió ante la imagen mental, era caliente pensar en ello, así que rodeó la cadera de Lee Know con sus piernas, pegándolo más a él.

—¿Tienes lubricante acá? —Susurró Jisung, sorprendido cuando el contrario negó. —¿Cómo que no, Lee Know? —Tomó su cabeza desde el cabello y lo separó de sus pezones.

—Pensaba usar mi saliva. —Respondió con el gesto más tranquilo del mundo, Jisung rodó los ojos.

—Joder, eso duele. Y no soy un jodido masoquista. —Lee Know lo miró callado, pestaneando un par de veces con confusión.

—¿Nos detenemos...?

Jisung rió por la respuesta del contrario. —Tengo una idea mejor. —Entonces se bajó de la mesa y le dió la espalda al de cabello morado, haciéndole ver su culo manchado de sangre por haberse sentado sobre la mesa. —Hace poco aprendí que la sangre es buen lubricante.

Lee Know parpadeó dos veces, curioso por la forma en la que él descubrió aquello, pero poco o nada le importaba en ese momento y su polla palpitaba duro ante la imagen del redondo trasero salpicado en sangre. Su pene se paseó entre la endidura de sus nalgas, deseoso de joder ese apretado agujero, su mano se pasó por la mesa, recogiendo del líquido que se había vuelto viscoso con el pasar de los minutos y llevó los dedos hasta la entrada de Jisung, y tal cual él había mencionado, resbalaron dentro sin mayor problema.

Jisung se recargó en la mesa, dejando su trasero más al descubierto, a la merced de los dedos de Lee Know. Sus dedos se volvieron tres dentro, y el chico comenzó a mover sus caderas por sí solo para que los dedos entren dentro de sí mismo, su pecho casi se recargaba completamente en la mesa, manchándose de sangre.

Dio un vistazo a la chica, su carne estaba magullada, las sobras de lo que alguna vez fue un ser vivo descansaban sin vida sobre la mesa, era una pena que no estuviera tan jodido mentalmente para intentar la necrofilia, además que suficiente ya disfrutaba con aquel Adonis que tenía los dedos metidos en su trasero.

Lee Know tomó su pene una vez que sintió a Jisung preparado, tomando más sangre para llenarlo completamente, luego la punta fue a parar hasta la entrada rosa del contrario, ahora completamente teñida de rojo, y se introdujo lentamente, sacándole a Jisung un gemido de dolor sin quererlo.

Una vez que estuvo dentro, recargó su mentón en el hombro de Jisung, dedicándose a besar su cuello y espalda, sus manos manchadas acariciaban sus caderas, dejando marcas rojas con forma de palmas a ambos lados de su cuerpo.

Lee Know no paraba de pensar en lo jodidamente perfecto que era Han Jisung, ese pequeño lucía tan inocente a simple vista, pero era jodidamente mortal y peligroso.

—Muévete. —Le ordenó Jisung, entonces él siguió la orden, comenzando a retirar su cadera y luego embestirlo con fuerza.

Los gemidos de Jisung no se hicieron esperar, se aferró a la mesa lo más que podía, soltando gemidos cada vez que Lee Know se estrellaba contra su culo, maltratándolo con su gruesa polla que abría sus interiores a cada embestida.

Se sentía tan delicioso cada vez que llegaba tan profundo, en esa posición era tan fácil. Sentía ardor mezclándose con un intenso placer. Lee Know palpó su piel hasta que llegó a su polla y siguió la tarea de masturbarlo, la estimulación por adelante y atrás al mismo tiempo había vuelto a Jisung un desastre de gemidos.

La mesa temblaba, y el cadáver se movía amenazando con caer de ella en cualquier momento. Lee Know empujó su espalda, haciendo que su pecho caiga encima de los restos de la chica, la carne y los huesos al descubierto se tallaban contra su pecho a cada estocada.

—¿Te gusta que te folle encima de un cadáver? —Gruñó Lee Know cerca de sus oídos, aún sin parar la estimulación en ambos lados. Jisung gimió y asintió repetidas veces. —Entonces úsala como almohada.

No entendió a qué se refirió, pero luego Lee Know se salió de él, volteó su cuerpo, para cargar sus piernas con increíble facilidad y hacer que su espalda quede recostada encima de los restos del cuerpo de la chica, como él había dicho, sirviendo como almohada.

Lee Know volvió a alinear su polla y a arremeter de nuevo contra su entrada, asegurando las piernas de Jisung con sus brazos y agarrándose fuerte de la mesa para embestir. El chico puso las manos en sus hombros, podía ver su polla entrando y saliendo de su trasero, llena de sangre y con una ligera capa brillante cerca de la punta, el pre semen ya estaba comenzando a escurrir de la punta.

Jisung gemía sin control debajo de él y encima del cadáver, sus labios se juntaron de nuevo en un beso exigente, saboreando la boca del contrario con gusto. En aquella habitación del sótano, solo podían oírse el choque de pieles y los gemidos y gruñidos de ambos.

—Joder, eres perfecto. —La voz de Lee Know había salido ronca entre besos, Jisung sentía sus mejillas de nuevo calientes por el cumplido.

Él también creía lo mismo, el perfecto Adonis que se lo estaba follando no era menos que perfecto, se sentían hechos uno para el otro, afines en términos de gustos.

Iba a correrse pronto, porque aunque no fuese el mayor fan del sexo anal, la polla de Lee Know hacía un excelente trabajo tocando en donde mejor se sentía, y luego sus manos llegaron de nuevo a la suya para seguir estimulando en ambos sitios a la vez. Era delicioso y sentía la atención en partes distintas de él al mismo tiempo.

Finalmente sus piernas temblaron, y su espalda se curveó, dejando salir tiras y tiras de líquido blanquecino encima de su propio pecho, mezclándose con la sangre, y creando una imagen tan hermosa y caliente que Lee Know fue el siguiente en correrse, llenando el culo de Jisung con su semen.

Jisung no estaba aún repuesto del violento orgasmo que tuvo cuando oyó la puerta abrirse violentamente y el inconfundible sonido de un arma cargada.

Wooyoung había entrado al lugar, después de minutos en los que su jefe no había dado señal alguna y se encontró con la horrible escena, el cuerpo de Jisung descansando en los brazos de Lee Know, sin embargo el asistente creyó que el caníbal ya se había hecho con la vida del jefe.

—Baja el arma, Wooyoung. —Escuchó de su inconfundible voz, y estuvo confundido hasta que lo que creyó que era su cadáver se movió, mostrándole que en realidad no estaba vivo pero si muy molesto.

Lo peor fue cuando Lee Know le dió una mirada, y su sonrisa lucía sacada del mismo infierno.

—Tu asistente es un tonto. —Rió Lee Know para luego sacarle la lengua y volverse a Jisung.

Este solo volvió a recostarse encima del cadáver, suspirando con molestia.

—Te doy menos de cinco minutos para largarte, o de aquí solo sales hecho un filete con verduras.

Wooyoung no lo pensó mucho, Jisung estaba bien, tal vez demasiado bien, y eso era todo lo que le importaba, así que bajó el arma y con prisa cerró la puerta detrás de él, huyendo traumado ante la escena que observó.

Jisung miró al techo, aún con el agarre sobre los brazos de Lee Know que sostenían sus piernas.

—Me disculpo por la interrupción. —Lee Know solo rió.

—Tu asistente realmente creyó que yo te haría algo. —Sus caderas se separaron de las de Jisung, dejando que la mezcla de semen y sangre escurra por su trasero hasta la mesa debajo.

—¿Y no lo harás? —Jisung levantó una ceja, el contrario creyó que estaba bromeando hasta que se dió cuenta que su pregunta iba en serio.

—Joder Han, acabo de encontrar un chico perfecto que le gusta mi comida y se deja follar sobre un cadáver, ¿crees que arruinaría eso? —Lee Know parecía ofendido, no sabía cuánto de su historia creerle, pero algo le decía que era verdad, y que ambos iban en serio aún sin acordarlo.

—Me llamo Jisung... Han es mi apellido. —Respiró hondo, para no arrepentirse con lo que acababa de decir.

—Lee Minho, es un nombre muy común así que uso Lee Know.

Jisung se reincorporó a la mesa, ahora quedando uno frente al otro.

—¿Puedo pedirte un favor... Minho? —El contrario no sabía, pero aún así asintió, dispuesto a hacer por él lo que fuera. —Hay una persona cuya cabeza vale mucho, ¿podrías conseguirla por mí? —Hizo un puchero, tratando de convencerlo. —Te daré todo lo necesario.

Lee Know pareció pensarlo. —¿Eso hará que pueda pasar más tiempo contigo? —Jisung asintió aún con el puchero en su rostro. —Entonces lo haré.





Minho sonrió maliciosamente hacia la carpeta que Jisung le había entregado, en ella podía ver la foto de un precioso chico de cabellera intensamente roja, se preguntaba qué tan bien sabría él servido en un plato con especias caras.

Respiró hondo y dejó la carpeta en el asiento del auto, colocándose bien el casco que cubriría su cabeza y esperando a oír las órdenes para partir por fin.

Jisung le había pedido algo importante, algo que él quería mucho, y si su niño lo quería, él lo conseguiría, porque le gustaba tanto cuando él estaba feliz por su causa y luego lo recompensaba con una buena follada acompañada de algún espectáculo de violencia.

No importaba si tenía que regresar con la cabeza de un jodido niño rico, era una pena que no pudiera llevarse el cuerpo para comérselo, esa belleza debía saber a un manjar, incluso podría hacerle a su Jisung un banquete con la carne del precioso pelirojo, pero no importaba porque con la cabeza era suficiente y con eso recibiría de premio un apretado culo.

"Te enfrentas a un jodido cyborg, Lee" Jisung había sido muy específico con eso, todas las personas que había mandado habían fracasado, lo que sea que estuviera protegiendo al pelirojo era fuerte, tan jodidamente fuerte que ahora cargaba con casi una docena de hombres armados hasta la coronilla.

Ya era la tercera, si él no lo conseguía, Jisung prometió dejar de perseguirlo, porque no eran los únicos que querían la cabeza del chico manzanita.

CONTINUARÁ...





Karen;

¿Les gustó?

Fuerte la cosa, pero salen más traumadas con el hetero que con lo de este capítulo 🤣

Agradezco a EisDame por oír mis locas ideas a diario y a KIDSREV0LUTI0N- por decirme hoy que soy su autora crush de Wattpad mE MORÍ, a ambas les dedico este fic re turbio con todo mi amor 👉👈

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