Días, semanas o hasta meses. ¡¿Dónde está ese maldito puente?! ¡Quiero el atajo que usó mamá! Nuestra comida se nos había acabado hace semanas, ahora teníamos que cazar. Nos habíamos perdido un par de veces pero pudimos regresar al camino al reconocer en el mapa un lago que era idéntico al que encontramos.

-Que bueno que esto está muy detallado -menciona Jacob.

-Sí... Toma -le entregué un pescado que recién había cocinado.

-Gracias, mi Luna.

Yo agarré el otro y me senté junto a él. Miramos el mapa un segundo pero yo apunté a una zona de allí.

-Oye, este pueblo no está lejos, ¿qué te parece ir allí?

-Este pueblo... Ya recuerdo -dice de repente-. Mencionan un pueblo por esta zona del bosque que acepta a cualquier tipo de especie. Es una gran idea para ir allí.

-Bien, vamos antes de que oscurezca.

Asiente. Guardamos las cosas y apagamos el fuego. Yo tenía el mapa y Jacob me llevaba en su lomo, que suerte que era un Alpha entrenado o no podría con tanto peso.

-A la izquierda, cruzando el río y llegamos.

Jacob dobla y salta a una piedra en medio del río antes de saltar de nuevo hasta la orilla y correr un poco más. Finalmente habíamos llegado, se escuchaban las risas y danzas de aquellos que habitan en este pueblo, pero nos miran de inmediato.

-Am... ¿Hemos interrumpido algo? -le pregunté a Jacob nerviosa.

-No lo sé...

-Al fin... Los hemos esperado por mucho tiempo -una mujer de la tercera edad se acerca junto a otro hombre. Aunque el detalle... es que aquella bruja es ciega.

-¿Nos han esperado? -cuestioné.

-Así es querida Christina... -responde ella.

-¿Cómo...?

-La profecía era cierta. En una noche como esta llegaría a nosotros la siguiente Alpha de la manada Arcelia. Esta celebración... es para ustedes.

La gente aplaude y los músicos vuelven a tocar su música alegre y contenta. Los demás bailan, noté entonces que los habitantes eran licántropos, vampiros, humanos, brujas y hadas. Además de más especies como ninfas. Realmente era un pueblo incluyente.

Nos acercamos a ellos y nos sentamos donde nos indicaron, enseguida nos trajeron algo de comida y agua. Unas risas llaman mi atención y al mirar vi a tres ninfas coqueteando con Jacob quien ni siquiera les hacía caso. Me mira de reojo suspirando con una mueca antes de beber de su vaso.

Yo gruñí en advertencia cambiando mi color de ojos y consiguiendo espantar a las ninfas. Jacob sonríe y besa mi cabeza para calmarme.

-Es todo un honor tener a la hija de Lilian con nosotros. Sabemos de tu viaje y quisiera ayudarte -la bruja se sienta a mi lado.

-¿Conoce a mi madre?

-Por supuesto... Tu madre era la Luna de Lunas más justa y bella de todas, al parecer tú heredaste ambas cosas igual.

¿Cómo sabe que soy bella? Realmente no entiendo a las brujas.

-¿Cómo puedes ayudarme? -pregunté.

-Con esto... -apoya su mano en mi frente y yo abrí los ojos de par en par.

Por mi mente aparecieron imágenes del bosque, me estaba guiando perfectamente desde aquí a la manada. Entonces me vi a mí misma apoyando mis manos en el suelo, justo en medio de un círculo con grabados y símbolos... Huellas brillantes me mostraron un camino.

-¿Qué? ¿Qué fue...? -apoyé mi mano en mi frente.

-¿Mi Luna? -Jacob me sostiene al verme desorientada.

-Eso fue... esas ruinas... -miré a la bruja cuando ella asintió.

-Así es. Aunque sean ruinas debes llegar allí, tú perteneces a esa manada... Te mostrarán el camino para llegar a ellos y su nuevo paradero.

-Genial... eso me ayuda mucho. Gracias.

-No es nada, pero te recomiendo esperar una semana antes de partir...

-¿Por qué? ¿Qué pasará? -pregunté.

Ella sonríe con diversión pero nos apunta a ambos.

-Su semana de calor está por empezar.

Me sonrojé y miré a Jacob pero entonces volteé a ver a los licántropos que estaban aquí. Algunos ya estaban siendo muy cariñosos y otras miraban a Jacob como queriendo pasar con él la semana.

-Quizás no se dieron cuenta por la emoción de este viaje, les habría dado de repente en una mala situación con unos cazadores. Y hubieran terminado como sujetos de prueba de crías para ellos.

-Los cazadores me dan repelús -dije con una mueca y teniendo un escalofrío.

-Entonces nos quedaremos... ¿Dónde podríamos pasar la semana? -pregunta Jacob.

-Síganme, les enseñaré su habitación. No se preocupen, la preparamos sabiendo que se quedarían en esta semana... Tendrán todas las comodidades y cosas necesarias.

-Bueno... es un alivio, creo... -comenté.

Tomé la mano de Jacob y nos alejamos junto a la bruja, pero algunas ninjas y licántropas seguían tras él, así que me giré y les gruñí nuevamente en advertencia. Ellas se detienen de golpe y fingen pasar de nosotros. Jacob me jala y me acerca a él hasta rodear mi cintura con su brazo. Besa mi cabeza y yo resoplé haciendo una mueca.

-Lamento eso, les había hablado de su llegada y también les había advertido de no meterse con ambos. Aunque se nota que las ninjas y lobas hembras son más... apasionadas. Los hombres prefieren no meterse en problemas con un Alpha.

-Eso me mantiene tranquilo -comenta Jacob.

-Mujeres... -bufé.

-¿Y tú qué eres, mi Luna?

-Ay, cállate.