-Gracias por todo, Maia... De verdad -sonreí ampliamente.

-Cualquier cosa por la hija de Lilian y Koa. Esto es para ustedes...

Aquel hombre que siempre acompaña a Maia le entrega a Jacob una mochila mediana.

-Son provisiones para continuar su viaje. Aunque... no tardarán mucho en llegar si siguen el camino que te he mostrado.

Asentí sonriendo. Nos despedimos de ellos y volvimos a correr directo al bosque, yo recordé lo que Maia me había mostrado aquella noche cuando llegamos. Guié a Jacob y pronto vimos las tres montañas. Estábamos cerca...

Seguimos corriendo, aunque yo sentía algo en mi pecho... ¿emoción? ¿Ansiedad? Mi corazón latía con fuerza y mis patas aceleraron hasta más de lo que podían dar.

-Chris... -interrumpí a Jacob.

-No puedo... quiero ir más rápido. Quiero llegar, siento que estoy tan cerca...

Seguí corriendo pero entonces abrí los ojos de par en par y me detuve en seco. Miré hasta arriba y volví a mirar al frente.

-El puente... Hemos llegado.

-Realmente es un gran puente de mármol -dice Jacob.

No pude evitarlo, salí corriendo de nuevo ignorando el llamado de Jake. Crucé el puente que era realmente largo y que pasaba por un gran río que provenía de una cascada de las montañas.

Podía sentir en mi interior como si supiera dónde estaba. Mis patas iban solas y corría tan rápido que no podía detenerme. Hasta que salí del bosque...

-Esto es... -miré a todos lados. Jacob se coloca junto a mí respirando agitado.

-Diosa, has corrido demasiado rápido... casi te pierdo de vista -comenta.

-Lo siento, pero mira. Llegamos...

Caminamos por entre las ruinas de lo que alguna vez fue la manada de mis padres. Miré a todos lados hasta dar con unas ruinas más grandes... Me volví a mi forma humana junto a Jacob.

-Esta debió ser su casa... -comenté.

-Se nota que fue una casa muy moderna para su época -menciona él.

Me adentró más entre los escombros. Apoyé mano en la pared de la entrada pero abrí los ojos de par en par al ver en mi mente imágenes de como fue la casa antes de la guerra. Me aparté de golpe.

-¿Qué pasa? -Jacob se acerca.

-Yo... No sé... Me siento tan conectada a este lugar, a pesar de no haber crecido aquí lo siento mi hogar...

Volví a tocar la pared y de repente vi como si todo se estuviera formando de nuevo, todo se vio tan nuevo como si nunca se hubiera destruido. Además... habían lobos por aquí.

-¿Chris?

Me acerqué a aquellas personas, reían y hablaban entre ellos. Los niños pasaban corriendo y jugando. Me acerqué a una mujer que estaba riendo con otra, traté de tocarla en el hombro pero repentinamente se giró al igual que todos. Miré hacia donde ellos veían y sentí tantas ganas de llorar...

"-He aquí... a la futura Alpha de la manada Arcelia: Christina Rooney. Nuestra hija."

Mamá me muestra entre sus brazos mientras papá estaba a su lado. Toda la manada vitoreaba y los felicitaba por mi nacimiento. Papá abraza a mamá y me mira sonriendo ampliamente. Me acerqué a ellos que estaban en la entrada de su casa. Extendí mi mano hacia ellos pero antes de darme cuenta, todo se desvaneció.

No pude soportarlo, me dejé caer de rodillas al suelo y me abracé a mí misma mientras sollozaba.

-Chris... mi Luna... -Jacob me abraza para consolarme.

-Nunca me había importado conocer a mis padres, creía que me abandonaron porque no me quisieron... Pero ahora... quisiera poder tenerlos conmigo. Desearía que estuvieran aquí...

"-Pero aquí estamos, hija."

Abrí los ojos rápidamente. No había nadie... No lo entiendo, ¿este lugar me estaba volviendo loca o algo?

"-Por supuesto que no, cariño."

-¿Dónde...? -miré a todos lados pero entonces vi una extraña luz tras unos pilares destruidos.

-Chris, ¿qué pasa?

-E..Ellos... -apenas podía hablar.

Los podía ver sonriéndome antes de volverse simplemente luz y alejarse. Me levanté a pasos torpes.

-Esperen... -murmuré apenas audible- ¡Alto!

Salí corriendo en aquella dirección ignorando nuevamente a Jacob. Mi desesperación me guiaba, podía ver aquella luz alejándose y entrando al bosque, fui tras ellos.

-¡Esperen, por favor! ¡No se vayan...! ¡No me dejen de nuevo! -hice a un lado arbustos y ramas- ¡Mamá! ¡Papá!

Me detuve al llegar al pie de las montañas, donde estaba repleto de flores y la cascada rodeaba las orillas. Pero ellos dos estaban allí, esperándome... mirándo en mi dirección.

"-Chris... que mucho has crecido."

"-Eres tan igual a tu madre..."

Me acerqué un par de pasos hasta que luego corrí a ellos queriendo abrazarlos, pero claro... no eran reales. Caí al suelo volviendo a la realidad, me abracé a mí misma haciéndome bolilla en mi lugar y sollozando.

-Ojalá estuvieran aquí... Ojalá poder abrazarlo -me aferré a mí misma-. Quiero ir con ustedes...

"-Cariño... hija mía... -" mamá apoya su mano en mi mejilla haciéndome mirarla y papá apoya su mano en mi cabeza "-. Aún no es hora de reunirte con nosotros, ¿qué pasaría con Jacob?"

-Pero...

"-Tienes que ser fuerte como hasta ahora lo has sido... Está bien llorar, no te hace débil... pero mantente firme, ya lo has hecho, puedes continuar."

Papá me sonríe ampliamente, podía ver aquellos ojos y encontrar la similitud con los míos. Cerré los ojos sollozando de nuevo.

"-Cariño... No te preocupes. Siempre estaremos contigo, no lo dudes nunca."

"-Te amamos, Chris... tampoco dudes de eso."

Fue como sentir cuando me abrazaron pero yo no podía hacer lo mismo. Finalmente los vi desaparecer pero a la vez sentí que un vacío en mí se llenaba... Ellos eran la pieza que me faltaba.