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#61 - En lo profundo.

— ¡He perdido mi celular! ¡No puede ser! ¡No puedo vivir sin él!

Mientras Chaeyoung se quejaba con su grupo de amigas, de haber perdido su celular en la clase de Educación Física, su mejor amiga Dahyun estaba en las nubes estando sentada en las piernas de su novia mientras se escondía en su cuello y sentía las caricias en su espalda.

Mina tenía a su novia arrullada en sus brazos, buscando que se relajara por un momento después de haber escuchado por parte de Kim que no había dormido por estar estudiando junto a Jihyo en la madrugada. Como tenían un examen ese día, fue a la escuela desvelada con ojeras que ni se esforzó en tapar, y que Mina había notado desde un principio.

— ¿Desayunaste? Podemos ir por algo a la cafetería — Mina ofreció, preocupada por algún malestar, pero Dahyun asintió a la pregunta.

— Mi mamá me regañó por no dormir, luego me sirvió sopa instantánea antes de venirme a clases, por eso casi llego tarde — había llegado corriendo, entrando tarde a clases y llamando la atención de todos en el aula, y con la vergüenza de interrumpir se había sentado junto a su novia — Y en el almuerzo pues me compré la torta que nos comimos las dos.

— ¿Quieres ir a comer algo después? — la pelinegro había estado invitandola constantemente después de la preparatoria a donde ambas quisieran comer algo y pasarla juntas, y claramente no sería hoy la excepción — O podemos ir a mi casa y vemos La Conferencia, la película que te dije — hace días Mina le había pedido sobre una película

— ¿Voy a vomitar cuando la vea? — se separó de su cuello para verla directamente a los ojos, como sabía que Mina nunca le mentiría.

— Nah... O eso creo.

— Está bien — igualmente Dahyun aceptó. Le gustaba pasarla en la cama con Mina mientras opinaban de toda la pelicual en general, de su trama, de sus actuaciones, de la lógica, aún si Dahyun no era realmente fanática de películas de gore, terror, o suspenso.

— ¿En serio no lo tienes? — ambas novias prestaron atención a las acusaciones que Chaeyoung hacía en contra de Jihyo — Sé que lo tienes — Chaeyoung solo lo decía porque había visto cómo Jihyo se burlaba de su perdida.

— ¡Te lo juro, Chaeyoung! — pero Jihyo hasta se buscó en los bolsillos para mostrar a su amiga que tan solo tenía algunos billetes que le sobraron del almuerzo — Búscame en la cola y no encontrarás nada — a eso Chaeyoung negó quejándose.

— A ver — pero Nayeon aprovechó.

— Alguien más debió tomarlo — Dahyun se metió, antes de que a Nayeon le dé por hurgar en un trasero ajeno en público, mientras Mina se volteó a ver su celular para ver si tenía mensajes de Momo.

— ¿Me lo habrán robado? — Chaeyoung hasta ahora nota la probabilidad, pues había pensado solamente que alguna de sus amigas le hacían una broma, que para ella era totalmente irritante porque su teléfono era su vida, su alma, su cielo.

Tal vez no tenía pareja, pero tenía su teléfono.

— Nunca te separas de él, no pudiste olvidarlo — Dahyun tenía una gran cantidad de recuerdos con Chaeyoung, y está segura que en todos Chaeyoung lleva el celular consigo, muy cerca o resguardado en algún recóndito lugar desconocido — Lo que se me ocurre es que alguien debió tomarlo.

— Por supuesto que alguien lo tomó, fue Amane — en ese momento Mina interrumpió, levantándose lentamente para que Dahyun pudiera pararse establemente en sus propios pies.

— Eee... — Chaeyoung tenía una expresión escéptica — O sea, entiendo que Amane no es nuestro súper duper amigo, pero ¿no crees que le estamos echando la culpa sin pruebas? — le cuestionó, pero Dahyun tenía una cara de fastidio viendo la pantalla del celular de su novia.

Mina volteó su celular para que los demás vean los mensajes recientes, mismos que venían del chat de Chaeyoung, pero que decían claramente que eran de cierto chico que acaba de salir del hospital y es su primer día después de semanas.

— Me llegó un mensaje de tu celular, dice que es Amane y quiere verme a solas en la sala de teatro, solo así devolverá el teléfono — Mina soltó un bufido, mientras guardaba su celular en los bolsillos de su suéter.

— Mi celular tiene contraseña, ¿cómo logró desbloquearlo? — Chaeyoung murmuró para sí misma.

Mina pensó un momento, pero tampoco es como si tuviera la respuesta. Amane tenía amigos y dinero, con eso pudo haber hecho algo con la protección de una simple contraseña de un celular. Pudo pagar porque lo desbloquearan, y lo robó aprovechando que estaban diatraidas por el cansancio de poner esfuerzo en el juego.

De igual manera, Mina iba a ir por ese celular. Mina sabía bien lo importante que era para Chaeyoung, y era una de sus amigas. Si con esos conflictos empezará Amane, con lo importante para sus amigas, entonces en un futuro avanzará a conflictos mucho más mayores, o peor; golpizas.

— No creo que sea buena idea — Tzuyu dio su opinión, pues todas sabían que precisamente no hablarían con tazas de té y serenidad en la sala de teatro.

— Está claro que no se van a ver a solas, te van a intentar golpear de nuevo, Mina — Dahyun también estaba preocupada, mientras casi le suplicaba que no fuera.

Aún si Chaeyoung parecía pensar en si aceptar que fuera por su preciado objeto tecnológico o no.

— Entonces llamen a Momo, pero no vaya ninguna de ustedes — Mina sabía que Momo en un instante estaría ahí para defenderla a puño y... más puño. Ella, junto a Sana y Jeongyeon, eran las únicas que no estaban reunidas con ellas ahora mismo — Debe ser solo una idiotez más — aseguró hacia Dahyun, tomando sus mejillas entre sus manos enguantadas para acercarla y darle un beso en la frente — Si gano, me dejarás pagar las chucherías con las que veamos la película — Dahyun quiso quejarse, pues sabía que su novia ganaría y siempre pagaba sus salidas, pero Mina la calló de un beso.

Mina sabía ya dónde estaba la sala de teatro, de tanto estar en la preparatoria pudo analizar el edificio completo, con la ayuda minuciosa de Jihyo, quien conocía a la perfección el lugar de tanto observarlo. Tal vez no entraba en diferentes zonas, pero las conocía bien si necesitaba algo de aquellas, aunque mayormente nunca necesitó mucho.

Lo bueno es que después de Educación Física tenían una clase libre por la ausencia del profesor, y ahora podía tener su tiempo sin preocuparse por tener una falta.

Su caminar fue hacia una zona grande. Nayeon le platicó una vez que hacían grandes obras de teatro por el día de la primavera, pero que poco a poco se hicieron menos frecuentes. Primero por no conseguir un maestro del club de teatro, y luego porque ya a nadie le importaba estar en teatro si podían estar en clubs más fáciles como el club de lectura o de arte, donde los maestros estaban poco interesados de tomarse en serio los trabajos y solo ponían la calificación media.

Aunque Chaeyoung había agregado que para el siguiente año probablemente si haya alguna obra, posiblemente. Nada confirmado.

Mina divisó a un estudiante de complexión grande, parado en la puerta como si fuera algún tipo de guardaespaldas. Se preguntó cuántos habrá por ahí, y a los cuántos golpes quedarían inconscientes, pero decidió entrar con calma, ignorando al chico que le abrió la puerta y le dio una mirada de puro desprecio.

Dentro se sorprendió al ver varios chicos, aparte de Amane Yoshi sonriendo. Mina logró contar diez, incluyendo a Yoshi y el chico de afuera, y cerró por unos segundos los ojos al pensar en el posible esfuerzo que tendría que hacer contra diez chicos de una complexión aparentemente bastante fuerte.

Podía contra ellos, sí, pero debía despabilarse de la somnolencia que tenía cuando estaba con su preciosa novia. Mina soltó un suspiro incrédulo.

Todavía no puede creer del todo que ya eran novias. Se escuchaba irreal y tan perfecto.

— ¿Buscabas el preciado teléfono de tu amiguita marimacha? — Amane fue quien habló, haciendo fruncir a un chico a su lado por su manera de hablar — Aquí está — él sacó el celular de su bolsillo, como presumiendo de tenerlo.

Mina analizó a todo el cuerpo de Amane. Tenía su uniforme pulcro y limpio, pero su cara tenía aún moretones muy notables. Momo sí que lo había intentado matar.

— Este es el fin de todo, Mina — el japonés siguió hablando, esta vez no quiso aparentar ser bueno delante de los amigos que consiguió entre mentiras sobre su vida, sino que estaba dedicado a ya salir de su máscara para acabar de una buena vez con Ezaki.

Lo había estado planeando desde el hospital, y lo que tiene al fondo de la sala es con lo que podrá obtener su venganza.

— ¿Por fin dejarás de joder como una maldita peste? — Mina no le creía, pues Yoshi no era alguien que solo se rendía y ya.

Eso lo confirmó varias veces cuando en peleas él perdía y siempre regresaba por una revancha... que siempre terminaba perdiendo.

— No saldrás de ésta con esa actitud — Amane hizo una seña a sus amigos para que vayan hacia Mina.

Los había manipulado a todos, se había puesto como víctima de Mina para que quisieran ayudarlo a hacer "justicia". Por lo menos para esos nueve chicos era justicia, contra una chica que le arruinó la vida a Yoshi por diversión, pero para Amane, que sabía bien que no era bueno y aún lo hacía, era venganza.

Mina pudo apañarsela, eran ocho viniendo de todas partes pero la mayoría no tenía certeza de una pelea de verdad con técnicas o agilidad, sino con solo puñetazos aleatorios y fuertes, que Mina podía esquivar o frenar.

— Observa bien, Minita.

Cuando empezaba a con un chico que sí le daba pelea, un sonido parecido a un interruptor se escuchó y una imagen se proyectó en la gran cortina del escenario.

No era una imagen, era un video y la vista de Mina quedó atrapada en la escena de lo que parecía ser una película. El audio se hizo presente, y Mina deseó que aquello hubiera sido una película.

Pero el video se empezó a reproducir con normalidad, mientras Mina recibía un fuerte golpe que la dejó en el suelo, pero no podía despegar su vista del video aún si sentía un dolor por su mandíbula.

"— ¡Para, por favor!

— ¡Cállate, maldita desviada!

— ¡Te lo suplico, por favor! ¡No!

— ¡¡Que te calles!!"

La serie de gritos, que ahora ya no eran palabras, eran solo quejidos y gritos de dolor, se empezaron a escuchar en todo el teatro. Aprovechando el shock de Mina, quien veía todo sin mover ni un dedo, Amane envió un mensaje para que todos los estudiantes se reunieran en la sala de teatro porque está por verse un show, agregó que era urgente para que llegaran más rápido.

— Yoshi, ¿qué es esto? — uno de sus amigos le cuestionó, pero Yoshi solo lo ignoró y se acercó a la japonesa que seguía en estado de quietud y paralizante.

— ¿Estás feliz ahora, Mina? — Amane susurró, mientras daba una patada en el rostro de la chica que se fue hacia atrás mientras daba una vuelta y se ponía de rodillas, como si su cuerpo automáticamente se enderezara para ver la escena de los vídeos de la tortura que vivió hace cinco años — ¡¿Estás feliz ahora?!

Yoshi dio otra patada, disfrutando de cómo Ezaki solo se recompone para seguir viendo los vídeos en estado de shock, como si eso la dominara por completo.

Pero eso se detuvo, y Mina ya no estaba en ese estado, entró en el de llanto desgarrador.

Primero fue una lágrima deslizándose lentamente hasta su mentón, pero pronto fue un sollozo bajito seguido por muchos otros y un río de lágrimas que bajaban desde sus ojos, teniendo una vista borrosa y difícil de distinguir.

Sus manos temblorosas se fueron hasta tapar su rostro y empezar a llorar, fingiendo que no estaba ahí, fingiendo que solo era aquella niña de cinco años que perdió su juguete favorito y lloraba por ello, fingiendo que no estaba reviviendo de manera vivida su peor pesadilla.

— ¿¡Qué mierda es esto, Amane!? — claro que esos chicos preguntarán por qué estaban viendo a una chica siendo torturada en un sótano por dos hombres, y que extrañamente esa chica se parecía a Sharon.

Amane les había contado que reproduciría un video especial que haría a Mina arrepentirse de haberlo dañado tan profundamente, pero ninguno esperó que un video de morbo estuviera en play en ese proyector que pidieron prestado al director por "temas personales".

— Detenlo... — Mina murmuró, mientras caía hacia atrás por el puño de Amane impactando contra su rostro. Se arrastró por el pasillo de las dos hileras de asientos, mientras seguía mirando, por encima de Amane, las cortinas con los videos en reproducción.

En el video, estaba ella siendo desgarradoramente azotada en la espalda, con un látigo de cadenas finas. En algún momento paró de gritar, casi inconsciente en el suelo, y se escucharon rezos de Asaki y Asahi que repetían versos de la Biblia, los cuales ella se veía obligada a escuchar cada día.

Por eso odiaba a la religión, a Dios, sus creyentes, a lo que causaron en ella. Mina revivió ese odio, sintió el cuerpo tembloroso.

La gente empezó a llegar a la sala de teatro. Algunos solo veían la escena y se iban corriendo, tal vez a vomitar o a avisar a los docentes, pero otros empezaron a entrar por el morbo y la extrema curiosidad apática.

Mina escuchó relajo, alboroto, cuchicheos, susurros, murmuros. Lo revivió igual, cuando hablaron de sus cicatrices, cuando a ella ni siquiera le importaban y empezaron a importarle cuando empezaron a juzgarlas, cuando escuchaba sus cuchicheos entre ellos y miradas de desprecio o pena.

No lo soportó.

— Detenlo, por favor... — empezó con otro murmuro, y siguió murmurando más, pero entre todo el relajo, no era suficiente para que Yoshi escuchara. Mina alzó la cabeza, quitando el cabello de su cara, dejando ver su rostro lloroso, herido y vulnerable — ¡Detenlo, por favor! ¡Por favor! ¡Detente! — se tapó desesperadamente las orejas, queriendo dejar de escuchar lo de su alrededor.

Momo fue la primera en entrar al teatro, alterada por los gritos y por las suposiciones de su mejor amiga siendo lastimada. Su rostro alterado y furioso se centró en los vídeos reproduciéndose con proyector, pero su mayor atención estuvo en Mina, corrió hacia ella.

Las demás llegaron detrás. Sana y Jeongyeon fueron de segunda, ya que habían estado juntas acompañadas del buen Chan para pasar la clase libre platicando, pero el mensaje de ir al teatro fue un mal presentimiento para todos.

Sana quedó horrorizada, viendo a Momo abalanzándose a Mina para retener sus intentos de cortarse las muñecas y los brazos con sus propias uñas.

Luego fue Dahyun, junto a todos el grupo de amigas. Dahyun también fue detrás de Mina, en cuanto la vio gritar de manera desgarradora en el suelo, mientras las demás quedaban en un estado de shock viendo el video. Mina les había contado muy ligeramente de las torturas, pero verlo era una cosa totalmente diferente.

Su amiga estaba ahí. La escena había cambiado a una más adelantada y esta vez estaba en la cruz, con el cuerpo semidesnudo mostrando cicatrices, heridas, hematomas y la desnutrición de su cuerpo huesudo.

Su expresión de estar muerta en aquella cruz, hizo a Nayeon correr para sacar todo lo que llevaba en el estomago, sintiendo su garganta casi cerrada. Jihyo fue en su ayuda, también sintiendo nauseas pero aguantando. Chaeyoung al escuchar sus quejidos del vómito no pudo evitar hacer desesperadamente lo mismo, mientras que Tzuyu buscó desesperadamente cómo salir de la situación.

— ¡Mina, tenemos que salir de aquí! — Momo gritaba, pero Mina no escuchaba ni sentía del todo sus zarandeos — ¡Apaga esa maldita cosa, Sana! — Sana reaccionó, pero no sabía cómo apagarlo, no sabía dónde estaba, y tenía que pasar por la multitud de estudiantes que veían y grababan. Chan fue en su ayuda, aún si ni siquiera sabía bien qué estaba pasando.

Todo fue tan repentino.

— ¡Mina, reacciona! ¡Vamonos! — Dahyun también lo intentaba, pero nada hacia que Mina parara de retorcerse y gritar.

— ¡Te lo suplico, por favor! ¡Detente, Amane! — Mina estaba tan fuera de sí, que para ella no estaba con Amane Yoshi, estaba con Amane Asahi y Amane Asaki, y esos ojos grises burlones no ayudaban en hacerla reaccionar — ¡Detente, paralo, por favor! ¡No hice nada malo! ¡No hice nada malo! ¡Por favor! — suplicó, ni siquiera sintiendo cómo Dahyun la abrazaba e intentaba hacerla moverse hacia la salida.

— ¡Maldicion, Cristo! — Momo pasó su mano desesperadamente por su cabello — ¡Reacciona! — su mano tomó impulso hacia atrás y la bofetada se escuchó, el rostro de Mina se volteó y paró de gritar.

— ... No hice nada malo. No hice nada malo. No hice nada malo. No hice nada malo — Mina no reaccionó del todo, siguió negando con la cabeza y repitiendo lo que su terapeuta de años atrás tanto le explicó. 'No hiciste nada malo, Mina' — No hice nada malo. No hice nada malo. No hice nada malo — murmuraba, ante la mirada preocupada de su novia. Momo tocó su hombro, pero Mina se exaltó — ¡Joder! ¡Que nunca hice nada malo!

— No hiciste nada mal-...

— ¡Todo lo hiciste mal! — Amane soltó con su sonrisa divertida, satisfecho de verla tan vulnerable.

Ezaki arrodillada frente a él, suplicando con su expresión vulnerable y ojos llorosos. Amane estaba extasiado, y la venganza todavía no culminaba, apenas estaba a la mitad.

Momo dirigió su vista al chico, quien ahora yacía solo porque sus amigos lo habían dejado ahí, sintiéndose traicionados y no queriendo meterse en problemas al ayudarlo. Momo sintió sus dientes doler de tanto apretar la mandíbula. Claro, todo debía ser obra de Amane, del odio mutuo que tenían.

— ¡Fuiste tú, Amane! — Momo se levantó, dejando a su temblorosa amiga al cuidado de Dahyun y de una Chaeyoung mareada.

— ¡Por supuesto que fui yo! ¿¡A quién esperabas!? — Amane se burló, pero retrocedió rápido cuando Momo avanzó de manera brusca para matarlo con toda su ira guardada — Ey, ey, ey. Tan solo ve esto que me mandó un amigo mío por unas moneditas — Yoshi sacó un control de su bolsillo, presionando un botón.

La escena de lo proyectado cambió por completo, y en ella ahora la protagonista era Hirai Momo, quien gemía y jadeaba con un hombre encima de ella moviéndose.

Momo abrió los ojos aterrada y casi juraba que su corazón dejó de latir. Su retroceso hizo que chocara con uno de los pies de Chaeyoung y cayera hacia atrás, arrastrándose, con su vista fija en como su cliente Tim se movía ferozmente encima de ella, hasta que en un alto gemido de ella y todo terminó en jadeos.

"— Me tengo que ir, pero aquí está la paga. ¿Es suficiente esto, verdad? — Tim se colocó sus pantalones y sacó de los bolsillos un par de billetes, y una Momo cansada asintió, tapándose con una sábana."

Tim la había grabado sin su consentimiento, y la vendió a Amane.

Jeongyeon, quien había estado totalmente paralizada desde que entró a la sala, vio eso con una expresión que no se podía leer.

— Vaya, con que la boxeadora es una gran zorra — Momo logró escuchar de un estudiante desconocido, seguido por más cuchicheos.

— ¿Cuánto cobrará?

— Para lo que vi, no mucho.

— Con ese cuerpo, tampoco debe ser poco, uh.

Momo sintió unas nauseas terribles y sintió el vómito en su garganta, así que salió corriendo del lugar con la mano en la boca. Ante la vista de todos, salió corriendo rápidamente, huyendo hacia un baño para sacar lo que no aguantaba, pero no se quedó allí, escapó de la institución porque no podía soportar tal humillación y vergüenza, el desprecio hacia sí misma.

Mina seguía repitiendo cosas en murmuros, Dahyun y Chaeyoung queriendo consolarla y a la vez hacerla reaccionar para que se fueran.

Nayeon estaba mareada en cuclillas después de haber sacado todo su almuerzo, con Jihyo ayudándola a estabilizarse.

Jeongyeon seguía en un estado paralizante, quieta y su mirada conmocionada fija en los vídeos, sin reaccionar.

Chan, desesperado de quitar los gemidos que se repetían en loop de una de sus amigas, tomó el bate de béisbol que él mismo había traído con su mochila, porque en Educación Física lo había practicado, y se metió entre la multitud. Amenazó con golpear a quien estuviera en frente, y se hizo camino hacia el proyector. Sana y Tzuyu lo siguieron, pero fue Sana quien le arrebató el bate para golpear con todas sus fuerzas el proyector.

Aún si ya había sido desenchufado por Bahiyyih.

Sana estaba perdida de la rabia, y con el bate golpeó hasta hacer al proyector colapsar, destrozado. Siguió golpeando, aún cuando sintió que al tomar impulso hacia atrás golpeó en dos ocasiones a alguien. El bate mismo se destrozó partiéndose y dejando a Sana con la respiración acelerada, nada satisfecha.

Sana no era fanática de la violencia, pero iba a derramar sangre a quien sea que haya hecho eso a sus dos amigas. Sus ojos bien abiertos y ansiosos lo confirmaban.

Cuando se dio cuenta, Chan estaba con una herida sangrante en la frente, ayudando a Tzuyu que estaba en el suelo tapando su ojo izquierdo.

Las dos ocasiones que sintió golpear a alguien, ahí estaban.

Ambos habían tratado de detenerla cuando se veía que no pararía hasta cansarse brutalmente, pero ambos tuvieron la lección de no meterse con una Sana furiosa que no controlaba sus acciones bruscas cuando se trataba de el daño hacia sus seres queridos.

Entonces, entre los murmuros de la multitud, un director Jeon furioso se adentró con sus ojos avisando que la vida educativa de alguien estaba arruinada.

— ¡Quiero a Amane Yoshi y sus amigos en mi oficina! ¡¡Ahora!! — su grito casi de rugido silenció a todos, menos a Mina que solo se tapó los oidos con ambas manos mientras murmuraba y sollozaba bajito — ¡Afuera todos! — la multitud fue saliendo si no querían un castigo.

Ni siquiera el grupo de amigas completo se pudo quedar. Nayeon, Jihyo, Jeongyeon, y Tzuyu se tuvieron que salir obligadas, junto a Bang Chan.

Sana, junto a Chaeyoung y Dahyun, se acercaron para alzar a Mina y hacerla acomodarse en uno de los asientos de la sala. Sollozaba, y seguía repitiendo lo mismo, con su cabeza negando y sus ojos perdidos en la nada.

— No hice nada malo. No hice nada malo. No hice nada malo.

— ¿Cómo supo que fue Amane? — Chaeyoung fue la que preguntó hacia el director Jeon, tomando del suelo su celular ahora quebrado, sintiendo la culpa inundarla porque ese objeto de ella empezó todo ese desastre.

El subdirector Jung llegó también, un poco tarde, pero sudado y con un rostro que transmitía preocupación y terror.

— Lo transmitieron en vivo... desde la página de la escuela — el subdirector Jung le aclaró su pregunta aún si no había logrado escucharla, pues él venía a explicar hacia el director Jeon.

El director soltó un suspiro, cerrando los ojos del estrés. Todos estaban seguros que él y su ayudante estaban en serios problemas, y pronto estarían en riesgo de ser despedidos cuando se expandiera el en vivo que se hizo desde la página hackeada.

Mientras tanto, Dahyun y Sana veían con preocupación el cómo Mina se hacía un ovillo en el asiento, ocultándose en sus piernas, mientras murmuraba una canción y hipaba cada tanto.

Era la canción que el amigo de Momo, Felix, un día el enseñó como un consuelo. Necesitaba consuelo, necesitaba a su mamá, y necesitaba dormir por unas largas horas.

Despues de un tiempo, lentamente abrió los ojos y miró a su alrededor, pareciendo que ya reaccionó aunque aún murmuraba la canción.

Honestly throughout my live... Deep inside I never felt alive.

Su madre la tenía en brazos, meciendola como si fuera una bebé, mientras Dahyun estaba del otro lado, dándole caricias en su mano rasguñada. Sus uñas habían lastimado, y su guante izquierdo no estaba. Atrás estaba el proyector destruido, y un bate hecho pedazos junto a él. El dolor de las heridas apareció, y el dolor de su corazón también. Entonces Mina entendió que no lo soñó.

Mina sollozó de nuevo.


. . . . .

Caos 😈

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