Me estiré levantándome de mi lugar luego de haber visto todos y cada uno de los planes que se podría hacer para ayudar a la manada. Los beneficios y como solucionar los problemas mayores... Pero no he visto a Jacob en todo el día, ¿dónde está?

Salí de aquella casa y miré a todos lados para encontrarlo, no podía encontrarlo y... sentí un poco de preocupación. ¿Le habrá pasado algo? ¿Se habrá ido?

-¿Jake? -caminé por toda la manada para encontrarlo- ¡¿Jake?!

Por un momento sentí pánico, ¿y si realmente le pasó algo y yo no supe nada? Sería lo mismo que con mis padres... ¿Dónde está? No me ha dejado, ¿verdad?

-Hey... -me sobresalté con una mano sobre mi hombro.

-Jake... -lo abracé al instante- ¿Dónde estuviste...? Pensé que te habías ido o que te había sucedido algo. Me asusté...

-Lo siento, no quería hacer eso -me rodea cálidamente-. Solo fui a mirar los alrededores, necesitaba pensar.

-¿Sobre qué?

Levanté la mirada para verlo pero su expresión me confundió, aparte de sentir que él se estaba sintiendo mal por algo. Se sentía triste...

-¿Jake, qué pasa? -pregunté acunando su rostro entre mis manos.

-Mi Luna... Ya es tiempo de regresar.

-Es verdad que pasamos mucho tiempo fuera, pero... acabo de encontrar a mi manada, no puedo ni quiero dejarlos otra vez.

-Y jamás te pediría que hicieras eso -agarra mis manos y las aparta de su rostro con suavidad-. Así que, yo regresaré pero tú te quedarás aquí.

-¿Qué...? -abrí los ojos de par en par.

-Eres su Alpha, tu lugar está con ellos, tienes un deber que cumplir aquí... Y yo tengo que cumplir el mío allá.

-P..Pero... Jacob... no quiero separarme de ti, ¿cuándo nos volveríamos a ver? ¿Crees que aguantaría?

-Yo tampoco estoy seguro de nada pero no puedo llevarte conmigo. Has luchado tanto por encontrarlos a ellos... Sé que quieres quedarte.

Los mira haciendo que yo también volteara a ver a mi manada. Ellos estaban aún hablando sobre todo lo bueno que les espera porque yo he llegado, aún estaban emocionado. Bajé la mirada desanimada y sin poder encontrar una solución a esto por más que intente pensar en algo...

-Mi Luna, no te desanimes... -sujeta mi rostro y me hace mirarlo-. A mí también me duele la idea pero... por el momento tendremos que hacerlo.

-No quiero hacerlo... -mis ojos comenzaron a picar y empañarse por las lágrimas.

-Pase lo que pase, siempre serás mi única Luna... Te ayudaré en todo lo que pueda desde la manada, aún podemos comunicarnos sin importar la distancia...

No pude evitarlo y salté sobre él rodeando su cuello con mis brazos, él me sujeta por la cintura hasta despegarme del suelo.

-No me dejes... por favor... -sollocé.

-Lo siento, Chris... Pero sabes que debo ir.

-Jake, no quiero... Ya me separé de ti una vez, no quiero hacerlo de nuevo. Duele, duele mucho... -me aferré con más fuerza a él.

Podía sentir algo mojar mi cuello, sabía que esto también era igualmente doloroso para él... pero entendía que tuviera que irse, aunque aún así no quiera que se vaya.

-Eres fuerte, mi Luna... podrás soportar. Imagina esto como una última batalla, si ambos podemos mantenernos en pie terminaremos juntos. Lo prometo.

-¿De verdad? ¿Volveremos a vernos? -me separé un poco para verlo.

-No puedo morir antes de verte otra vez, no podría descansar en paz sin ver el hermoso rostro de mi Luna aunque sea una vez más.

-¿Por qué eres tan lindo y bueno con las palabras? -volví a abrazarlo mientras lo hice reír leve-. Jake... ¿Eres real?

Se aferra a mí y besa su marca en mi piel haciéndome erizar y sollozar de nuevo.

-Como el sol y la Luna.

Finalmente me baja y nos separamos para mirarnos a los ojos, no duramos mucho más tiempo cuando juntamos nuestros labios intensamente. Me aprieta contra él y yo no quería soltarlo, pero tuvimos que hacerlo.

-Hasta pronto, mi Luna...

-Jake...

Él se aparta, retrocede unos cuantos pasos mientras me mira antes de dolorosamente desviar la mirada. Se vuelve a su forma lobuna y corre en dirección al bosque hasta perderse dentro de este.

Caí al suelo de rodillas mientras sentía que las lágrimas rodaban por mis mejillas sin poder detenerlas.

Lo más doloroso no es verlo marchar; sino, el saber que lo tengo que dejar ir y desconocer el tiempo de cuándo nos volveremos a encontrar.

-Alpha... -Lumina y Keira se acercan a mí.

No hice nada y ellas se animaron a abrazarme e intentar consolarme. Además de mi propia tristeza podía sentir la suya, así como a mí, a Jake igualmente le dolía marcharse. Pero era lo que tenía que hacer, como Alphas no podemos abandonar por más tiempo a nuestras manadas.

Es nuestra responsabilidad...