#60 - La vida de Momo es un chiste.
Por lo general, a Sana no le gustaba lo violento.
Cuando conoció a Mina, y la vio pelear contra aquellos chicos a golpes, Sana se sentía incomoda, con grandes sensaciones de alejarse para no meterse en problemas.
Su vida antes se basaba en ser la mejor. Era popular, extrovertida y servicial. Era el orgullo de sus padres, y más si era hija única y parecía ser perfecta, los ponía en buena vista hacia sus amigos y vecinos. Para nada veía la violencia relacionada con su vida, pero después de su secuestro y casi abuso sexual en un sótano, para Sana había cambiado todo.
Su vida dio un giro radical.
De popular a bulleada, siendo "la gorda", temiendo de las personas, terminando humillada por chicos a los que ni el nombre completo les conocía, refugiándose en Chan las veces que sean posibles.
Hasta conocer a Sharon, acercarse a alguien que veía la violencia como otra solución después del mínimo diálogo, mientras se sentía más comprendida por alguien que pasó por algo parecido a lo de ella. La violencia fue más relacionada con ella cuando aprendió a pelear, con Momo y Mina siendo como sus maestras en ello.
No era tan buena como ellas, pero lograba defenderse de chicos con más fuerza que ella, y había podido dejar de subir tanto de peso, al igual que su anillo ayudaba en no morderse las uñas o rascarse las palmas por la ansiedad que a veces le llegaba en sus salidas de la dieta o veces que olvidaba hacer ejercicio.
Igual con eso, nunca dejaba de aprender cada vez más sobre pelear, pues nunca sabía cuando las dos de su trío de japonesas traumadas (sí, siempre habían hecho un grupo llamado así) empezarán a tener problemas por aquí o por allá.
Y eso exactamente ocurrió hace una semana, cuando no podía separar a Momo de Amane Yoshi.
Momo gruñía, parecía convertirse en otra persona muy diferente cuando se enojaba, y no dejaba tregua con Amane. El chico no podía ni enderezar su cabeza para cuando llegaba otro golpe a voltear su vista hacia uno y otro lado, como si los golpes vinieran de todos lados.
Y entonces ahora Amane estaba en algún hospital, recuperándose, pues Momo le había roto la nariz y quién sabe qué más daños le hizo aquel día.
Lo bueno es que fue fuera de la institución, pues así no podían expulsarla ya que no ocurrió dentro del plantel, y lo que ocurrió fue más una pelea donde los amigos de Amane terminaron llevándolo al hospital al verlo tan mal. Si Sana y Tzuyu no separan a Momo del chico, estaban seguras que terminaría matándolo.
Pero después de ese lunes... caótico, estaban más en paz si Amane seguía sin asistir a clases por estar en el hospital, ya que no había nadie que fuera a molestar.
No importaban los susurros o cuchicheos de los demás, pues mientras no se pongan delante de ellas molestando, no importaba lo demás.
Mina y Dahyun pronto se habían adaptado a lo que era ser vistas cada segundo por los demás, pero Mina se había encargado de que no se sintiese incómoda con sus muestras de afecto.
Es que besar a Dahyun era de sus actividades favoritas.
No importaba qué hora sea, en dónde estén, o cómo, simplemente Mina siempre buscaría un besito. Al principio le daba vergüenza que hasta se sonrojaba, pero poco a poco dejó de tomarle importancia a las burlas simples de sus compañeros, porque en realidad solo eran burlas sin intención más grave que de avergonzarla ligeramente frente a su primera novia.
Además que se los pasaba solo porque eran algunos que conocía, como Sullyoon, Jini o Ryujin, que eran amigas de Sana desde aquel juego de vóleibol.
Y hablando de ese equipo, seguían a veces jugando en las horas de Educación Física, aunque a Mina le gustaba más porque Dahyun era parte del equipo y podían pasarla juntas. Tenían bastantes clases juntas, y a los demás cada vez parecían más acostumbrados a verlas juntas. Los primeros días de la semana fueron puras miradas o burlas divertidas entre sí, pero ya la semana completa era bastante normal verlas sentadas juntas cuando más podían.
Hasta Momo había parado, en un pequeño porcentaje, sus burlas para dejarlas disfrutar de de su reciente noviazgo. Ya cuando no sea tan reciente, Momo se encargaría de burlarse así como lo hace con Sana y Tzuyu, o Nayeon y Jihyo.
Nada más había un pendiente en Momo, y eso era que no encontraba manera de decirle a Jeongyeon su pasado.
Mina les había confesado su pasado sin tantos detalles como lo hizo con Dahyun, les confesó a todas lo que vivió y había salido bien, la comprendieron. Hasta Nayeon y Jeongyeon lloraron cuando Mina dijo 'Pero soy feliz, soy novia de Dahyun'. Tanto sentimentalismo y romanticismo las hizo llorar, pero había salido todo bien. Terminaron comiendo pizza, aunque luego devolviendola por el retrete cuando Mina y Jeongyeon pusieron Terrifier 2.
Lección aprendida; nunca dejar a Jeongyeon y Mina escoger películas.
Bueno, solo a Jeongyeon, porque Mina, a como está de boba ahora, nada más Dahyun le pide que ponga Barnie y lo hace sin dudarlo.
Pero bueno, el que Mina les haya confesado a todas, demostrando su avance en sus forma de expresarse, hizo a Momo pensar en decirle sobre el suyo.
Su familia que abusó física y psicológicamente de ella, la ayuda que le dio esa protituta llamada Miriam que fue lo más cercano a madre que tuvo, su huida hacia su abuelo y la tutoría que él tomó sobre ella, su año reprobado por los abusos en la institución, sus enseñanzas de pelea, la muerte de su abuelo, su patético trauma (así lo ve ella) con que la agarren el cuello de la camisa, su entrada a prostituirse para no sentirse una carga en Ezaki.
Absolutamente todo, todo quería contarles.
Pero Momo nunca fue alguien que se expresara bien. Sus palabras siempre eran bromas, siempre burlas para aligerar un ambiente. Incluso en un tema tan delicado como Mina estando débil en un hospital, bromeó con que se parecía a Cristo, nunca demostrando que toma en serio a su amiga, aunque Mina sabe que sí.
Las veces que se mantiene seria es cuando Mina tenía sus bajones, las veces ida que parecía muerta en vida queriendo matarse, o cuando Sana tuvo sus ataques de ansiedad al creer que arruinó todo al salirse de su dieta. Fue seria cuando debía serlo para las personas a su alrededor, no cuando se trataba de sí misma.
Su vida era un chiste, siempre lo ha hecho así.
Hay veces en que lo odia, cuando recientemente ha tratado de entablar una conversación seria con alguien y de repente sacan un chiste creyendo que eso era lo que ella buscaba; unas risas.
Pero hay otras veces que es de lo mejor, que le gusta el ambiente alocado en diversión, burlas, insultos divertidos, anécdotas que sacan una carcajada.
Momo temía que cuando contara todo a las demás, la tomen como un chiste. Tiene el presentimiento de que no lo harán, pues conocía que eran buenas amigas, le agradaban. Pero a veces había pensamientos intrusivos, imaginaciones donde solo se burlan de lo que ocurrió, y Momo está insegura.
Cuando se lo contó a Sana, salió de maravilla. Se había sentido escuchada y no tan avergonzada como cuando se lo contó a Mina; que Mina solo la llamó 'Puta' y se alejó por días de ella. Aún si Mina solo se sintió ofendida de que ella tuviera que recurrir a la prostitución en igual de buscar de su ayuda, Momo se sintió mal al no ver su apoyo en aquel tiempo.
Dahyun había hablado con ella, diciéndole que hablara más calmadamente con Mina sobre eso, y le hizo caso, hablando con su mejor amiga para dejar de tener esas peleas que las dejaban muy malheridas. Incluso Sana estuvo presente, asegurándose que no empiecen con golpes por algún descontento que tengan.
Al terminar de hablar sobre eso, cambiaron de tema a hablar sobre cuándo empezarían a ir a terapia Sana y Mina, y a Momo le sorprendió que de repente la incluyeran, formando una alianza y un chantaje.
O Momo también asistía a terapia, o ninguna iría.
Momo no tuvo más remedio que aceptar, estando descontenta por tremenda "traición" de ambas chicas la hacer una alianza contra ella.
Contarle sus problemas a una desconocida no le era tentador, pero Sana y Mina dijeron que a ellas tampoco les gustaba como sonaba y aún así lo harían, así que se sumó y en unos días asistiría a la primera sesión.
Antes de contárselo a una terapeuta, deseaba contárselo a sus amigas, más específicamente a Jeongyeon, porque siempre sentía los ojos amenazantes de Tzuyu en su nuca, como si le dijera 'Le dices tú o le digo yo', y Momo no quería que se enterase de otra boca.
Y Jeongyeon ya sabía que debía decirle algo, ya sé lo preguntaba algunas veces, y Tzuyu parecía decirle con los ojos 'AHORA', pero Momo siempre se acobardaba y salía huyendo del lugar.
¿Ahora quién era la que encuentra salvación en huir?
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