Capítulo 52
Subí la mirada finalmente al saber que ya habíamos llegado. Todos parecen sorprenderse pero los más adultos ya estaban derramando lágrimas.
-Es aquí... -murmura alguien.
-Sí... aquí es de donde venimos todos nosotros -sonreí.
Ellos se adelantan para ir a ver las ruinas de la manada. Había tardado en convencer a todos y preparar nuestra venida, pero finalmente lo hemos hecho y ahora estamos aquí.
-¿Estaremos mejor en este lugar? -pregunta Keira mirando todo.
-He repasaso todos los días los beneficios que nos traerá vivir aquí... Créeme, estaremos mejor que antes.
-Yo solo tenía diez años cuando ocurrió todo... -Lumina mira a su alrededor y quedando frente a una ruina de una casa en particular-. Mis padres han muerto pero mi tía me crió para convertirme en la Delta como lo fue mi padre... Para estar preparada cuando usted llegara.
Apoyé mi mano sobre su hombro, ella era la mayor de nosotras tres y la que más recuerdos de la guerra tiene.
-Nunca creí que regresaría aquí... -comenta ella.
-Hay muchas cosas que no creemos que podrían pasar... pero después de todo suelen suceder. Hay que estar preparadas para todos esos momentos.
Ella me mira sonriendo y asiente. Keira se coloca al otro lado de Lumina y la abraza. Yo decidí ir a ver lo que no pude de la casa de mis padres cuando llegamos aquí con Jacob. Me adentré tratando de visualizarlo a como era antes... no fue tan difícil, tenía muchas pistas de lo que era cada lugar.
-¿Huh? -miré el suelo bajo mis pies.
La madera se escuchaba crujir pero de una forma ahuecada. Con esfuerzo moví un pedazo de piedra enorme que al hacerlo vi una manilla. Estiré de ella descubriendo un sótano muy polvoriento y oscuro. Decidí adentrarme, mi visión nocturna me permitía adaptarme a la oscuridad así que podía ver lo que había aquí.
-¿Qué es... todo esto? -me cuestioné en voz alta.
Todo aquí parecía un estudio secreto, habían libros, un escritorio y cosas sobre la mesa. Papeles escritos con puño y letra...
Tratado de paz...
Estaba firmado con el nombre y sello de mi padre, pero si está aquí... nunca pudo enviarlo. La fecha que menciona fueron tres años después de iniciar la guerra... Mi padre quiso acabarla arriesgándose a perder mayor parte de sus riquezas, con tal de evitar más muertes... Pero si no pudo enviarlo en ese momento, entonces significa que murió antes de siquiera mandar a alguien con el tratado.
Dejé los papeles sobre el escritorio de nuevo y miré a los cajones de este, estaban atorados por la humedad pero pude abrirlos. Habían más hojas con respecto a la guerra, archivos de lo que él pensaba y sus técnicas de batalla. Mi padre fue muy inteligente, aguantó por tanto tiempo... pero al morir él todo se perdió.
-¿Un fondo falso? -murmuré al sentir aquel fondo.
Quité la madera de arriba y descubrí fotos. Fotos de él y de mi madre, además de unas pocas que tenían conmigo cuando recién había nacido. Sonreí enternecida viendo las fotos pero las hice a un lado y encontré una estatua de madera.
Un lobo tallado a mano con el logo de la manada Arcelia en el pecho. Era muy lindo...
Agarré las fotos y la estatua antes de salir de aquel lugar y volver donde los demás quienes estaban preparando todo. Decidimos iniciar la reconstrucción de la manada cuanto antes, haremos nuestro campamento junto a este lugar.
-¿Huh? ¿Qué es eso? -pregunta Keira al ver lo que traía en mi mano.
-Encontré un viejo sótano, estaban estas cosas allí -comenté sonriendo y viendo el lobo de madera.
-Es imñrecionante... los detalles que tiene, el perfecto grabado del logo de la manada... Sin duda alguna un trabajo del Alpha Koa -menciona Lumina.
-¿Huh? -la miré confundida- ¿Mi padre lo hizo?
-Es lo más probable, él solía hacer artesanías de madera en sus tiempos libres. Nadie hace tales obras de arte más perfectas que él mismo.
Sonreí sabiendo un poco más sobre papá, miré la estatuilla y la guardé conmigo. Pasando los días y semanas, empecé a concentrarme más en la manada, haciendo planos, descubriendo a lobos con increíbles dotes para ciertas cosas.
Habían algunos que se manejaban muy bien las decoraciones, otros en las estructuras. Más de ellos en la agricultura y así con diferentes labores. Dividimos los grupos, tener a muchos integrantes era un beneficio pero a la vez algo complicado... Eran muchas bocas que alimentar, pero con la organización pudimos hacerlo.
Una mejora más que tuvo el habernos mudado aquí fue que estábamos en la ruta de paso de los animales, en su zona más habitada. Buscaban agua y este era el lugar perfecto para conseguirlo, además de que la pastura era buena aquí para ellos y las temperaturas agradables todo el tiempo.
-¡El escuadrón de cacería ha vuelto ha vuelto! -anuncia una niña y todos los menores corren a nuestro alrededor para ver lo que trajimos.
-¡La comida de hoy se verá muy bien!
-¡Sí!
Bajé el ciervo que traía en mi hombro y lo dejé junto a la demás pila de animales que enseguida fueron llevados para cocinarlos.
-¡Alpha! ¡Alpha! ¡¿Qué es eso?!
Apuntan arriba y enseguida pude escuchar el sonido de un avión. Sonreí ampliamente, que suerte que terminamos justo a tiempo el área de aterrizaje.
-Justo a tiempo.
-¿Ya han llegado? Fue más rápido de lo que pensamos, mi Luna.
-Eso es mejor.
Cerré el link con Jake y fui junto a otros miembros de la manada a recibir a los recién llegados. Ellos bajan del avión y al verme parecen a punto de llorar.
-Luna... Finalmente la vemos de nuevo.
-Hola... Gracias por aceptar venir aquí -me acerqué a ellos sonriendo-. Será un cambio muy grande, espero que puedan adaptarse.
-Por supuesto, esto será un gran cambio para todos -comenta un hombre.
-¡Whoa! ¡¿Qué es esto?! -un niño agarra su mano por sorpresa y mira el reloj inteligente que tenía aquel hombre.
-¡Se ve genial!
Al tener que ocultarse en un lugar lejano, la manada estuvo tan desconectada de los aparatos eléctricos que los únicos que saben por lo menos de los teléfonos fijos eran los más adultos. Los nuevos niños han vivido sin saber nada sobre la electricidad.
-Hay mucho trabajo por hacer -comenta una mujer-. No se preocupe, Luna... nos encargaremos.
-Gracias...
Dividimos nuevamente a la manada y a los nuevos que han llegado. Pronto se formó como una academia de emergencia que enseñaba lo básico a los jóvenes. Aunque también habían quienes enseñaban como adaptarse a las ciudades humanas y quienes tenían mejor rendimiento en eso fueron a pasar un tiempo allí y modernizarse para así finalmente traer todos sus conocimientos aquí.
La manada empezó a crecer, las casas se vieron mucho mejor y enseguida pudimos traer luz aquí. Gracias a trabajadores de la manada de Jake todo fue más fácil. Se construyó una escuela de verdad, un hospital y una biblioteca donde puse todo lo que encontré en el sótano de papá. El tratado de paz quedó como un hecho histórico jamás contado. Su firma fue lo más interesante para todos los demás.
La historia de la manada empezó a desarrollarse más gracias a los relatos de los adultos. Pero se seguía escribiendo... La manada Arcelia volvió a lo que era, siendo aún la más famosa.
-Alpha, tenemos visitas -Lumina y Keira entran a mi nueva oficina.
-¿Ah sí? ¿Quienes?
-Todo sucedió como lo tenía predicho... -me levanté de inmediato.
-Maia, estás aquí -me acerqué a ella.
-Por supuesto, tenía que comprobar que mis predicciones no me fallaran nuca. Sabía que todo estaría mejor en tus manos...
-Gracias a ti hemos podido llegar, me mostraste el camino en ese entonces y nos diste un lugar a Jacob y a mí... Estoy tan agradecida contigo.
Ella sonríe y apoya su mano en mi mejilla un momento antes de derramar una lágrima.
-Lilian... Está tan orgullosa de ti.
La miré sorprendida pero ella aparta su mano y suspira profundo.
-Quiero volver a ayudarte en algo querida... Te ofrezco un hechizo de protección para ti y este lugar, nadie con malas intenciones podrá encontrarlo nunca y ustedes podrán vivir en paz.
-Eso es... eso sería fantástico -comenté-. Pero... ¿por qué?
-Porque ahora que estamos cerca me gustaría ayudar en todo lo posible a la hija de Lilian y Koa. Tienes un pueblo aliado, no olvides pasar a saludar de vez en cuando.
-Lo haré, gracias por todo Maia -sonreí.
Ella asiente y se aleja de nuevo hasta salir, yo volví a mirar las cosas sobre mi mesa. Revisé los planos, la mayoría de los puentes ya han sido reconstruidos y los caminos se han mejorado. Todo iba tan bien, pero...
-¿Jake, estás ahí?
-Para ti siempre estaré, mi Luna.
-Oye... te extraño...
-Yo igual, más de lo que te puedes imaginar -responde, suspiré volviendo a sentarme en mi silla.
-¿Cómo va todo allá?
-Pues... en realidad todos por aquí te extrañan demasiado, siempre preguntan cuando volverás.
-Hm... ¡Ya sé! ¿Y si voy de visita? Unos días no hacen daño, ¿no? Además, ahora la manada está más protegida. Maia hará un hechizo para eso.
-Sería una excelente idea. Ya quiero volver a estar contigo...
-Yo también...
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