Claro que sería un día difícil.

Después de terminar la película uno de Terrifier que era mas tortura y sangre que otra cosa, todas platicaban animadamente sobre la película. Se burlaban de las veces que Nayeon devolvía lo que comía por el retrete, y de las veces que Jihyo daba potentes gritos en cada escena de miedo.

— ¿Vemos la dos? — Jeongyeon propuso, entusiasmada de compartir con sus amigas. Pero por más tierno que fuera ver a Jeongyeon emocionada, ninguna (exceptuando Momo) le cedería el capricho a Yoo.

— ¡No! — el grito resonó en la sala, tapando el '¡Sí!' de Momo.

Jeongyeon rió en alto.

— Tengo que admitir que es interesante y me da curiosidad lo qué es realmente ese payaso, pero no quiero ver explícitamente cómo torturan, asesinan, despedazan y se comen a personas, ¿sabes? — Tzuyu habló por todas, negando una y otra vez mientras tomaba de una lata de refresco.

— Bueno, no es para todas — Jeongyeon comentó solo para molestar.

Y lo logró porque todas empezaron a quejarse de que no era porque eran débiles, sino porque cualquier ser humano normal tendría disgusto por ese tipo de escenas. Jeongyeon no opina igual, ocasionando una pelea pequeña.

Sana en medio del pequeño caos, donde ella sonreía hacia Tzuyu porque se veía linda abultando los labios enojada, pudo lograr escuchar el timbre sonar junto a golpes en la puerta.

— Oigan, la puerta... — dijo intentando que notaran lo mismo que ellaz pero ninguna le prestó atención.

Estaba acostumbrada a ser ignorada desde hace un tiempo, así que no le tomó importancia, ya que también es conciente que su voz había sonado como un murmullo casi inaudible. Era obviamente imposible que lograran escucharla.

Se encogió de hombros para levantarse e ir ella a ver quién daba toques tan fuertes a la puerta y tocaba repetidas veces el timbre.

— Oigan, ¿y Sana? — cuando desapareció, Momo notó su ausencia, ocasionando un silencio en la sala.

— Yo la tenía a mi lado — Tzuyu dijo desconcertada.

Sana abría la puerta, con timidez, y su buen humor se esfumó al ver a una Mina empapada y como un zombie allí parada, con cubrebocas y lentes pero sin gorro y sus cabellos estaban lisos hacia bajo por lo mojado. Su ropa estaba completamente mojada, mientras se tambaleaba levemente entre sus propios pies.

— Lo siento, se me olvidó que tenía que v-venir — Mina formuló, cayendo estrepitosamente en sus rodillas mientras Sana la tomó de por debajo de las axilas, extremadamente preocupada y alterada.

— ¡Momo! — el grupo en la sala se preocupó de inmediato por el llamado, pero Momo fue al primera en reaccionar en ir a la puerta, sin pensarlo en ayudar a Sana cargando a una empapada Mina hacia dentro.

Jeongyeon cerrando la puerta después de que Momo la haya metido dentro del techo.

El piso se mojaba por cada paso que daba Momo ya que una Mina en brazos goteaba por todo su cuerpo.

— ¿Pero qué sucedió? — preguntaban las demás, que se quedaron en la sala para no hacer mucho tumulto.

Jeongyeon rápidamente guió a Momo a una habitación donde podía recostar a Mina, pero la japonesa mayor solo pudo dejarla en el suelo, quitándole los lentes, el cubrebocas y tocando su rostro, notandolo exageradamente caliente.

— ¿Fiebre? — Momo murmuró incrédula, pues Mina estaba perfectamente bien hace unas horas. Tal vez pasó algo grande como para que tenga fiebre avanzada — Sana, ¿puedes cuidar a Mina mientras traigo algunas cosas para su fiebre? — Sana asiente y Momo solo desaparece, yéndose rápidamente fuera de la casa, sin importarle que esté deluviando. Mina estaba muy enferma, no era momento para preocuparse por mojarse con una lluvia.

Jeongyeon queda un momento pasmada, viendo el rostro de Mina, notando inevitablemente que es linda. Nunca la había imaginado de alguna manera más que con rasgos japoneses pero era linda, y rápidamente salió de pensamientos para ir con las demás.

— ¿Está Sharon bien? — la primera en preguntar, cómo no, era Dahyun. Todas las demás solo parecían genuinamente preocupadas pero no tan ansiosas como Dahyun.

— Se mojó con la lluvia. Tiene fiebre alta, pero sí, creo que está bien — Jeongyeon respondió — Es mejor que no entren. Pongan algo en el televisor. Yo iré por algunas cosas, no te preocupes tanto, solo pongan algo animado — dijo rápidamente para ir por algunas cosas hacia la cocina.

Tzuyu sin hacerle mucho caso fue a la habitación y entró, cerrando la puerta detrás de ella. Por más que su mente le diga que no, sus inseguridas actúan solas y le dicen que no puede dejar a Sana sola con Mina, le era imposible. Las demás la vieron y se miraron entre sí, quedando de acuerdo en quedarse allí para no hacer más caos.

Sana estaba allí dentro, en el suelo mientras intentaba que Mina se quitara las prendas mojadas para ayudarle con su fiebre, más Mina no ayudaba.

Tenía fiebre, pero estaba un poco consciente. No quería que vieran sus cicatrices, por más que Sana ya haya visto algunas.

— No, no — murmuraba retorciéndose en el suelo, para que Sana no le quitara ni siquiera el suéter mojado.

— Mina, estás enferma. Esto no ayuda — Sana trataba de convencerla, pero los traumas de Mina no la dejaban.

— ¿Qué estaba pasando? — y la voz de Tzuyu tampoco ayudó, porque una voz desconocida para Mina significaba 'Miradas prejuiciosas'. Sana se exaltó de inmediato, sabiendo lo que pasaría.

— Tzuyu, necesito que salgas y traigas a Jeongyeon con las cosas — Tzuyu miró a Sana sin querer realmente dejarla sola pero la mirada insistente de Sana la terminó de convencer. Con la taiwanesa afuera, Mina todavía seguía temblorosa y negativa — Mina, soy Sana. No importa tus cicatrices, solo quiero ayudarte, por favor — rogó casi al punto del llanto por la frustración, logrando tener la atención de Mina por un momento.

— Yo me cambio. Tráe un cambio de ropa — Sana pudo sonreír un poco, ayudando a Mina a llegar al baño. Mina solo se quedó en el suelo del baño, viendo como Sana salía a paso apresurado.

Se había ido temprano al apartamento de Kang, queriendo liberarse del peso que sentía, pero la alarma de la reunión importante en casa de Yoo la hizo despertar un poco, no lo suficiente por lo que tardó como una hora y media en reaccionar completamente a que necesitaba irse. Aparte de sentirse ya un poco con dolores de cabeza, la lluvia la hizo enfermar en el camino. Todo un camino extenso, con ropas mojadas, con frío, temblores, dolores de cabeza, labios temblando, peso en su cuerpo, y un gran malestar de una fiebre que avanzó muchísimo en el transcurso.

Ahora estaba allí, cambiándose con la ropa que Sana le dio por la abertura pequeña de la puerta.

¿Cómo se sentía? Como una mierda.

Minutos después llega Momo, quien gastó el poco dinero que tenía en pastillas, un poco de dulces para sí misma, y algunos pegatinas de pingüinos para alegrar a Mina de su dolor.

Con una Mina más calmada, tapada con sábanas hasta la nariz para tapar su rostro, y con pastillas haciendo efecto en su cuerpo, la situación puede calmarse un poco, y Jeongyeon invita a Mina a que vaya a su habitación para estar todas juntas, ya que los síntomas han parado un poco.

Ya en la habitación, Mina está sentada en la cama con la espalda en la pared, con cubrebocas, y con la vista en las chicas que animadamente hablaban entre ellas. Le hacía feliz solo ver a Sana y Momo estando alegres entre más personas, aún cuando a Momo ya la ha visto socializar con otras personas más libremente.

— Oye, sin ofender, pero siento como si un fantasma me observara a cada rato — Chaeyoung era quien hablaba despreocupada hacia Mina, logrando que ésta estuviera cómoda, ya que le hablaba más amigable — ¿No quieres venir aquí? — mientras que Mina estaba en una esquina de la cama, las demás estaban en sillones o en el suelo con mantas mientras jugaban a un juego de mesa donde peleaban a cada momento.

Mina solo negó con la cabeza, sonriendo sin que puedan ver su gomosa sonrisa por culpa de la mascarilla.

— Oh, traje algo para ti, Minari — Momo de repente se levantó, buscando en el bolsillo donde guardó las pegatinas. También se había cambiado de prendas ya que había empapado su propia ropa y ahora ambos cambios de ropa estaban en la lavadora — Tal vez apenas así, te animas más — comentó sacando la hoja llena de calcomanías de pingüinos que Mina de inmediato quiso arrebatar — Eh, eh, eh, cálmate — ordenó alejando la hoja.

— ¿Qué es? — Chaeyoung preguntó con curiosidad.

— Son pegatinas, ¡pero no cualquier tipo de pegatinas!, son de pingüinos, y a Mina le encantan — y de ahí sonó un pequeño gruñidito disconforme, proveniente de Mina quien quería ya la hoja para verificar que las pegatinas sean de calidad — Mira. Mira. Mira — Momo se burlaba de Mina, acercando la hoja y alejándola cada que Mina quería tomarla.

— Puta — Mina soltó sin pensarlo mucho, ocasionando la risa de las demás por el rostro indignado de Momo.

— ¡Ya te he dicho que no me llames así, Myoui Miyawaki Ezaki! — Momo la miró fulminante.

— Entonces damela — Mina demandó queriendo tener ya en sus manos aquellas pegatinas.

Mina era como una niña manipuladora cuando se le proponía.

— Ten, mal agradecida — Momo insultó dándole la hoja, la cual Mina tomó emocionada, levantándose para pararse en el colchón como si eso le ayudara a admirar con mayor claridad las coloridas calcomanías

Pasó su mano, rozando con sus dedos las pegatinas para mirarlas por un largo rato, sin notar que la miraban esperando algo de ella, tal vez una reacción, pero Mina estaba tan concentrada en ver los pingüinitos haciendo diferentes cosas.

— ¿Ni un 'Gracias', Cristo? — Momo se exasperó por la mala educación de su mejor amiga.

Mina no dijo nada, solo sonrió debajo de la mascarilla mientras despegaba una pegatina y la pegaba con fuerza en la frente de Momo, quien se quejó porque a de cuenta que Mina le pegó una bofetada.

— ¡Mina! — la mencionada solo soltó una risita culpable, estaba de buen humor.

Momo despegó la pegatina de su frente y la miró, dándose cuenta que era un pingüino comiendo ramen, con una carita feliz y satisfecha mientras se notaba gordito y de mejillas regordetas. Era tierno, así que Momo dejó pasar su enojo, y sonrió enternecida.

— Sana, ven aquí — la mencionada se acercó hacia Mina, con una Tzuyu, de brazos cruzados y ceño fruncido, que la acompañaba detrás. Mina sin importarle Chou, despegó una calcomanía y la pegó en la nariz de Sana.

Sana también la despegó y la miró notando que era un pingüino caricaturesco, con una armadura y una espada dando a entender que era un tipo caballero o guerrero.

— Creo que sabes qué quiero dar a entender — Mina le dijo y Sana asintió pegando, con más firmeza, la calcomanía en su nariz de nuevo.

Mina miró detrás de Sana, notando a una Tzuyu molesta de ceño fruncido y brazos cruzados. Le vino una idea linda y sonrió para sí misma, retando a Chou a una guerra de miradas.

Solo se puso una pequeña tensión en la habitación hasta que Mina desvió la mirada a las pegatinas, despegando una y inclinándose para pegar, con su dedito índice, la calcomanía en la mejilla de Tzuyu, sorprendiendola por la acción, y desconcertandola porque las demás rieron.

Sana despegó y le mostró la pegatina. Era un pingüino grande enojado, de alitas cruzadas, ceño fruncido, y su piquito muy abultado demostrando como un mohin. Tzuyu se sonrojó al verlo, más cuando Sana volvió a pegar la calcomanía en su mejilla.

— Queda muy bien contigo ahora mismo, chica ruda — Mina se burló un poco, riendo solo para mirar a Chaeyoung quien reía de Tzuyu — Y este contigo, ambos son enanitos — Mina mostró una calcomanía de un pingüino bebé parado.

— Ya no da risa — a lo dicho por una Chaeyoung seria, las demás rieron.

Así con todas, dándoles una calcomanía.

A Jihyo y Nayeon les dio una que compartirían, porque era una sola con dos pingüinos tomados de las alas, con una sonrisa y con corazones a su alrededor. Ambas solo rieron sonrrojadas ya que apenas estaban teniendo citas, y al parecer Mina notó que se miraban de manera diferente entre ellas.

— No sé si son pareja, pero ustedes no se ven como las amistades lo harían. Se ven más como Sana y Tzuyu — y ahí hubo dos parejas sonrrojadas y riendo para evitar vergüenza de que ninguna eran pareja todavía.

En el turno de Jeongyeon, Mina miró a su alrededor, donde había dagas y cuchillos en estantes con vitrinas delgadas y pegadas a la pared. Le dio a Yoo una pegatina de pingüino con una máscara del famoso personaje de Masacre En Texas. El pingüino tenía la máscara, el mantel, y, en igual de una motosierra, era una cuchillo como de juguete, como si el pingüino se vistiera para pedir dulces en Halloween, ya que también tenía en una mano un bote en forma de calabaza.

— Tú creo que das más miedo que Momo — Mina comentó, dándole la calcomanía en la mano a Jeongyeon.

— ¿Por qué Momo daría miedo? — Jeongyeon preguntó, mirando el caricaturesco pingüino.

— Es Momo — Mina obvió.

A la última que quedaba era a Dahyun, quien se decepcionó un poco al ver a Mina romper la pegatina frente a ella, pero Mina le dio una mitad, quedándose con la otra mitad.

— No creo ser tan discreta, ¿sabes? — Dahyun se confundió intentando procesar un poco, mientras veía la mitad de la calcomanía en su mano — Lenta — fue lo que Mina comentó para luego irse a la cama y quedarse en una orilla viendo las pegatinas que la quedaron.

Momo la miró incrédula un rato hasta reír y luego seguir jugando con las demás. Momo sabía que Mina solo estaba así por la fiebre, porque en otro momento, Mina solo ignoraría a todas o se marcharía de ahí.

Solo Dahyun se quedó fuera del juego mientras pensaba. La mitad de su pegatina tenía a un pingüino feliz, con la alita extendida a, donde Dahyun supone, es la otra mitad. ¿Pero qué contenía la otra mitad? Dahyun miró a Mina con curiosidad.

Solo pudo sonreír porque Mina tenía la otra mirad pegada en la frente, donde había otro pingüino feliz, con la alita extendida hacia la mitad que faltaba, la que Dahyun tenía pegada en la mejilla.

Eso estaba... ¿bien?

Sí, se sentía muy bien.

. . . . .

Esta parte es más como un extra, pero aún así quise subir algo ya que he tardado un poco

La relación MIHYUN poco a poco se hace más cercana ;).