#50 - La historia de Sharon Mina. Parte 7.
LA HISTORIA DE SHARON MINA. Parte 7.
(Problemas con papá.)
El parque a Mina le fue relajante, porque allí iba a veces con algunas personas mayores. Daniel era con quien jugaba cartas y platicaba mucho, pero también se la pasaba con otras personas mayores y se sentía querida ahí. La trataban como si fuera su nieta, con cariño y dulzura, y ella estaba feliz ahí.
Ahora, iba con sus padres y hermana. Había salido de la escuela con perfectas calificaciones y muy buenos comentarios de los docentes, así que creyeron que era buena idea felicitarla con una salida y mucho helado.
Reo estaba orgulloso, pensaba que algún día Mina podría heredar su empresa si seguía así, por lo que se había unido feliz a la salida. Chihiro estaba más que emocionada, había felicitado a Mina todo el tiempo desde que recibió la boleta. Hikaru no podía aceptar que tuviera mejores calificaciones que ella, pero aún así estuvo orgullosa de ella. Daniel dijo que la invitaría a un lugar fantástico cuando pudiera, llenandola de ilusión cuando mencionó un parque de diversiones. Y Hyunjin había estado juzgandola, diciendo que copió o algo así, pero el final de las bromas también la felicitó.
Se sentía muy bien, su familia orgullosa y feliz por sus logros. Su graduación había sido un día tan especial.
Ahora entraba a la nueva etapa de la vida; la escuela secundaria. No podía esperar a seguir siendo la mejor de la clase, ella sabía que podía y realmente lo quería.
— ¿Tienes algo en mente para estudiar, Mina? — su padre Reo le preguntó, mientras pasaban a sentarse en una banca. Mina en medio de Hikaru y Reo, mientras Chihiro se había decido por estar de cuclillas en el suelo.
— Todavía le faltan seis años, no debes presionarla a aquello — Chihiro rápidamente fue en defensa de Mina, pues la niña pareció estar sorprendida por la pregunta muy futura.
— No exactamente — Mina negó después de unos segundos de pensar, siguiendo con su helado.
— Bien, bien. Solo preguntaba — Reo se encogió de hombros inocentemente — La administración de empresas o arquitectura es una buena opción — se apresuró a comentar, desviando la mirada una vez tuvo la atención molesta de su esposa en él.
— ¿Quieres que me quede con tu empresa? — Mina no era tonta, rápidamente había captado lo que su padre quería insinuar.
— Si quieres, más adelante — sonrió el mayor — Hikaru dijo que estudiaría eso, pero ahora le interesa enseñar en primaria como tu madre — se dirigió a su hija mayor, viéndola casi caer de la banca por estar jugando al equilibrio.
— Sería coincidencia — Hikaru sonrió enormemente al escucharlos — Yo sigo los pasos de mamá, y Mina los de papá — se le iluminaron los ojos de ilusión, aún cuando Mina ni siquiera había aceptado o hecho algún gesto hacia la insinuación.
— Si Mina quiere eso cuando crezca, nadie puede impedirlo — Chihiro sí había notado la falta de reacción en su hija menor, y esta lo agradeció ofreciéndole un poco de su helado, el cual Chihiro no pudo rechazar.
La pequeña Mina realmente estaba viendo la complicidad entre su hermana y padre, así que no sabía con qué palabras negarse, pero que su madre la sacara de su complicada situación la hizo feliz.
Ella realmente no estaba pensando en qué estudiar, no tenía alguna pasión más que coleccionar todo de pingüinos. No era buena en una asignatura en específico, lo era en todas, así que no podía guiarse en lo que era más buena. Pero como dijo su madre, faltaban seis años, no debía presionarse.
De repente, Hikaru saludó a un chico a la distancia, alzando la voz y la mano para luego sonreír. La familia la vio hasta que el chico pareció irse después de una lejana despedida.
— ¿Quién es, Hikaru? — el padre de la adolescente claramente iba a interrogar. Si no lo hacía él, Mina lo iba a hacer con más preguntas curiosas.
— Un compañero de clases. Él se va a mudar permanentemente a Estados Unidos, así que no lo voy a ver nunca más — Hikaru comentó, encogiéndose de hombros para intentar restarle importancia.
No iba a decir que en la escuela la acosan y hacen bullying, y que ese chico era uno de los pocos que la defendían e apoyaban. No eran amigos, pero para Hikaru era reconfortante tener compañía que no se la lleve insultandola por ser la rara del salón.
No podía decirlo, porque sus padres no saben sobre esa situación.
— Yo vivía en Estados Unidos — Mina comentó de repente, recordando un poco sobre sus primeros cinco años. No tenía mucha memoria de eso más que el recuerdo que la marcó, pero si se esforzaba podía encontrar otros pequeños momentos de felicidad.
— Ahí naciste, pequeña — Chihiro le confirmó, revolviendo su cabello con cariño.
— ¿Solo era un compañero o por qué tan triste? — Reo aprovechó un poco para insinuar, haciendo que Hikaru tuviera un pequeño sonrojo de la vergüenza. Ella en ningún momento había dicho algo relacionado.
— Ya, papá. Desde hace tiempo estás fastidiando con eso — notó, pues su padre cada que la veía hablar con personas del género masculino simplemente sonría con picardía y decía comentarios así.
— Solo digo. A tu edad, ya muchas chicas están interesadas en chicos — a eso, Mina miró insistente a su hermana, queriendo sacarle toda información por si había un cuñado. Hikaru ya tenía dieciséis años.
Una vez tuvo una cuñada, y realmente le agradó mucho. Chaewon era realmente agradable, así que necesitaba saber si su hermana tenía algo amoroso con alguien, pero Hikaru negó firme.
— Pues está bonita chica, todavía no — se halagó a sí misma, y fue suficiente para que su padre quedara seguro que no tenía pareja.
— ¿Y tú, Mina? — Reo por solo diversión preguntó hacia su hija menor, siendo ambas mayores que le dieron una mirada molesta.
— Mina tiene doce, no tendrá novio hasta que algún valiente se enfrente a mí — Hikaru rápidamente salió defensiva, mirando casi amenazante a Mina. Esa mirada que decía: 'Ni te atrevas a tener novio a esta edad'.
— Novia — Mina de repente soltó, lo suficiente casto como para dejar a todos en silencio.
— ¿Ah? — Hikaru soltó confundida, confundida por el corregimiento repentino y sorprendente para la familia, en realidad.
— Si algún día tengo pareja, me gustaría que fuera una novia — Mina no tuvo problemas en decirlo de nuevo, aclarando que no la verían al lado de un hombre de esa manera, aún cuando solo tenía sus doce años cumplidos. Sintió como su padre se retiró de su lado y frunció el ceño por lo brusco que fue.
— ¿Cómo? — el tono del hombre no fue agradable. Luego de pensar confundida, Mina amplió sus párpados suponiendo lo que pasaba.
Su padre Hinata y su padre Reo tenían algo en común: Desprecio por las mujeres que gustan de otras mujeres. Mina no había pensado en la homofobia que Sakura le había explicado alguna vez en el pasado.
— Oh. Nada — de inmediato quiso restarle importancia — El helado está muy bueno — comentó, llevando su boca hacia el dulce helado y seguir comiendo, fingiendo no haber dicho lo que dijo, así evitando el tema.
— Repite lo que dijiste, Mina — Reo le pidió, no tenía buena cara y se notaba en humor tenso desde lejos.
— Ignoralo, no es importante — Mina dijo, se encogió de hombros y también desvió la mirada.
Hikaru y Chihiro solo seguían viendo, pensando un poco confundidas por cómo el ambiente había cambiado por simples palabras aclaratorias que una niña había soltado. Palabras que ni tenían algo de malo, en realidad.
— Mina, te estoy diciendo que lo repitas — el hombre exigió, su ceño fruncido y se mordía el labio, pensando.
— ¿Por qué lo haría? — Mina atacó bruscamente, también alejándose un poco de su madre, buscando alguna escapatoria como cada que tenía un problema. Debía huir antes de que empeore.
— Soy tu padre. Repítelo — él ordenó, sacándole a Mina un suspiro de disgusto por la situación que parecía desarrollarse de mal, en peor.
— Que creo que soy lesbiana, a eso me refería — rápidamente Chihiro llevó su vista a ambos y se acercó a su esposo.
— Reo... — no pudo decir nada más, pues el hombre apartó bruscamente su mano, la cual inicialmente Chihiro había llevado a su hombro para intentar calmarlo, y suspiró exasperado.
— ¡¿Cómo vas a salir lesbiana, Mina?! — no cuidó para nada su tono de voz, y entonces gritó la pregunta mientras botaba el helado a un lado, donde un bote de basura estaba. Las tres mujeres se sorprendieron por su repentino tono en alto, Hikaru y Chihiro retrocediendo un paso mientras Mina sentándose un poco más lejos de su padre.
— ¿Por qué tienes que empezar a gritar? — Mina cuestionó, aún estando sentada en la banca y disgustada por cómo le estaban alzando la voz. Ahora entendía mejor la situación por la que su hermana Sakura pasaba; le dolió ver a su padre gritándole.
— Eres una niña. ¿Cómo puedes estar diciendo esa barbaridad? — no gritó esta vez, pero su tono no era el más bajo, se lograba escuchar todavía muy alto.
— Seguía siendo una niña cuando me preguntaste por novio, fue hace un minuto — Mina renegó. Incluso se le había quitado el antojo de helado, y eso le era indignante.
— Es diferente — eso fue lo único que su padre pudo decir.
— No lo es. Son personas, ¿a quién le importa? — preguntó al aire. Cuando había comentado no había pensado en las consecuencias, y ahora se estaba arrepintiendo de decirlo. De decirlo solamente, porque de serlo no.
— Soy tu padre, a mí me importa — Reo se apuntó a sí mismo, queriendo lucir afectado para hacerla sentir culpable de la situación, pero Mina no estaba para sentirse culpable por solo ser ella.
— Lo sé, te preocupo, pero no deberías gritarme así — Mina lo apuntó acusatoriamnete. Nunca le había gritado antes, le dolía verlo gritándole de una manera de desprecio.
— Reo, no le grites — Chihiro se interpuso, interrumpiendo lo que sea que Reo fuera a decir. Había reaccionado; le estaban gritando a su hija, ¿y ella qué estaba haciendo? Viendo como si no le importara. No podía dejar que Mina saliera lastimada — Déjalo, hay muchas personas aquí — excusó, viendo incómoda hacia alrededor.
— ¿Qué? ¿Ahora la apoyas en esa idiotez? ¡Acaba de decirnos que es una maldita lesbiana! — Reo repitió, como si no fuera suficiente haber gritado una vez hace un momento.
— ¿¡Y qué si lo es!? Es mi hija, no le vas a gritar de ese modo en ninguna circunstancia — Chihiro rápidamente devolvió el ataque, teniendo a Mina detrás de ella para protegerla ahora de cualquier ataque del hombre.
— Esto es el colmo, Chihiro — ese hombre colérico y de respiración acelerada no era con quien se había casado. Chihiro detuvo cualquier reprimenda cuando notó que Reo tenía la respiración acelerada, pero mucho.
— No debes alterarte, recuerda lo que dijo el doctor — se suavizó ahora al notarlo, acercándose pero Reo retrocedía si daba un paso — Es mejor regresar a casa — le aconsejó, viendo a su esposo haciendo una mueca y colocar una mano en su propio pecho para calmarse.
— Yo regreso a casa. Tú quédate con tus hijas — él se regresó camino a casa. Chihiro no pudo evitar notar el 'tus', como si ambas niñas no fueran hijas de ambos. Volteó hacia atrás y estaba Hikaru rodeando los hombros de Mina por la espalda.
— Eso me trae recuerdos — Mina seguía viendo hacia la dirección donde su padre se fue, con la mirada distraída y casi vacía. Estaba profundamente pensando.
— No le hagas caso, Mina. Te guste quién te guste, está bien — Chihiro se acercó, sentándose en la banca para colocar una mano en su hombro.
— Eso lo sé — Mina asintió. El problema no era que no supiera que estaba bien, sino otro — Pero no me trae buenos recuerdos — Chihiro le sonrió, alentandola a contarles — Un día antes de que mi familia Miyawaki se fuera, habían peleado por eso, y yo también había dicho que era lesbiana para defender a mi hermana. Mi papá Hinata dijo que era absurda, porque solo tenía siete años — bajó la mirada, recordando cómo aquel hombre la insultaba por defender a Sakura de sus gritos. Maiko viendo todo al lado de Hinata, y Hana asustada mientras lloraba en el sofá. Era una imagen que no se le borraría.
Todo por una lesbiana.
Y no estaba culpando a Sakura, estaba pensando en la exageración de molestia cuando se enteraron de su pareja.
— No deberías torturarte pensando quién te gusta y qué genero es. A como te sientas feliz, ahí es.
— No te preocupes, luego se le pasa y estaremos bien entre nosotros — Hikaru animó. No estaba segura, y eso Mina lo notó, pero agradecía sus ánimos para no estar triste.
— Debemos esperar a que se calme un poco — Chihiro comentó, levantándose de la banca para insinuar en irse del parque.
— ¿Nos encerramos en la habitación de Mina a comer como si nunca lo hubiéramos hecho? — Hikaru propuso, emocionada. Mina le siguió al estado de ánimo. Eso lo habían hecho algunas veces como pijamada entre mujeres y mucha comida.
— Eso no se pregunta, Hikaru — Chihiro no estaba ajena a la emoción — Vamos, pequeña — hizo un gesto a Mina para que se levantara de la banca.
Las tres volvieron a casa, quitando la incomodidad que dejó la pelea entre ellas y Reo. Ambas mayores hacían lo posible porque Mina no estuviera con cara decaída, y lo lograron, porque Mina sonreía feliz, olvidando a su padre enojado.
Las tres olvidaron que el parque no estaba solo.
#♡>☆
Mina lo empezó a notar.
Reo no era un hombre fácil de convencer, y éste rápidamente fue tan distante como pudo. Antes no habían sido tan cercanos, pero Mina había logrado llamarle 'padre', y ahora no quedaba nada de eso.
También notó que fue un gran error decir eso en un gran parque.
En una semana, estaba mirando el techo, con los pensamientos llenandole la mente y haciéndola suspirar cada tanto.
Todos sus amigos mayores la dejaron. Había ido al parque ese día, había intentado hablarles, y la habían despreciado como si fuera lo más asqueroso que hayan visto. Comentarios sobre Dios, sobre la Biblia, sobre la Iglesia. Simplemente estaba harta de esas excusas.
¿A ella que le importaba irse a ese tal infierno? No. Si era así, era su decisión. Ella se iría voluntariamente si debía irse solo por cometer ese, oh, gran pecado. El pueblo era tan religioso, y Mina no soportaba tantas excusas para su propio odio.
La odian, solo lo hacen, sin razón justificada.
Ella lo sabía.
Estaba triste, pues esas personas se hicieron llamar amistades cercanas y jugaban siempre, pero ahora era tan apartado que le dolía la diferencia de unos pocos días antes y el ahora.
Su madre seguía ahí, Hikaru también, y Hyunjin también. A la vecina Hwang no le molestaba lo de lesbiana, le molestaba el que sea de otro tipo de clase no tan millonaria como la de Hwang, así que ella y Hyunjin podían mantener su amistad por ahora.
Tener a esas personas la hacía estar bien, pero tenía una gran intriga y preocupación en la mente.
Hace días que Daniel no está con ella. Ella no ha salido, no se ha atrevido desde el primer día que la miraron mal e insultaron. Simplemente no se ha comunicado de alguna forma, y le aterra hacerlo, pensando que Daniel podría estar enojado con ella de alguna forma.
Ella habló varias veces con Daniel, sobre su pasado, sus familias, pero nunca mencionó algo relacionado a homosexualidad. Le habló sobre Sakura y su pareja, pero no aclaró que eran dos chicas, no lo encontró necesario.
Ahora deseaba haberlo comentado, para por lo menos saber la opinión de Daniel sobre eso. De ese modo, no estaría tan alterada dando vueltas por su cama.
Chihiro al verla por la puerta entreabierta, se acercó, dejando una pequeña hoja en la cama para que Mina la viese. Cuando Chihiro salió en silencio, Mina miró lo que le había dejado y saltó emocionada al ver pegatinas.
Chihiro siguió su camino de las escelareas, hasta la sala, donde su hija mayor estaba desparramada en el sofá, durmiendo. Afortunadamente Reo no estaba, se había ido a la empresa hace ya horas, así que solo tuvo que tomar el celular y marcar a un número, el de una persona que inconscientemente estaba torturando a Mina.
Y claramente no pasó ni veinte minutos para cuando Kang Daniel llegó a la casa Ezaki con un regalo improvisado. Desde que escuchó la voz preocupada de Chihiro, había salido de su cama para comprar algo y dirigirse hacia donde Mina muchas veces le dijo que vivía.
Mina no había esperado que repentinamente abrieran su puerta y un hombre entrara con un libro de colorear y un pastelillo. La hizo caer de la cama, literalmente.
Y Daniel no pudo evitar soltar carcajada cuando se topó con Mina saltando de la cama, con una expresión tiernamente impresionada, y la cara llena de pegatinas de pingüinos.
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