Narra Jacob

Con Chris el tiempo no existe, tanto me encantaba estar con ella que no era consciente de que el tiempo seguía pasando... para mí, se había detenido desde el día en que la vi en el hangar. Pero en nuestra despedida todo se me derramó encima como un balde de agua fría. Aunque esta vez no era solo yo el que sufría con su partida... ni la manada. Su Delta, Lumina, y James igual no quisieron separarse.

Pronto volví a sentirme deprimido y solitario... el trabajo era lo único que me abstenía de pensar en mi Luna y en que no la tenía conmigo. No quería que sintiera mi tristeza por no tenerla conmigo.

Volvió a pasar el tiempo, cumpliéndose así otros nuevos años. Cumplí los treinta y seis, aún no puedo dejar de pensar en ella. No pude ni concentrarme en mi trabajo de nuevo... el dolor de no tenerla solo aumentaba peor con los años. A pesar de comunicarnos por el link... la quería conmigo, en presente y a mi lado.

Llamaron a la puerta haciéndome reaccionar, James entró a la oficina.

-Alpha, la manada tiene algo que decirle.

Aquello me hizo verlo con sorpresa y confusión, ¿la manada? ¿Qué sucedía? Me levanté de mi silla y salí de la casa viendo que literalmente toda la manada estaba en frente.

-¿Qué está pasando? -pregunté mirando a James y Travis.

-Pasa y resulta... -Sheyla se acerca a mí-... que otra vez te estamos viendo muy desanimado por la falta de nuestra Luna, y ahora no eres solo tú.

Miramos a James quien parece sonrojarse leve y aparta la mirada.

-Alpha... nosotros igual extrañamos a nuestra Luna, no queremos seguir de esta forma y tampoco queremos que usted siga así -comenta una mujer.

-Todos hemos hablado y estamos de acuerdo... en que si usted y la Luna lo permiten... irnos a la manada Arcelia.

Abrí los ojos de par en par miré a toda mi manada quienes sonreían esperando mi respuesta. Estaba tan sorprendido que no sabía que decir...

-¿Realmente están dispuestos a hacerlo? ¿Dejarán todo lo que tienen aquí? -pregunté.

-Sabemos lo que perdemos pero también sabemos lo que podemos ganar... Estamos listos para salir de aquí si ustedes toman la decisión de hacerlo.

-Yo... -miré a mi hermana, a Travis y a James-. Tendría que hablar con Chris sobre esto... pero si es lo que ustedes desean yo no tengo problemas con eso.

Ellos saltan emocionados ante mi respuesta, se abrazan y hablan al respecto. Yo me disculpé y entré a la casa para poder hablar privadamente con mi Luna.

-Mi Luna, ¿estás ahí?

-Sí, sí, siempre. ¿Pasa algo?

-Tengo una propuesta que hacerte...

-Estamos muy lejos para pedirme matrimonio ahora, Jake. Eso lo tienes que hacer en persona y lo sabes... arrodillado.

No pude evitar sonreír y reír en una gran carcajada por las ocurrencias de mi Luna.

-Aún no se trata de eso, pero ya llegará el momento... Es un asunto diferente.

-¿Sobre qué?

-Bueno, mi Luna... La manada aquí ha hablado, ¿qué te parece la idea de... unir nuestras manadas?

-¿Qué? ¿Cómo? ¿De qué hablas, cómo haríamos eso? Están muy lejos... Espera, ¿hablas de...?

-Sí. La manada quiere ir a donde ustedes, formar parte de la manada Arcelia en persona... ¿Qué dices?

-Eso... Eso es... ¡Increíble! Oh por la Diosa, nunca creí que ninguna de las dos manadas aceptaría eso. ¡Jake! ¡Esto es fabuloso!

-Lo es, estoy de acuerdo.

-Y tenemos casas de sobra, recuerda que con los años solo pudimos reunir al treinta por ciento de lo que era la manada antes de la guerra ¡Toda la manada tendrá su propia casa!

-Eso suena excelente, entonces... prepara el hangar de Arcelia, llegaremos allí en una semana.

-¡No puedo esperar! La manada estará emocionada, los conozco. ¡Les daré la noticia ahora!

Cortamos el link y yo volví a salir de la casa llamando la atención de todos que callaron al verme y esperaron a que hablara con ansias.

-Ya he hablado con su Luna y debo decirles que... todo está en orden, podremos ir.

Jamás había visto a la manada tan feliz y emocionada. Gritaron como nunca antes lo habían hecho y varios se han abrazado con fuerza.

-Tienen los siguientes dos días para prepararse. Luego partiremos, no se preocupen allá hay casas de sobra para todos.

-Gracias Alpha...

-Soy yo quien debe agradecerles. Si no he hecho esta propuesta antes fue porque no quería incomodarlos con un cambio tan grande por mi egoísmo de querer estar con mi Luna. Pero ahora es posible por ustedes...

-¿Y qué pasará con este lugar? -pregunta alguien.

-Sí, ¿quedará deshabitado?

-Se me ocurre la idea de entregárselo a los vampiros... -miré a Zoe- ¿Qué piensas? ¿Tus padres querrán aceptar?

-Por supuesto. Han querido este territorio por muchos años... Estoy segura que la noticia los alegrará por completo.

Asentí. Vi a Koda sonreír por ella pero se veía dudoso. Sabía lo que pensaba... Me volteó a ver y yo le hice una seña con la cabeza para que se acercara, se disculpa con Zoe y viene hasta mí.

-¿Sí, Alpha?

-Separarte de tu Mate es duro, nadie más que James y yo lo sabemos... -mencioné-. Y sé que Zoe no puede dejar estas tierras por ser la heredera al trono.

Él baja la cabeza asintiendo al saber aquello y siendo eso lo que más le preocupaba. Apoyé mi mano en su hombro llamando su atención.

-Tu manada no volverá a irse una vez instalada allá, no te preocupes y quédate con tu Mate... puedes ir de visita de vez en cuando. Te dejaré los viajes gratis.

Guiñé un ojo de forma amistosa y cómplice haciéndolo sonreír ampliamente por aquella oportunidad.

-Gracias Alpha... en serio.

-Anda, ve a abrazar a tu Mate que te veo con ganas.

Él corre hasta Zoe y la abraza con fuerza mientras le dice la noticia. Ella parece sorprenderse pero alegrarse más que cualquiera y aferrándose a él. Sheyla se acerca a mí.

-Creo que... también me quedaré. Kevin estará más cómodo con su gente aquí.

-¿Estás segura? -pregunté mirándola, la iba a extrañar igual.

-¡Claro! Sabes que también iré a visitarte. Pero ya es tiempo de separar nuestros caminos hermano...

No resiste mucho y salta a abrazarme al igual que yo a ella.

-Voy a extrañarte, idiota.

-También yo, tarada.

Nos separamos sonriendo y ella se acerca a su Mate a quien advertí con la mirada. Volví a ver a mi manada quienes ya se iban a empezar a empacar. Mandé preparar todos los aviones que teníamos y fui a hacer las maletas de igual.

Iría donde mi Luna... está vez para siempre.