No fueron más que unas horas en las que pudieron llegar a Kobe, pues no estaba demasiado lejos de Osaka, y allí yacían las tumbas de los Miyawaki y de Kim Chaewon.

Mina tenía un fuerte agarre en la mano de Dahyun, aferrándose para obtener la seguridad que había sentido antes al decidir ir hacia allá. Primeramente, al salir de la cabaña-granja en la que habían hecho... pues eso, Mina se había sentido tan sofocada de vergüenza, pues algo sexual era nuevo para ella. Haberse mostrado así era demasiado grande, un suceso grande que la hacía tener un sentimiento alegre de haber podido dar ese paso, y otro sentimiento asustado de haber-podido-dar-ESE-paso.

Dahyun la había tranquilizado, la rubia también había estado nerviosa, pero más risueña y dándole besos por su pecho, hombros y rostro.

El camino se había basado en ellas hablando, riendo, e incluso abrazadas una a la otra con la vista hacia las afueras del auto. Mina primero se había sentido incómoda con el conductor, pero terminó ignorando su presencia para disfrutar de la casi hora en el vehículo.

Una vez llegando a la cuidad, específicamente al cementerio, Mina tomó fuertemente aire para salir de la sensación sofocante que había estado en su pecho, y la sonrisa de Dahyun fue mucha ayuda. Había hecho una parada solamente para comprar un pequeño ramo que había visto por el camino, no tenía más que diez rosas de pequeño tamaño, pero eran suficientes para las cinco personas que visitaría.

— ¿Sabes en qué zona están? — Dahyun le cuestionó una vez entraron al empujar las puertas de metal que impedían el paso al cementerio, el cual parecía bastante desolado, así que Mina podía estar cómoda en su momento privado.

— Tendré que buscar — Mina alzó los hombros, queriendo despreocuparse, sacar los nervios, pero no podía del todo.

— Vamos — Dahyun tomó su mano, la cual ahora estaba cubierta por las muñequeras que había decidido estrenar.

El recorrido se basó en Mina diciendo uno que otro chiste cualquiera, buscando relajarse, y Dahyun la ayudaba en divertirse un poco, incluso acercándose a darle besos en sus mejillas y labios, haciendo a Mina sonrojarse.

Fueron unos minutos que se encontraron con las tumbas, fueron las cuatro seguidas de izquierda a derecha, primero estaba la lápida 'Miyawaki Hinata', siguiéndole 'Miyawaki Maiko', mientras luego se rompía el seguimiento de mayor a menor, pues la siguiente era 'Miyawaki Hana' y ya al último estaba un 'Miyawaki Sakura'.

Las tres primeras eran más comunes, habían flores, veladoras, y algunas pocas decoraciones de lo que debieron ser otros familiares o amigos, pero la de Sakura estaba con más decoraciones, con mas color, con tres veladoras de vaso color morado, flores bonitas de plástico y unas naturales casi marchitas.

Mina no puso expresión al verlas, por lo que Dahyun no pudo predecir lo que sentía en ese momento. La japonesa sí se quedó momentáneamente viendo las demás, recordando lo bien que le iba en esa familia, los amaba, y se lo arrebataron de repente.

Pero en la que se quedó más tiempo, fue en la de Sakura, avanzando hasta colocarse de rodillas y dirigir su mirada a la fotografía de una Sakura sonriente, haciendo un signo de paz mientras tenía los labios apretados en una línea curvada.

Mina tocó la foto, quitando el poco polvo que la rodeaba, mientras también limpiada el marco donde tenía unas letras expresando:

'Miyawaki Sakura, el amor de la chica de la derecha.
Pensando en ella vivió y pensando en ella murió.'

Mina frunció el ceño, para dirigir su vista a la tumba de la derecha, cruzando para ver el nombre de 'Kim Chaewon' en la lápida de color rosa pastel, y en la fotografía aparecía Chaewon haciendo la misma seña que Sakura. Mina se dio cuenta que las dos eran una misma foto, pero recortadas.

Supuso que hubo un cambio cuando Chaewon falleció.

'Kim Chaewon, el amor de la chica de la izquierda.
Por ella vivió y por ella murió.'

No supo en qué momento lloró hasta que sintió unas delicadas manos pasando por sus mejillas, secando las gotas que parecían escaparse de nuevo.

Ni siquiera había captado que estaba acompañada, que había llegado junto a Dahyun. Sus lágrimas fluyeron, pero no había terminado de ver, así que se agachó hacia la tumba de Sakura, con Dahyun a su lado solo viéndola y dejándola explorar lo que no había visitado.

— ¿Esto... ? — Mina tomó suavemente la caja, examinando la rejilla que tenía y el forrado color morado que había alrededor.

— Parece como un buzón — Dahyun comentó, haciendo a Mina asentir para abrir la caja con un poco de duda, viendo con cuidado lo que contenía. Eran cartas, y algunos dulces que Mina recordaba muy bien, todos tenían una nota que decía:

'De Chaewon. Para ti, mi amor
♡'

No eran recientes, fue cuando Chaewon seguía viva, por eso estaba un poco empolvado y con telarañas, así que Mina solo limpió por encima para dejarlo donde mismo, sabiendo que era privado, que nadie más debería ver, así que lo cerró bien.

— Se amaban mucho — Dahyun estaba tan conmovida por la historia de ambas, de lo sentimental y romántica que era, aún si llegaba con el final trágico de ambas en tumbas, pero aún al lado de la otra.

— Lo hacían... — Mina asintió, con una voz débil — Chaewon... Chaewon no pudo vivir sin Sakura, eran adolecentes pero tenían claro que se amaban bonito — Mina podía recordar bien el día que todo empeoró, y eso solo parecía cerrarle más la garganta.

— ¿Se hizo justicia?

— ¿La banda criminal? — Mina bufó y negó — Se sabe quién fue, son conocidos, pero siguen libres. Lo que supe es que atraparon a uno, pero escapó de cárcel y todo sigue inmune — agachó la cabeza, sintiendo la impotencia del pensamiento de esos asesinos disfrutando de libertad por ahí — No todo se puede pagar, supongo — alzó los hombros, pero seguía enojada, y Dahyun se levantó para abrazarla por la espalda.

Aún si Mina estaba llorando, Dahyun sabía que le hacía bien sacar sus emociones antes contenidas.

#♡>☆

— ¿Entonces dónde casi te ahogas fue en la casa de Daniel? — Dahyun preguntó después de el relato que Mina le había contado, mientras estaban en la banca frente al lago del parque.

Estaba anocheciendo, y no eran pocas las personas que estaban alrededor. Después de todo, Osaka es conocida como una cuidad nocturna activa.

— Sí. Fue específicamente en una pequeña... reunión, que hice con Daniel y Momo, en la gigante casa de Daniel, y en la piscina fue donde Momo me aventó. Días después, ahí mismo estaba aprendiendo a nadar.

La platica había sido de cualquier cosa, nada en particular, pero Mina se soltaba cada vez más y eso tenía a Dahyun contenta escuchando cada cosa que salía de sus labios, mismo labios que besaba cada tanto tiempo, con libertad y cariño.

— Oye, ¿y nunca has visitado la tumba de Daniel? — se le vino repentinamente la pregunta a la mente, y Dahyun no quería dejar nada pendiente que pudieran hacer ahora en Japón, cualquier cosa porque Mina pudiera salir más adelante.

— Sí — pero en cambio, Mina afirmó — Momo y yo lo visitamos más seguido, le llevábamos flores y veladoras. Hikaru debió hacerlo en su viaje a Kobe con mamá — recordó un momento, con su vista fija en el hermoso lago de aguas casi cristalinas — ¿Todavía no sabes nadar? — su pregunta hizo a Dahyun voltear hacia el lago, y rápidamente negar a la sonrisa pícara que Mina le ofreció.

— Está prohibido meterse a nadar. Y no, todavía no aprendo a nadar — Dahyun no tenía un lugar grande donde aprender, así que no ha podido practicar o algo así.

— Te enseñaré — Mina le aseguró, y Dahyun estuviera calmada si no fuera porque Mina la tomó en brazos y la llevó hacia el lago — Aquí — ignorando sus negaciones, Mina saltó para ambas caer a las aguas, donde afortunadamente nadie les prestó atención.

— ¡Mina! — Dahyun le reclamaría en cuanto logró aferrarse a sus hombros y alzarse a la superficie — ¡Te-... ! — pero fue callada abruptamente por un beso que le arrebató el poco aliento que había tenido al salir del agua.

— ¡Te amo! — Mina remplazó a el reclamo, y sus ojos brillantes al igual que su sonrisa, hicieron a Dahyun incapaz de poder seguir con su regaño.

Le devolvió el beso, sintiendo las manos de Mina en su cintura para sostenerla, al igual que sus piernas rozandose de vez en cuando.

— No podemos seguir aquí — susurró una vez se separó de los labios de Mina, rozando sus narices mientras la japonesa tenía una sonrisa contenta de solo pasar un tiempo con ella.

— Lo sé, ahí dice que hay cocodrilos — Mina apuntó al cartel de letras japonesas, al lado del lago, y Dahyun se escandalizó.

— ¿¡Eh!? ¡Mina-... !

— ¡Estoy bromeando! — Mina aclaró antes de que se alterara más, recibiendo un pequeño empujón en su hombro, en modo de reclamo — Solo dice que está prohibido, no hay cocodrilos... que yo sepa — tanto hacerse la chistosa recibió otro empujón en su hombro por parte de una Dahyun de ceño fruncido.

— ¡Ezaki Sharon Mina, sacame de aquí!... — exigió, por lo que Mina ya no dio más chistes, solo la llevó hasta la orilla para poder quitarse lo tan empapadas que estaban — ¡Se estropeó mi teléfono! — Dahyun mostró su celular, el cual había tenido en el bolsillo trasero de su pantalón.

— Ya estaba viejo, te compraré uno nuevo — a veces Dahyun olvidaba que tenía a una casi novia multimillonaria, pero ya se acostumbrará.

O mejor que no se acostumbre, porque ya no será 'casi novia'.