Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

#53 - La historia de Sharon Mina. Parte 10.

LA HISTORIA DE SHARON MINA. Parte 10.

(Feliz cumpleaños, Mina.)

Chihiro estaba tranquilamente en su casa, jugando una partida de cartas con su hija mayor, esperando que la menor de la casa llegara para que se una al juego y les cuente sobre su día en preparatoria.

La casa tiende a estar en silencio sin Mina, pues Hikaru no encuentra una razón para hacer el mucho ruido que la caracteriza, y Chihiro no es alguien que sea ruidosa.

Se nota su ausencia, y se nota aún más cuando las hora pasan y Mina no regresa.

Al mirar que ya son dos horas sin que la menor llegara, Chihiro dirige su mirada al reloj y a la puerta, haciendo una mueca sin saber bien dónde podría estar Mina.

Su primer impulso es tomar el teléfono y marcar a Momo, recibiendo que la revoltosa adolescente solo se queje diciendo que ella no es ninguna mala influencia para Mina con eso de irse sin avisar, para al final saber que Mina no está allá.

Hikaru también pregunta a algunos de sus amigos y compañeros si han visto por ahí a su hermana menor, pero en ninguna parte se encuentra información de donde podría estar aquella chiquilla de pegatinas de pingüinos.

Entonces Chihiro marca a Kang, pues es la única opción en donde Mina puede estar tan perdida como para que no conteste el teléfono.

— ¿Chihiro? — la voz adormilada de Kang se escucha, pero Chihiro ignora eso por un momento para decirle.

— Daniel, hola. Me preguntaba si Mina estaba contigo. No ha llegado hace dos horas — ruega porque sea así, que Mina esté por allá desparramada en un sofá como siempre hace al sentirse cómoda.

— ¿Mina? Pero si Mina en toda la semana no ha venido — Daniel por otro lado se restregó la cara para quitar rastro de sueño, y se sentó correctamente en la cama — ¿Y Momo?

— Ya le he preguntado, no sabe dónde está. Son las dos únicas opciones, Daniel, no hay ningún otro lugar a donde Mina vaya — la preocupación de Chihiro sonando muy clara, le hace ver a Daniel que puede no ser una de las escapadas de Mina, sino algo más grave.

— La buscaré. Avísame si encuentran algo — dice y Chihiro murmura un ruido afirmativo para luego colgar.

— Deduzco que te dijo que no esta allá — Hikaru bajó las escaleras, con una mochila colgada por sus hombros, donde por el cierre a medio cerrar sobresalía un bate — Si esto es obra de los estupidos de su escuela, ya llevo preparado un bate — Hikaru dio una sonrisa maliciosa.

— Si es eso, me avisas. No quiero que una hija mía vaya a la cárcel — Chihiro no tomó ninguna mochila. Solo su celular, cartera y llaves de la casa para salir de su hogar junto a una Hikaru vengativa.

— No te preocupes. Será justificado — Hikaru seguía planeando una venganza.

Ambas salieron, pero Hikaru tomó un camino separado para buscar por más lugares. Había mandado mensajes a sus pocos amigos para que mandaran a alguien más el mismo mensaje, pero solo recibió un mensaje que la alertó mucho.

>> HIKARUUUU, APENAS ENCONTRÉ TU NÚMERO.

>> LLAMÉ A LA POLICIA PERO NO ME CREYERON POR HACER MUCHAS BROMAS ANTES.

<< ¿?

>> TU HERMANA, SE LA LLEVARON UNOS HOMBRES, NO LES PUDE VER EL ROSTRO.

<< ¿Unos hombres? ¿A qué mierda te refieres?

>> ¿A QUÉ MIERDA MAS? SECUESTRARON A TU HERMANA.

>> Es que yo pasaba por la calle. Tu hermana caminaba nada más, y una camioneta se estacionó a su lado. Todo pasó en un segundo, escuché una queja y vi cómo dos hombres encapuchados se la llevaban inconsciente en la camioneta.

>> No me han querido creer, y no sabía que era tu hermana hasta que ahorita me la describieron.

Hikaru no necesitó más para reenviar los mensajes al grupo donde estaban su madre, Kang y Momo, para después irse corriendo, mandando mensajes para que la misma chica le describiera la camioneta o si vio la placa.

Cuando llegó a la estación de policía, Momo ya estaba allí casi golpeando a alguien porque la escuchen en ese momento.

— ¡Mi amiga la acaban de secuestrar, maldita sea! — Momo golpeaba el mostrador, estaba totalmente alterada.

— La buscaremos. Por favor, tiene que calmarse — el hombre tenía arriba las manos, como si estuviera domando a una bestia, y es que Momo en ese momento era algo parecido a una.

— ¡Momo! — Hikaru llegó corriendo, respirando acelerada y con el celular en manos.

— ¡¿De dónde mierda sacaste esos mensajes?! ¿¡De quién!? ¡Necesito hacer mi interrogatorio personal! — Momo rápidamente el exigió, pero Hikari pasó de largo hacia el oficial, extendiendo su teléfono con los mensajes.

— Aquí está todo — el oficial tomó el celular, leyendo — En la calle 3, una calle antes de nuestra casa, los Ezaki. Mi hermana tenía que llegar hace tres horas a casa — Momo al escucharla decir las horas casi gruñó, para ella era demasiado.

— ¿Jung Wheein no estaba haciendo otra broma? — el oficial incrédulo frunció el ceño, y Hikaru negó — Empezaremos una búsqueda e investigación. Necesitamos la mayor información de la menor.

— ¡¿Por qué mierda estás tan calmada?! — Momo no podía estar igual a Hikaru, necesitaba apartar todas esas esas sensaciones de inquietud y nerviosismo de su cuerpo, y las apartaba reaccionando de manera agresiva o violenta.

— Porque necesito encontrar a mi hermana, y no podré si solo estoy gritando — Momo entendió que ahí ella no servía para mucho.

— ¡Hikaru! — Chihiro llegaba a la estación, alterada y buscando cómo tomar el aire que se le fue al correr.

Mientras Hikaru le explicaba a su madre todo, Momo vio llegar a Daniel para unirse y escucharlas, para luego los tres dar una descripción completa de Mina, y Chihiro daba todos sus datos, pero Momo no podía seguir ahí.

Momo iría a buscar por su propia cuenta, y ella estaba casi segura que alguno de los compañeros de Mina debió haber estado metido en eso, así que corrió a la preparatoria a meterse forzadamente por una lista completa de sus compañeros, buscaría en todos.

Tuvo que romper la cerradura, pero nada que una patada con su fuerza ahorrada no haya podido hacer. Probablemente sabrán quién fue por las cámaras, pero a Momo no le importaba, estaba cegada por buscar a Mina en ese momento.

Con una lista en manos, su vista directamente cayó en uno de los nombres, en uno que aborrecía desde hace mucho, y fue su primera vez interrogando entre golpes, gritos y muchas exigencias. Fue a Amane Yoshi, pero éste terminó inconsciente, lleno de sangre, y sin haber dicho palabra alguna mas que puras negativas de saber algo sobre eso. Momo no se quedó con eso, registró su casa hasta ver que no había nada raro, y se fue por el siguiente.

Cada compañero o compañera no se salvó de Momo y sus maneras agresivas de querer sacar información a la fuerza.

Ese día Momo también fue arrestada, pero Chihiro pagó de su fianza para dejarla salir y dejarle bien en claro que mejor ayudara con los volantes y compartiendo información por donde sea. Momo no podía ir caminando solo para pegar volantes en las calles, ella quería acción y más movimiento, a lo que está acostumbrada, a lo agresivo para lograr un objetivo.

Pasaron días y seguía aún más esa sensación de solo poner al revés el pueblo entero para sacudirlo y que de ahí salga la que considera como una hermana.

Sentía en todo ella una inquietud, y es por eso que, aprovechando que Kang no estaba por también andar haciendo mucho movimiento, fue a aquella gran casa, solo para encontrarse con la habitación que Daniel le había dado a Mina para su descanso.

Dio un paso en la habitación, con un rostro casi suplicante porque ahí apareciera Mina con ese rostro relajado y sonrisa floja, pero desde hace días que no estaba por ahí.

Había muchas cosas de Mina, tales como alguna ropa, incluso un uniforme para la preparatoria, otras cosas como cepillo de dientes, pasta, peine, cremas, y lo que a Momo más la derrumbó, fue una hoja de pegatinas medio llena en la mesita de noche.

Se dejó caer sentada en la cama, tomando aquella hoja para ver las que quedaban, y una la despegó para llevarla a su frente y pegarla a como Mina lo hubiera hecho.

Esa vez fue la primera vez que Momo lloró, pues había reaccionado con pura agresividad, pero no había dejado ir las emociones de impotencia y suplica en su pecho.

Abrazó esa misma hoja contra su pecho, teniendo el único consuelo de eso nada más, mientras un río de lágrimas por fin salían y caían en su regazo al estar encorvada. Sentía mucha tensión en su cuerpo, y su garganta estaba atascada que casi no la dejaba respirar. Jadeaba, sollozaba, e incluso quejaba por la presión en su pecho.

Momo, quien había prometido jamás derrumbarse para no verse débil, en ese momento estaba totalmente vulnerable al caer de rodillas al suelo, dejando la cama para llorar como nunca antes lo había hecho. Ni siquiera cuando de niña estaba muy herida. No había llorado de esa forma antes, tan desgarradora y con un dolor de tan solo pensar en que Mina ya no estaba en ese mundo.

No sabía si estaba bien, no sabía si le estaban haciendo daño, no sabía si estaba muerta. No tenían ninguna información de ella, ni una pista porque el maldito auto lo encontraron sin ningún rastro tirado en un acantilado, y dejando a muchas personas con la incertidumbre de dónde podría estar Mina.

Momo vio su celular, intentando ver qué hora era, para darse cuenta de que estaba oscureciendo, pero en eso al lado de la hora pudo ver la fecha. Soltó un lloriqueo y recargó su espalda en la cama para luego decir hacia las calcomanías de pingüinos.

— F-Feliz cumpleaños, Mina... Espero que estés bien... Por favor, que estés bien.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro