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𝚈 𝚁𝚘𝚗?

-Vamos, pruebate ese vestido, está fabuloso. - Lana podía ser una buena tía, pero también era acorraladora e insistía hasta que haga lo que me pedía. - vamos, vamos, que en tres horas tengo que alzar el vuelo.

Suspiré y puse el vestido, junto a los demás.

Llevábamos más de una hora, en la misma tienda, agarrando todo lo que le gustaba a Lana.
La verdad esque todo lo que agarraba estaba lindo, un poco revelador pero lindo.

Entré al vestidor, probando cada uno de esos vestidos, que me pondría una o dos veces y luego quedarian en el olvido.

Llegamos a caja, la chica guardó todo en las delicadas fundas de ropa.

-Son 3000 dólares. - iba a sacar mi billetera, pero Lana se adelantó y pagó. - Muchas gracias por su compra.

La chica sonrió y nos entregó las fundas.

-Ya tía, es hora de irnos.- por tu bien y por el mio, dije en mi mente.

-No, no, no, tengo hambre. -  llegamos a las escaleras eléctricas. - tienes que soportarme, no me veras hasta navidad.

-Ah? Porque? No te llevas con mi papá?.

-Porque tengo mucho trabajo, mis vacaciones no serán hasta navidad, así que niña, aprovecha a tu hermosa tía.

Llegamos a KFC, tomaron los pedidos y nos sentamos en la mesa.

-Mira a ese hermoso hombre. - comentó.

Busque al hermoso hombre, como Lana decía.
Pero al único hombre que encontraba era al profesor Clark.

-Cuál? No veo a nadie. - hablé con duda.

-Ese que está allá. - volví a mirar, pero esta vez mi profesor de biología se acercaba a nosotras.

-Hola, señorita Hilton. - Clark, me saludó, de una manera alegre y sonriente. - bella mujer. - se dirigió a mi tía.

Ambos me miraron, esperando algo.

-eh? Él es mi profesor de biología. - hablé para Lana, luego al profesor. - ella es mi ti-

Lana me interrumpió.

-Soy Lana, un gusto.

Ambos se sonrieron de una manera pícara, olvidando mi presencia.

Después de unas horas de charlas, ambos se despidieron, intercambiando números.

-Adiós, hermosas mujeres. - el profesor se despidió, alejándose.

-Tía en serio?.

-Ay muchacha, estoy joven y él es un hombre que... Ah! Tan solo verlo, se me caen los calzones.

-Los calzones de abuela, dejate de cosas y vámonos, tengo tareas que hacer.

-Tus tareas esperan, vamos a ver una película.

No dejó que refutara, pues me arrastró hasta el cine.

Solo necesitaba una salvación.

Mi celular empezó a sonar.

-Ay, que pena tía, tengo que contestar.

Abrí la llamada sin siquiera ver de quien se trataba.

-Hola. - me alejé de Lana, mientras compraba las entradas para ver una película sobre un payaso con globos rojos.

-Апреля? Мне нужно срочно поговорить с тобой.
¿Abril? Necesito hablar contigo urgentemente.

Creo que ni dejé que terminarán de hablar, pues yo ya había colgado la llamada.

El celular empezó a sonar, de nuevo.

Me di fuerzas, valor, para contestar y hablar.

Yo puedo!

Tú puedes!

Todos podemos!

-Привет? Здравствуй, мои яйца, не звони больше. - estaba dispuesta a colgar de nuevo.
¿Hola? Hola, mis bolas, no vuelvas a llamar.- dije algo grosera.

-Abril? Se me perdió Ron.

Observé el número.

-Jordan?. - dije distraída, observando a mi tía. - quién es Ron?

-La gallina, se me perdió.

-Lo que faltaba, no puedes cuidar una simple gallina. - dije molesta. - dónde está la gallina?

-Qué no escuchaste que se perdió!?. - cierto.

-Donde estas?.

-En la U.

Peor.

-Esta bien, llegaré en media hora.

Finalicé la llamada.

Llegué junto a mi tía, que compraba palomitas azucaradas y bebidas.

-Lo siento, se perdió mi proyecto, tengo que irme, te escribiré luego.

Me despedí con un beso.

-Como sea, termino con la película y me voy al aeropuerto.

Le di un fuerte y largo abrazo, luego me separé y me fui.

Llegué al ascensor, en el cual solo había un ancianito.

El ascensor paró en el subterráneo, donde estaba el estacionamiento.

Desbloquee mi carro.

Si, ya tengo auto, unos días atrás, Ariel se puso borracho hasta el pedo, y me regaló su carro.

Nada más que un lindo autito rojo.

Llegué a la universidad, como un rayo.

Llegué a la biblioteca, donde estaba Jordan.

-COMO. - Grité sin poder contenerme, pero me hicieron callar. - cómo que perdiste a la gallina?.

Jordan llevaba una camisa negra, con unos pantalones cortos de cuadros con una paleta de colores como grises, blancos y negros, un gran y costoso reloj, y una gorra negra.

Era la primera vez que lo detallaba bien, antes no me habia fijado en él, cabello oscuro, casi negro, corto de lados, dejando la parte de arriba más larga, su cabello era ondulado, sus cejas tupidas, sus ojos cafés, su nariz perfilada y delicada, sus labios eran rosados y carnosos, sus pestañas largas y gruesas y quedaba rastro de la barba, bueno creo que si lo había detallado perfectamente en algunas ocasiones.

Era sexi y no lo había notado.

-Me estas escuchando?.

-Si... No. Que dijiste?.

-La chica me trajo a la gallina en medio de clases, así que la dejé atada en el baño, cuando volví ya no estaba.

Me tapé la boca asombrada, por lo que escuchaba.

-Me estas diciendo que se acaban de robar nuestro proyecto?.

-Te estoy diciendo que Ron se soltó y se fue. Ahora estaría en cualquier parte del campus. Si alguna persona con autoridad la encuentra, nos metemos en problemas.

-Y que haces ahí sentado, vamos a buscar a esa gallina loca.

-Se llama Ron. - concluyó Jordan, sin ninguna expresión en su cara.

Salimos de la biblioteca, cerrando muy fuerte la puerta.

De seguro la señora ni más, nos deja entrar.

-En que baño estaba la gallina?

-El norte.

Caminamos al norte, esquivando a universitarios, que se dirigían a sus clases.

Eran pasadas las tres cuando encontramos a la gallina en el aula de los licenciados, habían varias popos de la misma gallina.

La gallina paseaba como si esa fuera su misma casa, corrección, su mismo gallinero.

-Si alguien la ve-

-Lo sé, lo sé. Entra y agarrala, antes de que la vean.

El único maestro que estaba en el gran salón, era Klaus, enseñaba matemáticas avanzadas, pero este se encontraba durmiendo sobre su escritorio.

-Es uno de los más jodidos.

Dijo Jordan, mientras mirábamos por la pequeña ventana que se hallaba en la  puerta.

Escuchamos ruidos, escondiendonos en un armario, que estaba al frente del gran salón.

Abrimos un poco la puerta, para observar.

-Mira, hay junta directiva.

-Tienes que entrar.

-Porque no lo haces tú. - dije susurrando.- hagamos piedra, papel o tijeras, una sola vez.

Jordan asintió.

-Piedra, papel o tijeras, saca lo que quieras un, dos. - hice tijeras. - tres.

Jordan sacó piedra.

-Te gané, pelirroja.

Salimos del armario, cuando pasaron dos chicas, que empezaron a reírse de manera divertida.

Si entraba de una por la gallina corría el riesgo de que me descubrieran, solo una persona invisible podría hacerlo sin salir afectado.

Miré la caja de la pared.

El botón de incendios.

-No te atrevas, pelirroja.

Antes de que me acobardara, aplaste el botón rojo, que decía "en caso de emergencias".

Esta era una emergencia, al menos para mí.

-Que hiciste.- Jordan se quitó la gorra en modo de frustración.

Lo agarre de nuevo, metiendonos al armario, escondiendonos.

La alarma era fuerte y escandalosa.

Escuchamos a la gente gritar y correr por todos lados.

Abrí la puerta, asegurándome de que todos se encontraban evacuando el lugar.

-No hay nadie, vamos.

Salimos una vez más del armario, cruzamos el pasillo y llegamos al gran salón, donde ya no había nadie.

Jordan entró y agarro a la gallina, que estaba atrapada entre dos muebles.

-Ven, rápido.

Salimos con la gallina, le pusimos una manta que estaba en una silla y nos fuimos.

Bajamos las escaleras y salimos por la parte trasera del edificio donde se recibían clases.

-Espero no la vuelvas a perder, todavía tenemos dos semanas, luego verás si la mandas a Inglaterra. - advertí a Jordan, con mi dedo de enmedio , amenazante.

La metió en su carro, con la ventana un poco abierta, para que respirara y no muriera por falta de aire.

Escuchamos un alboroto y vimos pasar a los bomberos.

Jordan y yo, caminamos al patio, donde estaban todos, aún asustados.

-Señores estudiantes, alguien activó la alarma, de manera que investigaré quien ha sido el culpable, o la culpable de haber irrumpido en la paz y tranquilidad de Salle, por favor, pedimos que se calmen y regresen a sus clases, muchas gracias. - la mujer de aproximadamente 40 años, amenazó al culpable, o sea, a mi pero yo no me tomaba muy en serio estas amenazas.

-Quien es ella?.

-Esa es la esposa del rector, cuando él no está, está ella, da clases a administración de empresas. - aclaró Jordan.

-No hay forma de que nos descubran. - dije de una forma calmada y pacifica. - Cierto?

Me tomé el tiempo de observar a Jordan, era la primera vez que lo veía nervioso, preocupado, interesado en algo.

Esperaba que estuviera siendo dramático, porque vamos, de que manera me descubrirán? De ninguna, nadie nos vio, eso bastaba.

No iba a ser descubierta y no tendría problemas, iría al departamento, entraría a mi habitación, me acostaria en mi cama y dormiría hasta la noche, eso era lo único que iba a pasar.

-Abril, creo que habían cámaras en los pasillos.

Sus palabras me dejaron perpleja, nerviosa, ansiosa, no podía arruinar mi reputación con tan solo unas semanas que llevaba aquí.

-Estas mintiendo?. - dije jugando con mis uñas. - estas mintiendo, cierto?

-Porque lo haría?. - negó con un tono más pacífico.

-Porque quieres asustarme?

-Porque haría eso?. - preguntó, cruzando los brazos. - si yo estuviera en tu situación, ya estuviera corriendo para eliminar la evidencia, pero no, tú sigues aquí, haciendo preguntas innecesarias.

Bueno, tenía razón.

-Ya, aún no entiendo, porque pareces estar tan despreocupado, déjame y te recuerdo. - lo señalé con mi dedo. - que también estabas conmigo, saliendo y entrando. - sus ojos reflejaban diversión, lo que acababa de decir se podía malinterpretar. - saliendo y entrando de ese diminuto armario, también entraste al gran salón y saliste con esa gallina.

Observamos a la gallina, que estaba en una posición muy cómoda.

-Así que, este problema nos pertenece a los dos, si yo caigo, tú caes. - terminé de decir.

-¡Carajo! Y que hacemos aquí? Tenemos que llegar antes que ellos.

Me agarró de la mano y corrimos, entrando una vez más al edificio de clases.

Subimos las escaleras, que eran muchas por cierto.

-Espera, espera, me cansé. - dije tratando de respirar más lento.

-Entonces no te canses, al menos que quieras que nos descubran..

Volvimos a correr chocando con Lesly.

-Abril?. - me observó curiosa y sorprendida, sabía que no tenía clases a estas horas. - pensé que no tenías clases.

Jordan estaba dispuesto para hacerme correr de nuevo, pero, ahí estaba Lesly, distrayendonos.

-Que haces tú, aquí? Pensé que estarías en el patio, ya sabes, la alarma.

Lesly sonrió de una manera sexi.

-Ser la secretaria de la secretaria del rector, tiene sus ventajas, en el último piso, estábamos a salvo.

¡Clic!

Mi cerebro me mandó un clic inteligente.

La otra tarde, Lesly me comentó que era la secretaria de la secretaria del rector, tenía acceso a muchas partes que los demás tenían prohibidos, como el último piso del edificio 321 de clases, en ese piso se encontraba el penthouse del rector, donde estaban los Vídeo grabadores.

Teníamos que entrar, antes de que lo hicieran otros.

-Cierto, ventajas de ser la mejor de todo el campus, veras. - dije con falsa preocupación. - pasó algo, de lo que me arrepiento. - la primera excusa que tenía en mente, era decirle que tenía ganas de ir al baño, pero justo a mi izquierda, había uno.- de lo que nos arrepentimos.

Jordan iba a protestar, pero aún con las manos agarradas, le di un pellizco, para hacerlo callar, lo que funcionó.

-Que? Que hiciste? Que hicieron?.

Lo que iba a decir, me causaba mucha risa, pero, necesitaba salvar mi pellejo.

Mire a Jordan.

Bueno, nuestros pellejos.

-Estuvimos solos y ya sabes... - Jordan insinuó algo que no lograba entender, sacándome de onda.

Lesly soltó la risa, eliminando de su cara la preocupación.

-En serio. - me miró, riendo. - no tenían que decírmelo, pero, ya lo sabía.

Casi me atraganto con mi propia saliva.

-Que?. - balbucee.

-No mientan, ustedes dos, tienen onda, esa onda que grita "Sexo, sexo, sexo".

Lo que dijo Lesly, hizo que mis mejillas se tornaran rojas, lo veía en el elegante espejo  de la pared.

-Ya que lo sabes, queremos que nos ayudes a eliminar la evidencia. - terminó de decir Jordan aguantando la risa.

Se me antojaba golpear a este chico, cada palabra que salía de su boca, solo lo hacía para empeorar la situación.

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