#64 - Visitas pronto al juicio.
El proceso legal de la condena de Momo fue un desastre, porque ¿quién estaría de lado de una chica con múltiples arrestos por violencia, en igual que de el hijo de un reconocido neurocirujano?
Mina tenía en cuenta todo eso, pero por lo mismo reunió toda prueba con la que podría hacer que la condena sea menor.
Cuando escuchó lo que ocurrió, tenía ganas de tener a Momo enfrente para darle un buen golpe. No podía creer que había hecho tal acto. Se había jodido, la idiota de esa no podría salvarse con dinero. Bueno, sí podría, pero Chihiro había decidido que harían todo de la mejor manera. Si Momo terminaba con muchos años, no se podría hacer más nada.
La noticia se había expandido rápidamente.
Chihiro se encargó de conseguir al mejor abogado, mientras que Mina le pidió a las demás de si podían pedir a algunos alumnos que testificaran. Antes de lo ocurrido, Yoshi ya estaba empezando a revelar quién era, no totalmente, pero algunos estudiantes ya sabían sobre algunas de sus mañas, y eso fue de ayuda en el juicio. Chaeyoung, con sus innumerables contactos de redes sociales, informó a todos sobre ello.
Mina tampoco asistía a clases, y es que el que todos supieran sobre su pasado que tanto se esmeró en ocultar, la hizo encerrarse en su casa. No se distanció de las demás, todavía hablaban y podían visitarla (más Dahyun para aclarar), pero Mina no ponía un pie fuera de su casa.
Solo se enteraba de las cosas que pasaban por Dahyun o Sana.
Cosas como el golpe que Jihyo le propinó a una chica que se estaba burlando del video íntimo sobre Momo. Que Chaeyoung limpiaba un poco la imagen de ambas por medio de las redes con demás estudiantes. Nayeon empezó a jugar en el equipo de vóleibol porque Tzuyu la convenció. Jeongyeon tampoco ha dado un pie fuera de su casa; cuando van a buscarla, sus padres dicen que está ocupada o que no quiere hablar con nadie, y no les queda nada más que marcharse sin haber logrado algo. Tampoco se comunica por mensajes o llamadas, simplemente no tienen contacto alguno.
La institución está siendo revisada desde que el desastre del teatro fue transmitido en vivo por la página oficial de la institución. Todo el país sabía sobre el suceso y es tremendamente polémico.
Un caso de secuestro, tortura, filtración de vídeos íntimos, hackeo de páginas oficiales, y todo por rivalidad entre estudiantes. Claro que las noticias estarían un poco desastrosas y activas en ese momento, al igual que los ojos estaban afiladamente puestos en los docentes principales, pues se suponía que debían detener cualquier situación de peleas. Posiblemente pronto sean despedidos por las quejas de los tutores de los alumnos.
A Mina no podía importarle menos.
De todos modos, ambos hombres nunca mencionarán los sobornos, simplemente a ambas partes no les convenía aquel suceso.
A Mina ahora lo que le importaba era que Momo dejara de huirle. Simplemente Mina la visitaba, y Momo huía, gritaba o la interrumpía para luego exigir que la llevaran a su celda, y Mina no podía forzarla mucho ya que quería respetar un poco su sentir. Asesinó a alguien, y aunque no era un alguien bueno, Momo probablemente no procesaba bien en que la convertían sus anteriores actos.
Por eso, se coló en la casa Yoo por la habitación de Jeongyeon para convencerla de darle una visita a Momo. Jeongyeon parecía que no había dormido bien y no estaba de ánimos, y al principio quiso echarla por entrar de esa manera a su casa, pero cuando oyó sobre Momo se detuvo y escuchó.
Al día siguiente, Momo fue sacada de su celda por una visita. Sabía que era Mina, solo haría otra escena y se deshacía de ella, pero se quedó pasmada cuando vio a Jeongyeon sentada detrás del cristal.
— Yo... ¡Exijo irme! — rápidamente quiso hacer el mismo drama de las anteriores visitas. Si era sincera consigo misma, le alteraba más estar frente a Jeongyeon que con Mina. Con la única que podía mantener la calma, y solo para ayudar en su caso, era con Chihiro.
La sonrisa que le mostró Jeongyeon fue suficiente para calmarla un poco, por lo menos no se veía como Mina, su mejor amiga parecía tener una mirada de querer matarla cada que llegaba.
— No te había visto hace tiempo, ¿podrías sentarte? — Jeongyeon no parecía enojada con ella, ni tampoco disgustada por lo que hizo, y eso a Momo le confundió un poco.
Chihiro le dijo que ninguna de sus amigas estaba enojada con ella, pero no le había creído mucho. Al parecer, había dicho la verdad.
Silenciosamente se sentó, y casi jura escuchar cómo el hombre que custodiaba suspiraba de alivio al verla no hacer un drama.
— ¿Has comido y dormido bien? — Jeongyeon le preguntó, haciéndola alzar la mirada pero no pudo sostener una mirada fija por más de tres segundos — Se lo pregunté a Mina pero dijo que no lo sabía, parecía que no dejabas que te visitara — Jeongyeon notó cómo Momo se encogía, algo que pocas veces había visto, ya que la pelinegro parecía nunca avergonzarse, y por lo tanto tampoco se encogía de esa manera tímida.
— La comida es un asco y duermo lo suficiente — respondió por fin.
Por lo menos fue sincera, Jeongyeon pensó.
Jeongyeon iba a hablar, preguntarle si se ha sentido un poco mejor, pero Momo no la dejó hablar.
— Lo siento... — dijo tapando su rostro con su cabello, para que así no pudiera verse su rostro — Por no decirlo antes. Tzuyu me dijo que te lo dijera, siempre parecía presionarme para que lo dijera, y yo pensaba decirlo así como Mina dijo todo su pasado, pero me dio miedo.
— ¿Por qué? — Jeongyeon no mostró emoción, fue neutral.
— Porque... creí que me tendrías asco, era una puta y en Japón volví a acostarme con alguien por dinero — confesó, recordando brevemente su pelea con Mina en la azotea.
— No tendría derecho a mostrarme enojada, no estamos saliendo — Jeongyeon aún estaba neutral, viéndola fijamente, pero Momo otra vez no le sostuvo la mirada, estaba avergonzada.
Por supuesto que no estaban saliendo, la había invitado una que otra vez a una comida o algo así pero nunca concordaron que fuera una cita. No sé habían besado, ni siquiera abrazado, o por lo menos un agarre de manos. Solo charla, chistes, bromas, risas, y muy pocas veces hablaron seriamente de algo.
— Pero yo quería que saliéramos — Momo dijo en un tono bajo, y aunque no lo pudo ver, Jeongyeon bajó la mirada avergonzada y con su rostro un poco sonrojado.
— Conocí a Felix — dijo de repente, haciendo que Momo la mirara ladeando la cabeza — Dijo que le hablaste de mí y me explicó todo, fue agradable charlar con él — recordó un poco al hombre.
Unos días atrás, ella había estado en el centro comercial, con un gran suéter y capucha para no encontrarse con ningún conocido, pero un hombre se acercó y le preguntó si ella era Yoo Jeongyeon. Jeongyeon no pudo mentir y fue cuando él se presentó como Felix, diciéndole que en Japón, una Momo emocionada le había mostrado una foto de ella, diciendo muy feliz que era la chica que le gusta. Habían charlado por un rato y Felix le explicó todo, al igual que Jeongyeon habló de algunas películas de terror con él, y Felix le recomendó algunas. Le agradó instantáneamente, entendía por qué Momo era su amiga.
— ¿Sí? — Momo preguntó, y Jeongyeon le asintió.
— No he salido de casa, por lo que no he visto a las demás chicas, solo a Mina y porque entró por la ventana de mi habitación a decirme que parecías estar mal.
— ¡No estoy mal! — Momo se exaltó por un momento pero luego carraspeó al darse cuenta que su voz sonó bastante chillona — Solo no quería verla — murmuró con una voz grave fingida, inevitablemente haciendo reír a Jeongyeon por eso.
— Entonces déjala pasar, está muy preocupada por ti — Momo no contestó pero Jeongyeon tampoco esperó a que lo hiciera. La coreana se levantó, acomodándose el cabello con un poco de nerviosismo — Tengo que irme, mi hermana me espera afuera — Momo asintió un poco decepcionada — El juicio será pronto, espero puedas salir de esta pronto, Momo — la japonesa la miró con ojitos ilusionados — No te juzgo por lo que hiciste, si alguien comprende el por qué de los asesinos soy yo, y tú no eres nada de esos que lo hacen por disfrutarlo. Amane te llevó a tu límite, y aunque no quedarás inmune, no te aprecio menos por eso — y esas palabras eran las que Momo necesitaba, porque pareció tener fuera un peso enorme de encima — Cuando salgas de todo, a lo que obviamente te acompañaré, también espero que salgamos a una cita — le sonrió con una calma fingida, porque estaba realmente avergonzada.
Momo se congeló por un momento, pero luego sonrió y asintió frenéticamente, sin poder articular alguna palabra.
— ¡Sin que te acuestes con nadie! — Jeongyeon aclaró antes que nada — Tengo que aclararte que sí estuve un poco celosa cuando me enteré — tenía que poner sus límites, pero Momo no tuvo problema con eso y asintió aceptándolo — Bien, entonces nos vemos.
Solo con una sonrisa pudo despedirse, aunque deseaba hacerlo con un abrazo, pero el cristal se los impedía.
Esa vez, a diferencia de otras, Momo regresó sonriente a su celda, saltando de la emoción.
Después de todo, todo sí estará mejor.
Momo aceptó la visita de Mina después, se disculpó con ella. Mina la regañó por la estupidez que hizo pero luego le dijo que la comprendía y prometió visitarla más a menudo hasta el juicio.
Cuando Chihiro la visitó, esta mismo notó que Momo parecía igual que antes. Bromeaba con una sonrisa y charlaba con esa manera divertida que tenía ella.
Y pronto llegó el día del juicio que daría el veredicto.
. . . . .
El siguiente es el finaaal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro