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#27 - Hikaru y los cumpleaños.

Le había costado, y mucho, pero al director Jeon era un hombre de negocios que la dejó entrar con tal de que no sepan que era una muy mayor.

Su plan principal era esperar afuera de la preparatoria pero Momo la convenció de adentrarse como alumna para pasar el tiempo siempre juntas, ya que Mina no se querría ir aún cuando llegó con ella.

Había dejado a su madre en Japón, sola, pero ésta la había animado a que buscase a su hermana y la ayude a sanar para poder seguir con su vida. Ya había muchos escenarios en su cabeza de cómo encontrar a su hermana, abrazandola, dándole un golpe, insultando, o dándole un besito porque sabe que la avergüenzan.

Se decide por una pero tiene que pasar por todo el desarrollo de clases porque Mina no estaba por ningún lado. Luego, supone que Mina tiene otra clase diferente a la que le tocó. Hikaru piensa que debió haber extorsionado más al director para que le tocaran mismas clases que Mina.

Mierda — murmura y al parecer muy alto porque dos estudiantes se quedan mirándola raro — Disculpen, ¿hablan japonés? — un dudoso asentimiento de ambas chicas y prosigue — ¿Ustedes son de segundo año? — les preguntó ya que no había alguien más a quien cuestionar.

Sí, ambas lo somos — la más alta le respondió aún mirándola.

Hikaru no sabía muy bien por qué, ni siquiera podían verle la cara ya que se puso un cubrebocas negro para dar su sorpresa a su hermana.

¿Podría preguntar si han visto a una chica básicamente emo? — sonrió debajo del cubrebocas mientras esperaba respuesta. Ambas chicas le apuntaron a un grupito de estudiantes vestidos de negro, maquillados y con piercings en el rostro — Una emo menos notable.

Realmente no conocemos casi a nadie — la otra chica hablo y Hikaru suspiró mirando alrededor.

Mina tendría que verse destacada porque siempre destacó de una manera u otra, pero en ningún lado la puede ver.

¿Eres nueva? — no se dio cuenta que ambas chicas la seguía viendo y se exaltó un poco pero se calmó y asintió tímidamente. Por eso su madre todavía pide comida a domicilio por ella — Bueno, ya es el almuerzo, ¿quieres venir con nosotras? — Hikaru ve alrededor de nuevo, pero la preparatoria es grande.

Se pregunta cómo es que en una preparatoria tan grande se puede extorsionar al director.

Claro, por qué no — aceptó con un poco de nervios al socializar ella sola, recientemente pocas veces ha hecho amigos en Japón y ahora parecía que lograría hacer cercanos.

En la cafetería también busca a su hermana pero por ningún maldito lado la encuentra. Está considerando tener un reencuentro de insultos hacia su hermana porque le hartaba no encontrarla. Ahora sabe lo que sintió su hermana cuando se escondió en la piscina de pelotas y no la encontraban.

Pero esta vez no era divertido.

Ambas chicas le traducen levemente cada cosa y Hikaru se decide por solo unas papas por ahora.

Vamos a ir al patio, ya que hay buen clima — la alta le dijo y Hikaru asintió siguiendolas.

Hasta que se dio cuenta que no sabía sus nombres para nada.

Soy Hikaru, por cierto. Ezaki Hikaru — se presenta mientras caminaban y se sentaban en las bancas de descanso. Había unos cuantos estudiantes más pero una gran mayoría estaba dentro de la cafetería porque sí hacía frío afuera.

Hikaru se refugió en su suéter.

Huening Bahiyyih — dice la alta.

Kim Dayeon — y por último la castaña.

No es por entrometerme mucho, ¿pero a quién estabas buscando? Te veías muy ansiosa por encontrar a alguien — a eso, Hikaru se preguntó si fue muy obvia al mostrar cuán desesperada estaba por encontrar a su alma gemela fraternal.

Mi hermana, la he estado buscando desde que se fue de casa y una amiga me dijo que aquí estaba — dijo con un tono neutro para bajarse el cubrebocas y empezar a comer de las papas que tenía en un pequeño plato. Recordó inmediatamente que podía preguntarle a Momo dónde estaba ahora mismo, y así encontrar a su hermana, pero cuando enciende el celular, se da cuenta que no tiene ninguna clave de internet y no había recargado.

El destino se la estaba poniendo difícil ahora.

— Bonita — Hikaru escucha y le cuesta comprender pero luego se sonroja.

Bahiyyih había dicho en coreano recibiendo un codazo de su amiga por haber dicho aquello.

— ¿Qué? No sabe coreano, de todos modos — se queja para luego ver hacia la japonesa sonrojada que seguía comiendo sin querer prestar mucha atención — Espera, ¿entendiste lo que dije? — pregunto al ver lo tímida que se había puesto la chica.

Mi coreano es muy básico, pero sí — y lo siguiente que pasó fue que Bahiyyih se tapaba entera, jalando los cordones del gorro perteneciente al suéter, y luego se recargó en la banca para ignorar todo.

Probablemente ahora no asistió o algo parecido, ¿no crees? — Dayeon dijo, también ignorando a su amiga avergonzada.

Hikaru lo piensa solo un segundo, pero en ese segundo también piensa que su informante policial (Momo) le hubiera avisado de algo así, así que deben estar por algún lado.

Hikaru negó todavía pensando.

¿En qué recóndito lugar deben estar su hermana y mejor amiga para que no las encuentre? Tal vez estaban jugando con ella, así como un juego para que las encuentre, pero la única que sabe de su viaje es Momo y tiene prohibido decirle a alguien.

¿Pero desde cuándo Momo guarda bien los secretos o sorpresas? Nunca. El único secreto que guarda con su vida es el de Mina, y hasta allí.

Hikaru había quedado en silencio mientras las tres comen. Al parecer, a ninguna le gustaba hablar mientras se come, y la japonesa estaba a gusto con aquello. Hasta se relajaría en aquella banca pero ve un gorro negro que conoce tan bien, y se rige como un perrito atento viendo cómo esa persona va hacia las gradas y se sienta en las más altas junto a algunas chicas más.

Entre ellas, Momo.

¿Saben quién es aquella de negro, la de ese grupo solo? — antes de que le gane la emoción, pregunta para ver qué idea han tenido de su hermana. Si es buena, sería amigas de esas dos. Si es mala, no las quiere en su vida.

— ¿La que está toda tapada? — Hikaru asiente — No la conocemos, pero tiene una reputación de gangster en toda la preparatoria — Dayeon le comenta después de unos segundos.

Hay vídeos donde golpea a muchos chicos pero preferimos no meternos en eso. Esos chicos también eran los más conocidos por aquí de ser riquillos abusadores, así que de lejos nos agrada — Bahiyyih también le dice cuando se le pasa la vergüenza de que Hikaru haya entendido su cumplido.

¿De lejos? — Hijaru cuestionó viendo con ansias hacia su hermana, parecía muy feliz. Pero nada la haría más feliz que la aparición de su hermanita mayor, Hikaru piensa orgullosa.

De cerca todos tienen miedo que te dé un golpe por molestarla, y nosotros no vamos a averiguarlo — Dayeon niega riendo un poco.

Pues yo sí. El que tiene miedo a morir, que no nazca — Hikaru deja las papitas sólo para irse corriendo, sintiendo el frío chocar con su cara, pero el calor de sonrojos que tiene en la cara es suficiente para no sentir el fuerte frío.

Mina estaba tranquilamente bajando de las gradas para tirar las envolturas de unas papas saladas. Pero, el que un cuerpo pequeño se estrelle contra su espalda y unas piernas aprisionen su cadera, es suficiente para alertar todos los peligros de su cabeza.

En un movimiento rápido, lleva su mano hacia atrás y toma a quien sea de la camisa para tirarlo al suelo y subirse encima. Su puño se alzó y estaba a la mitad del trayecto cuando ve esa sonrisa y su puño se detiene con un temblor por el esfuerzo de pararlo.

Momo de lejos había visto a Hikaru pero no había pensado que ésta correría y se lanzaría hacia Mina como un mono queriendo derribarla.

Mina tembló e incrédula, con sus dos manos, tomó a su hermana de la camisa para verla de cerca.

— ¿Cómo es que estás aquí? — preguntó incrédula, sacudiendo a su hermana para que le responda. La risa de la mayor la hace reír igual — Maldito duende, ¿cómo supiste dónde estaba? — volvió a preguntar para ahora abrazar a su hermana, dándose cuenta que ésta no la entendió porque Hikaru solo hablaba japonés — Te extrañé, duende — esta vez Hikaru la entendió y la empujó enojada.

Momo les tiró fuertemente una papa, dándole a Hikaru en la mejilla.

¡¿Y yo qué, mal agradecida?! — Momo les dijo a ambas haciendo que se separaran y Hikaru se burlara sacándole la lengua y riendo — ¡Te hubiera dejado buscando respuestas en Japón, maldita! — le devolvió el gesto al sentirse ofendida.

— ¿Momo? — la vocecita suave de Sana atrajo la atención de la ofendida japonesa, quien sonrió a las demás las cuales habían parado el almuerzo para ver el escándalo.

— Oh. Ella es Ezaki Hikaru, hermana de Mina. No sabe coreano, así que posiblemente no les entienda ni un cuarto de lo que hablen — la mencionada volteó al escuchar su nombre pero no supo nada de lo demás — Le puedo decir insultos sin que me entienda, genial — comentó para  luego dirigirse a Hikaru — Hikaru di 'Soy un duende'

— ¿Soy un duembe? — la mayor quiso decir pero a la burla de Momo supo que lo dijo mal o era un insulto para sí misma.

Momo sabía que era ambas.

Ahora di 'Momo el amor de mi vida' — intentó pero Hikaru no le seguiría el juego

Momo jode un montón — Momo se indignó falsamente y le aventó otra papá para luego ya mejor comérselas antes de que le tire la bandeja entera a Hikaru.

Mientras las demás seguían en lo suyo, menos Dahyun que parecía muy curiosa de la nueva persona, Mina subió de nuevo a las gradas de arriba pero la diferencia que Hikaru iba de la mano agarrada con ella, como una niña siendo guiada.

Quita tus pies, perra — Hikaru ordenó cuando Mina se había cruzado de piernas en el asiento. Sana que entendió se sobresaltó un poco por el insulto, pero Momo rió — Me vas a tener que soportar porque voy a convertirme en un chicle — avisó un segundo antes de que se sentara encima de Mina y se aferrara a ella con los brazos — De ahora en adelante, soy parte de ti — dijo fingiendo una voz ronca — Si vas a comer, yo también. Si te vas a bañar, nos vamos a bañar. Si vas a follar, ni modo, nos follan a las dos — recibió un fuerte golpe en su espalda de la pesada mano de Mina.

¡Deja de ser tan puerca! Tú y Momo son iguales — Mina dijo pero aún así rió viendo como Sana se aguantaba la risa porque tenía comida en las mejillas.

¿Yo qué? — Momo salió en su defensiva.

¿Tú le dijiste que yo estaba aquí, verdad? — a la pregunta de Mina, Momo quedó con la boca abierta buscando una respuesta que no reciba un gran golpe de Mina.

Sí, ella fue, Mina. Dale su santo entierro — Hikaru acusó, enfurecida repentinamente con Momo, sin ninguna razón.

¡Ella me lo pidió toda la semana anterior! Estaba tranquila viendo mi celular y cada notificación que llegaba era de Hikaru queriendo saber dónde estabas para pasar tu cumpleaños contigo — Momo se explicó antes de que Mina tome la decisión de, de verdad, enterrarla.

Pero estamos en enero, mi cumpleaños es en marzo.

Creí que tardaría más en sacarle información a Momo, así que preferiría hacerla hablar tiempo antes — Hikaru se encogió de hombros, aferrándose más a su hermana para luego ver a una persona más detrás de Mina — ¿Y por qué están con tantas personas? — preguntó viendo a las demás, aunque estas ya estaban en sus propios asuntos.

Jihyo y Nayeon estaban discutiendo algo serio entre ellas, Jeongyeon probablemente esté viendo una película de terror en su teléfono (se le nota la carita de felicidad), mientras que Tzuyu y Chaeyoung parecían muy distantes de las demás, solo hablando entre ellas y observando algo en el teléfono de Chaeyoung.

Sana y Dahyun eran las únicas más interesadas en la plática de el trío japonés, pero mientras Sana no lo disimula, Dahyun hace como si estuviera comiendo pero tira miradas una que otra vez.

Tenemos vida social, Hikaru — la mencionada se retira de Mina al escuchar eso por parte de Momo.

¿Cómo ustedes dos, las personas más distantes que he conocido, tienes tantas amigas? — Mina solo se encogió de hombros y Momo le dijo el nombre de todas para que las conociera, hasta que llegó a presentar a Sana.

Ella es Sana, ella sí nos entiende porque es japonesa, y es también mejor amiga de Mina — a Hikaru se le borró la sonrisa al escuchar eso.

¿Por qué me dejaron decir estupideces cuando alguien más las entiende? — renegó por un momento para luego tener una gran sonrisa hacia Sana — Bueno, soy Hikaru y desde ahora soy la niñera de Mina — extendió su mano que fue tomada tímidamente por Sana.

¿Eres la mayor? — Sana preguntó con una expresión confundida. Momo se soltó en risa al ver el rostro enojado de Hikaru.

¿¡Por qué siempre me tienen que preguntar eso!? — Hikaru exclamó queriendo callar a Momo a golpes, aunque bien sabía que Momo la acabaría si entraban en pelea física.

Hikaru, lo único que tienes de mayor es la edad, pero estás bien chiquita — Momo hizo una pinza con los dedos, burlándose.

— ¿Cuándo cumples años, Mina? — Sana interrumpió la pelea que se formaría, formulando la pregunta en coreano porque era una duda que había discutido un momento con Dahyun hace algunos días. Esa una duda que se recordó desde que Momo había explicado la aparición de Ezaki Hikaru.

— En marzo, veinticuatro — respondió encogiéndose de hombros, no le importaba mucho su cumpleaños realmente.

En esas fechas era el aniversario de su tragedia. Por la mirada perdida, Momo estaba pensando en lo mismo.

— Eso me recuerda a que el cumpleaños de Jihyo es el uno de febrero — Tzuyu comentó viendo como la perfeccionista mayor las veía ahora que la atención estaba en ella — ¿Dónde festejarás tu cumpleaños, Jihyo? — la mayor se quedó callada pensando y negó.

— No pensaba festejarlo, ningún lugar me convence lo suficiente más que mi propia habitación y es muy pequeña para algo así — parecía no importarle mucho, pero como todas sabían que tendría dieciocho años, no dejarían de lado que no se festejara.

Y Momo fue la primera que tuvo ese brillo malicioso y emocionado de ideas en sus ojos.

— ¡Que sea en la casa de Mina! ¡Estoy segura que es perfecta! ¡Con lo perfeccionista que eres, queda muy bien! — de inmediato saltó de su asiento para ponerse en otro, estaba cuidando que Mina no le de una patada en su bello rostro — ¡Sana te lo puede confirmar! — y el asentimiento de la japonesa menor fue efusivo.

Había ido a esa casa y, como dijo Momo, era un total paraíso. Todo el exterior de la casa expresaba que dentro era un lugar perfecto, y no era una fachada, era una realidad.

— ¿No creen que tienen que preguntarle primero a la dueña de la casa? — Chaeyoung cuestionó notando lo quieta que Mina estaba viendo hacia Momo. No sabían qué mirada le daba, pero estaban seguras que no era una de cariño y amor — Aparte que Jihyo no parece muy entusiasmada — la mencionada se exaltó y negó.

— Estaba pensando... Todos mis cumpleaños han sido un poco... feos — a eso, Jeongyeon rió recordando el anterior; Jihyo terminó congelada del frío al aventarla a una piscina — No estoy muy segura que un lugar desconocido sea buena idea — Momo se calló un momento, pensando.

— Mi casa es descrita como perfecta porque lo es — Mina de repente habló — Fue una herencia y realmente quien me la dio era como tú o incluso paranoico — eso sí pareció cambiar la duda en el rostro de Jihyo — Por lo mismo, imperfecciones de las que tú buscas, no tiene.

Momo ya sabía que Mina aceptaría.

Y Mina pensaba que en cualquier momento la correría de la casa solo por hacerle siempre la de presión social.

— Entonces... por qué no.

Mina tenía muchas razones, y ninguna pudo decirla.

Dahyun le tenía muchas preguntas, pero tampoco pudo formular alguna palabra.

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