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#02 - Libreta de opciones.

Hyunjin no era su primo de sangre, más bien, no compartían nada en común.

Exceptuando que el tío de Hyunjin, Mark, era padrastro de Dahyun.

Dahyun solo recuerda que a sus cinco años, su madre dejó a su padre biológico porque él empezó a meterse en el alcohol y en los negocios peligrosos con gente poderosa.

Así que ella y su madre se fueron a vivir lejos de él, más específicamente a la cuidad vecina porque no tenían el dinero para irse más lejos.

A los siete años, la noticia de que su padre biológico murió no le fue mucha sorpresa, aunque sí le entristeció, ya que a su edad, perder a un progenitor debía ser triste.

Solo a los diez años cumplidos de Dahyun fue que su madre encontró el amor con un hombre de la ciudad, un trabajador y comprensivo hombre que estuvo dispuesto a ver a Dahyun como su propia hija aún cuando esta lo miraba desde la ventana con adorable amenaza y sospecha.

Es que, que un hombre acompañará a su madre siempre y la despidiera con un beso en la mejilla le era sospechoso. Muy, muy, muy sospechoso.

Hasta que le dijeron que estaban saliendo. Como en un año ya estaban viviendo juntos, como una familia.

Este hombre tenía sus familiares, como tres hermanas y cinco hermanos (no de sangre, porque Mark era adoptado), realmente muchos, pero quien destacó más entre todos, y no por buena actitud, fue la mujer Hwang, hermana. Dahyun piensa que de tal palo tal astilla, pues su hijo Hyunjin salió igual a ella.

La mujer, en cuanto la vio de pequeña, parecía tenerle disgusto, aunque Dahyun mayormente la ignoraba y seguía feliz junto a su nuevo papá, sin importarle mucho que a alguien le guste o no.

Hasta ahora, seguía así.

Pero no quería problemas con aquella mujer, así que no sabía cómo parar las burlas y el comportamiento tan insoportable de su primo, ya que la preparatoria no le haría mucha atención a la situación, al ser Hwang Hyunjin un estudiante de último año adinerado que daba amenazas contra todo aquel que demuestre estar en su contra.

Hablar con la mujer para parar el comportamiento de su hijo, no era una opción.

Meterse a recibir un golpe, tampoco lo era, ya que seguramente Hyunjin le diría a su madre y sería el problema igual con aquella mujer que parece odiarla.

Hablar con Hyunjin... No. Ya lo intentó antes, y recibió una burla y mucho sarcasmo en la cara junto a risas por parte de él y sus amigos.

Hablar con su padre... No. No quería que su padrastro tenga problemas con su hermana, ni tampoco quería molestarlo cuando todavía está en unas vacaciones de su trabajo.

Hablar con su madre. Una opción viable pero Dahyun cree que no se podrá hacer tampoco. Su madre le diría a su padre y así.

Ya tachó toda su libreta que tenía opciones, y ninguna era realmente buena para tomarla.

Era sábado, día perfecto para reunirse con sus amigas y tal vez despejarse de la situación, pero mientras que Tzuyu está ayudando a su padre, Chaeyoung está haciendo tarea. Nayeon probablemente hacía de modelo con su padre ese día, como casi todos sus días libres.

Tal vez se podría con Jihyo pero siempre está estudiando y se queja cuando la interrumpen en sus lecturas entretenidas.

Jeongyeon... Con Jeongyeon era buena idea.

Yoo Jeongyeon siempre usa los sábados para salir con su familia pero esta semana dijo que no tendría mucho qué hacer y quejó un poco por ello por el grupo de WhatsApp que Chaeyoung había creado hace ya mucho tiempo.

Hablando un poco de Chaeyoung, esta parecía que SIEMPRE la pasaba en el celular, pues a cada rato enviaba vídeos de todo y cada cosa que le parecía graciosa. Dahyun podía entretenerse con los mil mensajes que tenía de ese grupo, pero ahora quería salir con Jeongyeon.

Y así, terminó silenciando el grupo un rato y yendo a la casa de Yoo cuando esta le dijo que podían ver alguna película o burlarse de Nayeon por llamada ya que Im siempre parecía estar dispuesta a pelearse por lo más mínimo, aún cuando estaba en la empresa de su padre.

— Mi familia no está porque sí decidieron salir sin mí, dijeron que la anterior vez que fui a la playa solo me quedé con una quemadura en la espalda y una reacción alérgica a los mariscos que habían en una marisquería cerca — fue lo primero que escuchó de Jeongyeon cuando llegó a su casa con una bolsa llena de cosas que podían comer — ¡Y me dejaron con una mísera sopa instantánea! Estoy segura que fue mi hermana.

— Traje comida — Dahyun comentó al escucharla.

— ¡Por algo se te quiere mucho, Dahyun! — el semblante quejoso de Jeongyeon cambió repentinamente a uno feliz, mientras sus manos ya se encargaban de buscar entre las bolsas.

Dahyun entendía un poco porque a sus amigas les asustó Jeongyeon al principio, pues aunque era sonriente y parecía inocente con esa sonrisa, su habitación estaba con estantes con libros de novelas, cuentos, o historias de terror. Yoo siempre contaba cómo desde pequeña le fascinaba todo lo relacionado con el terror, desde que a sus cinco años pedía muñecos e inventaba historias de terror con ellos.

También inventaba finales terroríficos a los cuentos infantiles, traumando o perturbando más de una vez a su hermana.

O también que sus padres la llevaron al psicólogo por ello.

Le gustaban las colecciones de dagas o cuchillos, y aunque fue raro al principio, sus padres la dejaron porque todo examen psicológico o terapéutico salía que estaba bien, con una mente muy normal solo que con gustos diferentes y un poco cuestionables.

Por algo le tenían miedo pero Jeongyeon era muy buena amiga y compañía, con gustos peculiares sobre películas de terror o documentales de asesinos seriales, pero buena amiga y compañía al fin y al cabo.

Como en medio de la película que Jeongyeon pausó la película solo para explicarle lo que Dahyun no entendía muy bien, es que, que estuviera en idioma japonés y tenía que ponerle otro ojo en los subtítulos no le ayudaba muy bien, pero Jeongyeon dijo que si cambiaba el idioma se traducía raro, lo describió como uno 'menos mejor'.

Dahyun no la entendía muy bien pero el lado bueno es que Jeongyeon parecía divertirse con su cara confundida o mortificada cuando habían escenas un tanto elevadas de explícito.

— Se me hace extraño que entre los idiomas que sabes, ninguno es japonés — Jeongyeon comentó, ya que Dahyun sabía variados idiomas por causa de que su madre la llevaba a clases y Dahyun le gustaba aprenderlos. Coreano, tailandés, e inglés, son los que Dahyun puede hablar con claridad.

— Mi mamá tiene un resentimiento con Japón, creo que porque mi progenitor biológico había nacido en Japón y como era un abusador, pues no quiso tener ninguna relación ni siquiera con su nacionalidad — era extraño para Dahyun, pues no encontraba nada de malo en aquello, pero su madre debe tener sus razones.

Recuerda que a sus recién dieciséis años le pidió que la inscribiera en clases de japonés pero su madre se negó de inmediato, diciendo que sería algún otro idioma menos ese.

Dahyun no preguntó y aunque ya pasara un año, seguía queriendo aprenderlo. Y ahora que recuerda, no ha aprendido ningún otro desde eso, nunca se decidió por otro.

— Bueno. De igual manera te acostumbras a los subtítulos con el tiempo — Jeongyeon dijo, llevando su atención de nuevo a la gran pantalla. Estaban acostadas en la cama, y aúnque a Dahyun le inquietaba un poco esa habitación, se sentía tan fresco que le fue inevitable acomodarse y dormitar hasta caer en un sueño.

Un sueño del que despertó por una pesadilla porque los gritos de terror que resonaban por la película influenciaban en su cerebro. Suspiró y ahora estaba mucho más perdida, pues Jeongyeon ni siquiera estaba a su lado y la película seguía reproduciéndose en una escena desconocida para Dahyun.

Ya un ruido en el baño, así como la asustó, la tranquilizó ya que seguramente Jeongyeon estaba allí hace poco.

Una escena sangrienta la recibió cuando volteó su cara al televisor, y prefirió tomar la cobija, tapar hasta su cara y quedarse allí. Ver las escenas a solas le era más aterrador que antes.

¡Pero ey!, ya no estaba concentrada en la culpabilidad que tenía por haber dejado que Hyunjin le hiciera humillaciones a Sana, pero ahora estaba concentrada en no temblar porque no quería risas de Jeongyeon cuando esta llegara.

Aúnque sí tembló cuando Jeongyeon llegó por la puerta de la habitación y no por la del baño.

Ahora tenía ganas, y miedo, de ir al baño.

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