#30 - Haciendo un chihuahua pelón.
El almuerzo se volvió solitario, de repente.
Mina se había acostumbrado a las presencias amigables, a las charlas cómodas, y a las sonrisas alegres de las demás. Había llegado el punto donde se sentía extraña al ver que se encontraba sola, porque siempre había alguien queriendo estar a su lado, de alguna manera.
Su pecho revolotea al pensar que siempre había alguien que quisiera estar junto a ella, pero sacudió la cabeza al ver que estaba a punto de soltar lagrimas. Estaba volviéndose cada vez más sentimental con el paso de los días, no quería que llegase el dieciocho de febrero, no quería que llegase el día. Más bien, no quería saber cuándo era, porque quería que ese día pasara desapercibido para su mente.
Así podrá estar más en paz.
Pero era inevitable, por cada vez que quería olvidarlo, parecía recordarlo con más intensidad.
Casi sería fin de semana, se recordó a sí misma que tenía que poner una alarma porque tenían pensado ese sábado para ir a la casa Yoo, a ver Terrifier 2, y a comer gomitas de pingüinos como Mina le dijo a Jeongyeon.
Todas estuvieron en desacuerdo con la película, pero, ¿quién podría negarle algo a la carita suplicante de Jeongyeon y la esperanzada de Mina? Nadie.
Mina salió de pensamientos al ver a una rubia conocida que pocas veces había hablado, pero con quien podría pasar el almuerzo ahora que las demás tenían cosas qué hacer.
Sana se había comprometido a ayudar a Chan con algo de sus problemas de matemáticas. Momo había retado a Hikaru a un juego de voleibol (que jugarían con algunos estudiantes que no conocían, pero que jugaban en los almuerzos), y ahora probablemente estaban matándose en darlo todo en un juego. Nayeon y Jihyo debían estar por ahí haciendo cosas de parejas, almorzando juntas o solo tiempo de calidad. Tzuyu, pues Mina se acaba de dar cuenta que está junto a Chaeyoung en una banca. A Jeongyeon la vio hace un rato, estaba haciendo un trabajo en una libreta, y Mina no quería interrumpirla. A Dahyun la había visto junto a Amane por un trabajo en parejas, y realmente quería meterse para amenazar contra Yoshi, pero los vio tranquilos haciendo el trabajo en la cafetería, que no pudo acercarse a hacer algo alterado. De todos modos, Amane sí tiene sus momentos donde esta tranquilo y aparentemente trabajador, así que Mina ruega que siga así. Hyunjin, pues no tenía una relación muy cercana con él ahora.
Pensando de nuevo que todas estaban ocupadas, se acercó hasta las gradas donde Chaeyoung estaba junto a Tzuyu. Chaeyoung mantenía su mirada en el teléfono, y Tzuyu estaba concentrada comiendo.
Saludando con la cabeza, se sentó al lado de Chaeyoung para solo recargarse en la pared de un lado y estar en paz mientras las dos a su lado estaban presentes. Era raro sentirse en paz con alguien que apenas conocía y con otra que provocó en algunas ocasiones, pero Mina necesitaba sentirse en paz ahora.
Chaeyoung le regresó el saludo, asintiendo, y volvió a ver el video con el que se había topado. Tzuyu la miró por un momento, como preguntando el por qué de su presencia, pero luego también saludó e ignoró.
Mina suspiró para casi dormirse en aquella pared. El domingo regresaba su madre, podría verla, besarla, abrazarla, decirle cuánto la extrañó y cuánto la ama, podría disculparse, podría llorar rogándole que no se fuera de su lado... Simplemente podría tener a su madre de regreso y así se sentirá mejor en sus peores días del año.
No pudo dormir, no cuando sentía la pesada mirada interrogante de Chou en su nuca. ¿Esa no se cansaba de desconfiar o cómo?
- Solo quería sentarme con ustedes, Tzuyu, no quiero aplicar mi técnica para romper una muñeca, ¿tranquila? - volteó hacia la taiwanesa que se sorprendió al verla dirigirse a ella de esa manera repentina, ya que Mina estaba volteada. ¿Cómo se había dado cuenta que la miraba? - Siento que tu mirada me quema la nuca - oh, era por eso.
- Mucho más tranquila - asintió solo para evitarse otra explicación. No diría que la miraba porque sabía que estaba mal, no se delataría como una entrometida.
Un momento de silencio se instaló, como para las tres esta vez. Mina suspiró no encontrando una manera de que su trasero esté cómodo como la mente, porque esas tablas en realidad eran duras y molestas.
- Chaeyoung, estoy aburrida - habló repentinamente, haciendo extrañar a ambas chicas que la miraron con intriga - ¿Me dejarías a mi disposición tu cabello? - preguntó, viendo como el rostro de la menor se transformaba en confusión.
- ¿Mh?... ¿Mi cabello? ¿Qué... ? - no entendiendo y tocando un poco su cabello, preguntó dejando su mano en su regazo para que el celular también quedara allí - ¿A qué te refieres? - preguntó, viendo por un momento a su amiga que se encogió de hombros. Tzuyu tampoco entendía.
- Mañana - su palabra hizo que ambas menores tuvieran una idea. O Mina estaba ebria, o sí estaba un poco loca - Mañana iremos con Jeongyeon a ver la película, después de que todas se vayan, quédate conmigo y Jeongyeon, y déjame a mi disposición tu cabello, ¿sí? - sus palabras eran seguras, no dando una orden o algo parecido, sino pidiendo aquello y teniendo un tono neutral.
Tzuyu se esperó con todas las ganas que Chaeyoung negará a eso, porque seguramente Mina estaba fuera de sí, pero se sorprendió al ver que su amiga rubia se la pensaba realmente.
- ¿Cómo es eso de a tu disposición mi cabello? - preguntó, subiendo sus piernas a la tabla de madera para cruzarlas y girarse hacia Mina - ¿Como a la Naranjita te refieres? - nombró a Sana, viendo que Mina vaciló un momento y asentía.
- Algo así. No sé si quieres cambiar el rubio y el pelo largo - dijo dando a entender que si aceptaba su pedido, también le cortaría un poco de su cabello.
Chaeyoung pensó un momento, quitándole un poco de comida a Tzuyu al ver que estaba incrédula sin moverse. Su cabello estaba empezando a crecer, dejando a ver el cabello negro en la raíz y ya empezando a picarle en la espalda baja. Le vendría bien algo así, y no es como si sintiera que Mina la dejaría mal, ya había visto a Sana.
Aparte de que también notaba a su cuñada (porque claro, Chaeyoung consideraba a Dahyun una hermana, así que Mina era su cuñada) un poco distraída, tal vez algo así vendría bien. Y otra cosa, es que Mina parecía tener un lenguaje de cariño algo raro de entender. Tal vez le estaría rechazando algo que significaba mucho para Mina y se sentiría mal si eso pasaba.
Así que, sin encontrar un problema, asintió.
Tzuyu la miró como si se estuviera dando automáticamente una pena de muerte.
- Creo que está bien. ¿Necesito llevar algo? - a su pregunta, Mina negó rápidamente, casi emocionada de que le confiarán algo así a ella.
- No, yo compro todo.
#♡>☆
Al día siguiente, Mina se encontraba notando de manera distraída que Terrifier tenía mucho más sentido en su terror cuando estaba acompañada. Los gritos ocasionales, las risas por ver a Nayeon o Dahyun yendo al baño, las pequeñas peleas juguetonas entre todas, los gestos de dolor al ver que una escena grotesca aparecía, los quejidos como si fueran a ellas a las que les pasaba algo como eso... Era algo lindo.
Algo que le parecía muy bueno.
Disfrutar de que estaba con presencias de muchas personas mientras miraban una de las películas de terror que ella había visto hace ya tiempo, era bueno.
Dahyun estaba a su lado, naturalmente tenían las manos entrelazadas, solo separándose cuando Kim se iba al baño con unos reflejos de arcadas. Claro, Dahyun volvía avergonzada pero Mina solo se limitaba a sonreírle (ahora que Kim sí podía verla, ya que no tenía accesorios grandes en el rostro) y a tomarle de nuevo la mano.
En algún momento, Dahyun ignoró la pelicula y se centró en el perfil de Mina, quien estaba concentrada en la película mientras comía gomitas de pingüinos. Jeongyeon estaba la otro lado de Mina, comiendo de esas gomitas mientras ambas eran las únicas disfrutando la película. Dahyun miró a ambas intercaladamente hasta robarles una gomita y comerla mientras se recargaba en el cuerpo de Mina para estar cómoda.
La manta pudo taparla y entonces se abrazó un poco al brazo de la japonesa, viendo cómo ésta se sonrojaba y la dejaba hacer lo que sea. Dahyun pudo notar claramente lo perdida que Mina había estado, pero luego preguntaría, ahora solo recostó su cabeza en el hombro de Mina e inevitablemente se durmió al sentir las caricias en su mano y brazo.
Estaba demasiado cómoda como para no dormir.
Mina al notarla dormida, no pudo con la tentación de tenerla mejor. Kim tendría un dolor de cuello si seguía en esa posición, así que Mina solo le ahorró aquello, ¿bien? De eso se está intentando convencer.
Con cautela y cuidado, se movió hasta que la cabeza de Dahyun quedase en su pecho. La abrazo hasta tenerla en alguna posición cómoda para ambas. Las hizo a ambas estar casi acostadas, poniendo una almohada para sí misma.
Afortunadamente, solo Jeongyeon lo notó y solo les sonrió para no advertir a las demás de la tierna imagen. Mina sonrojada y preocupada por Dahyun, era algo que todas quisieran ver, pero algo que Jeongyeon no les mostraría.
Dahyun no es que en ningún momento se haya levantado. Su sueño se vio interrumpido en el primer movimiento, pero viendo lo que Mina hacía, estuvo dormitando hasta que la japonesa paró y la acomodó. La rubia se removió hasta acurrucarse bien y disfrutar un poco, cayendo dormida unos segundos después.
Mina no podía negar el incesante latido fuerte y rápido que empezaba a taladrarle la cabeza, pero por ahora podía ignorarlo y dejarlo ser. Su cabeza no estuvo bien conectada a su lado terco que le decía sobre no enamorarse, así que su mentón fue a parar en los cabellos rubios de Dahyun, dejándose llevar por el sueño y la comodidad que la invadía.
Claramente, despertaría llena de burlas que Momo se encargaría de liderar, pero justo en esos momentos era donde la valía una mierda. Ese momento era donde podía disfrutar del frío y la calidez que lo recompensaba.
En algunos momentos, fue que sintió una gran molestia y es que Momo le estaba pinchando la mejilla mientras le sonreía pícara.
- Levantate a despedirte, que ya todas nos vamos - a eso, Mina notó que nadie estaba en su pecho y que ahora ella estaba sola en el sofá, encogida y hecha un ovillo. Se estiró hasta ver a Kim salir de la cocina y verla con las mejillas rosadas. Al parecer, alguien sí había sufrido de las burlas completas de las demás. Dahyun se fue rápidamente a la cocina, de nuevo - Chaeyoung dijo algo de que se quedará, y mencionó algo sobre que tenía que ver contigo, ¿qué es? - Momo estaba hablando mucho, tanto que Mina apenas procesaba, ya que estaba medio dormida .
- Yo le dije que le haría algo como a Sana, porque yo estaba aburrida, y ella aceptó - confesó dejándose caer en el sofá para quedarse un poco más allí.
- Estás interactuando más, eso es bueno. ¿Has pensado en lo que hablaste con Sana? - Mina recuerda aquel otro tema; Sana y la terapia. Había mencionado la pelinaranja que iría a terapia solo si la acompañaba en ello. Mina la principio pensó diferente y le dijo que la acompañaría siempre, pero cuando Sana mencionó que se refería a ir ambas a sesiones, pues dijo que mejor lo pensaría. Ir a terapia no le daba muy bien, pero si iba, Sana también... y eso era muy bueno.
- ... Voy a seguir pensándolo - dicho eso, se levantó para buscar su celular y ver la hora. Escuchó un suspiro de Momo y no pudo evitar copiarla.
- Bien.
#♡>☆
Poco faltó para que Mina solo esté afuera, esperando que Chaeyoung terminara de hablar con Dahyun, para poder hablar ella con Dahyun y luego proceder a hacerle algo en el cabello a Son.
Se había despedido de Momo y Sana principalmente, advirtiendo a Momo que no hiciera un desastre en la casa junto a Hikaru mientras no estaba, y dándole un abrazo a Sana cuando ésta emocionada confesó que iría a una cita con Tzuyu.
Todas las que se deberían haberse ido, se fueron... exceptuando por Dahyun.
Cuando la vio bajar los dos escalones de la entrada, Mina contuvo la respiración un poco para armarse de valor y preguntarle si podía ser que otro día se vean a solas. Afortunadamente para Mina, Dahyun no podía ver su rostro sonrojado, ya que había salido con lentes y cubrebocas hacia la luz del día.
Raramente, todavía era de día, así que Mina solo suspiró y volteó a ver claramente lo que Kim Dahyun era; un bonito ángel caído del cielo.
¿Y qué eran en realidad los ángeles caídos del cielo? Demonios. Dahyun era eso, un demonio que empezaba a torturarla con meterse en su cabeza y nunca dejarla en paz. Pero era una tortura bonita, tan bonita que le asustaba perderla.
- Ey, Chaeyoung dijo que te quedarías por un cambio de su cabello, ¿es verdad? - Dahyun llegó hasta ella y le tomó la mano, entrelazando sus dedos. La japonesa se tomó un momento para corresponder el gesto y bajar la cabeza.
- Sí, le cortaré y pintaré el cabello - asintió manteniendo la vista baja - Ya le pedí permiso a Jeongyeon y ahora solo falta ver qué sucede - murmuró viendo su mano enguantada sosteniendo la de Dahyun.
- ¿Qué le harás? - Dahyun preguntó con curiosidad, sonriendo mientras miraba alrededor y luego a la silenciosa Mina. Mina pensó un momento y respondió de una manera perdida.
- Pensaba en cortarlo hasta los hombros y pintarlo de un rosa que le quedaría bien - dijo haciendo una seña con su mano libre. Dahyun lo imaginó y asintió convencida. No era de ver a Chaeyoung con algo diferente a su antiguo color negro o al rubio que ha estado usando por ya tiempo, pero el rosa le quedaría bien.
- Recuerdo una vez que Chaeyoung quiso cortárselo como un chico, porque en el vecindario vio a un chico que le quedaba bien y entonces quería mucho probar eso - recordó la rubia, viendo en su mente a su amiga soñando con tener ese tipo de cabello por lo menos una vez.
- ¿Nunca hizo lo que quiso? - Mina preguntó con interés, pensando un momento y dirigiendo su vista perdida al cielo. Dahyun negó un poco.
- Sus padres no la dejaron porque no era muy femenino de su parte - hizo una mueca que no pasó desapercibida por Mina - O sea, la aman y apoyan, pero creyeron que era mejor no dejarla porque la gente podría empezar a burlarse y a hacerla sentir mal - Mina tuvo un deja vu a eso, uno fuerte que la dejó hasta un poco mareada.
- Entiendo eso. Me pasó con una situación - permaneció en silencio después de la mirada cuestionante que Dahyun le envió, no quería hablar sobre eso porque se soltaría mucho - Dahyun, ¿tienes algo planeado para después de clases, el lunes? - preguntó al fin por lo que quería desde hace un rato. Dahyun pensó un momento su respuesta y negó.
- No, pero podría - solo confundió a Mina con eso.
- ¿Eh? - la japonesa ladeó la cabeza, viendo con intriga hacia la menor, quien empezaba a ponerse un poco nerviosa pero no lo suficiente para quitar ese impulso de confianza que ahora le tocaba a ella.
- No tengo nada en mente, pero podría tenerlo si me invitaras - sus palabras salieron solas, así como marearon a Mina por sí solas. ¿Y esa sonrisa ladeada tan bonita de donde había salido? Dahyun era sorprendentemente preciosa.
Mina empezó a tartamudear y balbucear.
- Oh, b-bueno, eso... sí, eso... quería ver si podías y querías salir a comer algo, tal vez a una cafetería o tal vez a la repostería del papá de Tzuyu, ahí todos dicen que es muy bueno - afortunadamente terminó aquello sin avergonzarse tanto, pero sus mejillas se sentían calientes, de los posibles sonrojos que ya habían en estas.
Dahyun acomodó sus lentes después de tomarse el tiempo de limpiarlos, y entonces fue que Mina se perdió de nuevo en sus acciones.
- Sí. Con el señor Chou es muy bueno, estaría muy bien allí. ¿Entonces ya está una cita? - sus palabras eran seguras, como si fuera ajena a que Mina estaba teniendo un ataque a su lado. Mina se preguntaba, ¿así era como se sentía Kim las veces que ella tenía impulsos de confianza? Al parecer, sí.
- ¿C-Cita?... - preguntó parpadeando repetidamente, luego reaccionó y sonrió - ¡Sí!, cita. Está bien, el lunes nos vemos - suspiró y vio como lentamente la mano de Dahyun dejaba la suya, deshaciendo el agarre que ambas tenían.
- El lunes nos vemos. Adiós, Mina - se despidió con acariciar un poco la cabello de la japonesa, haciendo que ésta se quedara un momento sin responder a su despedida, pero finalmente respondió en susurros que Dahyun no logró escuchar por estar muy lejos.
- Adiós, Dahyun.
#♡>☆
- ¿No tienes miedo? - Jeongyeon preguntó, sentándose en la tapa cerrada del escusado para ver con atención cómo Chaeyoung esperaba en la puerta a Mina. En el baño solo había un espejo, donde Chaeyoung no tendría permitido mirarse hasta que todo termine. Mina estaba allí preparando las cosas, sin hablar porque de alguna manera seguía perdida - Mina va a hacer lo que se le dé la gana con tu cabello, ¿no te inquieta ni siquiera un poco, Chae? - la rubia se encogió de hombros y entró para sentarse en la silla que Mina indicó.
- No creo que pase algo realmente malo, solo es poco corte y pintarlo. Después me voy a duchar me voy a robar algo de tu ropa, y listo - a eso Jeongyeon hizo una mueca y mejor se fue a escoger algo de su armario antes de que Chaeyoung tomara algo de su favoritismo - ¿Estás bien?
Mina al escuchar eso, y al notar que nadie más estaba con ellas, se desconcertó.
- ¿Por qué lo dices? - ya no tenía los accesorios en el rostro, así que su expresión de confusión pudo ser vista por Chaeyoung.
- Has estado como... decaída hace días, como después del cumpleaños de Jihyo. ¿Eso no te agradó? - preguntó la rubia, viendo como Mina tomaba un peine y le iba a mojar el cabello un poco.
- Me agradó. No me gusta que muchas personas sepan sobre mi casa, pero esa vez sí me gustó. Solo no me gusta mi cumpleaños, y ya viene pronto - excusó y al parecer fue convincente, aunque sabía que no necesitaba excusarse - ¿Tan obvia soy? - preguntó, haciendo lo posible para no lastimar a Chaeyoung porque se avergonzaría mucho.
Si fuera con Momo, incluso hubiera usado solo los dedos para mojar el cabello y para desenredar, sin importar quejas, pero es que ahora estaba con alguien de no tanta confianza como con su mejor amiga.
- Nunca has sido discreta en algo - el tono de Chaeyoung dejaba ver que se refería a muchas cosas, Mina le temía a esas muchas cosas.
- Claro que sí - por puro llevar la contraria, Mina dijo, no sonando tan divertida como en realidad lo estaba, pero eso era lo mejor a veces.
- ¿En qué? - Chaeyoung preguntó divertida, una cosa que sabía de Mina era que era mala ocultando muchas cosas, pues mientras más quería ocultarlas, más se le veían o más se revelaban. Era extraño, y desafortunado, para Mina.
- Si lo digo, ya no será tan discreto - Mina obvió, rodando los ojos y viendo cómo Jeongyeon pasaba por la puerta, pero al parecer estaba limpiando y prestándoles nada de atención.
- Pues yo veo muchas cosas que tú piensas que son discretas - eso hizo pensar a Mina. Ella sospechaba que esa chica concentrada en su celular no solo le ponía atención al celular, ahora lo confirmaba.
- Lo sé. ¿Cómo cuáles? - aún así quería ver qué cosas había notado Chaeyoung, como para que esté segura de sus palabras.
- Tu enamoramiento por Dahyun, tu miedo a ser lastimada, tu verdadera personalidad... - Mina se quedó un rato pensando, mientras que Chaeyoung dudaba en decir lo siguiente, pero por fin lo soltó - El que te sigue afectando un pasado misterioso que te hizo mudarte acá sin decirle a nadie... - eso dejó pasmada a Mina, ¿qué era exactamente lo que Chaeyoung sabía y por qué? ¿Cómo era que sabía eso? Ouh... Ya recordó - ¿Me equivoco?
- ... No... No te equivocas - Mina dijo.
Después de todo, no era algo muy difícil de averiguar. Una chica nueva llega a la preparatoria, con un nombre extranjero, con una personalidad misteriosa, que luego llegan personas interactuando con ella como si no se hubieran visto en años... Sí, se podía usar la lógica que se fue de su país por problemas allá.
Eso quería convencerse Mina.
- Bueno, creo que es algo que es tuyo, pero de lo que no eres discreta - Chaeyoung solo le dijo aquello y logró que se relajara un poco, dejando atrás sus músculos tensos.
- No eres muy discreta ocultando que sabes cosas de las que no debías enterarte, Chaeyoung - la rubia se tensó al escucharla. El ambiente se puso un poco incómodo al quedar en silencio, pero Chaeyoung se hizo la tonta.
- ¿A qué te refieres? - su tono fue inocente, nadie lo creería, pero Mina la dejaría por ahora.
- Nada, solo estaba comprobando algo - calmó mientras regresaba a alisar bien el cabello rubio con el que trabajaría - Desde ahora no te puedes ver hasta que esté totalmente terminado, empezaré a cortar ya - tomó una tijeras, después se escuchó el ruido de éstas mientras Mina tomaba los mechones y los colocaba en una bolsa, no queriendo hacer tanto desastre en el suelo.
- Mina, ¿realmente te gusta Dahyun? - Chaeyoung sacó el tema, mientras sacaba su celular y veía algún video donde podría entretenerse.
Mina pensó a primer momento decir que no, pero luego Chaeyoung se lo dice a Dahyun y pasaría un drama de película (o no, pero de eso temía), así que mejor responde bien, no cree que Chaeyoung sea entrometida como para decírselo a Dahyun.
- ... Sí, y no creo que sea algo muy bueno - negó suspirando, viéndose a sí misma como algo raro de entender, como siempre. No se sabía explicar mucho y los demás no podían entenderla, pero se esforzará un poco.
- ¿Por qué no? - Chaeyoung preguntó en un tono neutral.
Mima enumeró todas las razones del por qué no, luego se decidió por dos de ellas
- Soy de otro país, tarde o temprano volveré a mi país - esa era la primera. Por más que la principio creyó que no regresaría, ahora sus planes cambiaban al ver la falta de su familia - Tengo muchos problemas, del pasado y de ahora, que simplemente no me dejan ver qué es lo bueno de enamorarme - y esa era le segunda. Todos tienen un pasado, pero Mina se dejaba llevar por él muchas veces.
Nadie merece tener a alguien estancado severamente en su pasado, donde nunca podrá avanzar a un buen futuro.
- La cosa es, Mina, que aún sabiendo eso estás formando una relación cercana con ella. Las consecuencias no son muy buenas si lo que me cuentas es verdad - a eso la cara de Mina cayó brutalmente decaída - Estás pidiéndole una cita cuando sabes que te terminarás yendo, eso sin que Dahyun lo sepa - sus palabras no eran un regaño, pero Mina lo sentía como uno.
- Lo siento - ¿por qué se disculpaba? Ni ella misma lo comprende
- No lo digo para que te sientas culpable, lo digo para que veas que tu pasado puede estar afectando mucho en tu futuro o en el de los demás... principalmente en Dahyun - claro, Mina pensó, Dahyun y Chaeyoung eran mejores amigas, como Momo y ella.
Si alguien ilucionara a Momo, y Mina sabía que ese alguien se iría de su vida en cualquier momento, también quisiera entrometerse para amortiguar o bajar el dolor de su mejor amiga.
- ¿Cómo supiste lo de la cita? - cambió de tema, anotando pensar en aquello y buscar algo de respuesta a su problema. Chaeyoung rió y mostró su celular donde estaba el chat de su mejor amiga.
- Mira - el chat 'Dubs', tenía cuatro mensajes recientes y una contestación de Chaeyoung.
>> EL LUNES TE QUIERO EN MI CASA TEMPRANO PORQUE ME VAS A AYUDAR A QUÉ PONERME.
>> MINA ME INVITÓ A UNA CITA 😭
>> MILAGROSAMENTE NO ME SONROJÉ COMO TOMATE.
>> Y si te burlas, voy a recordarte el por qué tus padres ya no te dejan dormir en mi casa.
Y luego Chaeyoung respondía:
<< Mina acaba de ver esto. No necesito burlarme de ti, solita te avergüenzas 🤩
- Ah - Mina ahora estaba sonrojada como tomate.
#♡>☆
- Bueno, Chaeyoung, se acaba de secar tu cabello, aunque te tienes que duchar porque te dará picazón luego si no - Mina explicaba mientras le hacía señas a Jeongyeon para que parara su risa.
Yoo, que se estaba carcajeando, se recargaba en la puerta y ahogaba todo ruido de su boca con la mano. 'Te cortaré las puntas', puntas la mierda, Chaeyoung parecía un chico ahora mismo. Mina no pintó su cabello (lo haría después, ya que se hacía tarde), pero sí lo cortó... mucho.
- ¿Puedo verlo o me ducho? - Chaeyoung preguntó un poco inquieta. Jeongyeon podía calmar un poco su risa, pero aún así se escuchaba sus jadeos y tomas de aire, así que Son estaba que le aventaba su celular para que dejara de inquietarla.
- ¡No, espera! - Mina se alteró y tomó los hombros de Chaeyoung para mantenerla sentada. La japonesa hizo señas de fastidio y regaño hacia Jeongyeon, quien mejor salió del baño para poder seguir respirando sin ataques de risa - Espera solo un poco, voy por algo necesario a mi mochila y regreso - Mina salió cuando Chaeyoung asintió.
- ¿Qué vas a hacer, Sharon? - Jeongyeon le preguntó al estar en la sala. Mina metió todas sus cosas en su mochila, solo sacando un bolígrafo y una de sus notas de colores. Escribió algo rápido y miró a Yoo, mientras se colocaba su mascarilla y sus lentes negros.
- Corrección, ¿qué vas a hacer tú? - devolvió la pregunta mientras iba al baño, aprovechando que Jeongyeon se quedó en la sala con una expresión confundida - Chaeyoung, sabes que soy un poco rara y entonces vamos a hacer algo, ¿bien? - llegó notando que la rubia estaba viendo a la nada, esperando.
- Mmh... ¿Qué cosa? - mientras preguntaba, Mina dejó la nota pegada en el lavabo, dejándo que su escrito no se viera porque lo había anotado en la otra cara de la hoja.
- Vas a contar lentamente hasta cinco, volteas este papel, y después haces lo que esté escrito, ¿sí? - Chaeyoung, confundida y sospechando, asintió viendo como Mina salía del baño. Entonces empezó a contar lentamente.
Uno...
- ¡Hey!, ¿adónde vas, Ezaki? - Jeongyeon la paró en su camino.
- Nos vemos el lunes. Dile que le queda muy bien y que los ojos de los demás no son importantes para la felicidad - Mina apresuradamente dijo y entonces volvió a su camino.
Dos...
Jeongyeon quedó entre ir hacia Mina o ir al baño, porque en los dos lugares quería ir a ver.
Tres...
Mina paró en la puerta e hizo una seña de paz hacia Jeongyeon, luego salió corriendo, no sin antes cerrar la puerta de la casa Yoo. La casa quedó en un silencio expectante.
Cuatro...
Jeongyeon se vio momento a sí misma e iría al baño si no fuera porque escuchó algo que la hizo entender un poco.
Cinco...
Chaeyoung se levantaba y veía lo que decía el papel, luego yendo al espejo pequeño del baño para ver su expresión vacía ante lo que veía en su cabello. Apretó los labios y asintió para sí misma, dándose la culpa de dejar a Mina sin límites cuando siempre debería poner límites.
- ¡Ezaki Sharon Mina!
Y la pequeña nota quedaba tirada al lado del escusado, donde fue a parar cuando Chaeyoung la soltó sin cuidado. Con la otra cara de la hoja libre para quien quisiera leerla.
"Así es la moda y la vida. Un día eres rapunzel, y al otro eres un chihuahua pelón.
Mirate al espejo, chihuahua pelón y exrapunzel".
. . . . .
YA VA A VER PRIMERA CITAAAAAAA.
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