#35 - Sobornos para descansar.
No hubo beso.
Dahyun estaba tan decepcionada, porque en todo momentos sus padres estuvieron a su lado, y eso no era nada malo, ella los amaba mucho. Pero por culpa de la compañía de sus padres, no pudo despedirse a solas con Mina; no pudo tal vez besarla como en la mañana estuvieron a punto.
Quería tanto besarla. ¿Era normal querer besar tanto a alguien? Debería preguntarle a Tzuyu o a Jihyo, ellas le responderían mejor... primero a Jihyo, porque seguramente ella no se burlará como Tzuyu.
Es muy probable que sea muy normal querer besar muchísimo a Mina, pero la cosa es que no podía. A diferencia de Tzuyu o Jihyo, ella no puede besar a quien quiere besar con unas ansias que le llegaron tan de repente. Ayer no sentía tanta la necesidad, tal vez porqué tenía otras cosas en mente como el conocer mejor a Mina, pero ahora estaba en sintiendo cosquillas en sus labios, era por la necesidad; necesidad de besar a Mina, y sonreír como tonta.
¿Ya mencionó que quiere besar a Mina?
Porque realmente quería besar a Mina.
Y podría seguir con esos pensamientos por muchas horas si no fuera porque ya era otro día y debía ir a clases esta vez. Miercoles, un día bastante normal y monótono si no fuera porque Dahyun estaba nerviosa de encontrarse con Mina.
Podría pensar demasiado, y uno de sus pensamientos más fuertes en ella era: ¿Había cambiado algo en su relación? No eran exactamente amigas, tampoco novias, claro, ¿pero cómo se tratarán de ahora en adelante después de ser un poco correspondidas por la otra? ¿Sin diferencia de antes o como casi novias?
Dahyun no sabía... Mina tampoco.
Pero la diferencia fue que la japonesa se arriesgó y se acercó, saludando con la cabeza a Chaeyoung y a Tzuyu, para sostener la mano de Dahyun. La rubia se quedó viendo aquella acción y sonrió de lado al ver los guantes que Mina tenía puestos; era su regalo.
— Esa manita, árbitro — Chaeyoung se burló pero Tzuyu le tapó la boca para empezar una pequeña pelea.
La taiwanesa observó un momento a Mina y luego se desvió para seguir peleando con Chaeyoung. Mina bien sabía que esa mirada significaba una buena cercanía entre ella y Tzuyu, sabía que Tzuyu empezaba a ser cercana y que tenía su apoyo, o eso decía la mirada de Tzuyu. Se le hacía muy extraño que antes tenía una relación que iba entre la paz y el odio con Tzuyu, y ahora estaban formando algún tipo de amistad más cercana.
Bueno, ella venía a Corea para terminar sus estudios y vivir en paz. La primera cosa estaba a un año de terminarla y la segunda no era tan real. Todo lo que estaba pasando era extraño y no planeado, pero real.
— ¿Han visto si ha llegado Sana? — preguntó recordando que en su mano tenía una bolsa, bolsa que contenía el desayuno de la pelinaranja.
— Yo también la estaba esperando, no ha llegado — Tzuyu respondió mientras Chaeyoung estaba en su espalda queriendo derribarla, pero poco lograba ya que la morena estaba casi inmutable a sus intentos de hacerla ceder ante las inclinaciones. Mina desvió la mirada y asintió.
— Debo ir a hacer algo, ¿podrías dárselo? — tendió la bolsa cuando Tzuyu asintió, fue entonces que soltó la mano de Dahyun y salió casi corriendo de allí, dejando más confundida a Kim por sus acciones sin razón.
O por lo menos sin razón ahora. Dahyun se preguntó si debería seguirla y preguntarle, pero parece que sus amigas le leyeron la mente y le hablaron.
— Debe estar bien, tú sabes que es un poco extraña por momentos — Chaeyoung le dijo con una sonrisa, Tzuyu apoyándola — Probablemente solo necesita un tiempo a solas y luego volverá a tomarte la mano. ¡Pero ahora cuéntanos! ¿Cómo estuvo la cita? ¿Por qué dormiste en su casa? — la distracción fue seguida por Tzuyu, y así Dahyun se sonrojó para empezar a contarles cómo había sido.
Tzuyu y Chaeyoung empezaron a escucharla, antes compartiendo una mirada cómplice que demostraba el extraño acuerdo silencioso de ayudar a Mina a esconder sus secretos mientras está lista para contarlos. ¿Cómo no sentirse culpables si Dahyun las miraba con ojos tan inocentes y alegres? Pero bueno, no podían contárselo.
#♡>☆
Mina fue directamente a regar su planta, ya que planeaba irse temprano a descansar. De alguna manera, sentía sus ojos realmente cansados, y sus párpados caídos buscaban un descanso, así que se encargaría de su responsabilidad para que la maestra no la reprendiera. La cosa fue encontrarse con el lugar de Ray, vacío.
Primero solamente vio de lejos que no estaba y suspiró queriendo calmarse la escuchar unas risas un poco lejos. Había tierra de una manera removida que le decía que Ray no fue arrancada muy delicadamente, sino simplemente la agarraron brusco y ya la debieron tirar.
Le recordó a su pasado.
En aquellas risas, pudo escuchar la de Amane. Si Dios existe, ¿por qué no la salva de Amane? Ese chico la tiene tremendamente harta y realmente sentía cada vez como el odio en ella desaparecía para solo quedar la lastima. No estaba sintiendo tanto odio por Amane, estaba teniendo lástima por él, porque estaba tan mal que era lamentable.
Su falta de caer en las provocaciones, dio inicio a las burlas, comentarios sarcásticos y burlones sobre Ray.
— ¡¿Qué, Sharon?! ¡Oh, tu hijito despareció! — uno de los chicos dijo y los demás rieron como si fuera le mejor chiste que se haya contado jamás.
¿Esos chicos querían morir? Porque les daré el honor de matarlos. Contrariando sus pensamientos, Mina solo les dio un vistazo y se intentó alejar para no iniciar una pelea infantil ahora. Solo le diría a la maestra de Educación Física y ésta, siendo la encargada del proyecto, haría algo al respecto con el infantilismo de esos chicos.
— ¡Oh, vamos! ¿Para dónde vas? Nos estamos divirtiendo, amiga — esa voz se escuchó cerca y la cantidad de estudiantes que observaban empezaban a hacerse más y más. Ella lo ignoró, se vio en la necesidad de golpearlo, pero se detuvo a último minuto, no queriendo meterse en peleas de las que su madre se preocuparía luego.
Aúnque podía mentirle, no le gustaba mentirle en nada a su madre, a aquella mujer que la ama y apoya tanto.
Mina no supo muy bien en qué momento se vio en un círculo de estudiantes chismosos que querían ver una pelea que desde hace ya mucho no daba. Mina no había peleado ya hace tiempo, ya no estaba dando mucho de que hablar entre estudiantes, y realmente quería seguir así.
— ¿Qué necesitas? — preguntó al ver que no podía andar más, a su lado estaba una pequeña porción de agua probablemente para lavarse las manos o para tomar si necesitaban echarle urgente agua a una planta, a sus otros lados había puros estudiantes esperando algo de ella — Porque yo necesito irme — escuchó risas y juró ser una de las más irritables que había escuchado alguna vez.
— Me han dicho que has golpeado a mi hermano — Mina maldijo al escucharlo, ¿otro hermano vengador? ¿Que los rumores de desfigurar a uno no se esparcen o cómo? Pero no fueran los de ser homosexual, porque parecen ser la noticia más esparcida del año — Y como no estaba en el país, vine un poco tarde.
La japonesa suspiró y dejó de intentar ignorarlo, porque para salir de allí tendría que pasar por la pared humana que formaban los estudiantes, y ella realmente no estaba a gusto con el tacto de desconocidos.
Con seguridad, su puño fue hacia atrás para querer golpear al chico detrás de ella. Fue tan rápido que nadie lo vio venir; el ataque de Mina fue esquivado y un puño dio contra su mejilla, logrando que su cabeza se fuera a un lado y su cuerpo quedara estático.
Otro golpe fue dado y la bulla se hacía fuerte, fueron unos cinco más que voltearon su cabeza de un lado a otro y la hicieron dar un paso atrás por cada uno. Solo fue que sus lentes y mascarilla fueron arrojados a otro lado (ya que los puños en su rostro los hicieron volar por algún lado), que Mina alzó su mano firme y tomó aquel puño que iba directo a su cara de nuevo.
El chico pareció impresionado y luego quiso obtener su puño de nuevo a su mando, pero como no podía. Usó el otro para intentar golpear a la chica, pero este mismo también fue tomado y apretado. Se alteró cuando no pudo mover ninguno y sus dedos estaban siendo apretados con una fuerza descomunal para una chica promedio.
— Compartir es bueno, comparte cicatrices con tu hermano — murmuró lo suficiente alto para ser escuchada. El chico probablemente estaba en blanco cuando Mina hizo todo movimiento; Mina alzó su pie para patear el punto débil de todo hombre, su entrepierna, y no lo dejó retorcerse para cuando golpeó su rostro tantas veces como se le permitiera. Lo tomó de la camisa para arrastrarlo solo un poco y hundir su cabeza en aquella porción grande de agua, solo fueron unos cinco segundos y lo alzó para bajarlo de nuevo, pero esta vez fue para que su cabeza chocara una vez contra el duro metal del gran recipiente de agua. Mina se quedó parada viéndolo y tranquila.
El cuerpo cayó inconsciente y fue donde escuchó algunos pasos apresurados que no le importaron.
— ¡Mina, cuidado!
No fue hasta que vio a Sana encima de un chico, golpeándolo como toda una profesional, que entendió el por qué de esos pasos apresurados.
Sana había corrido por la preparatoria en cuanto le llegó a su oído los avisos de los estudiantes de una nueva pelea entre Sharon y un universitario. Había llegado justo para ver cómo un chico quería acercarse a Mina para atacarla por detrás, entonces no pensó demasiado cuando corrió y se abalanzó para evitar el plan del chico.
Mina notó a otros queriendo meterse en la pelea y no dejaría por nada del mundo que Sana peleara contra cinco chicos y mucho menos cuando entre ellos estaba Amane, quien sabía pelear con algo de experiencia. Fue así que Sana la miró y empezaron la pelea que seguramente mañana estaría en todas las páginas relacionadas a la preparatoria, en todos los grupos de chats, en todas las bocas de los estudiantes y en la conciencia de sus amigas.
No importó eso cuando pudieron con todos, Sana impresionada de haber podido salir sin un hueso roto, y Mina disfrutando de ver a Amane sangrando.
Les importó cuando el subdirector estaba allí, con ninguna buena cara, y Mina sabía que no la libraría con algo como sobornarlo.
A Sana le importó porque sus padres la matarían si se enteraban, y a Mina le importó porque no quería decepcionar a su madre con sus peleas. A ambas le importó, ¿pero saben a quién también le importó? A una pequeña rubia y una alta taiwanesa, que empezaron a curarles sus pocas heridas sangrantes, en lo que esperaban en el pasillo que daba a la oficina del director.
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Las miradas de los estudiantes estaban en aquella mujer que iba apresurada por los pasillos, con otra de más pequeña estatura siguiendola como un cachorrito desesperado por alcanzar a su madre.
Hikaru apenas podía seguir los pasos apresurados de su madre, quien estaba muy preocupada por Mina pensando que podría haber tenido heridas graves en la pelea en la cual estuvo involucrada. Chihiro sabe que Mina sabe pelear muy bien, que cuando está enojada se deja llevar por esas emociones y destruye todo enemigo que vea amenazante, pero aún así no puede evitar preocuparse por su hija menor, no puede evitar pensar en aquellos días donde Mina era maltratada y ésta escondida sus heridas para no preocuparla.
— Hikaru, ¿dónde está la oficina del director? — preguntó Chihiro cuando habían dado vueltas y no pudo encontrar.
— ¡Te lo hubiera dicho si no me estuvieras arrastrando por cada pasillo que encontrabas! — la menor quejó y entonces Chihiro se cruzó de brazos, moviendo su pie impaciente — Vamos, ahora yo guío — tomó el brazo de su madre y pasaron de nuevo por la mirada de los estudiantes.
Probablemente no estaban en clases, así que por eso eran muchos los que estaban por los pasillos.
— ¡Mina! — Chihiro inmediatamente se acercó a su hija cuando la vio en aquel pasillo, sentada mientras Dahyun le daba algunos golpecitos con un trapo en el rostro para limpiarle. Mina volteó enseguida para ver cómo su madre se acercaba — ¿Duele mucho? ¿Qué sucedió? — preguntó tocando toda la cara de Mina hasta que ésta la detuvo.
— Primero, no siento casi dolor. Segundo, mira detrás y está la respuesta — Chihiro volteó su cabeza y miró a quien menos quería ver en el mundo.
— ¿Qué hace Amane aquí? — la mayor preguntó desconcertada, ya que Mina no le había dicho sobre la presencia de Yoshi entre la preparatoria.
— Hola a usted también, señora Ezaki — Yoshi fue falsamente educado y luego sonrió burlesco — ¿Todavía necesitas que tu mami venga a salvarte, Mina? — provocó y Mina solo sintió cómo Dahyun a su lado apretaba su mano.
— No te metas, Amane — Chihiro le contestó y revisó rápidamente al chico para notar que éste estaba peor que su hija, y nadie lo había ayudado con las heridas.
Yoshi bufó y se mantuvo en silencio al notar los ojos curiosos del pasillo siguiente, aquellos ojos de los estudiantes que no paraban de ser chismosos en todo momento.
Mina apretó la mandíbula y realmente no pensó muy bien en lo que salió de su boca.
— Por lo menos yo tengo mamá — pudo ver a Yoshi apretar los puños y mirarla con ojos severos, dándole a saber sobre el terreno peligroso donde ambos estaban.
— Por lo menos yo no he perdido a dos — Yoshi le regresó y antes de que Mina se levantara a partirle (más) la cara, Yoshi estaba en el suelo con una chica encima dándole golpe tras golpe.
Sana había estado a un metro cerca de Mina, con Tzuyu a su lado en apoyo, pero el escuchar a Amane hablar fue suficiente para querer golpearlo hasta le cansancio. Ella sabía qué significaba lo dicho por Yoshi, así que con ganas se levantó y abalanzó para atacarlo con sus fuerzas renovadas.
— Sana. No. Déjalo — nadie quería separarla realmente, pero Chihiro no quería más problemas con el director, no más de las que ya tenía — No vale la pena que te expulsen. Déjalo — tomó a la pelinaranja por debajo de las axilas para separarla a la fuerza, viendo cómo la adolescente tenía sus ojos cristalinos y ahí Chihiro notó lo que su hija estuvo haciendo todo el tiempo.
Chihiro notó que Mina hizo amigas reales, amigas preocupadas por ella, amigas que sentían el dolor de Mina en un porcentaje. Sana estaba casi llorando de el enojo y dolor de Mina.
— Amane, es mejor que vayas a la enfermería — Chihiro dejó a Sana junto a Mina y se acercó al chico para ayudarlo a pararse, éste asintió entre quejas, no tenía mucho para defenderse ahora. Chihiro pidió a un estudiante aleatorio a que ayudase a Amane y éste se fue mareado — Con que le enseñaron a pelear bien a Sana, ¿eh? — Chihiro se volteó y revolvió el cabello naranja de la chica para dejarle saber que no estaba enojada o que la regañaría.
— Aprende rápido, y considerando que su peso no es le "indicado" que busqué en redes, es muy buena controlando su cuerpo para defenderse — Mina comentó relajada en su asiento, sintiendo cómo Dahyun acariciaba constantemente la piel de sus dedos descubiertos.
Sana se sonrojó por la sonrisa orgullosa de Chihiro. Le era abrumador recibir algo así de un adulto, porque realmente desde hace mucho no recibe ninguna de sus padres o demás familia.
— Eso es genial, un talento muy bueno. Hablando de peleas, ¿dónde está la otra de su trío, la original maestra de ustedes dos? — Chihiro volteó alrededor buscando a Momo, pero en el circulo entre ellas solo estaban sus dos hijas, Dahyun, Sana y una morena tranquila que veía muy concentrada a Sana — ¿Y ella es?
— Momo no sé muy bien dónde pueda estar, y ella es Tzuyu, novia de Sana — Mina contestó, esperando que el director terminase lo más pronto posible su asunto dentro de la oficina para ya poder irse y descansar como ella tenía planeado.
— No sabía que Sana tenía novia, pero es bueno saber que ya tiene a alguien a quien quiere. Mucho gusto, soy Ezaki Chihiro, madre de Mina.
Mina suspiró, queriendo que todo terminara ya, pero aún así escuchó la presentación entre Chihiro y Tzuyu.
Tzuyu se presentó y Mina casi se sorprende de verla presentándose como 'Amiga de su hija' y no como 'Novia de Sana'. Chihiro habló un poco con las demás, pidiendo amablemente a Dahyun el trapo para limpiar ella misma el rostro de su hija.
El ambiente en sí, con Chihiro, era realmente más ligero, como si no estuvieran allí porque estaban involucradas en una pelea de varios heridos. Chihiro parecía no tomarle tanta importancia y sonreía como tranquilizante para todas, más para Sana porque era la más preocupada porque sus padres no se enteraran de ese día.
— ¿El director preguntó por tus padres? ¿Qué le dijeron? — Chihiro preguntó cuando le hablaron sobre el tema. Mina observó el rostro avergonzado de la pelinaranja para luego contestar.
— Sana le dijo que no estaban en el país, aunque sí lo están, pero necesita que alguien tome responsabilidad suya como menor, entonces por eso te llamé; no por mí, sino por ella — Chihiro se quedó un momento en silencio y sonrío.
— Entonces la sacaremos de aquí y nos iremos a comer algo rico a casa — sonrío y vio a Sana estar aliviada — ¿Vienes ustedes dos? — se dirigió a Tzuyu y a Dahyun, quienes se miraron entre sí, comunicándose que tenían clases pero no estaría mal escaparse un día — Una es la casi novia de mi hija y la otra es la novia de mi casi hija — lo dicho por Chihiro alegre hizo enrojecer a todas menos a Hikaru, quien ya empezaba a jugar con algo de su celular mientras.
— ¡Hikaru!, ¿por qué no llamas a Momo y le dices que venga? — Mina interrumpió el tema después de que Tzuyu y Dahyun aceptaran la oferta. Su hermana la miró y frunció el ceño.
— ¿Y yo para qué quiero a esa perra aquí? — cuestionó pero se arrepintió al ver que su madre la volteaba a ver seria.
— Uno, no digas groserías frente a mí, Hikaru — Chihiro alzó su dedo y su hija murmuró un 'Lo siento' — Dos, te compraré algún helado si la llamas y le dices que venga.
— Esos son verdaderos negocios. Aprende, mi hermanita — Hikaru golpeó ligeramente a Mina en el hombro y empezó a mandar mensajes en el celular.
— ¿Señora Ezaki? — un hombre de buen porte, con rostro curioso, salió de la puerta de la oficina, para así llamar y buscar a quien le informaron que vendría.
— Soy yo, la madre de Sharon y quien se hará responsable de Sana por ahora que sus padres están lejos — Chihiro inmediatamente se levantó para hacer una reverencia que fue correspondida por el hombre.
— Soy Jung Hoseok, subdirector pero por ahora hago el papel de director ya que el docente Jeon Jungkook no pudo estar presente. Pase usted, su hija y la señorita Minatozaki, por favor — el hombre abrió la puerta para dejar pasar a quienes mencionó, viendo cómo Chihiro les daba el paso primero a ambas adolecentes. Pero por ahí no se encontraba el otro implicado — ¿Sabrán dónde está el joven Amane Yoshi?
— Enfermería, estaba mareado y un estudiante lo acompañó allá — Chihiro le contestó mientras le cedía el asiento a Sana y ésta se lo cedía a Mina, quien no lo desaprovechó y se sentó cansada. Chihiro miró hacia un lado y un hombre de rostro serio se encontraba mirándola, le devolvió la misma mirada.
— Creo que ya ha visto a el hombre a su lado, es el padre del chico que terminó más grave de toda esa pelea, Park Minjoon — el subdirector se sentó detrás del escritorio y fingía ser buen docente al verse junto a alguien ajeno a que él era sobornado por Ezaki — Él pide la expulsión de la señorita Ezaki Sharon y una disculpa hacia su hijo — comentó sin mucho interés.
— No, eso no — Chihiro negó y metió su mano a su bolsillo — ¿Cuánto dinero quiere? — preguntó seria y directamente al hombre Park que se sorprendió a su oferta.
— ¿Cree que puede comprarme, que puede sobornarme cuando mi hijo quedó con cicatrices como mi otro hijo menor? ¡Ambos fueron heridos por la misma chica! ¡Ella es un peligr-... ! — y fue callado e interrumpido porque Chihiro tomó su mano y dejó un rollo de billetes en su palma
— ¿Eso es suficiente? — Sana se notó sorprendida al ver la manera fácil que era callar a un adulto enojado por su hijo. El hombre Park se notó dudoso y sorprendió, pero más calmado.
— Bueno... tal vez no lo sea — dijo en un tono avergonzado, probablemente tragándose su orgullo de seguir enojado. Chihiro sacó otro rollo y lo dejó para decidir que eso era todo, no le quedaba mucho en efectivo y todavía faltaba el director.
— Eso es suficiente. Váyase y quiero que le diga muy bien a sus hijos que no se acerquen a mi hija — el hombre se fue en cuanto se lo dijeron y fue cuando Chihiro se sentó en su asiento para hablar seriamente con el subdirector — No creo que la pelea de mi hija sea el único tema que quiera hablar, director — Sana suspiró y se sentó un poco en el suelo, bueno, hasta que Chihiro le dio su asiento.
El docente se aclaró la garganta y movió algunos papeles.
— Bueno, considerando lo que acabo de ver, debe saber que su hija Sharon ha estado dando una cierta cantidad a nosotros por cada rompimiento de las reglas que hace — Chihiro asintió viendo de reojo cómo Mina se erguía incómoda — Pues esta vez no será diferente, solo que nos vemos en la obligación de que será la última vez que pasemos una pelea así de grande, ya que ha habido sospechas de parte de la revisión, a quienes le han llegado rumores de bullying e intimidación entre estudiantes, sin consecuencias, y no queremos que tengan que lidiar con algún director o directora nueva que no acepte el dinero, ¿o sí?
Mina negó despacio mientras sentía la culpa invadirla un poco. Sana se mantuvo cabizbaja, preguntándose cómo llegó de estar como mejor estudiante en su antigua preparatoria, a estar en la oficina del director, junto a su amiga y madre de ésta, para que ambas lo sobornaran.
El subdirector se vio impactado cuando la mujer dejó el dinero en la mesa.
— Creo que eso es suficiente para que tampoco notifique a los padres de la señorita Minatozaki. Este tema queda olvidado, ¿se entiende? Nada pasó. Mi hija se esforzará para detener este tipo de situaciones — Chihiro hizo una seña y entonces fue que Mina fue felizmente a la puerta junto a Sana.
Por fin había terminado y afortunadamente Mina no se había dormido en aquella silla de la oficina. Cuando salió se encontró con todo su grupo de amigas.
— Ya me han platicado que Sana y tú andaban de golpear chicos, sin mí, mh — no faltaba Momo ofendida y dramática que empezaba a quejarse sobre todo — Estaba con las demás cuando recibí el mensaje de Hikaru, entonces todas quisieron venir — informó al ver que Chihiro observaba la casi multitud que era grupo de su hija.
— Bueno. ¿Quién quiere pasar otro día en la piscina mientras comen gratis? — Mina estaba cansada pero no la necesitaban a ella para que usen su casa para diversión.
Y fue así que pasó la tarde dormida, con Dahyun a su lado, y por la ventana se escuchaba a las demás divertirse entre ellas. Momo e Hikaru gritando, Sana y Tzuyu platicando junto a Jihyo y Nayeon, Jeongyeon riéndose de Momo e Hikaru, y Chaeyoung y Chihiro comiendo en una esquina. Mina pudo estar tranquila.
Logró su objetivo principal que buscaba en la mañana cuando fue a regar su planta; descansar.
Y con el bonus de Dahyun besando sus mejillas.
. . . . .
Realmente la historia será larga, ahora me estoy dando cuenta que son más de cincuenta o sesenta capítulos, uh.
Si quieren que agregue algo, podría hacerlo, asegurándome que no afecte en lo planeado. Solo por gusto.
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