Capítulo 8
Tomé otro sorbo de mi batido mientras caminaba observando las diferentes tiendas en este centro comercial. Realmemte esta manada tenía gran variedad de cosas y muy hermosas. Jacob iba a mi lado, siguiendo mis pasos con otro batido en mano.
-Si algo te interesa solo tienes que decirlo -comenta sonriendo.
Lo miré un segundo con sorpresa y emoción, pero volteé la vista a lo demás. Su Beta y Delta, James y Travis, caminaban tras nosotros con algunas cosas que sí me hicieron comprar porque vieron que me llamó la atención. Su presencia me ponía algo nerviosa, en realidad, pero no iba a decir nada. No me molestaban, solo no estaba acostumbrada a tener a quienes me sigan para ver que no me pase nada malo.
-Oye -murmuré girando hacia una tienda de golosinas.
Las había probado pocas veces, cuando era niña, luego nunca más volví a tocar una. Habían tantas... se veían tan deliciosas y dulces, me giré con intenciones de pedirle al menos una a Jacob pero al momento de verlo me sentí apenada y avergonzada. Ya estoy grande para dulces, creo...
-¿Pasa algo? -pregunta él.
-No, nada.
Iba a salir del lugar cuando vi de reojo aquella bolsa de dulces que sí había podido probar a escondidas de mis tíos. Aún podía recordar su sabor, era realmente delicioso.
-Puedes agarrarlo, no te preocupes -comenta Jacob.
-¿Sí?
Asiente en respuesta, suspiré y me animé a agarrar una bolsa pero dudé... agarré otra con rapidez y un poco de vergüenza. Escuché la leve risa de alguien y cuando volteé noté que las chicas del mostrador, junto a James y Travis reían enternecidos mientras que Jacob sonreía un poco más. Mis mejillas se sonrojaron pero Jacob fue a pagar las golosinas.
Abrí una estando afuera y cuando las probé fue como recordar el momento exacto de cuando las probé por primera vez. Sonreí leve por aquel recuerdo antes de seguir comiendo; nos alejamos de esa tienda y seguimos caminando.
-Chris... Ahora que estás más tranquila... -Jacob se coloca a mi lado- ¿Me dirás que sucedió?
Resoplé sin ánimos pero asentí, terminé una bolsa y la tiré en el basurero más cercano.
-Pues, no hay mucho detalle en realidad... -empecé-. Mi manada me odia, no sé porqué... creo que tiene que ver con algo que hicieron mis padres que ellos consideraron traición, y la están pagando conmigo.
-¿Ha sido así siempre?
Traté de recordar algún momento en que no fuera así, pero tristemente no pude recordar. Asentí suspirando y abriendo la otra bolsa de dulces.
-Sí, siempre.
-¿Y ellos... te han desterrado?
-En realidad no, yo me fui. Luego de transformarme solo recuerdo que mis tíos me encerraron porque Lika lastimó a alguien que me estaba molestando -hice una mueca al recordar los latigazos del Alpha.
-Y en todo ese tiempo... ¿El Alpha no hizo nada?
Solté una risa amarga y dolida antes de mirarlo, él parece sorprenderse por eso.
-Él me mandó a azotar antes de que mis tíos me encerraran. A él tampoco le importo.
Jacob se detiene en seco mientras me mira al igual que a su Beta y Delta. Los tres estaban sorprendidos pero Jacob también estaba muy molesto, era la primera vez que alguien se molestaba con quienes me trataban mal y no les daban la razón a ellos.
-¿Podemos dejar el tema por hoy...? No me siento cómoda hablando de eso, menos en un lugar público -mencioné apartando la mirada.
Jacob resopla y vuelve a mi lado para apoyar su brazo sobre mis hombros y sonreírme cálidamente.
-Está bien.
Volvimos a caminar hasta salir del centro comercial. Fuimos hasta el auto y nos llevaron a la casa del Alpha. Miraba por la ventana en silencio, por nuestra charla fue inevitable recordar todo lo que pasé en esa manada.
Apreté mi mano sobre mi regazo mientras intentaba no sollozar porque... era realmente triste y doloroso recordarlos. Vi entonces el reflejo de Jacob mirando hacia mí por lo que rápidamente me sequé las lágrimas y volví a concentrarme en la carretera. Solté un suspiro profundo y solo esperé hasta llegar a la casa donde me bajé del auto y miré esta.
Era muy grande y hermosa, me gustaba la decoración de los jardines y lo moderno de la casa. Me sobresalté un poco al sentir una mano tomarme por la cintura y al mirar a Jacob él me sonreía para animarme a pasar. Lo seguí hasta adentro de la casa donde nos resivieron algunos miembros del servicio.
-Buenos días, Alpha -saludan sonriendo con una reverencia.
-Hola a todos. Les quiero presentar a Christina, su Luna. Desde ahora quiero que la traten de la misma forma que a mí.
-No se preocupe, Alpha. Lo haremos.
Ellos me miran y sonríen amablemente, me sentía algo nerviosa y tímida por lo que instintivamente me agarré a la remera de Jacob quien me mira sonriendo.
-Te mostraré la habitación.
Jacob me hace dar vuelta y caminar hasta las escaleras, algunas de las chicas empezaron a murmuran y reír leve pero por lo que podía oír no era nada malo... sorprendentemente. Dejé de escucharlas cuando llegamos a un pasillo muy amplio con varias habitaciones pero no fue difícil saber cuál era la de Jacob.
-Pedí que trajeran todo lo que podrías necesitar, pero si falta algo puedes decirlo.
Miré el lugar, todo era tan nuevo para mí... Las vistas que tenía desde la ventana, que realmente era una hermosa ventana... Por un momento me puse a comparar todo esto con mi vieja vida, realmente no podía creer esto. Pasé de dormir en una vieja cama que rechina con el más mínimo movimiento hasta casi desplomarse... a esto.
Jacob se acerca por detrás y me abraza sorpresivamente. No dije nada y tampoco me aparté, me sentía bien cuando me abrazaba.
-Quiero darte lo mejor para que olvides todo por lo que has pasado. De solo imaginarlo... no puedo tolerarlo.
Yo me di vuelta entre sus brazos y lo miré a los ojos un segundo antes de abrazarlo y esconder mi rostro en su pecho.
-Me basta con que no seas igual a ellos. No necesitas darme más que eso...
Lo miré para ver que estaba sonriendo levemente, asintió con la cabeza antes de volver a abrazarme. No pude evitar sonreír por esto, Jacob me hacía sentir mucho mejor.
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